Partida Rol por web

El tren se pone en marcha con un pequeño zumbido eléctrico, adentrándose en la oscura red de túneles que recorren por debajo las zonas de prueba

El interior del vagón es un espacio de carga vacío y unos pocos bancos de aspecto incómodo para sentarse. En un extremo hay un sencillo cuadro de mandos.

Se escucha un golpetazo sobre el techo del vagón. El fusil de asalto de Kyle y la Desert Eagle de Riahnna se dirigen automáticamente hacia arriba cuando ambos soldados captan un movimiento por su visión periférica: algo ha caído del techo sobre un extremo del andén. Otro sonido, a medias entre un siseo y un gruñido, surge de entre las ruedas del vagón.

Kyle y Riahnna sólo llagan a ver un prominente cerebro, músculos rojos sin piel y grandes zarpas antes de que los monstruos se abalancen sobre ellos...

Akira asintió ante el plan de Tailor. No había visto a Mercer en persona ni sabía en qué estado se encontraba, pero si seguía finalmente con vida, el deber era rescatarlo. El soldado, aprovechando el trayecto del tren, se dejó caer en uno de los asientos pegados al doctor, descansando.

- Aquí tienes - le dijo el soldado mientras sacaba la fina probeta de la funda - También había una nota.

El compuesto de esta jeringuilla no os garantiza la supervivencia, pero sí aumentará de forma importante vuestras posibilidades de supervivencia. En cuanto os localice os ayudaré a escapar para que vosotros podáis ayudarme a mí.

Zeus

No tenía ningún problema en pasársela a Sasha de que Tailor terminara, pero en principio no la leería en voz alta para que Lana no supiera que ponía.

No me gusta para nada que el doctor pregunte como si nada del frasco, teníamos una civil con nosotros y a saber hasta que punto podría intentar usar un frasco de esos. Sea como sea ya no había vuelta atrás así que leo el mensaje y no me gusta en absoluto. Una oferta de ser sus conejillos de indias y además el nombre con el que estaba firmado no inspiraba precisamente confianza.

- Primero Athenea y ahora Zeus, joder si te descuidas el de los altavoces se hará llamar Hermes o Ares...- suspiro algo hastiada devolviéndole la nota al japonés para seguir vigilando el exterior con la visión térmica.- Si esos dos no se conocen tenemos demasiados forofos de la mitología sueltos por el lugar. Sinceramente no me gusta nada, deberíamos romper el frasco y evitar que nadie lo usara.- comento de manera tajante, pues ya me imaginaba que con Mercer infectado y la gente tan tranquila. Alguno ya estaría pensando en usarlo sin más.

Esto está demasiado tranquilo... Justo cuando voy a dirigirme a los mandos, oigo el golpe que me saca de la tranquilidad y que hace que me ponga en guardia con mi juguete nuevo en las manos. 

- Y yo que estaba buscando el momento perfecto para estrenarlo...

Más temiendo por mis tobillos que por mi cabeza, bajo el arma hacia la cara fea que aparece bajo el vagón y disparo una ráfaga de fuego con el rifle de Novak. Bueno, no ha sido para tanto... A lo mejor con otra... Vuelvo a apuntar abajo mientras me preparo para disparar de nuevo...

La ráfaga de Kyle arranca un brazo y una cadera del monstruo bajo el vagón dejándolo inmovilizado. Sin embargo la criatura aún no está muerta y todavía tiene una sorpresa desagradable: su boca se abre dejando salir una lengua carnosa, babeante y erizada de púas que restalla como un látigo hacia el soldado.

Al mismo tiempo, el monstruo que se había descolgado del techo se abalanza contra Riahnna intentando despedazarla con las garras...

¿Frascos? - pregunta Lana - ¿Qué frascos?...

La explicación resulta ser menos horrible de lo que había imaginado. Una suerte de estimulante, seguramente, o quizás... un suero...

La mujer que nos sigue, aún desconocida para mí, emite una pregunta que me interrumpe la respuesta que iba a darle a Sasha. Ella siempre tan precavida, quería destruir el contenido.

-Ehm... sí... No me gustaría sonar descortés pero... ¿Quién eres tú? ¿Y por qué estás aquí?-La miro a ella primero, y luego a mis compañeros. Con algo de suerte, ellos le contarían algo si la señorita se decidía a no responder.

