Partida Rol por web

Tras mi reposicionamiento táctico (no confundir con esconderse o huir) tomo la varita y la utilizo en el conde.

Venga dormilón, es hora de que despiertes!

-Sucia zorra, a ver si a mi amigo le clavas tantas flechas! Ataca Belcebú! El tipo parecía muy cabreado, no era de extrañar, pues las heridas de las flechas debían de dolerle mucho.

Movió sus manos, pronunció unas palabras en un lenguaje extraño y una explosión de humo generó a una especie de felino que no conocíais, mucho mas grande que un gato, como 6 o 7 veces el tamaño de un lince, con musculos marcados y grandes colmillos.

El "gato" cargó contra la exploradora, enganchándola del hombro con sus fauces, dándole un zarpazo y desgarrándole la pierna con una pata, quedando enganchada a ella con una presa bastante poderosa.

El semiorco, enfadado y con la cara babeante del odio a la maldita enana que ha intentado confundirle, carga hacía ella al no poderse esconder tras la bruma.

El golpe es fortisimo, si no fueras una dura enana sin duda te hubiera cortado por la mitad y lanzado tus dos mitades a la otra parte del pueblo, pero simplemente tienes un tajo que será una gran cicatriz por el resto de tu vida, si es que aguantas para vivir.

-GRRAAAUUUUAAAAAAHHKJJJ!!! En su estado de furia no se le entiende.

A pesar de llevar un rato escuchando combate, tus heridas te impedían moverte y abrir los ojos.

De pronto unas palabras te reconfortan: Venga dormilón, es hora de que despiertes! Es la maga de tu equipo que te habla, y tras esas palabras notas como una parte de tus heridas se cierran, no muchas, pero si las suficientes como para que te replantees seguir en el suelo y empezar a ayudar a luchar contra el mal.

El problema está en que no ves nada, una especie de bruma impide que veas nada, simplemente notas a la enana sobre ti y debes quitártela de encima o rodar para poder levantarte a su lado.

Estando tan solo a 2 puntos de vida, cargar contra el enemigo era una muerte segura para el conde. Por ello y estando a cubierto gracias a aquella extraña neblina, decidió invocar el poder de su dios patrón Sant Cuthberto.

- ¡Sana mir heridas, Sant Cuthberto, pues sólo así mi maza podrá otorgar le justo castigo a estos infieles villanos! - Y en ese momento un aura azulada envolvió el cuerpo del religioso cerrando algunas de las heridas más profundas que se repartían por el maltrecho cuerpo de Godofredo.

La exploradora consiguió quitarse de encima a aquel ser del Averno, nunca había visto uno así, por lo que le disparó dos flechas con la esperanza de darle muerte.

maldito bicho muérete!!

El gato sufrió dos heridas bastante graves pero no por ello dejó de hostigar a la exploradora.

Por su parte el Conde salió vivo y enfurecido de la neblina, tumbando la silla en la que había sido torturado, una parte importante de sus heridas había sábado y esperaba darle muerte a esos malignos.

El payés que descansaba cuando los aventureros llegaron al molino, al recibir el ataque de la enana, cambió por arte de magia, pasándose de ser un hombre con sombrero de paja y camisa rota, a una mujer con cuernos y aspecto maligno.

Maldita zorra! Toma virote!

Dijo mientras le disparaba con una ballesta pesada que llevaba colgada y que hasta ese momento había parecido una bolsa colgada al hombro.

El virote voló raudo clavándose en la pierna de la enana, quien se encontraba a mitad de subir las escaleras. La mujer de cuernos optó por no subir aún tras ella, no quería recibir un golpe con el Ugrosh.

La otra mujer disparó también a la enana con una ballesta de menor tamaño, que se clavó en el hombro de la enana haciéndole mucho menos daño que el anterior.

No sabéis dónde os habéis metido malaputa! Está noche jugaré contigo antes de rebanarte el pescuezo.

La mujer soltó la ballesta y se movió colocándose al principio de las escaleras con una maza en la mano.

- ¡La que voy a disfrutar soy yo partiéndote el melón por la mitad! - Dijo la enana cargada de furia mientras cargaba agarrando su urgrosh a dos manos.

Ya que no tendría tiempo de usar su pico, al menos implementaría toda su fuerza con un único y certero ataque. Y eso hizo. Nada más llegar a la altura de aquella mala zorra que le había faltado al respeto, le clavó su hacha entre ceja y ceja. Era cierto que estaban allí para matarse entre ellos, pero esa era una cosa y la otra era insultar. Eso estaba muy feo. De una patada en el pecho de aquella mal hablada desclavó su hacha y encaró entonces a la mujer demoníaca.

