Partida Rol por web

-Hablare con algún Lord que requiera mis talentos aritméticos para la gestión de su casa. Creo que a Lord Hornwood le podría llegar a servir y no estaría tan lejos de aquí. Por otro lado mi madre está hablando con mi tio para que el pueda convencer al rey de que nos quedemos. -Millicent sabía que esa era una posibilidad tangible debido a la influencia de Lord Locke.

-No tienes que disculparte, has dicho algo real. Todos inventan chismes de otros y los comparte en sus salones mientras se ríen a carcajadas. Luego se encuentra y se abrazan como si fueran hermanos.- Contó el joven Ludwing. -Dan ganas de vomitar ¿no?

Lord Ahen noto la soledad de la hija del rey y se acerco a la chica para hablarle. ¿Cómo se encuentra hoy su alteza? preguntó con cordialidad y simpatía ¿Me permite sentarme junto a usted y compartir algunas palabras?

-No quiero pensar mal de mis sobrinos Till, no me hagas esas preguntas.- Dijo negándose en cierta forma a contestar lo que le preguntaba el heredero. Acompaño al muchacho hasta la mesa en donde estaban sentados Lord Woolfield y Lord Weels charlando.

-¿Buenas noches caballeros como se encuentran? Pregunto con un tono amistoso -Mi sobrino quería venir a saludarlos y a felicitarlos por su tratado comercial pero no quería interrumpir su charla por eso me pidió a mí que lo acompañe.-

-Por supuesto que recorrí los pantanos.- Dijo el hombre con orgullo. -Pase más de un mes en la corte del rey Warlock, como invitado de honor.- Agregó.
 No fue fácil llegar hasta allí, los caminos son complicados, si bien las distancias entre las fortalezas no son grandes es conveniente no perderse ni demorarse. En las noches todo tipo de bestias salen a merodear y uno no quiere terminar mordido por una serpiente ponzoñosa o comido por un Lagarto León, Además casi todo la fauna que uno toque le producirá sarpullido o lo matara. Contó el Skalda. -La gente es mas hospitalaria pero increíblemente misteriosa y silenciosa.

La atención del guardia fue llamada por una persona conocida. Lord Hornwood se acercaba a paso tranquilo a saludar a su hijo que no veía desde hacía un tiempo.

-¿Como estas hijo? pregunto con un tono paternal -A pasado un gran periodo desde que nos encontramos, es bueno verte bien.- El hombre tomo una de las sillas vacías y se sentó junto a su hijo más pequeño. -Sé que tu tarea aquí es importante pero tu madre a veces se preocupa, no sería mala idea que de vez en vez nos mandaras un cuervo contándonos como estas.- Dijo en un suave tono de regaño.

Vanya iba a hacer una mueca pero recordó que había prometido que se portaría bien. Levantó la mirada y la clavó en Ahen.

-Poneros cómodo, mi lord.

Hizo un breve ademán a modo de invitación y en ese momento Demon saltó de sus piernas alejándose de ella.

-¿Lo estáis pasando bien?

Intentaba hacer su mejor esfuerzo.

Mia estaba disfrutando de la fiesta como cualquier otra chica noble , aunque su mirada buscaban ávidamente a los hombres con el titulo de rey y sus parientes mas cercano para escudriñarlos y conocerlos mejor , pero le pareció demasiado atrevido por su parte hablarles sin más , sobretodo interrumpiendo conversaciones entre hombres , cosa que una dama no debía hacer . Por su parte se mantuvo cerca de su madre , aprendiendo y escuchando sobre los temas que una reina trataba en las fiestas . 

Draken se hallaba sobradamente agusto entre aquellos bárbaros, tanto que en su mente ya estaba hilando planes para hacerse con la mano de la mujer de la familia, tal vez entre aquellos bárbaros tendría mayor futuro que entre los suyos pues al fin y al cabo aquellos bárbaros eran mas simples, como él y menos retorcidos en cuanto a las intrigas palaciegas.-La finalidad de las armas romas es que sea mas difícil matarse hahaha.-El también había matado accidentalmente en justas a alguien tras una rotura indebida de la lanza.-También me siento cómodo con ustedes los skagosíes, sois gente llana y sincera, hombres de armas sinceros y vividores como debe de ser todo hombre.-Volvió a asentir con gesto serio, aprobando las palabras de Marrku, lastima que le tuviera cierta ojeriza al mayor de la familia por sus miradas asesinas, tal vez le hubiese caído bien.

