Partida Rol por web

FECHA: 9 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIA MAÑANA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Tras el desayuno, sentado cómodamente junto a la chimenea, James T. Shidi contemplaba a los presentes intercambiar opiniones mientras reflexionaba sobre los sucesos vividos estos últimos días.

— Yo necesitaré las atenciones de una diligente jefa de enfermeras... Cuando usted diga. — Dejó caer en un tono canalla, cuando Alexa se hubo ofrecido, feliz por verla de nuevo entre ellos.

Se levantó con cuidado, echó algo de leña al fuego y se acercó a Halberd con la clara intención de hablar. Pero antes, dedicó unas palabras a Val.

— Es un placer haber ayudado al pueblo de Antorcha, a su padre y usted señorita Val, las buenas gentes merecen vivir en paz y seguras, lejos de las garras de aquellos indeseables. Le agradezco su hospitalidad. — Declamó con pasión y un aire de marcialidad, para luego sí, hablar con su compañero.

— Yo puedo echarte una mano en eso Halberd, entiendo de artilugios tecnológicos y esas mierdas, así no tendrás que emplear tanto tiempo, como veas. Aunque si tardamos muchos, estos se llevarán la mercancía buena.

TRANSCURREN VARIAS HORAS:

FECHA: 9 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIODÍA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Los Rifts Warriors se dedicaron a descansar, investigar los objetos que habían recuperado, estudiar sus notas y libros personales quienes los tenían, y a revisar y efectuar el mantenimiento de todo su equipo aventurero. Emil hizo un reparto de riquezas.

Hablaron con Val, con algunos visitantes del pueblo que les dijeron que el crío Puño de Cuerda iba a ser juzgado en breve, pero que todo apuntaba a que la condena sería el exilio y no la horca. También hablaron con Khonnir Baine, quien parecía lúcido aunque cansado. Durante la noche había expulsado por diversos medios. incluyendo vómitos, una especie de pasta grisácea que posiblemente estaba compuesta en buena parte por nanoides inutilizados y destruidos por otros nanoides.

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HORA: MEDIODÍA.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Y mientras todo eso sucede, mientras la alegría que desata a nuestro alrededor, yo tan solo puedo pensar en todo lo que hemos perdido. Ahora que la emoción de la pelea y lucha constante ha desaparecido, los recuerdos de aquello que fui golpean mi mente.

Me levanto sin ganas, mucho más tarde que los demás, cuando el frío viento se cuela en la taberna. Cojo un plato de comida fría para desayunar y lo hago en silencio, mientras observo a mis compañeros. Especialmente a Alexa. Está claro que nuestro destino es morir lejos de nuestro hogar, si es que llegamos a conocer nuestro hogar. Y si seguimos peleando así ese destino llegará más pronto que tarde.

Miro los objetos que menciona Emil pero tan solo me limito a recoger mi parte de las monedas con una afirmación silenciosa antes de ir donde mi equipo y ponerme a afilar mis armas mientras sigo sumido en mis pensamientos.

Sigo sin verle sentido a todo esto, desde el principio de nuestra resurrección. ¿Por qué? ¿Qué ganó aquella inteligencia artificial resucitandonos? No debimos ni siquiera haber llegado a este mundo, hubiéramos estado mejor fusionados con la realidad del universo.

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HORA: MEDIODÍA.

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- Por supuesto, Muxu. Procede como consideres conveniente- tras las palabras, y al escuchar la broma de Shidi, el elfo albino meneó la cabeza en señal de protesta.- Ah, como se aprovechan los que no tienen la carga de la responsabilidad. Aquí, yo, malherido, pago mis desvelos con trabajo, y ni recibo mimos, ni caricias, ni ayudas de mis preciosas compañeras. Salvo que las miradas reprobatorias de Vicky tengan ese carácter. Y, mientras, seguro que saltan a brazos de Shidi. Ah, misero de mi. Ah, infelice-  comenta declamando casi al final con una sonrisa llena de burla y los ojos chispeando de placer.- En fin, ¿qué le vamos a hacer? Muy visto es lo que me tienen.

