Partida Rol por web

No sabia que pensar de la situacion en la que me encontraba; hubiese sido mejor seguir durmiendo y teniendo aquella vision que helaria el corazon de cualquier mortal, o despertarme viendo como un asqueroso animal me estaba mordiendo la pierna y tratando de sacarme de mi refugio improvisado.

No habia mucho tiempo, si queria salir vivo de alli tenia que hacerlo y rapido, tan pronto como me recompuse le atice una patada a lo que fuera que me estuviera mordiendo el cual rapidamente me soltó emitiendo un pequeño aullido de dolor, parece ser que le di donde le dolia para que me soltara.

Tan pronto como me senti libre de mi captor me incorporé preparado para lo que vienera ahora.

Tras conseguirte zafar del lobo que te había causado una herida superficial en la pierna derecha, te levantas con el estoque en alto sin alcanzar a ver nada más que 6 docenas de ojos mirándote y escuchando una cantidad igual de gruñidos que helarian el corazón del más bravo guerrero.

La situación es critica, no ves a tus enemigos, pero ellos te ven o huelen a ti.

Nada tenia que hacer a oscuras, aunque revelase mi posicion, era mejor eso que caer devorado por la manada de lobos que tenia enfrente, rapidamente saco de mis pertenencias una antorcha y la enciendo, con suerte el fulgor de las llamas hará retroceder a las bestias temerosas de llevarse alguna quemadura. Con ella encendida hago gestos para asustar a las bestias y que se separen de mi.

-No-Masculló en tono tajante el conde, quien se había incorporado y comenzaba a ponerse las piezas de armadura que se había quitado por comodidad.

-Aquesto del sigilo ya se ha demostrado inútil. Si los dos villanos más sigilosos de nuestra partida han resultado ser inútiles, ¿Que ganamos tratando de seguir sus pasos? Yo digo que hagamos lo que se nos da mejor a nos. Ataquemos aquesta pestosa fortaleza. Un ataque directo al portón. Probemos sus defensas y en caso de vernos superados, nos replegamos a la floresta nuevamente.-propuso en tono decidido

- ¡Por fin alguien dice algo coherente! - Exclamó la enana eufórica. - ¡Acabemos con esos payasos a la vieja usanza! - Miró entonces al conde y a la enana, algo más seria. - Si tenéis algún conjuro que pueda ayudarnos, es el momento...

Godofredo no contuvo la risa ante el entusiasmo de Dwama.

-Gustáis de una buena refriega y sois diestra con aquesta  extraña arfma vuestra... ¡En verdad me caés bien, camarada Dwama!-se mesó la barba complacido.

-Tenía la intención de preparar una de las criaturas del castigador para convocarla en el caso de que nos reciban arqueros, para mantenerlos ocupados, más podría bendecirnos antes de entablar lucha.

- Bien... - Le dijo la enana a Godofredo muy segura de si misma y también bastante convencida de su propia muerte.

De no ser por la misión divina que los dioses le habían encomendado, sin duda se hubiera dado media vuelta y se hubiera marchado. No conocían la naturaleza del mal al que se enfrentaban y sus rastreadores habían desaparecido al tratar de encontrar una brecha o algo más de información acerca de como asaltar aquellos muros. Irse contravendría las directrices de sus dioses, pero quedarse era una temeridad. Solo confiaba en que Rocknarth le ayudara en esos momentos oscuros.

- ¿Tú que tienes para aportar al asalto? - Le preguntó a Sheiland.

El pequeño Jack hizo una pirueta hacía atrás que el lupo no se esperaba, soltándose en el acto mientras, a la vez, le daba una patada al animal en el hocico que le hizo gemir de dolor.

Luchar a oscuras no era una opción, por lo que el mediano sacó una antorcha y la encendió, aun a sabiendas que eso podía provocar que una jauría de trasgos se le tiraran encima.

Pero por absurdo que le pudiera parecer, tras realizar ese gesto todos los lobos empezaron a temer por su vida, agachaban las colas y se giraron para huir con toda la velocidad que les daban sus patas.

Tuya era la victoria! pero no lo acababas de entender, porque 6 lobos huirían de un hobbit que lo único que les había hecho era darles una patada y encender una antorcha? Tanto miedo les daba el fuego?

Mientras aún estabas disfrutando tu victoria, dando saltitos de emoción, empezastes a notar una respiración muy fuerte a la altura de tu cabeza, un animal, grande como un caballo se había situado a tu chepa, y seguramente era de eso de lo que huían los lobos; la situación era crítica, algo estaba tras de ti y te podría matar en segundos.

