Partida Rol por web

 Los hombres se mostraban notoriamente incómodos ante la presencia del mellizo, Lord Wull lleno su copa y la derramo sobre su jubón. Se disculpo ante los presentes y se retiro a cambiarse de ropa.

Wullfield en cambio se quedo sentado y señalo unos asientos vacios para que los Bolton se sienten. -Es un honor poder intercambiar palabras con usted Alteza. -Dijo en modo respetuoso -Dígame ¿como le sienta la noche? ¿ya ha tenido oportunidad de charlar con los invitados de Skagos y del Pantano?

-Ansío verte en combate. Como bien dices tenemos gente grande en nuestras tierras pero nunca vi uno de tu tamaño.- Dijo Marrku. -Ellos pelean muy bien y son peligrosos en batalla no quiero pensar lo que tú puedes hacer.
-Si todo sale bien tendremos muchos hombres que cortar y podrás demostrar con soltura tu manejo de las armas.-

-Se combatir como todos en mi familia pero soy el que peor lo hace, en las practicas siempre termino en el piso y todavía no tuve la oportunidad de cortar a un hombre, espero poder hacerlo en este conflicto.- Los Bonegnawer eran una casa belicosa que demostraba siempre su gusto por el conflicto bélico

Vanya sonriò con Lord Ahen, de hecho preferìa estar con èl que con algùn estùpido que la estuviera molestando. Las palabras del hombre la hicieron tranquilizarse e incluso se acomodò de mejor manera en la silla para escucharlo, cuando el relato de Ahen concluyò, Vanya casi dejò escapar una carcajada. Se cubriò la boca con una mano y con la otra tocò el hombro de su interlocutor.

-Pues pobre la esposa pero al final de cuentas, pobre èl mismo que no sabe hacer conservar un secreto, mi lord.

Ella le guiñò un ojo, la habìa puesto de buen humor.

-Si nos molestan mucho, lo arrastrarè para bailar...

Dijo la joven con media sonrisa pues ambos sabìan que con su cojera, dificilmente podrìa verse bien danzando por allì.

-¿Mi lord, vos lo sabèis todo de todos?

Ella querìa saber mas.

-¡Más de un mes! Entonces debes haber sido un gran entretenimiento para el Rey, ¿no es cierto?- dijo el Maestre levantando la copa de vino y luego le dio un buen sorbo -¿Cómo es esa corte? ¿Y el Rey? Poco se sabe de él y pocas son las personas que conozco que hayan estado con él un mes completo...- agregó guiñándole un ojo -Tal vez podrías quedarte un tiempo aquí... es más, podría invitarte a mi propia torre con tal de que me compartieras tus conocimientos...-

Millicent se detuvo y giró la cabeza para mirarle a los ojos. Tenía el ceño fruncido y el corazón le latía con fuerza. ¿Irse... del castillo? Casi sin pretenderlo miró a la mesa del rey. 

¿Irse? 

—Juré lealtad a mi padre —respondió en una voz muy baja—. No puedo irme... no... No importa, realmente, cómo me trate la reina. O el resto. 

Negó levemente la cabeza. No. Su sitio estaba allí: allí había nacido y allí acabaría muriendo. 

—Tengo que volver —señaló la jarra que todavía llevaba. Se suponía que iba a rellenarla—. Muchas gracias, Ludwing. 

- Sabes que en este momento todo pende de un hilo. De ninguna manera podría dejar Fuerte Terror. Pero prometo que mandare un cuervo a Madre. Dio otro pequeño sorbo a su vino. No quería perder sus sentidos, por lo que bebía lo indispensable.

Antes de responder a la pregunta directa de su padre, miró de reojo a los costados esperando que nadie escuchara. - La verdad no me gustan las bestias del Pantano. Son seres peligrosos. Detesto que nuestro rey los necesite... pero bueno, las bestias están para eso, para ser usadas... Solo hay que saber llevar firme la correa y saber cuándo es necesario sacrificarlas...

Claro madre . 

Le comentó a su madre con una sonrisa , pero momentos despues y en voz baja mientras hablaban se disculpó con ella . 

Lo lamento , no pude hacer que Vanya dejase a su gato de lado , y eso que traté de hacerle entender su posición . En fin espero que los señores estén satisfecho con la comida y la bebida y no presten demasiada atención a esos detalles . 

-¡Ha! Su alteza las paredes tienen oídos y las esposas despechadas lengua.- Dijo Ahen con una sonrisa.

