Partida Rol por web

La comisura de la mujer se tuerce hacia arriba en una mueca sonriente - Verá, doctor, dudo mucho que en una situación de emergencia en la que tenga que consultar la base de datos de la B.S.A.A. se permita demorarse consultando a su oficial al mando. Igualmente me cuesta mucho creer que siendo usted el oficial de telecomunicaciones no esté al tanto de cualesquiera negociaciones que su oficial al mando hiciera con su contacto - suspira y abre el ordenador de Even, encontrándose con la pantalla que le pide la clave de seguridad - Está bien, admiro su tenacidad aunque es inútil, como podrá usted comprobar ahora - se vuelve hacia el chico del pelo revuelto - 269, quiero que te metas en la mente del doctor y encuentres las respuestas a estas preguntas: la clave del ordenador, la identidad del contacto de los agentes de la B.S.A.A. y qué les pidió a cambio de su ayuda.

El chico se tensa como si le hubieran dado una bofetada. Su compañera 602 pone una mueca burlona.

Será mejor que colabores conmigo - aunque el chico no ha abierto la boca, Even escucha su voz clara y diáfana en su cabeza - Si te parece que 602 es una puta sádica chiflada no quieras ver lo que es capaz de hacer la doctora Wesker.

La sonda del mental del chico es mucho más sutil e insidiosa que la de 602, pero ahora que Even sabe lo que pasa puede notar cómo el joven escarba en sus recuerdos, buscando las respuestas exigidas por la mujer (1)

Doctora Wesker - surge una voz del interfono - Kowalski y González acaban de eliminar una manada de Ma-121 en el hábitat tropical.

¿Los han herido? - pregunta la mujer - ¿Había un Omega con ellos?

Negativo en ambos casos, doctora.

Bien. Liberad al Tirano clase ReH1a y no os olvidéis de grabar el combate para el contacto norcoreano...

El Cazador sólo puede gritar de furia mientras las balas de Riahnna destrozan su cuerpo hasta matarlo. El silencio se apodera de la selva cuando se extinguen los ecos del último disparo. La calma, sin embargo, dura poco tiempo. Un extraño zumbido mecánico se oye en algún lugar por encima del impenetrable follaje. Tras unos minutos el zumbido se detiene y a lo lejos se escucha el ruido de algo muy pesado que cae tras romper varias ramas de árbol.

Lo último que se escucha antes de que todo vuelva a quedar en silencio es un grito a medio camino entre humano y animal que suena mucho más cerca de lo que a los agentes les gustaría...

El corazón de Riahnna se acelera al reconocer el grito de batalla de un espécimen de la serie Tirano. Sin importar el modelo que sea de la media docena que conoce, ni ella ni Kyle disponen de la potencia de fuego necesaria para abatir a uno de esos monstruos diseñados para el combate pesado. Como mucho pueden lograr retrasarlo en cada encuentro, pero en cuanto se acaben las balas y las granadas...

Akira espera el momento en el que los monstruos están lo bastante cerca y hace dos disparos a quemarropa. El primero impacta en el hombro de una criatura y la hace caer al suelo escupiendo largos chorros de sangre por el destrozado muñón, mientras que el segundo consigue saltar hacia atrás y apartarse de la línea de tiro del oriental. Sasha hace un único movimiento fluido con su fusil y tras poner la cabeza de otro mutante hace un único disparo que desparrama el cráneo de su objetivo varios metros por detrás de él.

La puerta antiincendios se abre violentamente y aparece una mujer con una escopeta de combate disparando contra los monstruos. El retroceso del arma hace que caiga hacia atrás con el primer disparo, que sale hacia arriba y sólo sirve para atraer la atención del mutante más cercano. Éste responde abalanzándose sobre la mujer, que cierra la puerta de una patada y deja escapar un grito ahogado cuando las zarpas dejan varios surcos paralelos en el metal.

El monstruo mutilado (1) aprovecha la repentina distracción causada por la mujer y el momento de duda de los dos soldados para saltar sobre Akira en un último y furioso ataque. El último monstruo salta a su vez rugiendo sobre Sasha (2)...

