Partida Rol por web

FECHA: 7 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL BIENESTAR.

HORA: ANTES DEL OCASO.

LUGAR: PUEBLO DE ANTORCHA, TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. CIELO GRIS. TEMPERATURAS MODERADAMENTE FRÍAS.

De un momento a otro Halberd se había quedado totalmente abstraído, y de pronto reaccionó.

— Oye, Callahan. ¿Y dónde dices que está el "almacén secreto" del mafioso ese? ¿Aquí? — le preguntó.

El enano se quedó mirando ceñudo la suerte de mapa turístico que habían elaborado para representar aquel agujero de primitivas gentes al que habían ido a parar y que se llamaba Antorcha. Giró el mapa repetidas veces hasta que estuvo conforme. Después deslizó un grueso dedo desde el punto que representaba el almacén hasta el Estanque de las Lágrimas, trazando una línea. Alzó la cabeza, se chupó el mismo dedo que había estado deslizando por el plano y lo levantó al aire, como si estuviera tratando de discernir una corriente de aire inexistente en el interior de la taberna. 

Se volvió hacia Daeron, Thomas y Muxu, los magos ortodoxos, con cara de haberse dado cuenta de algo.

— ¿Vosotros lo notáis? ¿Notáis el flujo? Se mueve en aquella dirección — Halberd señaló con el mismo dedo algo babeado un punto indeterminado y dio una carrera cruzando todo el local. Luego corrió de vuelta hasta la mesa donde reposaba el plano. — Sí, me parece que sí, que viene desde la nave estrellada hasta ese almacén.— concluyó, estrellando de nuevo el dedo en el punto donde se encontraba el descubrimiento de Xavier, pero al momento dudó — ¿O será al revés? No estoy seguro... Puede ser que sea bidireccional.

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La magia surtió efecto y Alexa volvió con ellos, logrando que el golpe que se les había infligido se arreglara... Sin embargo, era cuestión de tiempo que volvieran a surgir complicaciones. El borg aún se preguntaba por qué la mujer no había huido, en especial cuando otros aparecieron a combatir a la cosa... Y, ya que estábamos, de dónde diablos había salido aquel ser. Pero no era momento de preguntas, así que simplemente acompañó al resto, esperando que se trazara algún plan de acción. Seguramente aquel ascensor les conduciría a más peligros, y puede que a respuestas.

Aunque estaba el tema del buhonero, claro. Si lo hubiera sabido antes, no le habría dejado salir de la nave, pero ya era tarde y ahora debía estar oculto.

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Alexa estaba viva. De alguna forma creía que lo celebraríamos más. Se suponía que algo así tenía que ser raro. Extraño. Acojonante, por Dios.

Pero, deja que una raza tecnológicamente superior y, aparentemente extinta, te resucite a partir de tu ADN. Todo lo demás será paja.

Vaya mierda. Aquello era un jodido anticlímax. Esperaba que en el momento que la palmase alguien reaccionase.

Aunque fuese Emil descojonándose de risa y meneando el dedo para decir su típico: "Te lo dije Callahan, tenías que hacerme caso".

- ¡¡¡Está viva...viiiivaaaaa!!! - susurré teatralmente haciendo la broma más para mí. En el fondo me alegraba. Por ella y por los que la querían. No es que no la quisiera.

No como Emil quiere a cualquier mujer. Guarro.

Ni siquiera como Halberd. Que a veces parece un cachorro adoptado. 

Era... Es una Rift joder. Hemos tragado mucha mierda juntos. Figurada y literalmente.

Dejé de divagar cuando Halberd se emocionó con mi relato. Estaba claro que la oportunidad de encontrar cacharros tecno-útiles le ponía a "tono". Lógico. Aquel sitio tenía que ser como un infierno para un tecno-abracadabra. Pobre.