Mira entonces a todos los presentes unos segundos, retomando la seriedad.

- Hemos peleado y actuado bien, en general. Aunque no nos podemos engañar. Estamos muy lejos de ser lo que fuimos y muy lejos de casa. De hecho, y a menos que algo cambie mucho, debemos comprender que esta es ahora nuestra casa. Y actuar en consecuencia. Al fin y al cabo ya estábamos haciendo un viaje a unas tierras en las que no habíamos estado. Simplemente el viaje ha sido... considerablemente más largo. Pero si seguimos juntos, y desde luego creo que sería lo mejor, y seguimos actuando como unidad mercenaria, hay cosas que debemos subsanar en el futuro- la sonrisa vuelve a chispear en sus ojos y vuelve a cambiar de registro.- Pero eso no es tema que tratar hoy. Hoy es día de celebración. Xavier, no hay problema que te quedes con las herramientas de ladrón. Equilibrium, dada tu capacidad de movimiento creo que eres el indicado para que te quedes con el Autograpnel obsolescente y de ese modo aumentar tu extraordinaria capacidad. En cuanto al resto de dinero y a los instrumentos de curación, curación que en esta historia ha demostrado ser uno de nuestros elementos más débiles, los guardaré en concepto de tesorería para curar en nuestras próximas historias a quien lo precise. 

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HORA: MEDIODÍA.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Durante esa mañana el enano había estado revisando con ayuda de Shidi el autograpnel. Habían pasado por la casa del concejal. Al parecer se encontraba muy recuperado, para enorme alivio de todos, pero el enano fue prudente y no quiso bombardearlo con preguntas.

Ya de vuelta en la taberna se sentó en uno de los taburetes y se centró en la identificación de los objetos tecnológicos. Disfrutaba enormemente compartiendo el estudio de aquellos artefactos recuperados con Shidi. Halberd comentaba animadamente las características que encontraba, y escuchaba con atención las que le señalaba el rosado ex-comando de la Coalición.

Cuando creyeron que ya no podía exprimir más el autograpnel, lo presentó a los demás explicando sus características como si lo estuviera vendiendo.

— ...y creo que nada más. Sin duda es una herramienta fantástica. Oh, y puede servir incluso para disparárselo a alguien, aunque quizás no sea lo óptimo. Veamos, ¿qué mas hay por aquí? — dijo echando un vistazo con ojos brillantes a la mesa donde estaban todos los cachivaches desplegados. — Oh, pero ahora que recuerdo. Si pensáis ir de compras podría ser interesante echarle un vistazo a la androide. Tiene una cota de malla que podemos recuperar, si logramos separarla del plástico quemado.

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HORA: MEDIODÍA.

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El Corsario iba a tener suerte si se dignaba a tratarle las heridas después de aquél comentario, no quiso desprestigiarle en público, pues era buen líder a pesar de todo, sólo esperaba que pudiera leerle la mente en aquél momento, pese a todo le dedicó una mirada digna de entendimiento aunque no hiciera uso de su poder.

Aún tenía el dinero recogido en su mano y pensó en tirarselo a la cara, pero la experiencia le había enseñado a controlar sus impulsos. Y lo necesitaba para mejorar su rendimiento en combate, ser capaz de remendar a sus compañeros una y otra vez no estaba mal, pero pensaba que aportar algo a terminar antes con sus enemigos también ayudaría a que no terminaran hechos un colador. Efectivamente había visto las cicatrices de Muxu durante el baño y, mancillar esa delicada piel sí era un delito.

Se retiró a comprobar el estado del concejal no sin antes responder a Vicky: - Comenzaremos los tratamientos esta noche, si te parece bien, toda ayuda es bien recibida, y estoy segura que la tuya será bien cualificada. -

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HORA: MEDIODÍA.

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Halberd levantó el pulgar a Emil.