Las palabras que oí en mi mente sonaron tan frías y amenazadoras como terroríficas. Era extraño encontrarse una voz en tus propios pensamientos. Hasta el punto que me hizo pensar es si algo parecido a aquello era lo que sentía una persona con esquizofrenia paranoide, o somatomorfa. 

Sentía perfectamente cómo se colaba en mi cabeza, en una de las sensaciones más desagradables que había sentido jamás. Casi parecía que tuviese un gusano reptando por el cerebro... si el cerebro tuviese terminaciones nerviosas que permitieran sentir algo así. Aquel extraño picor, me hizo devolverle la mirada al chico, y forzar la calma del sistema nervioso. Le mantendría la mirada, dando a entender que había poco o nada que ocultar, e iría permitiéndole el acceso a lo que quería... excepto a aquello que pusiese en peligro a mi equipo, o al supuesto objetivo. Si es que existía. Que aquello fuese una estratagema de Alex no era descabellado. Pero la voz que había oído por la radio, definitivamente no era la de la científica. Lo que daba cierta oportunidad de que nuestro contacto no fuese una traidora, después de todo...

Cuando accede al contenido de mi memoria, y busca la clave del ordenador, aprieto un poco los labios, sabiendo que darle acceso a los datos era una opción mala. Sin embargo, no era peor que la alternativa. Nosotros éramos la única línea de defensa entre Alex y la B.S.A.A, y sabía que tarde o temprano hackearían la contraseña. Quizás ese tiempo que tardarían hubiese sido suficiente para que el cuartel hubiese cerrado el acceso desde mi ordenador, ante la posibilidad de que hubiésemos muerto, o hubiésemos sido capturados, como era el caso... no, eso era mejor no pensarlo. Era mejor, simplemente aceptar que aquellos datos estaban perdidos.

^{_{-La contraseña es DekeThompson87-Recuerdo el momento en el que tras configurar el miniordenador, se lo había entregado a la oficial de tecnología de la base para que comprobara que todo estaba correcto.}}

^{_{-Un poco floja ¿No cree?-Me respondió con la ceja levantada.}}

^{_{-¿Y quién iba a conocerle...? no es más que otra víctima de Terra-Grigia.}}

^{_{-Ambos sabemos que no era sólo una víctima más...}}

^_-...

Luego siento sus ojos curiosos llegar hasta el recuerdo de nuestra comunicación con el contacto. Aún con dudas, le permito el acceso:

^{_{-Llámeme Atenea, agente. Por motivos de seguridad no puedo darle ni nombre ni mi ubicación. Fui yo quien avisó a la agente Sherawat de la llegada de Davion Clark a Las Vegas, y la gente para la que trabajaba el doctor no se lo ha tomado nada bien...}}

Entonces, apreté las un poco los ojos, fingiendo dolor y me concentré en dejar aquella información ahí. Bloqueé con todas mis fuerzas el recordar aquello, en su lugar, inventé en mi cabeza una historia alternativa. No sabía si iba a funcionar, pero tenía que intentarlo.

^{_{-Quiero ayudarles en su misión... como ven, Dryfield se ha sumido en el desasastre. Todos han muerto. Les daré los códigos de acceso si ustedes me prometen que acabarán con ellos, con GenTek.}}

^{_{-¿Y cómo sabe usted esos códigos?}}

^{_{-Eso es irrelevante. Si acceden les daré esa información, ¿Aceptan?}}

^{_{-Déjeme consultarlo con la Sargento. Contactaremos de nuevo con usted...}}

Repetí esa escena en mi mente una y otra vez, tratando de convencerme de que así fue como sucedió. No las tenía todas conmigo, pero debía jugar mis cartas hasta el límite. O morir en el intento.

Akira se giró rápidamente, de forma instintiva, cuando el sonido de la puerta de emergencias sonó metálico. Una mujer apareció portando una escopeta. El soldado se quedó petrificado, pues podría esperarse cualquier cosa menos eso. Pensando que habían sido emboscados, el disparo de la mujer no tuvo incidentes, excepto para su trasero, que tras sentir el retroceso del arma cayó hacia atrás.

Aquellos segundos de distracción sirvieron para avanzar a aquellos mutantes, que pese a estar heridos de gravedad, seguía atacando como si nada. 