- Aja. Sí. Más o menos donde metes el dedo. Bueno, tu dedo ocupa casi una manzana, pero aquí. - Le dije indicando un lugar más concreto. - Huele al típico tugurio de capo criminal. Si es así, ya os digo que no va a ser fácil. Si hay alguien más enamorado de sus cosas que una rata, es un gato. - Comenté en una extraña jerga que surgió de mí. Parecía como si aquel submundo no me fuese del todo extraño.

- Ahora vosotros diréis. Según yo lo veo, si queremos husmear necesitamos una buena distracción. - Comenté. -Ese tipo lleva el mejor, posiblemente el único, antro de juego del lugar. - Comenté pensando que los capos eran dados a los monopolios.

- Según lo veo yo. Aceptaría su invitación. Montaría la suficiente juerga como para llamar la atención de todos sus gorilas y así dejar el camino despejado al almacén. - Expliqué. - Y con eso no digo que montemos gresca. Ni que matemos a nadie. Algo más sutil. Como saltar la banca o llamar la atención. Se aceptan ideas. No voy a pensar yo solo gente. - Comenté jocoso.

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Muxu observó a Halberd emocionado, e incluso ella misma trató de concentrarse en lo que le decía el enano pero acabó llevándose una mano a la cabeza. Le dolía. Negó lentamente.

- No, yo no detecto nada, lo siento. - Confesó a Halberd. No sabía de lo que estaba hablando su compañero, pero si él detectaba algo seguro que lo había.

Escuchó luego lo que les contaba Xavier y ahí sí sonrió un poco e incluso ladeó la cabeza como si pensara que algo era divertido.

- Yo me ofrezco voluntaria para reventarles a alguno de sus juegos. Estoy convencida de que puedo ganarles lo suficiente como para que se molesten y me presten atención. - Se ofreció. Luego alguno de sus compañeros más sigilosos podría colarse en el almacén con algo de suerte.

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Aunque Vicky solía ser callada y eso tal vez había afectado al nivel de sus relaciones, se alegraba enormemente de la vuelta de Alexa. Sentía algo más de conexión con sus compañeras desde el principio, tal vez porque había cosas que ellas si entendían y el resto del grupo no. Además Alexa siempre se había encargado de ayudar a los heridos, y era difícil que no te gustase alguien que irradiaba empatía.

Agradeció también la cura en el templo, aunque hubiese preferido esperar a que tuviesen un plan concreto. Dependiendo del plan o el tiempo del que disponían, podían haberse ahorrado aquella curación y usado el botín para otra cosa. Se sentía culpable de haber sido ya la beneficiaría de varias curas y pociones mientras el resto apretaba los dientes ante sus propias heridas. Se sentía como una niña rodeada de adultos en aquella ocasión.

Al volver a la taberna se sentó cerca de Alexa, procurando tenerla controlada por si pasaba algo. Parecía que tenía frío y esperaba que sólo fuese un efecto secundario de la resurreción y no algun tipo de primer síntoma de algo más gordo.

- Si necesitas cualquier cosa, pídemelo. - le susurró a Alexa mientras el resto escuchaba a Xavier. Imaginaba que no querría ayuda, y que igual que ella misma, se sentiría culpable. Pero tal vez por eso mismo si necesitaba algo preferiría pedírselo a ella en privado que anunciarlo al grupo entero.

Cuando Halberd habló del flujo de magia, éso llamó la atención de la Justice Ranger. Tenía la sensación de que algo más de entendimiento sobre la magia había despertado en ella. Intentó concentrarse, a ver si era capaz de ver o notar lo que Halberd mencionaba.

TRANSCURREN LAS HORAS.

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Emil miró a Alexa. Vio como el pergamino (¿el pergamino? ¿estamos locos?) invocaba alguna especie de arcano poder y, como si pudiera redimirse la muerte igual que se limpia un mantel lleno de las migajas del día anterior, Alexa volvió a la vida.