— De acuerdo, voy a ponerme con esa armadura de "neraplast". Neraplast... ¿qué sera? Suena a plástico, ¿no? Hmm, quizás conserve algún tipo de etiquetado en androffan. Lo veremos. Luego intentaré despegar la armadura y limpiarla. Tenedlo en cuenta para las compras, porque creo que alguien la podría usar cuando esté lista. Que se me ocurre... — miró a Briaeros, imponente incluso sin armadura, aguardando junto a él en estoico silencio — Oye Briaeros, si has terminado con tu armadura podrías empezar a meterle mano a la androide, a ver si le puedes ir despegando la cota de mallas con un cuchillo o algo así. Se le ha derretido el plástico y se ha metido entre las anillas de mala manera, una lata. ¡Pero ten mucho cuidado! Se ha quedado tan tostada que se podría romper algo interesante si se hace mucha fuerza. Ah, y Shidi, si necesitas salir no te preocupes ¡Hay muchos objetos aún por revisar! — dijo emocionado.

Como solía pasarle desde que llegaron, no tenía tiempo ni de sentarse a descansar, pero tampoco lo necesitaba. En absoluto. Sobre la mesa aún quedaba un buen montón de maravillas que investigar, y en su cabeza tenía una cantidad abrumadora de aparatejos que montar en el taller. Y, cuando acabara con todo eso, el subsuelo estaba lleno de más restos androffan. Sólo necesitaban encontrar nuevo acceso a otra naveta de la expedición androffan y a seguir. La idea le hizo emocionarse más aún.

Pues tampoco estaba tan mal el mundo al que habían llegado, no señor.

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HORA: MEDIODÍA.

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Permanezco pensativo mirando a la nada, con un gesto más agrio que aquel que tenía eso de nombre. Sin embargo, cuando Alexa menciona ir a ver al concejal, levanto la cabeza y lanzo un suspiro, levantándome de la silla como si pesara cinco veces más de lo que peso.

Espera, Alexa. Te acompaño y, si quieres, luego podemos pasar por los puestos a ver qué nos ofrecen. Dicho eso camino fuera de la taberna con ella sin despedirme de los demás mientras parece que sigo en mis pensamientos.

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HORA: MEDIODÍA.

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Tras recibir la paga por el éxito de la misión, el enano se levanta con la idea de ir a encargar una armadura para él.

Yo voy a ir a ver a un herrero para encargar una bonita armadura para este hermoso cuerpo- dice el enano a sus compañeros- creo que va siendo hora de encontrar que me cubra de los golpes.

FECHA: 9 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIODÍA.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Recuperado de fuerzas tras la ingesta del desayuno, el mago se sentía con ganas de moverse y hacer cosas, conocer un poco más de la localidad en la que se encontraban. Aprovechando sus nuevos ingresos se pronunció al grupo.

—Yo voy a aprovechar que papá Emil me ha dado la pago y voy a salir a gastármela. Nos vemos en un rato, cuando haya terminado de adquirir todos mis efectos personales.

No tardó en ponerse en pie y avanzar por la estancia, para salir de ella.

—Si tardo mucho preocuparos —dijo con una sonrisa en el umbral de la puerta, poco antes de perderse por Antorcha.

FECHA: 9 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL FUEGO.

HORA: MEDIODÍA.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Despegar los restos de armadura del cuerpo de la androide... Sí, eso podía hacerlo. O, al menos, tenía bastante confianza en su capacidad para ello. Así que asintió a Halberd y, una vez que la armadura quedó a punto, se embarcó en la tarea que tenía por delante. ¿Cómo hacer aquello? No recordaba haber tratado con androides en el pasado, al menos no de aquella manera, y le resultaba curioso que esta hubiera decidido terminar su existencia antes que combatir.

¿Por qué lo habría hecho? Dudaba que fuera para ponerles las cosas más difíciles con aquella armadura, así que debía haber otro motivo. Seguramente ocultaba algo. Información, probablemente. Les faltaban piezas en aquel rompecabezas, ya que solo sabían que estaban desviando la energía a algún sitio, pero no dónde ni para qué.

TRANSCURRE EL RESTO DEL DÍA.