Empezastes a girar lentamente para encarar al animal que aún no te había atacado, y cuando lo tuvistes a menos de un palmo de tu cara el sobresalto fue mayusculo.

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UN LUPO TERRIBLE!!! del tamaño de un Oso!!! a un mordisco de matarte a esa distancia.

Te cagas literalmente en los pantalones, tu cara torna blanca del susto,... que podrías hacer ante tamaña bestia tu solo?

Cuando te encontrabas rezando a tu deidad para que te acogiera en su seno aun habiendole fallado, algo te llamó la atención, el lobo empezó a olisquearte, sobre todo tus cagadas calzas y se giró moviendose al interior del bosque; cuando estaba a unos 20 pasos de ti, se volvió a girar para hacerte aspavientos con la cabeza como indicándote que le siguieras. Un lobo terrible sabe hacer gestos? pensastes.

Puuues! puedo hacer invisible a uno de nosotros, aunque al atacar el efecto desaparece, puedo hacer que uno pueda trepar la muralla, puedo tratar de controlar la mente de un trasgo! Puedo incendiar objetos con mis ojos y puedo lanzar proyectiles mágicos. Con la ballesta no soy muy diestra. Dijo haciendo aspavientos con las manos como vendiendo la espectacularidad de sus conjuros.

Pero no se hasta que punto es lógico atacar así la fortaleza,... Dijo pensativa. Yo me apunto a un bombardeo, pero no moriré aquí! Mi marido y mi hijo están de camino a Hommlet y no los puedo dejar abandonados. Que hacemos pues?

- Entiendo tu postura... - Le dijo a la otra enana. - Tienes una familia que depende de ti. - Suspiró. - Yo en cambio... - Se encogió de hombros. - No lo sé. Creo que estamos ante un callejón sin salida. - Miró entonces a Godofredo. - Tengo entendido que saliste de tu condado en busca de una buena dama con la que desposarte. ¿No es así? - Le preguntó. - Aquí no la hallarás. Creo que lo mejor será marcharse, pues aquí solo encontraremos la muerte. Son muchos, cuentan con el factor defensivo de la fortaleza. Y nosotros... sólo somos tres ahora. Necesitamos refuerzos, necesitamos... un milagro. - Miró hacia el cielo. - Los dioses nos piden algo que escapa a nuestras manos. No me voy a inmolar por ellos. ¿Qué nos han dado a cambio de aceptar su misión? ¿Una guía, armas... qué? ¡Sólo nos han metido un millar de inútiles dagas en el morral! - Miró de nuevo a Sheiland. - ¿Qué hacemos? ¡Eso me pregunto yo! Pero aquí... aquí hacemos más bien el ridículo...

Es de noche, Godofredo a duras penas ve lo que tiene delante pues no hay mucha luz de luna. Conocéis las defensas aunque ya no sabéis donde están los trasgos, ni si están siquiera.

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Esperemos a la mañana a ver si vuelven nuestros compañeros! Sino siempre podemos atacar a los trasgos si salen de la fortaleza a hacer sus tropelias! Una vez muerto un grupo, la fortaleza estará menos defendida!

La Wu Jen no entendía a sus compañeros, queriendo cargar suicidamente un momento o queriendo rendirse segundos después. Como podían ser tan ineptos? Acaso no había nadie mejor para luchar contra el mal?

Otra opción es hacerte invisibleDwama y que penetres por la puerta sigilosamente, que el Conde escale la muralla gracias a mi conjuro y yo ataco por la puerta con mis proyectiles justo despues. Quizás esto hubiera sido mas viable cuando eramos 5, pero que cojones! los Dioses nos protegen!! Ya morí una vez y Murdin me resucitó!! Que decidís?

- Mañana estará igual de defendida que durante el día de ayer. - Respondió Dwama. - Sólo tenemos dos opciones si no me equivoco. Marcharos como a he dicho, o tratar de asaltar la fortaleza. - Sugirió. - Si esos dos no han regresado ya, es o bien porque han sido capturados o bien porque están muertos. En la primera de las opciones, igual tenemos una opción de rescate si es que llegamos a dar con ellos. Puede que mañana sea demasiado tarde para ellos. Chatrilon no me cae demasiado bien, si lo matan... - Se encogió de hombros. - ¡Mala suerte! Pero lo he cogido cariño al pequeñajo. Podemos simplemente tratar de entrar por la puerta principal. Igual no hay guardias, están dormidos o podemos rajarles el cuello sin que hagan mucho ruido. ¿Qué me decís?

