Partida Rol por web

Reign: El Fuego Interior

6.1 - Reunión Familiar

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03/06/2014, 09:13
Asceltis

Alder mira fijamente a Asceltis un momento, planteándose sus opciones contra ella. Finalmente niega con la cabeza y te mira con el gesto lleno de odio. - Esto no quedará así - dice antes de irse, pero no sabes si la frase va dirigida a ti, a Asceltis o, más bien, a ambos.

Tensas tus músculos, intentando romper la silla. Sin embargo la madera parece aguantar. Estás bastante convencido de que un impacto haría que se partiese, pero romperla por pura presión parece bastante más complicado. Asceltis se vuelve hacia ti, mirándote con gesto severo con su daga en la mano.

Sin contestar a tus imprecaciones, se dirige hacia ti. Con un rápido movimiento corta tus ataduras. Rápidamente te alzas de la silla, encarándote con ella.

- No te he mentido, Areth. Esta es la casa de tu hermana... Y si no bajas el tono, apuesto a que tendrá bastantes problemas con sus vecinos. - Se da la vuelta, dándote la espalda. Dada la velocidad a la que la has visto reaccionar, tienes tus dudas de que eso suponga una diferencia si intentas hacer algo en su contra. - Dijiste que ibas a esperar a Yi Fan para venir aquí. ¿Por qué os habéis separado? ¿Acaso no esperabas a Areth después del mensaje que me enviásteis?

- Tiradas (1)
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05/06/2014, 17:11
Areth Dhalbach

Me sacudo los restos de cuerda de las muñecas. Me siento muy confundido. La adrenalina todavía corre fresca por mis arterias, y todo ha pasado demasiado rápido. Pero, ¿qué ha pasado? 

-Pues... sí, vine con Yi-Fan. Y claro que esperaba a ese mastuerzo, pero Yi tuvo que marcharse. Uno de esos rollos del deber, y del honor... que le hacen tanta ilusión. Quería echarme una mano, eso lo sé. Y una vez que llegué aquí, no podía marcharme sin estar seguro de que mi hermana estaba a salvo. Creí que podía con Alder, debería estar muerto. Por esto, te doy las gracias pero, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Acaso querías atrapar a Alder en su traición? Y si es así, ¿por qué lo dejas marchar con una reprimenda? Un perro que ha mordido una vez volverá a buscar el olor de la sangre...

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23/06/2014, 11:31
Asceltis

Asceltis niega con la cabeza.

- No se sacrifica una pieza si hacerlo no aporta ningún beneficio, Areth. Ya he perdido bastantes peones en todo esto como para permitirme acabar con Alder sólo porque tenga ideas propias... Cosa que por otro lado es lo que le hace importante para mí.

Se acerca a uno de los armarios de tu hermana y lo abre con tranquilidad.

- Pero no te equivoques, Alder no pretende traicionarme. Sólo... cubrirse las espaldas - dice tomándose un instante para buscar las palabras. - Asegurarse de que cumpliré mi parte del trato que tengo con él. Una tontería por su parte, porque a estas alturas debería saber que siempre pago mis deudas... - deja la frase en el aire, aunque no puedes evitar completarla con un "salvo que me interese más lo contrario".

- Como la promesa que te hice... - dice caminando hacia ti. Con paso tranquilo, deja dos copas que ha cogido del armario encima de la mesa y vuelve a darse la vuelta.

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23/06/2014, 12:06
Nadia

Camina hacia una pequeña barra que debe hacer las veces de encimera y, cuando se agacha reaparece con una botella de vino. Vuelve a la mesa y sirve dos copas.

- Por un feliz reencuentro - dice quitándose la máscara.

Sorprendido, miras por primera vez el rostro de Asceltis. Hace décadas que no ves a tu hermana, y no era más que una niña cuando os separaron, sin embargo, observas con sorpresa cómo la mujer que tienes ante ti encaja perfectamente con la imagen que tenías de Nadia Dahlbach.

- Lamento haberte mantenido en la ignorancia todo este tiempo, Areth. Pero comprenderás que los pocos recuerdos que tengo de ti están desgastados por el tiempo y matizados por la memoria de una niña. Necesitaba saber qué tipo de hombre eras antes de mostrarme ante ti.

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24/06/2014, 21:48
Areth Dhalbach

Mi mandíbula se abre sola, y se queda abierta, en esa posición, sin que yo pueda hacer nada al respecto. Mis ojos están abiertos como platos, las pupilas convertidas en dos cabezas de alfiler.

-¿Qu... qué?

Las comisuras de la boca, la forma de la nariz, dibujan un perfil innegable. La edad es correcta, y todo parece encajar... pero mi mente se debate contra sí misma. -¿Otra vez he sido engañado?- Pero en el fondo de mi mente, sé que tiene que ser la verdad. -He atravesado la tierra, he matado, he sido herido, derrotado y he estado varias veces al borde de la muerte. He perdido toda esperanza de encontrar a mi hermana, y en el último instante he sido salvado, de la forma más inesperada, por aquella a quien yo pensaba salvar. Y durante todo este tiempo, he tenido la respuesta a mis preguntas delante de mis propias narices.