- ¡Parece que tenemos invitados, Sasha!

Los nuevos sonidos que se encargaron de romper el precario silencio que llegó luego de acabar con el Cazador hicieron que Riahnna no pudiera siquiera esperar a que Kowalski respondiera a sus preguntas. -Hay que movernos. Hay que movernos ya.- Le dijo en un susurro, tomando el resto de las armas y comenzando a correr en la dirección contraria de la que había escuchado aquel rugido. Si les daba alcance... Dios mío, no quería no pensarlo.

El primer disparo de Akira termina por rematar al mutante mutilado mientras que el segundo arranca un horrible chasquido de una de las piernas del monstruo que corre hacia Sasha. La criatura lanza un rugido de furia pero todavía consigue llegar cojeando a la francotiradora y lanza un torpe zarpazo contra ella...

Vale las sorpresas continuaban, al parecer no éramos los únicos con los que estaban actualmente jugando, en esta recreación del infierno. Por otro lado tenía otras preocupaciones más inminentes delante.

Esas criaturas parecían torpes, pero sus garras dejaban claro que peligrosas que realmente podían ser. Además estaban demasiado cerca para que el rifle fuese útil, por lo que lo dejo caer mientras esquivo el garrazo de uno de ellos y desenfundo la pistola para soltando dos disparos contra la criatura que tenía justo encima mía.

Levanto una ceja al ver cómo la Sargento revienta a tiros y termino por recoger el resto de las armas, asintiéndole con gesto tranquilizador. O todo lo tranquilo que puedo, al menos.

- Estoy bien, estoy b... - me giro al escuchar otro grito a lo lejos y pongo los ojos en blanco, echando a correr tras ella - Estaré mejor cuando estemos lejos de aquí. O... Deberíamos buscar un sitio alto. Tendremos más visibilidad de toda la zona y de lo que sea que pueda acercarse. Aunque sea un árbol, no sé si esos bichos podrán trepar mucho. - le comento a modo de sugerencia, mientras echo un vistazo rápido a la zona, buscando un buen punto en el que vigilar.

Más por suerte y desesperación que por habilidad, Even consigue desviar la sonda mental del muchacho hacia los pensamientos que a él le interesan. A juzgar por la palidez del chico, éste se ha dado cuenta de lo que sucede pero no se atreve a decirlo delante de Wesker y 602.

La contraseña es DekeThompson87 - dice el chico. La doctora Wesker la teclea y observa complacida el menú principal del ordenador - El contacto del equipo... No sabe quién es. Sólo el apodo "Atenea"

Interesante elección de apodo - comenta la mujer - ¿Estás seguro, 269?

Es... es lo que estoy viendo.

Bien - replica ella insatisfecha - ¿Y qué les pidió a cambio?

Destruir Arkadia. Detener los experimentos. Fue todo lo que les dijo.

Es decir, que Atenea les ayudó gratis porque eso es lo que pretendían hacer de todos modos ¿Verdad? - la pregunta no va dirigida al chico sino a Even. Sin embargo éste no tiene tiempo de responder antes de que la voz de Sarah Hunter surja a través de los altavoces del ordenador.

¿Quién es usted y qué cree que está haciendo?

Soy... - empieza a decir la doctora pero Sarah la interrumpe.

No se moleste en inventarse mentiras, doctora Alex Wesker. Inicio el protocolo de purgado de este terminal. No sé qué demonios le habrá hecho al doctor Tailor pero espero que el resto del equipo le vuele la puta cabeza. Adiós, zorra.

Wesker compone una expresión avinagrada mientras tira el portátil inutilizado a la papelera. Sus ojos azules se clavan como dagas en el médico de la B.S.A.A. con tal expresión de furia que incluso 602 contiene la respiración.

Bueno, supongo que esto lo hace oficial. Está usted solo, doctor Tailor. No le queda mas remedio que trabajar con nosotros. La cuestión es ¿Lo hará como científico o como parte del experimento?...