-No soy un buen bailarín pero si la música es tranquila y marcamos un paso lento entonces podre hacer de cuenta que bailo.- Dijo levantándose de la silla y acompañando a Vanya a la pista de baile.

-No sé todo de todos pero si mucho de muchos ¿hay alguien en particular del que quiera saber? Pregunto con complicidad mientras tomaba la mano de la chica y su hombro para comenzar una danza tranquila que tal vez no iba con el ritmo que se oía en el momento pero podía pasar desapercibido.

-La corte no dista mucho de cualquier otra corte, tienen sus chismosos, sus intrigantes, sus respetados miembros y todos le susurran al oído al rey para que esté en contra de uno o de otro y así ganarse el favor del emperador.- Dijo el Músico. -Sin embargo el rey es muy listo y no se deja llevar, no por nada fue el hombre que mas agrando el reino en las últimas décadas Expulsando a los Greyjoy de sus costas hace ya 7 años.- El Skalda paso su mano por las cuerdas de su laúd haciendo que este emitiera un sonido. -Y escribí una canción al respecto sobre esa hazaña y fui recompensado por el rey.- Agrego hinchando su pecho de orgullo.
-En fin el rey es un sujeto muy listo, no se hace nada que él no quiera y ten por seguro que el manejara esta reunión.-

-Me gustaría quedarme aquí, nunca estuve por estas tierras mucho tiempo y será un placer para mi conocer más sobre las costumbres de los reyes rojos.- La expresión del hombre era sincera. Ahora solo faltaba convencer al rey de que el sujeto se quedara

El joven se quedo perplejo, nunca había pensado en que la chica respondiera de esa forma. Dejo que se fuera sin decirle nada. Si había hecho algo mal entonces no quería empeorar la situación. Tal vez luego pudiera hablar con ella y hacerla cambiar de parecer

Cuando Millicent llego vio que la copa de su padre estaba vacía y que este hablaba con uno de sus guardias. Apenas había notado la ausencia de la chica que había llegado justo a tiempo para completar su tarea asignada.

-Los hombres del pantano son gente de venenos hijo, son taimados y peligrosos, yo le advertí al rey que nada bueno se conseguiría de una unión con esa casa más que emponzoñar la noble sangre de los Bolton. Y los caníbales, ni hablar de ellos. Son poco más que unas bestias tenerlos de aliados no es más seguro que tener una manticora de mascota. Estamos eligiendo mal a nuestros compañeros de cama y eso nos costara caro.- Dijo con preocupación Lord Hornwood.

-Tu sabes que tienes un lugar en nuestra casa y que si por algún motivo tienes que dejar tus servicios podrás tener una buena vida en tu hogar, no arriesgues tu cuellos me mas hijo, ningún rey lo vale.

-Vanya es como el animal que tanto quiere, es indómita y rebelde.- Dijo la Reina a su hija. Sé que lo intentaste y te aplaudo por ellos sin embargo yo tenía una sospecha de que no podrías convencer a tu hermana.- En ese momento la chica estaba bailando con muy poca gracia con el Lord de la casa Ahen. -Por lo menos tengo que agradecer que aun tiene modales.- Dijo mirando a la chica.

 La reina se sentó en la mesa en donde estaba Lord Wells. A pocos metros estaba su cuñado y su otro hijo Till hablando con Lord  Wullifield. -Buenas noches Lord Wells.- Dijo con educación la reina esperando que su hija hiciera lo mismo y saludara al hombre. La casa Wells era una de las más ricas del reino y siempre era bueno tratarla con respeto y prestarle un poco de atención

-Entiendo...- respondió con gesto ausente, pero en realidad muy atento -Pero además de listo... ¿qué intereses tiene? ¿Gustos, placeres, ambiciones? Para un hombre como tu no creo que hubiesen pasado inadvertidas habiendo estado tanto tiempo en su corte- dijo el maestre terminando la frase con un leve trago de su copa.

-Hablaré con el Rey y espero que acceda a que permanezcas en su corte un tiempo...- dijo Krilan mirando al Skalda -Sólo te advierto que es muy duro con sus castigos, por lo que si sabes comportarte en su presencia, no tendrás ningún problema- agregó dejando implícita la advertencia en cuanto a su comportamiento -Yo podría instruirte tal vez- y soltó una corta y rasposa risa.