La lanza es mi arma predilecta, la pesada a caballo, la de cazar jabalíes a pie, la espada bastarda y el hacha tampoco me son para nada desconocidas.-Le explicó a Marrku mientras se golpeaba con la mano libre el antebrazo izquierdo en el cual sostenía el cuerno de cerveza.-Tengo un brazo armado con escudo único y resistente.-de lejos vio al pequeño de la familia acercarse, así que lo invito a unirse a ellos.-Unete a nosotros Njörðr...-Le indicó a este golpeando la mesa con la mano abierta un par de veces.-Claro, nos veremos mañana en el patio de armas, estaba hablando con tu hermano precisamente de chocar escudos y cruzar armas un rato para desentumecer el cuerpo y la mente¿Quieres practicar con nosotros?.-Le preguntó al mas pequeño de la familia con un gesto serio y la ceja derecha alzada, sus ojos en los del joven con esa mirada tranquila y paciente que poseía Draken infundiéndole respeto.-Eso nos unirá mas de cara a futuras alianzas entre nuestros reinos, además mis hermanas vendrán a vernos.-Le informó al joven con un gesto hacia sus hermanas alejadas en otras mesas.

-Sí, realmente aprecio la hospitalidad de su familia.- Contesto con cortesía. -Sin embargo eso de bailar se lo dejo a lo más jóvenes yo suelo aprovechar estas reuniones para charlar con viejos conocidos y ponerme al tanto sobre las noticias de aquí y de allá.- El hombre se sentó al lado de Vanya y busco alguna copa que pudiera usar ya que había dejado la suya en su mesa. Por unos segundos tuvo en sus manos la finísima copa del Rey y cuando se dio cuenta la devolvió  en su lugar tapándola con la mano para no derramar ni una gota de su contenido y así no enfurecer al rey.
 -Me he enterado de interesantes cotilleos, si su alteza lo prefiere puedo comentárselos.- Dijo en un tono de complicidad.

La Reina charlaba con el rey de vez en vez y con su hija en los momentos en los que el rey no le contestaba o lo hacía mal.
 En un momento uno de los señores se acerco para hablar con Ethan y este fue el pie de Myr para retirarse. Tomo a su hija por el hombro para que la acompañara.
 -Demos un paseo por el salón a ver qué pasa en las otras mesas. Lo más seguro es que el resto de nuestros vasallos quieran hablar con nosotros e incluso nos inviten a bailar. Hay que complacerlos para que puedan irse a dormir felices.

-De todos modos no sería buen idea matarse en un lugar como este, con tantos reyes y egos se estallaría una guerra de proporciones gigantes dentro de un castillo.- Comento Marrku a modo de broma aunque no estaba muy lejos de la verdad.

-La lanza no está entre mis favoritas. Pero respeto a quien la usa, da ventaja a distancia pero es problemática en espacios pequeños.- Reducir la distancia era siempre una buena estrategia contra estas armas.
-Una espada no te vendría mal, me apuesto todas las joyas que traigo a que puedes usar un mandoble con una sola mano. Eso te convierta en un guerrero peligroso cuanto menos.-

-Yo prefiero el hacha. Es fácil de manejar y fuerte a la vez.- Intervino Njordr. La espada tal vez sea más larga y algo mas fuerte pero si golpeas bien con el hacha despídete de tu brazo.- El chico mostraba entusiasmo mientras hablaba del tema.

-Estaré allí mañana temprano, nunca me pierdo un combate.- Agregó con alegría. -¿Así que tus hermanas estarán allí? dijo y miro en la dirección que Draken le indicaba. -Bueno eso hace las cosas algo mejor

- Mi Lord, padre. Arthur saludo respetuosamente con la cabeza a Lord Hornwood. Me alegra volver a encontrarnos. La vida aquí no esta nada mal. Es todo un honor liderar los ejércitos del Rey.

Levantó lentamente su copa para brindar con su padre. Cuando esto termine, si logramos sobrevivir, visitaré nuestras tierras. tienes mi palabra. ¿Cómo están las cosas por casa? ¿Cómo esta madre y mi hermano?

Nunca se había sentido demasiado unido a su familia. Aquella charla era mas por curiosidad y por respetar las formas que por algún sentimiento. Tal vez en algún punto sí deseaba volver a su madre.

Aunque Vanya no era lo que se decía social, en aquel momento prefería eso que pasarse el rato aburrida mientras Till no podía estar con ella. Observó los movimientos del hombre, a ella le daba igual el protocolo pero mejor que hubiera dejado la copa allí.

-Yo tampoco querría bailar, aunque no sé si eso podría enfurecer a mí madre y hasta alguno de mis hermanos...

Le confió ella con una sonrisa, luego se acomodó de mejor manera.

-Siempre estoy lista para escuchar buenos cotilleos, mi señor.