Alexa volvió a la vida. Repitió varias veces esa frase en su mente, deleitándose en la cadencia mientras observaba a su compañera, a su amiga. Todo el sufrimiento, la prisa, la decisión de no enfrentarse al maldito buhonero por si dicho enfrentamiento, de alguna manera, podía perjudicar este resultado. No, no era que todo estuviera resuelto, ni mucho menos. Sin embargo...

El elfo albino asintió al gesto de Equilibrium, agradeciéndole que hubiera buscado mantas para su compañera, y tras unos minutos que precisó para hacerse a la idea, para cercionarse que el milagro de haber burlado la muerte de una compañera fuera cierto, se acercó junto a la medium y le abrazó con suavidad para darle un beso en la frente.

- Lo importante es que estás aquí. Lo único importante. Ahora debemos tener todos mucho cuidado. Algo así no debe volver a ocurrir- notaba el elfo una especie de nudo en la garganta. No era, por supuesto, que amara a Alexa. No más de lo que amaba a cualquier otra joven preciosa. Sin embargo... era su compañera. Habían pasado juntos un infierno, y más de una ocasión. Renuentemente, tras el abrazo, se separó de la joven.- No acierto a expresar lo feliz que me hace tenerte con nosotros otra vez. En serio. Como bien dice Equilibrium, no nos des esos sustos.

Tras estas palabras suspiró profundamente y se giró escuchando las intervenciones de los distintos Rift Warriors. Cuando estos terminaron volvió a mirar a Alexa, casi como si tuviera que cercionarse que seguía viva y que no le engañaban sus ojos, y el mero gesto le hizo sonreír nuevamente. Pero al volverse y mirar a todos su voz sonó otra vez seria.

- Creo que no noto nada, Halberd. Pero es evidente que algo pasa con la magia y la tecnología, y también que tanto el almacén que sagazmente ha descubierto Xavier como la nave estrellada tienen algo que ver. Sin embargo... Creo que el primer paso debe seguir siendo la nave. Hemos adelantado bastante en la investigación, y si mal no recuerdo, es posible que podamos hacer funcionar el ascensor. También me gustaría comprobar si el aparato médico que libra de enfermedades funciona y, de ese modo, podemos obtener el cadáver que dejamos en la cueva de los hongos de nuestros aliados los Skulks. Tal vez, también, existan más posibilidades en esa nave de encontrar solución tanto al estado del concejal como a los problemas el pueblo. En todo caso, cuando acabemos de explorarla, coincido que el almacén debe ser nuestro segundo movimiento.

A pesar de sus palabras a Halberd trató de usar sus poderes y capacidades de detección a fin de corroborar algún rastro mágico, energético o psíquico entre la nave y el almacén.

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Voy escuchando a unos y a otros pero la última intervención de Emil hace que tenga que aclarar algo.

Es evidente que tenemos que bajar, pero no creo que abajo encontremos la cura para el mal de Antorcha sino seguramente el emisor o el receptor de la señal. Si lo que dice Hallberd es cierto, la otra parte estará en ese almacén secreto y sería la comunicación entre ambas lo que estaría generando los problemas. Por lo tanto es evidente que tendremos que asaltarlo también, o eso o hacer que los mismos lugareños lo asalten. Aunque esta última parte parece difícil.

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Por una vez, no podía estar más de acuerdo con alguien.

Volver a mojarse en ácido y ser desgarrados por algo peor de la colección de los horrores. Mal negocio chaval.

Reventar el almacén del "dueño" de la ciudad. Bueno, posiblemente no era mejor. Pero al menos nos la veríamos con humanos joder. Eso ya era una mejora considerable.

- Estoy con Equil, Emil. Aquí nos enfrentamos a humanos. Allí abajo, Dios sabe a qué. Pero algo me dice que cuanto más avanzamos, peor será el bicho que encontremos. - Indiqué. 

- Además, no podemos ser los únicos que hemos salido de ahí con "bien". Me juego algo a que esta banda sabrá bien lo que nos podemos encontrar, sino es que lo tienen ya ellos. -  Terminé de explicar.