Aunque los disparos de la pistola de Sasha consiguen acabar con el monstruo que la acechaba, una de las balas sale rebotada del cuerpo y se estrella en la caseta de las escaleras muy cerca del último monstruo, atrayendo su atención hacia la francotiradora. Sin embargo, mientras se está preparando para saltar hacia ella la mujer de antes vuelve a abrir la puerta y consigue apoyar la escopeta bajo la barbilla de la criatura.

¡CÓMETE ESTO, HIJO DE PUTA!

El disparo hace desaparecer todo lo que hay desde la mandíbula hacia arriba.

¡Vamos, adentro! - dice la mujer. Su mano hace gestos frenéticos a Akira y Natasha para que entren en el edificio - ¡Pronto vendrán más!...

Kyle trepa por un árbol mientras Riahnna vigila los alrededores, temerosa de la aparición del monstruo que ha lanzado el alarido de antes.

Lo que Kyle se encuentra al subir es una extensión de varios kilómetros de selva ininterrumpida en cualquier dirección. O al menos eso parece hasta que ve los raíles metálicos que recorren el falso cielo, en realidad un techo abovedado que simula ser un cielo tropical. De los raíles cuelgan varias cápsulas metálicas lo bastante grandes como para contener a dos personas una sobre la otra. En el extremo de la enorme cúpula, a unos cuatro o cinco kilómetros, se alza un enorme edificio cubierto con brotes vegetales y que llega a atravesar el techo.

Unos pocos pájaros y otras criaturas voladoras más extrañas surcan los aires, todas bien lejos del agujero que acaba de hacer una de las cápsulas al caer. Kyle calcula que habrá caído a menos de doscientos metros. Los árboles cercanos a la cápsula se mueven conforme la criatura empieza a avanzar hacia los soldados de la B.S.A.A....

Apreté el gesto un poco mientras el chico le iba contando a la doctora lo que había visto. Estaba tenso. Demasiado tenso. No sabía si mi jugada había funcionado. Pero estaba a punto de descubrirlo. Cuando oigo lo que 629 dice, siento un enorme alivio, pero no lo dejo ver en mi rostro. Trato de espantar cualquier pensamiento de mi mente, mientras el jovencito esté delante. Levanto la mirada hacia la científica, que parece complacida con lo que oye. Aquello me daba un cierto filón al que me podía agarrar para evitar la caída, y aunque me acabara cercenando los dedos, pensaba aferrarme a él. Por suerte, había sucedido lo que esperaba. La B.S.A.A No era idiota, era capaz de rastrear el uso de mi ordenador. Y No aceptarían cualquier acceso a la base de datos sin una supervisión previa. El alivio de que aquellos datos no fuesen a caer en las manos de aquella pérfida era inconmensurable. 

Ahora sólo quedaba trabajar para ella. Eso iba a ser aún peor que la tortura.

-Sabía que no tenía elección desde el momento en que me sentaron frente a usted-Dije con desagrado. La base de una buena mentira era mezclarla con la realidad. Y era más que creíble que en aquel momento detestara a la mujer. Eso no había que adornarlo.-Desde el segundo en que vi la situación, decidí cooperar. No la he engañado, como puede ver. Traté de avisarla de que ocurriría esto con el ordenador-Miro de reojo a 629, y respiro hondo-Soy científico. Sé cuando se me acaban las alternativas, y sé cuál es la opción más coherente.-Aprieto los labios, llevándome la mano al pecho para fingir que se debía al dolor producido por lo que había sufrido anteriormente-No es que me apasione trabajar para alguien que me ha torturado... para tratar de convencerme de ello. Pero mi vida está en sus manos, no soy idiota. Y respirar es algo que aprecio por encima de casi cualquier cosa-Niego con la cabeza-Usted dígame por donde empezar... y me encargaré de que se haga.-

Le mantengo la mirada, y entonces digo:

-Eso sí... preferiría no volver a ver a 602 en lo que me queda de vida. Si es que esa es una opción que esté sobre la mesa...-

Hablar de críos como aquellos por un número me parecía despreciable. Pero esa era mi vida, de momento. Y sus poderes eran demasiado peligrosos para dejarlos desatendidos. Si podía salvarlos, lo haría, pero la misión y mis compañeros estaban en juego. No podía fallar... lo que se investigaba allí causaría más Terra-Grigias, y eso no lo podía permitir. 