- ¡Tu turno! - Le amenzó.

Viendo que Sheiland esta en apuros por culpa del semiorco baboso cargo contra él por su espalda, le atravieso un punto vital, pero no como para matarlo, para ver su cara de perro y al retirarlo de la herida lo miro con prepotencia y antes de que se de cuenta me rio entre dientes y rodeo nuevamente por una niebla que sale de mi armadura.

Os voy a matar!!!! Moriiiiiid!!! Por el ojoooooo!!!!

El clérigo maligno tenía una mirada ida, parecía estar loco y tener ganas de sangre.

Dio unos pasos, acercándose a los héroes, pero a la vez manteniéndose lejos del semiorco, hizo unos gestos extraños y una explosión de sonido daño a Godofredo, Sheiland y Jack.

Jack pudo aguantar mejor el sonido, pero tanto el Conde como la enana quedaron aturdidos.

El felino convocado volvió a atacar a su presa, falló con las zarpas pero de un mordisco volvió a apresarlos.

El semiorco se giró furioso al notar el tajo por la espalda del mediano, no le importó la bruma mágica que la armadura mágica había generado, atacando con toda su fuerza contra ella, dando un mandoble importante al pícaro, que notó como la hoja del hacha se colaba por las juntas de sus protecciones cortando su piel.

El estruendo metálico fue tan fuerte que Sheiland se dio cuenta que ese golpe la habría matado o dejado inconsciente, sin duda ese bicharraco de piel verde era un enemigo dormidable y rezaba por que muriera rápidamente.

La cazadora consiguió reponerse al miedo de ser apresada por las fauces de aquella poderosa criatura, se centró y gritó:

Es una convocación! Desaparecerá en seguida! Es al clérigo que hay que tumbar!

Tras liberarse de la presa con un certero golpe en los testículos del animal, apunto al clérigo maligno y le disparó dos flechas, clavándole una en el brazo.

La mujer de los cuernos quedó impasible ante la muerte de su compañera, pero se notó un cambio de estrategia.

Pronunció unas palabras en un idioma desconocido para la enana y acto seguido desapareció.

Dwama no supo a dónde fue hasta que la puerta del molino se cerró, sin duda había optado por huir, muy acertado ante la potencia física de la guerrera.

-¡Vuelve aquí cobarde! - Le gritó la enana a aquella semi demonio. - ¡Será hija de un diablo y una ramera!

Escupió en el suelo. Por mucho que le gritara, insultara o pidiera por favor que regresara, sabía muy bien que no lo haría. Había decidido huir, pues tenía claro que un golpe de urgrosh podía enviarle al otro barrio.

- Furcia... - Susurró antes armarse de valor, respirar un momento y dirigirse al piso superior para ayudar a sus compañeros.

Ingrith tenia razón, si acabamos con el invocador, solo quedará el semiorco, y entre todos podremos con él; cambio de estrategia, aprovechando mi agilidad salgo de la neblina que me protege y ataco al clerigo que esta lanzando hechizos e invocando criaturas, sin duda acabar con él moverá la balanza a nuestro favor. Una vez llego donde esta él invoco nuevamente mi niebla protectora y lo ataco sin que él vea de donde le viene el ataque.

Al girarse el mediano para atacar al clérigo el semiorco intentó golpearle por la espalda aprovechando el despiste, pero por suerte, la neblina provocó que fallase, sin duda la baja visibilidad que esta daba había salvado la vida de Jack, quien inconscientemente le había dado la espalda a un enemigo formidable y casi lo paga con la vida.

El bárbaro, mas enfadado aún, reparó en el mareado Sheiland, quien aun se encontraba algo aturdido por culpa del ataque del clérigo el turno anterior, tan mal se encontraba que dejó caer su varita mágica en el suelo, y su bamboleo le hacía perfectamente visible aún a pesar de la niebla.

El golpe que le propinó fue tan fuerte que la maga cayó inconsciente antes de darse cuenta, volando varios pies de distancia y cayendo a los pies de Godofredo, por suerte, aunque perdió el sentido durante el hachazo, al golpearse contra el suelo se despertó, totalmente incapacitada y a punto de morir, vomitando sangre y notando como sus fluidos bajos salían de ella sin su consentimiento, estaba a las puertas de la muerte.

-AAAAAAAAARRRRRRRJJJJJ!!!!!!!!!!!!!!!!!!! gritó lleno de satisfacción por ensartar a su rival. ¿Quien sería el próximo?.