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Muxu se encontraba indecisa. No era capaz de decidir si veía mejor ir primero a la nave, o a por la banda de maleantes de Antorcha. Miraba a Emil primero, y luego a Equil y Xavier que parecían haber decidido estar en una especie de bando aparte desde hacía ya bastante tiempo. Ambos habían rebatido la opinión y las órdenes del elfo en varias ocasiones, y aunque pudiera estar o no de acuerdo con ellos en algunos casos, Emil seguía siendo el líder de los Rift Warriors.

- Lo cierto - dijo decidiéndose a intervenir - es que no sabemos a qué nos enfrentaremos ni ahí abajo ni aquí arriba. - Parecía estar reflexionando también mientras hablaba, y se había cruzado de brazos. - Ni sabemos seguro si en esa banda son todos humanos o nos esconden alguna sorpresa. Si han estado en la nave no me sorprendería que tengan alguna especie de droide escondido y que nos lo suelten cuando vayamos. - Sugirió. Era una idea que no le parecía nada descabellada.

- Vamos a tener que investigar ambos frentes tarde o temprano y el problema ahora es decidir cuál primero. Personalmente creo que encontraremos más información y más material de utilidad para nosotros abajo. - Comenzó. - Pero si atacamos primero arriba es más fácil que podamos retirarnos y lamer nuestras heridas si resulta ser demasiado duro. Abajo podríamos toparnos con una situación de la que no habría manera de escapar... - Suspiró. - No sé qué es mejor, la verdad. -

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Daeron observó con los ojos bien abiertos cómo el trozo de pergamino fue capaz de devolver a la vida a Alexa. Una parte de sí creía que aquello era absurdo, que un pedazo de papel no podría lograr ese milagro. Y sin embargo recordó cómo algo más elaborado, en sitios de poder extraordinario, en su mundo natal de Tierra, lograron excepcionales milagros parecidos, siendo él uno de los protagonistas en dichos procesos. La resurrección de algún compañero caído en el pasado o la creación de Indira, su esposa fallecida. Si aquellas maravillas fueron posibles allá, quizás en este mundo los actos milagrosos no necesitaban de nodos poderosos, de templos cargados de bendiciones. Quizás, un simple papel con las palabras adecuadas dirigidas a un Ente superior podían hacer que este prestara su atención a los mortales y les brindara un milagro. Como así aconteció. Al parecer en ese mundo el contacto con las divinidades era muchísimo más estrecho que en Tierra.

Sea cual sea el poder, ente o deidad que ha traído a Alexa, gracias, agradeció en silencio el joven.

- Joram, muchas gracias - agradeció al anciano por haber podido leer aquel escrito sagrado que había devuelto el aliento de la vida a su amiga. Y emocionado se acercó para ver a su compañera viva. Tenía mala cara y estaba desorientada, algo totalmente comprensible, pero se recuperaría.

- Eh, prohibido marcharse sin permiso del resto de compañeros - fue lo primero que le dijo a la resucitada con una emocionada sonrisa. Alexa no era una mujer dada a muestras de cariño o efusiva. Era más bien una mística que siempre se había mostrado introvertida, encerrada con sus pensamientos y visiones. Aun así, el arcano le proporcionó un suave pero sentido abrazo -. Bienvenida, amiga - le dijo sin agobiarla demasiado, pues el fallecer y volver a la vida debía ser algo, en cierto modo traumático. Entre varios la ayudaron a reincorporarse y le ofrecieron una mano, un brazo, donde la mística pudiera agarrarse o apoyarse para caminar, pues daba muestras de poder hacerlo por sí misma.

De vuelta a la Taberna las reacciones de alegría por ver a Alexa de vuelta fueron multitudinarias, aunque esta deseaba descansar. Y si bien los recién llegados traían tan buena nuevas, los que se quedaron o marcharon a investigar otras cosas también informaban de cosas interesantes. Daeron caviló lo que Halberd, Xavier y Equilibrium decían. Y también lo que el resto opinaba al respecto.