Lo que diga el Conde, pero ya os he dejado claro que yo no moriré en un lugar como este.

"Lo que diga el Conde, yo no moriré en un lugar como este"

Las palabras de la hechicera del este eran muy ambiguas, era inmortal? tenía un as en la manga? abandonaría a sus compañeros en el momento de estar todo perdido para huir magicamente?... muchas opciones se barajaban, pero solo ella lo sabía.

Sin duda para Sheiland la compañía estaba siendo tediosa, largas discusiones para decidir que hacer y al final debían huir o "replegarse" por estrategias absurdas o mal llevadas a cabo. Sin duda la mujer enana tenía claro que el grupo aun tenía poca experiencia como aventureros. Quizás en una guerra abierta o un enfrentamiento directo la estrategia de cargar de frente podía ser efectiva, pero como aventureros, enfrentandose a fuerzas mas numerosas, muchas veces debían agudizar el ingenio para compensar el numero con la experiencia e inteligencia. Así es como ella había conseguido cruzar el mundo conocido sin una moneda de oro en el bolsillo y así intentaba enseñarles, pero no se dejaban. El tiempo diría si espabilarían o dejarían la misión a medias sin importarles las consecuencias.

-Debemos ser valerosos más no debemos pecar de imprudentes...-espetó el conde cruzándose de brazos.

-No me malinterpretéis. Sigo decidido en a asaltar el lugar, pero si está defendido por alimañas nocturnas lo más juicioso es contar con el Sol como aliado. ¡No veo tres en un burro, recojones!

El tamaño de aquella bestia, su presencia y ferocidad helarían la sangre de cualquiera, ciertamente aquel hubiera sido mi final si aquella criatura no hubiera comenzado a actuar de esa manera tan extraña; abandonar la idea de devorar un sabroso Hobbit y además, ¿se para a medio camino de alejarse haciendome gestos con la cabeza de que lo siga?.

No estaba actuando como una criatura maligna normal y corriente, esas son más de matarte primero y preguntarte despues.

Mis opciones en la situacion actual no eran ni muchas ni las mejores, quedarme en aquel lugar y volver a ser atacado por lobos, o aun peor, por una avanzada de trasgos, o seguir a aquella criatura, que si bien no inspiraba mucha confianza, si que habia, en cierto modo, salvado mi pellejo.

Si hubiera querido acabar conmigo lo podria haber hecho allí mismo y ahorrarse el perder su presa. De momento le seguiré el juego y la acompañaré, aun asi a cierta distancia tras ella y con mis sentidos al maximo para evitar sorpresas.

- Y así podemos dejar pasar los días y las noches hasta que el templo se alce y lo engulla todo. - La enana resopló. - Una se remite a lo que diga el Conde y el conde quiere esperar a que sea de día. ,- Se encogió de hombros. - Muy bien... A esperar entonces.

Dwama se sentó de nuevo en el lugar donde habían montado el campamento. Empezaba a sentirse inútil. Hasta ahora habían afrontado todos los peligros el camino con arrojo y valentía, pero llegados a aquel punto del viaje, no hacían más que saltar de mala idea en mala idea.

Por si fuera poco, el cuarenta por ciento del grupo estaba en paradero desconocido. Llevaban horas fuera. Era evidente que les habían descubierto y o bien estaban muertos o bienes habían capturado. Les habían enviado a buscar alguna brecha en los muros, no a examinar piedra por piedra de la muralla... Dwama sólo esperaba que Jack siguiera con vida, era su amigo.

Caminas como 15 minutos hasta llegar a un claro en el que existe una cueva, el lobo terrible entra en ella y tu piensas que has seguido a una bestia hasta su guarida, donde te podrá comer sin haber tenido que cargar con tu cadaver.

Cuando estás pensando en dar media vuelta y huir, ves como del pelaje del animal empieza a surgir un halo extraño, como unas chispas que provocan que el Lobo Terrible se transforme en una mujer bastante atractiva, vestida con pieles y con la cara cubierta con una capucha.

Se puede saber que hace un hobbit escondido debajo de unos matojos justo al lado del antiguo Templo del Mal Elemental? Has tenido mucha suerte que me encontrara en esta parte del bosque que protejo! Te dice con desconcierto.

Ah... por cierto! Soy Kella! protectora del Bosque de Aomir! Te ha comido la lengua el lobo? jijiji. LA druida te habla con una sonrisa en la cara y voz socarrona.