Los infectados habían sido eliminados pero lo que decía la civil era más que probable así que asiento a su petición mientras recojo mi rifle y me adentro con ella esperando que Kurosawa haga lo mismo. Una vez dentro de las escaleras y con la puerta cerrada me dirijo a la mujer con voz fría.

- Vayamos al grano somos los soldados Kurosawa y Tankian de la BSAA. Vinimos con el resto de nuestro equipo a investigar lo que estaba haciendo Gentek en el lugar. ¿Y usted es?.- paro de moverme para centrarme por completo en sus gestos o entonación, cualquier cosa que me pudiera dar una pista de una traición o engaño.

El baño de sangre se vio interrumpido de nuevo por la mujer que había aparecido de la nada para volarle la cabeza a aquellas criaturas que se escondían en la azotea. Como no había tiempo para presentaciones y la situación podría complicarse, los dos soldados hicieron caso de las indicaciones, poniéndose a cubierto de más criaturas "repti-simias".

Sasha no dudó y Akira tampoco al ver a su compañera meterse por la puerta de emergencia. 

- Vayamos al grano somos los soldados Kurosawa y Tankian de la BSAA. Vinimos con el resto de nuestro equipo a investigar lo que estaba haciendo Gentek en el lugar. ¿Y usted es?

Las presentaciones estaban hechas. Akira recargó los subfusiles y avanzó unos pasos para ver si podía ver algo a través de las escaleras piso abajo¹

Madre mía, cómo se han currado este zoológico... Después de observar bien el complejo y ver que cae una especie de cápsula, sacudo la cabeza y resoplo, bajando nuevamente del árbol hasta llegar junto a la Sargento, quedándome con la posición del edificio y de la cápsula.

- A menos de doscientos metros, se acerca otro "cazador" de esos como lo ha llamado. - señalo rápidamente la dirección en la que ha caído la cápsula y le hago un gesto para seguir corriendo - Vale, hay un edificio al fondo, a 4 o 5 km. No he visto ninguna otra salida, aunque está claro que el transporte ha tenido que venir y salir de algún sitio, pero lo más probable es que no podamos pasar si funciona con algún tipo de acceso especial... Ah, y tienen bichos de esos de sobra, colgando del techo. Así que esto no creo que se acabe rápido.

Resoplo, mirándola y luego echando un vistazo atrás. Piensa, piensa, piensa... En los árboles estaríamos bien si no fuera porque estoy casi seguro de que sabrán trepar. Y la torre aún queda lejos, por lo menos para este de aquí.

- Vale, tengo un par de ideas pero usted me dirá, señora. - Y esta vez lo de señora va en serio por rango. - Escondernos ahora y prepararnos para emboscarle o que nos intente emboscar él, o intentar disparar desde arriba, desde los árboles. Si saben trepar va a ser un problema, pero yo podría hacer de cebo mientras usted dispara. - se me escapa una sonrisa algo nerviosa, para qué mentir. Lo de antes lo había esquivado de chiripa y la verdad que las garras que tenían no me gustaban nada.

-Este no es un Cazador, Kowalski. Es algo peor, que ni gastando todas las granadas ni balas podríamos acabar con él.- Dijo la sargento, que se había mantenido en estado alerta mientras el piloto hacía la revisión desde las alturas, y ahora volvía a correr. -Un Tirano, o posiblemente alguna de sus versiones.-

-Lo mejor es encontrar un sitio donde escondernos muy bien, y esperar que no nos encuentre. Podríamos intentar frenarlo, pero no va a ser suficiente, y será peor si nos identifica.- Correr hasta el edificio seguía pareciendo la mejor opción, pero tendrían que ser demasiado rápidos, y a diferencia del Tirano, ellos no podían apartar árboles de un manotazo. -Intentemos ubicar un escondite. Las raíces de algún árbol, por ejemplo.- Intentó recordar si estas criaturas se guiaban por el olfato. -Puedo intentar disparar desde un árbol con el lanzagranadas hacia la dirección contraria a la que nos estamos moviendo; quizás eso lo distraiga y nos compre algo de tiempo.- Propuso a Kowalski.