- No, Halberd. Quizás antes sí, pero ahora no soy capaz de sentir la magia - admitió con pesar el que antaño pudiera captar el poder mágico recorrer su cuerpo o fluir en el entorno, modelándolo y dándole forma con su voluntad. Ahora solo recitaba fórmulas o recetas arcanas y creaba efectos. Nada más -. Pero si lo que te refieres son a las ondas perturbadoras que algún tipo de tecnología emite sin parar por todo Antorcha, al igual que la mayoría de los habitantes, sí que pueden llegar a ser percibidas. Ignoro si salen de la nave a otro punto, al lugar que indicas que es el descubierto por Xavier y Equilibrium - admitió encogiéndose de hombros. Quizás el enano tuviera un sexto sentido que él, probablemente, también tuvo en el pasado pero que con su reencarnación la perdió -. De todos modos, veamos si el recetario dice algo - dijo el joven, pronunciando unas palabras arcanas que hicieron que sus ojos brillaran violáceos y después observó el ambiente, tratando de captar algo mágico en esas fluctuaciones que el enano afirmaba sentir.

Mientras trataba de percibir algo, escuchó las opiniones sobre donde dar el siguiente paso.

- Las posibilidades son obvias: o volvemos abajo o vamos al tugurio - indicó lo evidente -. No obstante... investigar el almacén del tal Garmen Ulreth pudiera ser interesante. Hagamos memoria. Por lo que sabemos, una mujer de pelo violeta, esa que mencionaron los skulks, encabezó una expedición antes que el concejal hasta el nivel más inaccesible de las ruinas. Así se rumorea en Antorcha sobre una expedición alternativa y así lo manifestaron los skulks que encontramos en las cavernas - recordó al resto.

- Ese nivel al que quizás podamos entrar gracias a la reparación de la pieza que han hecho Halberd, Shidi y demás. Reparada la pieza, reparado el Elevador, esperemos. Pero si esa mujer contó con apoyos, recursos, aliados o cómplices en el pueblo, sin duda que Ulreth sería el candidato número uno, cuanto menos de tener alguna información. Si queremos volver a la nave, posiblemente ese individuo tenga muchas respuestas a incógnitas sobre ese lugar. Personalmente, le haría una visita primero antes de volver a bajar - expresó el arcano que seguía mirando el entorno, en busca de alguna fluctuación que su detección mágica pudiera captar.

En ese momento apareció Val, comentando que su padre seguía muy mermado, aunque había mejorado algo tras visitar el templo. Aún parte de lo recuperado mentalmente, probablemente, sería temporal.

- Emil, quizás el concejal pueda hablarnos algo ahora. Val, ¿Sería posible tener unas palabras con tu padre? - preguntó a la joven.

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- "Sí, pero no lo fatiguéis en exceso. Está muy desorientado y todavía tiene miedo." -

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Equil, Emil... Callahan, ¿es que esto es un puto certamen de poesía cutre?

Escuchó a unos y a otros, con interés.

-Como algunos decís, hay dos frentes y tarde o temprano tocará bregar con ellos. ¿Qué priorizar? Sin datos es complicado. O muy simple, tanto como lanzar una moneda al aire y aceptar lo que salga. Pero podríamos hacerlo más simple. No creo que haga falta ir a las bravas de buenas a primeras. ¿Tenemos tanta prisa? Alexa ya está con nosotros -le guiñó un ojo- y ha sido un buen ejemplo de que cuando no estamos lo suficientemente preparados, todo se puede torcer. Quizás, la próxima vez no haya tanta suerte. Callahan, no me parece mala idea ir a ese antro pero, ¿por qué no hacer una simple visita para testear cómo funciona aquello, sin más idea que la de investigar y no la de meternos en la boca del lobo a lo loco? -propuso-. Conocer la disposición interna, el número de potenciales problemas a los que deberíamos enfrentarnos... 