A pesar de lo hecho, Vanya a veces era como una niña y ahora estaba emocionada, quería saber.

—Supongo que sois más tranquilo que yo, Ludwing. A mí me entran ganas de gritar y de darles un par de bofetadas a cada uno. —Giró la cabeza y sonrió con tranquilidad—. ¿Habéis pensado en usar la piel del gatosombra que cazásteis como presente? Aún se está curando, pero una vez lo haga será un buen regalo para impresionar a quién haga falta. 

Cuando pensó en salir a cazar aquella mañana pensó en llevarle un gran regalo a su padre. Algo que hiciera que curvara las comisuras de sus labios y los ojos le brillaran con una inusual aceptación. No se podía creer que se hubiese desprendido con tanta facilidad de algo que se suponía tan importante. 

Sonrió. Ludwing era un buen chico. 

Asenti en forma de saludo a los caballeros , haciendo un esfuerzo enorme por sonreir ,intento fallido , jamas podia verme menos amenazador, pero trataba de llevar esto de la mejor manera-Caballeros-dije en un tono firme cuando voltearon a verme, mi tamaño era llamativo , pero aun mas lo era mi tetrica mirada-Espero que esten disfrutando de esta noche-comentente tratando de iniciar una charla con ellos, al menos tenia a mi Tio aqui para que me ayudara si metia la pata.

Draken asintió lentamente mientras con tono serio decía.-No apuestes, perderías las joyas...-Sonrió finalmente mientras remangaba la camisa y mostraba su poderoso brazo.-Es algo incómodo a veces, pero me manejo con soltura con mandobles.-Se palmeó este un par de veces y prosiguió charlando.-Tu también eres un hombre fuerte y grande, seguro que en vuestras tierras también hay otros hombres de mi altura, por aquí no hay muchos que yo sepa.

Dirigió la mirada a Njodor.-Incluso tu para ser tan joven eres fuerte, mas de lo que eran alguno de mis hermanos a tu edad.-Le explicó a este mientras volvía a beber, el alcohol comenzaba a hacer estragos en su cuerpo y se denotaba por el rubor de sus mejillas y el brillo alcoholizado que empezaba a aparecer en sus ojos.-El hacha es buena para golpes secos, si corta árboles, cortará hombres verdad? jajaja.-Buscó algo de comida por la mesa y se la llevó a la boca con tranquilidad mientras asentía, tragó y confirmó las dudas de Njodor.-Exacto, mis hermanas estarán presentes.

-¿Vas a esperar que pase el invierno y que termine la guerra para ver a tu familia?.- Pregunto el Lord con tranquilidad casi regañando a su hijo. -Hace mucho que no ves a tus sobrinos cuando los vuelvas a ver tal vez ya estén casados. Sé que ahora no es el momento para volver a tu hogar pero ten presente enviarnos alguna palabras de vez en vez.- El Lord tomo la jarra de vino y lleno la copa suya y la de su hijo.
-¿Que piensas de esta reunión? pregunto sin mucho rodeo. -A mi sinceramente me trae mala espina, ninguna unión entre dos reyes acabo bien nunca, imagina lo que puede pasar con la unión de tres.-

-No se preocupe por eso su alteza si alguien pregunta por que no bailo solo diga que Lord Ahen la retuvo con sus chismes.- Dijo con una sonrisa a la chica. El gesto podría resultar algo simpático pero la cicatriz que el hombre tenía en la cara se ensanchaba cuando sonreía haciendo que su gesto sea algo tétrico.

-Usted no lo a oído de mi pero dicen que Lord Hornwood tiene un grave problema de alcohol, una vez en una cena tomo tanto que perdió el control de sí y paso la noche en su lecho con cuatro cocineras y un guardia dejando a la señora de la casa durmiendo en una de las habitaciones de servicio.- Dijo  sin ocultar su sonrisa "especial". No hay detalles de lo que ocurrió esa noche pero se dice que el guardia que estuvo con ellos ahora ocupa un lugar muuuuy especial junto al lord.

¿Que yo he cazado? no mi querida Millicient estoy convencido de que mi flecha no lo mato pero no discutiré eso, tome la piel como un regalo tuyo así que no tengo intenciones de regalarlo. Tal vez me haga una capa o algo para pasar el invierno pero no la regalare ya que lo consideró un regalo tuyo.-

-Cuando hable con los señores vasallos de tu padre les hablare de vos también.- Dijo sin muchos rodeos. Si comienza la guerra y el rey tiene que dejar el castillo no tendrás un buen pasar, la reina no te dejara en paz.- Ludwing esperaba que la idea le gustara a la chica, si se tenía que ir quería hacerlo con alguien que lo acompañe y mejor si era una persona apreciada.