-Con respecto a lo otro, agente-Continúo, mirando a Sasha-Creo que antes de destruir esto, nos beneficiaríamos de poder analizarlo. A fin de cuentas... quien quiera que sea ese Zeus debe tener acceso a más de esa... cosa. Así que su destrucción no nos trae ningún beneficio-Me encojo de hombros.-Yo no tengo ninguno... así que no puedo decidir con respecto a eso. Pero me sentía en la obligación de compartir mi opinión.

Tras un largo suspiro, preparo el rifle de asalto. Un modelo viejo, pero fiable. No se habían esmerado en comprar armas de última generación, pero serviría. 

-Lo de los nombres en clave... quizás pueda indicar que ambos están relacionados.-Tengo ciertas sospechas sobre quién puede ser el tal Zeus, sin embargo, prefiero no compartirlas hasta que tenga alguna prueba.-Es extraño que en un lugar como este tengamos tantos aliados. Primero Atenea... luego Zeus... luego esa mujer de los altavoces...-Aprieto el rostro-No sé si podemos fiarnos de ellos... pero de momento parecen nuestros únicos recursos.

Por supuesto, el descanso estaba definitivamente prohibido en aquel lugar. La sargento maldijo entre dientes al ver a aquellas criaturas, aunque esta vez sin notas que agregar respecto a qué eran. De todos modos no tardaron en descubrirlo, pues al instante siguiente del disparo del piloto, la criatura intentó azotarlo con la lengua.

Riahnna tenía sus propios problemas, pues de inmediato se le vino encima otra de esas cosas, y a pesar de la herida la mujer fue capaz de esquivar las garras, apuntando con el subfusil hacia aquel cerebro ambulante. Descargó varias ráfagas en su dirección, pero su puntería se vio afectada por punzadas de dolor que le impidieron acertar más que sólo una vez.

-Ehm... sí... No me gustaría sonar descortés pero... ¿Quién eres tú? ¿Y por qué estás aquí?-La miro a ella primero, y luego a mis compañeros. Con algo de suerte, ellos le contarían algo si la señorita se decidía a no responder.

- Su nombre es Lana, Lana Saunders. Nos encontramos fortuitamente en la zona donde nos soltaron. Nos echó una mano al escapar cuando nos atacaron unas criaturas en el tejado del edificio donde fuimos a parar. Ha trabajado para GenTek y tiene algo que ver con los B.O.W, conoce todas sus cualidades. También conoció a Alex Mercer y ella nos confirmó su muerte... también está presa en todo esto... ¿No, Lana? Tiene información sobre el T-Redlight y el Blacklight.

Riahnna lanza varias ráfagas de fusil mientras el monstruo todavía está en el aire alcanzándole en una pierna, el tronco y una pata al mismo tiempo que rueda para evitar el fatal zarpazo de la bestia. Sin embargo parte de las balas hacen estallar varios de los fluorescentes del techo sumiendo el andén en la semioscuridad. La criatura que hay sobre el techo intenta agarrar el cuello de Riahnna con la lengua, pero es demasiado lento. El lugar donde impacta el carnoso apéndice deja de estar ocupado por la cabeza de Riahnna y en su lugar es el monstruo que ha saltado sobre ella el que se lleva el impacto en la cabeza. Pequeñas volutas de cerebro son arrancada por las espinas de la lengua que su dueño traga en menos de un segundo...

Aunque al principio tuviera sus dudas los feroces ataques con la lengua identifican a las criaturas como Re-3 también apodados "Lamedores". Son voraces y capaces de transmitir el virus-T a sus víctimas. Lo peor de todo es que esas criaturas se mueven en manadas, por lo que si hay tres que estén atacando lo más probable es que haya siete u ocho más que todavía no haya visto...

Pongo los ojos en blanco aunque no se note por el casco y que estoy aún mirando a los alrededores.

- No son recursos si no son de fiar, es así de simple. Una nos llevo a una trampa, el otro nos ha dado algo de dudoso efecto y viendo donde estamos no hay que sumar dos y dos para saber el resultado. Si a eso añadimos que nos habían dejado ahí abajo para tener grabaciones con las que ofrecer los resultados de los B.O.W podríamos aplicar lo mismo a ese frasco. Siempre se hace lo mismo, no podemos destruirlo puede ser útil. Fue muy útil en Racoon City, fue muy útil en África, fue muy útil en la Antártida y ya estamos viendo lo útil que está siendo aquí.- por primera vez mi fría voz tiembla de rabia aunque sea solo un segundo.- Si queréis seguir siendo unos ciegos adelante pero es obvio que ha traído mucho más mal que bien.- aparto por un momento la mirada del exterior y señalo a Lana.- Y mientras haya gente como ella que no se pregunte para que esté trabajando mientras al fin de mes su cuenta tenga más de 7 dígitos, conservar la mínima cepa es un puto peligro.- resoplo claramente enfadada y me giro para seguir atendiendo a algún posible peligro que haya en la oscuridad.- Cuanto tardaba este jodido vagón...