Asintió a Daeron.

-Y ese podría ser un buen comienzo. Hablar con el concejal antes de que no pueda hacerlo más. O incluso hacer eso que tú sabes, Emil -dijo tocándose la sien con un dedo.

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Emil escuchó con atención las sucesivas intervenciones de sus compañeros. Finalmente se frotó el mentón y dio un paseo por la habitación antes de mirar, primero, a Halberd. 

- Toda la razón. He notado esa especie de perturbación energética y, sin duda, es como dices. Pero, tal como se ha afirmado tanto por Shidi, como por Muxu, o por como Daeron, con tan pocos datos es difícil elegir entre seguir investigando la nave o ir a ese almacén. Que, por cierto, felicidades por tus descubrimientos sobre el mismo, Xavier. Muchos considerais mejor ir primero al almacén pero me preocupa ir al mismo para enfrentarme a peligros desconocidos... Muxu, o Equilibrium, intentad hablar con él. Con suavidad como nos ha pedido Val. Yo trataré de volver a mirar en su mente. Esperaremos para decidir a ver lo que encontramos. 

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Vicky se levantó y caminó un poco por la habitación, buscando el flujo del que Halberd hablaba. No era algo claro, pero la justice ranger notaba que efectivamente algún tipo de energía se concentraba en cierta dirección. El enano tenía habilidades que la mujer desconocía hasta ese momento, y eran sorprendentemente positivas. 

Escuchó a sus compañeros mientras volvía a su sitio cerca de Alexa. Veía tanto puntos positivos como negativos a ambas opciones: ir al almacén o ir de nuevo a la nave. Vicky, por un lado, prefería mantenerse neutral ya que había tenido suficientes trifulcas desde aquella resurreción, reconstrucción, o lo que fuese. Por otro lado, le frustraba que tal vez por eso mismo cuando decía algo con fundamento, se la ignoraba. Fuese Emil u otro Rift warrior.

- Emil es el líder y haremos lo que él decida. - dijo al final, no en un tono autoritario, sino simplemente expresando los hechos. Daba igual cuánto discutiesen, al final hacían lo que el elfo mandaba. En el 90% de los casos... - Pero Xavier, Muxu y Shidi tienen un buen argumento respecto al almacén. Tenemos cierta ventaja aquí sobre la tierra. No se trata de acobardarnos ante posibles monstruos - dijo dándose cuenta de cómo sonaban tal vez aquellos argumentos - sino de dada nuestra situación, escoger el camino más prudente. Investigar el almacén con cuidado a mí también me parece una de las mejores opciones. Emil, dices que no quieres enfrentarte a peligros desconocidos, pero no tenemos ni idea tampoco de lo que hay al fondo de esa nave. Si nos podemos guiar por la dificultad de acabar con nuestros enemigos cuánto más avanzábamos, hay una posibilidad de encontrarnos algo incluso peor en la siguiente visita. - Vicky se encongió de hombros. - Pero cómo ya he dicho, la decisión la tomas tú y cumpliremos con nuestro deber.

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El mago había escuchado atentamente a sus compañeros presentes debatiendo entre las dos opciones que tenían sobre la mesa. Él mismo no tenía un criterio claro de elección y veía puntos positivos y negativos a cada una de las alternativas. Con la intención de aclarar la situación y aclararse a él mismo, habló en alto.

—Reconozco que la idea de ir a una guarida de bandidos, salteadores y demás gentuza y estafarles en su cara me seduce bastante. Es un poco como si fuéramos los once de Ocean, además hay un plus importante para mí en no tener que descender a una húmeda y angosta cueva que nos moja la ropa. —Levantó la mano como si se acabara de acordar y dijo—. Por no hablar de enfrentarse a humanos, como nosotros o como la mayoría de nosotros al menos. Estoy harto de vérmelas con bichos de los confines del espacio o de donde sean, me apetece empatizar con nuestros oponentes mirarles a los ojos y saber de qué van.