FECHA: 9 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL FUEGO.

HORA: OCASO.

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CLIMA: INVERNAL. CIELO DESPEJADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Una parte de los Rifts Warriors pasó el día descansando y cuidando de sus heridas. Alexa pudo cuidar a Khonnir Baine y hablar con él, con ayuda de Val. El hombre ya estaba lúcido y bastante recuperado, y profundamente agradecido al grupo de aventureros.

Briaeros, Halberd y Shidi cooperaron en investigar la Armadura de Neraplast, el cadáver de la androide y en quitarle al mismo su armadura.

Emil, Daeron y Shidi fueron a la Sala del Pueblo a hablar con los Concejales y el público presente, explicando sus aventuras bajo la Colina Negra y respondiendo a las muchas preguntas que se les hicieron. También asistieron al juicio rápido del último de los Puños de Cuerda, que recibió la clemencia del exilio, pudiendo llevarse su equipo (los Rifts Warriors no lo habían confiscado), pero con la amenaza de que si volvía al pueblo podría enfrentarse a la horca.

Emil además de repartir dinero del botín, empezó a repartir algunos objetos entre sus compañeros aventureros. Unas herramientas de ladrón para Xavier, y el Autograpnel obsolescente para Equilibrium.

Muxu pasó el día sola y deprimida, planteándose muy seriamente volver a dejar la vida aventurera, como ya hiciera en la Tierra de las Grietas. Con su parte del botín, pensó que tal vez podría establecerse en Antorcha, abrir una tienda de magia y ofrecer sus servicios como lanzadora de conjuros.

Raxus visitó a los herreros del pueblo, los que no se habían marchado cuando se apagaron los Fuegos de Creación; que le tomaron medidas, y les pagó y encargó una cota de mallas a medida. Le dijeron que se fuera pasando cada pocos días para comprobar medidas y ver cómo iba el trabajo. Al parecer iban a utilizar varias cotas de mallas de tamaño humano para hacer una para el grotescamente ancho y grueso enano Titan Juicer.

Thomas salió a pasear por el pueblo y volvió con algunas compras que había hecho. Vicky se pasó el día durmiendo, tal vez meditando también como Muxu acerca de abandonar la vida aventurera. Mientras que Xavier, tras aceptar el pago como mercenario, vigiló la Taberna la Fundición, protegiéndola, aunque probablemente no habiera ya amenazas en el ambiente, al menos por el momento.

TRANSCURREN MUCHAS HORAS: MAÑANA SIGUIENTE.

FECHA: 10 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: MEDIA MAÑANA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. NUBLADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

FECHA: 10 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: MEDIA MAÑANA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. NUBLADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

Esa mañana Halberd apenas había rendido. Muy mal, pues aún tenían muchas cosas que identificar y ordenar. No obstante, antes de empezar decidió pasarse por alguna de las tiendas locales para adquirir unas buenas botas y otra muda de ropa. Por fin se deshizo de los zapatos usados por un difunto. Estuvo seguro de que Thomas estaba también tan satisfecho como él.

Tras acomodar sus pertenencias, volvió al taller para seguir con la identificación de los objetos. Antes de comenzar con los siguientes se le ocurrió comentar con Emil y los compañeros identificar las coordenadas.

— El señor concejal nos indicó que tenía varios mapas mapas. Sería interesante echarles un vistazo luego, cuando termine con las granadas y el traje de pánico. Quizás sería interesante ver la pistola también, no sea que tenga algún botón de autodestrucción o algo así absurdo. Tras ello me pondría a ver las coordenadas, pero si alguno quiere que investiguemos algunos cachivaches más que lo diga. — abrió la puerta que llevaba a la fundición. Ya se le empezaba a amontonar el trabajo, pero a él eso le gustaba. ¡Siempre era bueno tener siempre la cabeza y las manos ocupadas!

FECHA: 10 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: MEDIA MAÑANA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. NUBLADO. TEMPERATURAS FRESCAS.