Bueno, el arma no está nada mal pero esto va a ser complicado si nos dan con esas... cosas que tienen en la boca. Todavía preocupado por el del suelo, y más ahora, apunto directamente a su cerebro prominente, esperando que esta vez sí se note el daño del arma de Novak.

La bala destroza los dientes anteriores del monstruo y tras atravesar el paladar esparce toda la prominente masa encefálica por los bajos del vagón. La infernal lengua cae al suelo sacudiéndose en espasmos agónicos...

Y supongo que el haberte metido aquí a sabiendas indica que eres más lista que yo que vine engañada por el dinero - espeta Lana - ¿Por qué estáis vosotros aquí? ¿Qué sois? ¿Qué compañía es la B.S.A.A.? ¿Trabajáis para TriCell? ¿O terroristas a sueldo de TerraSave? O quizás...

La diatriba es interrumpida cuando dos fuertes golpes sacuden el techo del vagón, seguidos por tres golpes más en el costado de la derecha y otros dos en el costado de la izquierda.

No... no debería haber B.O.W. aquí abajo - murmura Lana agarrando su escopeta.

El ataque empieza antes de que termine de hablar. Dos puñetazos hacen añicos el cristal de la derecha y una cara formada por una boca de dientes afilados y un prominente cerebro asoma por el hueco lanzando una larga lengua hacia Even, que se agacha por instinto y siente cómo la saliva del monstruo le cae sobre la cabeza mientras el monstruoso apéndice perfora el cuadro de mandos del vagón. Se produce una descarga eléctrica que hace salir despedida la criatura y perderse en la oscuridad del túnel mientras el tren empieza a acelerar fuera de control.

Al mismo tiempo otra criatura rompe el cristal de la izquierda y al momento siguiente otra lanza su lengua contra Lana quien a duras penas logra evitar el repulsivo lengüetazo que deja un gran arañazo en la pared opuesta del vagón. En lo que los soldados sacan sus armas dos monstruos entran por la ventana de la derecha y otros dos por la de la izquierda. Sus cuerpos antropoides carecen de piel dejando expuestos los rojos y poderosos músculos. Manos y pies están rematados por grandes garras que repiquetean al caminar...

Riahnna había logrado evitar el ataque por los pelos, pero sus disparos no habían bastado para acabar con aquel "Lamedor". Ahora que sabía contra lo que se enfrentaban, la urgencia de ponerse en movimiento comenzó a bombear dentro de ella. -¡Kyle, pon el maldito vagón en movimiento, ahora, AHORA!- Apuntó de nuevo al que la había intentado atacar primero, y luego llevó su arma en dirección al que seguía intacto, descargando varias balas del subfusil sobre él.

Se colocó en la puerta del vagón, agarrándose con fuerza, intentando ver al resto de la manada antes que los tomaran por sorpresa.

Riahnna sigue haciendo ráfagas cortas con su rifle de asalto hasta vaciar el cargador. Sus primeros disparos destrozan la pelvis del monstruo que había saltado sobre Riahnna, quien después levanta su arma rápidamente sobre el mutante del techo del vagón. Éste salta en el aire para intentar evitar la mortífera lluvia de plomo pero es alcanzado en pleno salto por las balas de la sargento que le destrozan las piernas. Ambas criaturas patalean y chillan en el suelo en charcos crecientes de su propia sangre y otros fluidos corporales hediondos.

Kyle y Riahnna entran en el tren a toda prisa y accionan el cierre de las puertas. Kyle corre hacia el cuadro de mandos. Es sencillo, tampoco tiene que hacer demasiado. Adelante, atrás y velocidad. Sin embargo hay una pequeña luz roja parpadeando sobre el tablero. Al tocar un botón se enciende una pantalla que muestra una imagen de las cámaras de seguridad del túnel tras ellos: otro tren de dos vagones circula por la vía fuera de control con varios de esos monstruos de larga lengua encaramados encima...