Nadia toma mi mano y posa en ella una copa de vino. -¿Se puede perder y a la vez salir triunfante?- La emoción es demasiado violenta. Noto cómo la cabeza me da vueltas y me fallan las piernas. Mi rodilla se clava en el suelo, y la copa se me cae de las manos. Tengo ganas de estrangularla, pero mis brazos temblorosos se cierran en su lugar en torno a sus piernas, y lloro como un niño.

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14/07/2014, 12:21
Nadia

Notas cómo una mano se apoya sobre tu cabeza en un gesto tierno, consolador. Claramente no es algo que hubieras esperado jamás de Asceltis, pero te hace plantearte si de alguna forma algo ha quedado realmente vivo de tu hermana, a salvo de la corrupción que la capital parece haber ejercido sobre ella.

El tiempo parece congelarse durante un instante, haciendo que el momento se alargue casi hasta el infinito.

- Nunca creí que volvería a encontrar a nadie de la familia. Cuando llegué a Uldnach, siendo sólo una niña, pensé que todos habríais muerto... - dice con la voz entrecortada por la emoción. - Pero cuando descubrí que seguías con vida, que te habías unido a un grupo de desertores y prófugos que vivían en la frontera me entró el miedo. No sabía en qué tipo de persona te habrías convertido, qué habrían hecho contigo los años y la soledad. Pero ahora me has confirmado que eres alguien en quien se puede confiar... ¡Aunque eres aún más cabezota de lo que recordaba!

El tono de broma de la última exclamación te hace mirar hacia arriba. ¿Puede realmente esta mujer ser tu hermana? Asceltis, la perra manipuladora a la que tanto has odiado las últimas semanas es en realidad tu querida Nadia. El destino parece estarse riendo de ti una vez más.

La voz alegre de la mujer desaparece al ver tu mirada.

- Sé lo que piensas de mí, pero realmente no me conoces, Areth. El trabajo que estamos haciendo aquí es importante, a pesar de que los métodos a veces puedan ser poco ortodoxos. Sin embargo, el enemigo al que nos enfrentamos podría acabar con toda la nación si actuásemos al descubierto o de forma más honorable...

Notas de juego

Y tanto que se ha alargado el momento...

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17/07/2014, 12:48
Areth Dhalbach

Mi hermana... Qué idea tan distinta de la que yo tenía de ella. Y cómo ha cambiado. Me la imaginaba sola, perdida.Y no se las ha arreglado mal sin mí, por lo que parece. Para que luego te fíes de las mujeres, Areth, te está bien empleado.

Primero mi pelea con Alder, mirar a la muerte a la cara, y ahora esta revelación. Han sido muchas emociones en un día. Pero hay que reponerse. Por lo que dice mi hermana, esto no ha acabado.

Recupero mi compostura, ordeno mi cabello y retomo esta vez la copa de vino. Me sirvo una ración generosa y empiezo a beber lentamente. Por lo visto, mi hermana sigue en peligro, pero de otra naturaleza.

-¿Enemigos? ¿Qué es todo esto, Asceltis? ¿A qué te refieres, contra quién luchas?

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21/07/2014, 16:32
Nadia

Tu hermana te mira con cierta tristeza en los ojos.

- Puedes llamarme Nadia cuando estemos a solas, Areth... - dice al escuchar el nombre de Asceltis. - Aunque la pregunta sería más fácil de contestar si hubiera sido "contra quién no luchamos".

Se da la vuelta y vuelve a servirse un trago de la bebida que sacó hace un rato. Cuando lo hace, te das cuenta de que una de las copas que sirvió sigue sin tocar a tu lado. Todo esto te ha desconcertado tanto que ni siquieras has probado la bebida.

- Tu amigo Jakko siempre dice que Uldholm está corrupto... Tiene razón. Y su capital, Uldnacht, mucho más que el resto de la nación. Desde el Senado y el Congreso hasta el gobernador Thorsten y los Gremios... Todo está podrido. Debíamos pensar que tras la invasión del Imperio y la caída de las casas nobles sólo los más válidos podrían acceder a puestos de poder, pero no ha pasado ni un siglo y todo ese idealismo se ha ido al traste. Los votos se compran en el Congreso mientras que el gobernador paga a su propia guardia de mercenarios para que controle las calles. Y, mientras tanto, la gente de la Periferia muere de hambre porque no tiene con qué pagar las cuotas de sus gremios.

Acaba la bebida y deja el vaso en la encimera.