Al final parecía que no estaba tan confuso como él mismo había pensado. Quizás tenía clara cuál era su alternativa preferida, pero no la que más favorecía al entorno.

—Aunque bajar a las cuevas nos da la posibilidad de salvar la vida del concejal que parece algo básico y prioritario. Así que entiendo el peso de la alternativa. Porque llegados a este punto creo que tengo que preguntar. Dividir el grupo temporalmente ni lo pensamos ¿no?

Miró a Halberd y negó con cierto pesar y molestia.

—No percibo nada, quizás esa perturbación no sea de carácter mágico y sí psíquico.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO GRIS. TEMPERATURAS MODERADAMENTE FRÍAS.

Briaeros se había mantenido en su mutismo habitual, lo que añadiendo el casco, hacía difícil ver como se tomaba todo aquello el germano, o si siquiera seguía despierto... Pero lo estaba, y le daba vueltas una y otra vez a lo que tenían por delante. Probablemente una de las preguntas básicas era si realmente tenían tanto tiempo como se pensaban. La antorcha de, bueno, Antorcha, se había apagado. E iba acompañada de dolores de cabeza de la población, cada vez peores.

A él aquello le sonaba a que alguien había apagado el quemador más grande de este lado del mundo, pero se había dejado abierta la llave de combustible. Y cuando el combustible, gas seguramente, se queda abierto sin control... Es solo cuestión de tiempo que ocurran desgracias explosivas. 

Por otro lado, tenían razón en que necesitaban más datos, que la superficie a priori parecía más receptiva a sus atenciones, y que la condenada nave había tenido un exceso de sorpresas desagradables... No había un camino bueno, realmente. Solo esperaba que, tomaran la elección que tomasen, no fuese una que les condenara a ellos o al pueblo. Y en aquellas cavilaciones llegó la hora de dormir, y siguió dando vueltas a todo ello, con gesto pensativo, hasta que logró conciliar el sueño.

MAÑANA SIGUIENTE.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: ALBA.

LUGAR: PUEBLO DE ANTORCHA, TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: ALBA.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Había terminado sus meditaciones cuando Emil miró a todos sus compañeros, con gesto serio.