Vanya tomò la mano que el caballero le ofrecìa y se levantò con su cojera habitual que se notaba mucho màs cuando habia pasado un buen rato sentada. Aùn asì, la muchacha no se amilanò, me importaban tres cuernos lo que la gente pudiera pensar o decir de ella y esa era la verdad, no le debìa nada a nadie. Antes de dejarse arrastrar por Ahen echò una mirada a Till que parecìa demasiado entretenido para irla a saludar siquiera, ya se arreglarìan.
Los pasos de la muchacha eran inconstantes pero aùn asì, no parecìa que fuera a pisar al ser y en cambio si parecìa que se entendìa con èl, de hecho, hasta se atrevìa a sonreìr amablemente.

-De hecho, no tengo especial interes en nadie pero estoy un poco preocupada por la suerte que vamos a correr... No me gustarìa terminar casada con uno de estos canìbales... Antes prefiero hacer algo impropio para que me tengan que casar pero confìo en que no lo dirèis a nadie, mi señor.

Una sonrisa malèfica se dibujò en la muchacha, sus ojos brillaron, de pronto fue como si el tiempo se detuviera y nadie màs los rodeara hasta que la misma Vanya trastabillò.

-Jajajaja, no nacì para esto... Es de princesas como Mia. Soy la oveja negra de esta familia, me parece...

Arthur largó una larga carcajada. - Mi cuello está bien como está padre. Espero que se conserve así por algún tiempo. Pero tu sabes cómo es esto. Soy un General, lo mio es la guerra. Tarde o temprano los Dioses me reclamarán. Además en casa no tengo nada que hacer. Igualmente agradezco tus palabras padre, es bueno saber que hay algún lugar a donde ir de ser necesario.

Tranquilo.-Le dijo al pequeño de los Bonegnawer.-Podrás matar a muchos enemigos en la guerra que se avecina y rezar a tu dios para que te fuerzas para sobrevivir al conflicto.

Acto seguido le habló a Marrku.-Mañana podrás comprobar mi capacidad de combate, no me considero un enemigo terrible pero si lo bastante fuerte como para partir a un hombre en dos con mi espada.

-Que hombre tan curioso resulto ser.- Dijo el Skalda sonriendo al maestre. Si le cuento todo hoy ¿qué me guardo para cuando esté instalado aquí en el castillo? Pregunto con tono de complicidad.
 Ahora que lo menciona no conozco bien las costumbres de esta región y no sé qué es lo que le molesta al rey así que no quiero meterme en problemas por ignorancia. El hombre hizo sonar una nota de su instrumento y siguió hablando. -Si voy a estar aquí por un tiempo me gustaría gozar de una inmunidad relacionada a mi ignorancia de cara al lugar en donde estoy en este momento. No se preocupe esa inmunidad duraría tan solo 2 meses, Además de una buena paga. Soy un gran cantante y compositor y estoy seguro que me tendrán cantándole a las princesas y a la reina casi todo el día y  eso siempre tiene un precio.- El hombre no era nada estúpido si tenía que negociar lo haría en sus condiciones. Si usted consigue todo esto entonces yo le contare lo que quiere sobre el rey del pantano

-Es una pena que mis mejores chismosos solo se limiten a las fronteras de este reino me gustaría poder tener alguna información que pudiera usted usar para no casarse con esas bestias.- Dijo Ahen a Vanya. -Estoy atado de pies y manos debido a que no puedo ofrecer nada para ayudarla. A lo sumo tal vez alguna oración a los dioses antiguos pero no creo que sirva de mucho.- El hombre tenía un pesar en su voz casi como si sintiera el hecho de no poder ayudar. -Pero de todos modos uno nunca debe perder las esperanzas siempre hay una salida.- Agrego mientras le dedicaba su mejor sonrisa. -Si a usted se le ocurre algo estoy a su entera disposición, quiero que sepa que no soy solo un vasallo sino también un amigo.-

-¿A si?- Dijo ante el comentario de la chica. Yo también fui la oveja negra de la familia, todos querían un tradicional torneo y como vera mi cara y yo opinamos de otra forma.-

-Eso es verdad hijo en casa no tendrás las aventuras que promete ser uno de los generales del ejército del rey pero es más seguro.- Dijo con sinceridad.
-Solo espero que aquí estés bien y que tus funciones no te impidan tener a alguna dulce mujer que te caliente la cama por las noches.- Agregó ahora en un tono más pícaro.