A menudo se afirma que el tiempo cura todas las heridas. En ocasiones, esto era literalmente cierto, pues los días de descanso y relativa seguridad permitían que, poco a poco, las heridas de los Rifts Warriors fueran mejorando. Sin duda era un proceso lento, no exento de dolor y de abundantes molestias, pero Emil había decidido guardar los medios de curación acelerada, ya fuera ésta de naturaleza mágica o tecnológica, para situaciones más urgentes, como las que podrían darse en otra misión.

Alexa había hecho algo de turismo por el pueblo, al igual que Daeron, y se había dedicado principalmente a descansar. Muxu alternaba el estudio con el descanso. Halberd seguía identificando cachivaches tecnológicos, junto con Briaeros y Shidi, que le hacían a la vez de ayudantes y alumnos. Emil había organizado algunas suntuosas cenas privadas para dos.

Equilibrium parecía bastante deprimido, pero actualizó diversas piezas de equipo, intercambiándolas por otras del botín y comprando algunas cosas. También daba vueltas por el pueblo en solitario.

Raxus entrenaba un poco y visitaba a los herreros del mercado. Su costa de mallas encargada avanzaba particularmente bien.

Vicky pasaba su tiempo descansando, y Thomas escribiendo.

Xavier se dedicaba a reflexionar y a montar guardia en solitario.

ANOCHECE.

FECHA: 10 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DE LAS ESTRELLAS.

HORA: TRAS EL OCASO.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. NIEVE FINA. TEMPERATURAS FRÍAS.

TRANSCURRE TODA LA NOCHE.

FECHA: 11 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL SOL.

HORA: ALBA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. ESTÁ NEVANDO. TEMPERATURAS FRÍAS.

FECHA: 11 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL SOL.

HORA: ALBA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. ESTÁ NEVANDO. TEMPERATURAS FRÍAS.

El día amanece mientras una suave manta blanca empieza a cubrir todo. Algo que tampoco es que me importe demasiado, ni el frío ni el calor son un problema demasiado grande para mí.

Me levanto dejando de lado la manta y me estiro al frío aire nocturno, mientras observo al resto de mis compañeros dormir. Me dedico tranquilamente a recoger mis cosas y luego, si tengo algo a mano que pueda preparar y que sepa preparar, ya de paso les preparo un desayuno para compensarles por este tiempo que he estado deprimido.

De todos modos estás horas del amanecer me gustan, ver como el sol va iluminando todo el paisaje.

A medida que los Rifts van despertando les saludo con una sonrisa, un caldo recalentado de lo que cenamos ayer y una rebanada de pan tostada al fuego con un trozo de queso por encima. Una vez todos estemos en movimiento, saldré para buscar un sitio donde entrenar mis habilidades y me dedicaré a practicar para nuestra próxima misión.

FECHA: 11 DE ABADAR DE 4715 RA, DÍA DEL SOL.

HORA: ALBA.

LUGAR: ANTORCHA: INTERIOR DE LA TABERNA LA FUNDICIÓN.

CLIMA: INVERNAL. ESTÁ NEVANDO. TEMPERATURAS FRÍAS.

Halberd abrió los ojos y salió de la esterilla a toda prisa. Había estado soñando con los diseños en los que había trabajado antes de dormir, un fabuloso casco canalizador de magia, con numerosos gadgets y diseño funcional, y necesitaba ponerlo en práctica.

Engulló el desayuno a toda prisa, casi sin ver la sonrisa de Equilibrium.

— Grafiaf Equil — dijo mientras se metía a presión en la boca el último trozo de tostada, ya abriendo la puerta para salir hacia la fundición. Lo tragó con esfuerzo. Llevaba en la otra mano la circuitería recuperada por Vicky — Me voy a la fundición, ¡se me ha ocurrido un nuevo artilugio canalizador de energía!

Y salió a toda prisa, sin darse cuenta de que estaba nevando ni del frío que hacía. Tenía la mente ocupada en todas las piezas que necesitaría para llevar a cabo su genial proyecto, y que esperaba encontrar en el taller de Kohnnir.