- Mi comprobación del estado mental del concejal me permite llegar a algunas afirmaciones: que su grupo fue el que efectivamente más profundizó en las ruinas pero que, desgraciadamente, no nos puede aportar más información. Fue destruido por los robots que, obviamente, habían sufrido una corrupción de programacion para convertirse en seres sádicos. Como también sabemos, es nuestro concejal el único superviviente. Pero hay algo más: de su mente extraigo la conclusión que el grupo causante de nuestros problemas, el compuesto por la mujer de pelo violeta y sus seguidores inhumanos, sigue dentro, y que de alguna forma llegó a la cubierta de ingeniería- hace una pausa tras estas palabras y mira a todos los presentes- Odio bajar tanto como vosotros pero hay varios motivos que me hacen decidirme por ese rumbo de acción. El primero, el propio concejal Khonnir. Entiendo mucho más probable que sea en la nave donde podamos encontrar una cura para sus afecciones, y eso no solo nos producirá la alegría de ayudar a Val (que tan amablemente nos ha atendido hasta ahora) sino que también implicará obtener 4000 monedas de oro, lo que es importante para el grupo. Pero, en segundo lugar, es evidente que más allá de que obviamente la guarida es un objetivo válido y está implicada en todo esto, vamos mal de tiempo. ¿Y si el estado de salud empeora aun mas? Aun cuando pudieramos en el lugar receptor "limpiar" de enemigos la zona, eso no significa que eso solventara la alteración causada por un grupo ue, según todos los indicios, sigue en la nave. ¿Y si cuando tengamos que bajar no está disponible ya el conjuro de respirar agua? ¿Y si cuando queramos resolver el problema sencillamente la salud tanto nuestra como de la gente de Antorcha ya no lo permite? Thomas, no pienso volver a dividir el grupo tras dos intentos que supusieron una terrible derrota y la muerte de Alexa. Vicky, tienes razón, no sabemos lo que hay en la nave, como tampoco sabemos lo que hay en el almacén, pero el hecho de preferir luchar contra humanos, y de estar hasta las narices de estar bajo tierra, no es motivo suficiente. No ante los miedos que me atenazan ante un posible retraso adicional. Además, es evidente que el grupo de la mujer de pelo violeta está relacionado con el antro, con lo que su captura e interrogatorio podria darnos múltiples datos sobre el antro tal como ha indicado Shidi, y sin el peligro que ir al antro sea ahora mismo una trampa. Después de todo, nuestro "simpatico buhonero" seguro que está metido en el ajo de alguna manera, y dudo que la invitación recibida no sea una demostración que saben pefectamente quienes somos y lo que hacemos aquí- hace una nueva pausa para mirar a Equilibrium, Xavier y Muxu.- Es verdad: todo parece indicar que cuanto más bajemos, peor será. Pero prefiero enfrentarme al que parece la cabeza pensante de todo esto con datos sobre lo que ha hecho y con la ciudad recuperándose, que a la inversa. Y si el grupo de la mujer de pelo violeta sigue abajo, como todo parece indicar... Debemos eliminarla, interrogarla, y reparar lo que quiera que esté causando los males en Antorcha. 

Luego, sí, iremos al tugurio. Pero con cuatro mil monedas de oro o quizás ocho mil. Y con información. 

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: ALBA.

LUGAR: PUEBLO DE ANTORCHA, TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Halberd se frotaba los ojos, aún soñoliento. Qué energía tenía Emil por las mañanas. Típico de los elfos. Seguro que hasta se despertaba peinado y sin legañas. Bah.

— Pero Emil, — empezó Halberd poniéndose en pie, que era la misma estatura que cuando estaba sentado — la energía que está haciendo daño a las personas de este pueblo va directamente hacia ese almacén. ¿Por qué allí y no a otro sitio? Porque allí debe haber algún tipo de aparato tecnológico, un repetidor o algo por el estilo, que está recibiendo esa energía. Estoy convencido. Entonces, ¿y si fuera posible desactivarlo? Si lo hacemos, la energía debería dispersarse, y posiblemente eso mejore los síntomas del personal a corto plazo. Tengo muchas ganas de bajar a la nave y seguir explorando, pero lo único que sabemos de los otros es que hay una tía con el pelo lila entre ellos y que probablemente estén en la cubierta de ingeniería. Pero perfectamente podría estar esperándonos con un bazooka de plasma tras la última puerta, esperando a que asomemos la nariz. — se cruzó de brazos — Yo opino que es mejor que vayamos todos juntos a buscar y neutralizar el receptor de tecnoenergía del almacén ese. Además de todo lo que comentamos ayer, está a la mano, podríamos ayudar rápidamente a la gente del pueblo y seguramente consigamos información valiosa que nos ayude cuando volvamos ahí abajo.

FECHA: 8 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL JURAMENTO.

HORA: ALBA.

LUGAR: PUEBLO DE ANTORCHA, TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Raxus aún estaba medio dormido y escuchó toda la palabrería de Emil y Halberd.

Maldita sea, no se como podéis estar ya tan despiertos- el enano siguió tomando su desayuno- no se porque tanta discusión. Creo que se han expuesto ya las razones de pros y contras de ir a un sitio y otro, y el jefe que ya ha decidido. Ir abajo, machacar a la pelirroja esa y ganarnos un buen pellizco de dinero, o morir en el intento. Así de fácil. 

Ya le daremos a la vuelta al buhonero una buena paliza.