- Preguntas contra quién lucho... ¡Contra todos! Es la única manera de que abran los ojos. Tal vez mis métodos no sean los mejores, pero son los únicos que conozco. - Se queda en silencio, pensativa, mirándote. - Hermano, necesito tu ayuda una última vez.

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24/07/2014, 20:46
Areth Dhalbach

Nadia... mi hermana es Nadia. Pero es a Asceltis a quien tengo delante. ¿En qué se ha convertido mi hermana? Esa criatura dulce, cuyo recuerdo atesoraba, es ahora una maestra de espías envuelta en una conspiración global. Y yo... ¿Qué soy yo? Tan sólo un bruto que ha pasado toda su vida buscándola. Mi casa son las montañas, y no tengo más propiedad que unos andrajos y mi palabra...

Tengo que seguir pensando en Nadia como en Asceltis. Si no, si me traiciono, puedo ponerla en peligro.

-¿Necesitas mi ayuda? Ahora que te he encontrado, ahora que no hay secretos, ni trueques, ¿cómo podría abandonar a mi única hermana? Areth Dhalbach seguirá obedeciendo a la misteriosa Asceltis, fría y... -me quedo un rato pensando algo más- ...misteriosa, eso es. -Un brillo de ternura aflora a los ojos del peludo guerrero- Pero serás Nadia, en el fondo de mi corazón.

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29/07/2014, 11:25
Nadia

La mujer asiente, solemne.

- Necesito que acabes con una mujer. Se hace pasar por un miembro del gremio de Mercaderes, pero en realidad es una peligrosa asesina que controla la red de informadores de nuestros enemigos... - explica con un gesto de preocupación. - He descubierto su identidad hace a penas unas horas: Leena Henders.

Nadia, Asceltis, se separa unos pasos.

- Sé que no te gusta enfrentarte a mujeres, pero créeme que esta es mucho más peligrosa que cualquier grupo de salvajes Truil... Pese a ello, no creo que consigas que Yi Fan te acompañe - añade. - De todas formas, es de esperar que él tenga algunos asuntos personales que arreglar en la ciudad.

Frunce el ceño un momento, pensativa.

- Lo siento, hermano. No te pediría esto si no fuera de vital importancia, pero yo estaré especialmente ocupada mañana y Alder... Bueno, ya has visto que no siempre se puede contar con él. Es posible que Henry pueda ayudarte, si quieres, aunque me comentó que no teníais una buena relación - dice mirándote de arriba a abajo. - De todas formas, a primera hora podremos ultimar los detalles en El Grifo Ardiente. Ahora es demasiado tarde y ha sido un día mucho más emotivo de lo que estoy acostumbrada - dice mirándote no sin falta de cariño en sus ojos.

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03/08/2014, 20:39
Areth Dhalbach

¿Matar a una mujer? Maldita sea mi suerte...

Me he considerado muchas cosas, y muy pocas buenas, la verdad. Soy mercenario, borrachín y pendenciero. Pero, ¿asesino? Hace falta un estómago especial para eso. Pero encima, se trata de una mujer...

Sé que en ocasiones una mujer puede ser peor que un hombre. No tengo más que fijarme en qué se ha convertido Nadia, a fin de cuentas. Pero sigue dándome escrúpulo

Mi disgusto por la naturaleza de esta misión queda patentemente reflejado en mi rostro. -Pero le he dado mi palabra de que la ayudaría en lo que necesitara. Y es lo que me queda de familia. No estamos para andar perdiéndola de nuevo.

Pides sangre, y sangre tendrás. No, no me gusta, pero si tú dices que es vital para ti, no puedo negarme. Tendrás lo que quieres, si no me fallan las fuerzas. -Con una mirada limpia y franca, mi voz afirma con autoridad.- Te ayudaré, hermana. lo hago por ti.

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05/08/2014, 09:33
Nadia

Nadia sonríe y te observa un momento.

- De acuerdo. Mañana entonces ultimaremos los detalles - te dice con tranquilidad. - Tienes una habitación reservada en El Grifo Ardiente, nos reuniremos allí a primera hora de la mañana... Pero recuerda que entonces seré Asceltis. Será más seguro para todos si me sigues tratando como tal cuando estemos acompañados.

Te acompaña hasta la puerta.

- Trata de descansar, Areth - dice en tono protector. - Nos hará falta mañana... Y no te preocupes por Alder, no intentará nada nuevo esta noche.

Casi a regañadientes, te despides de tu hermana y vuelvese a la posada de la Periferia. Tal y como te ha dicho, el dueño tiene reservada una habitación para ti, adyacente a la de Yi Fan, por lo que te comenta mientras te acompaña. Te tumbas en la cama, pero no consigues dormir. Tienes demasiadas cosas en las que pensar ahora que has encontrado a tu hermana y se ha convertido en una mujer completamente distinta a lo que esperabas.

La partida continúa en la siguiente escena:
Los Duelistas