Partida Rol por web

BATALLAS DESESPERADAS:

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

BRIAEROS:

- Briaeros despierta de su tanque de clonación, del que es extraído por una máquina de aspecto terrorífico y es conducido a un quirófano donde es sometido a una extensiva e invasiva intervención quirúrgica.

- Briaeros lleva ahora puesta su pesada armadura cibernética.

- Briaeros: ¿Qué haces ahora?

Pulso uno de los botones en verde de un tanque. 

BRIAEROS:

- Especifica cuál.

El que primero encuentre, sin preferencia. 

BRIAEROS:

- Te parece que el primero es Preacher, un mercenario de Tolkeen, o eso te parece querer decir tu traicionera memoria. Si es que realmente es tuya, cosa que no crees en absoluto, pues la sientes extraña y ajena.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

XAVIER CALLAHAN:

- Xavier: Eres expulsado del vientre materno, el tanque de clonación.

- Afuera hace frío y es inevitable no tener miedo.

Me dedico a pulsar los botones verdes de los tanques. 

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

BRIAEROS:

- Extrañamente, cada vez que Briaeros pulsa un botón verde se escucha un mensaje de error, pero no hay más reacción.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

XAVIER CALLAHAN:

- Te has puesto ropa interior blanca de tu talla. El tejido es sintético y parece completamente nuevo.

- Se ha abierto una especie de alacena vertical semicilíndrica, revelando una armadura de aspecto tecnológico avanzado que intuyes que es exactamente de tu talla.

- Observas al humanoide acorazado, un falso recuerdo te informa de que se trata de Briaeros Hekatonkiros. Le ves intentando infructuosamente activar el resto de tanques de recuperación o de clonación. Todos dan un mensaje de error cuando los toca él.

- Te golpea una sucesión aleatoria de imágenes: más falsos recuerdos.

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

XAVIER CALLAHAN:

- Recuerda postear aquí las acciones para que sean ejecutivas.

- Te pones la armadura.

- Tocas los botones de los tanques: Indica cuál tocas el primero.

El número siete. 

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

XAVIER CALLAHAN:

- Te acercas el séptimo tanque y pulsas el botón verde.

- Al instante se activa todo el sistema que lleva a cabo la reactivación del sujeto.

- Le observas fíjamente y los falsos recuerdos te indican que se trata de James Theodore Shidi, un hombre fuerte, un militar de élite originario de la Coalición de Estados, en Norteamérica, en la Tierra de las Grietas. Su especialidad, el pilotaje de armaduras potenciadas, en particular la SAMAS; aunque también es especialmente ducho en el combate cuerpo a cuerpo, con o sin armas. Miembro veterano de los Rifts Warriors, aunque pasó mucho tiempo congelado en un sótano del Gremio de Magos de DarkGate, bajo una errónea acusación de ser un espía de la Coalición, hasta que Daeron Drognan le liberó usando su gran potencial místico. En alguna ocasión ha ejercido como líder de los Rifts Warriors.

POCOS MINUTOS DESPUÉS:

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

JAMES T. SHIDI:

- El proceso de reanimación se ha completado, las máquinas te desintuban y te desconectan del tanque, éste se vacía del líquido de nutrientes y el tanque se abre.

- Deberías haber caído al suelo, indefenso e incapaz apenas de respirar por la mucosidad acumulada en tus pulmones.

- En lugar de eso te lanzas al ataque contra el individuo más acorazado de los dos que aguardan fuera. Te lanzas contra él, agarrándole del cuello y situándose a su espalda en una llave que debería de resultar letal o cuanto menos incapacitante.

- El individuo tan pesadamente protegido por un blindaje cibernético extrapesado te coge de un brazo y se libera de tu llave, demostrando que su fuerza física es superior a la tuya. Después te arroja hacia el suelo, pero ruedas unos metros, poniéndote fuera de su alcance.

- Entonces la suerte te traiciona, ya no puedes aguantar más y tus pulmones necesitan expulsar la mucosidad líquida y transparente que ocluye tus vías respiratorias.

- Quedas indefenso unos minutos, aunque después sientes como tus fuerzas van regresando poco a poco.

- Unos falsos recuerdos que sientes lejanos, como pertenecientes a otra persona, te informan de que estos dos son Xavier Callahan, alias Preacher, mercenario tolkeenita; y Briaeros Hekatonkiros, cyborg pesado alemán procedente del otro lado del Atlántico.

El bueno de Shidi trata de recobrar tanto el aliento como el control de su cuerpo tras el ejercicio de bienvenida. Intentará responder o decir alguna genialidad.

JAMES T. SHIDI:

- Examinas la situación: Ante ti dos individuos, que parecen conocerte, y tus recuerdos, falsos o no, les incluyen como aliados. De hecho, uno de ellos debe de haberte reanimado, supones, pues es evidente que acabas de salir de un tanque de regeneración o algo así.

- Observas el lugar: Una amplia sala alargada con dos puertas de salida, una a cada extremo. En las paredes más alargadas: Contra una de ellas están los tanques: Buenas parte de ellos ocupados por personas inconscientes, que conoces o deberías de conocer. El número 3 es Daeron Drognan, el Alto Mago embajador de la Federación de la Magia que una vez te liberó de una situación parecida a esta: estabas criogenizado mágicamente en un tanque en el sótano del Gremio de Magos de DarkGate, acusado de ser un espía de la Coalición. Te dijas en el botón verde que hay ante su cápsula, sin duda un mecanismo de reactivación.

- En la pared opuesta a la de los tanques parece que hay mesitas metálicas con ropa interior y detrás de cada una de ellas una especie de armario o alacena vertical semicilíndrico hecho de algún material que podría ser aluminio mate.

- Te fijas en que estás desnudo por completo, y que en la mesita que hay directamente delante de tu càpsula vacía hay ropa interior blanca, de algún material sintético, y que sin duda es de tu talla.

James espera algunas respuestas mientras toma esa ropa interior de la mesita próxima a su cápsula y se la pone.

Ojeará la cápsula número tres en hasta tres ocasiones con respecto a las otras, hasta que terminará frente a ella, mirando a los otros dos reanimados. Su intención es pulsar el botón verde, con el fin de sacar a Daerón de ella, manteniéndose próximo.

SHIDI:

- Cuando te pones tu ropa anterior, notas que la alacena semicilíndrica de aluminio que hay detrás se abre, mostrando lo que parecer ser una armadura completa, similar en diseño externo a la última que llevaste, o que al menos puedes visualizar en la falsa vida que te muestran tus recuerdos implantados. No te cabe duda de que esa armadura se adaptará a ti perfectamente, aunque a simple vista te das cuenta de que carece de las mejoras tecnológicas que han tenido tus armaduras potenciadas anteriores, esta es simplemente materiales duros de buen acero, diseñados para proteger todo el cuerpo y dar una protección decente, medieval, pero decente.

- La armadura no incorpora armamento alguno, pero ciertamente con ella puesta probablemente te sentirías mucho más seguro, al menos psicológicamente. La dejas ahí por el momento.

- Te vuelves hacia la cápsula número 3. No sabes quién es su ocupante. No sabes siquiera quién eres tú. Pero sabes que en otra vida pasada, alguien que se llamaba James Theodore Shidi conoció a alguien que se llamaba Daeron Drognan, y que le debía su vida y su libertad.

- Finalmente, pulsas el botón verde, activando así los automatismos de reanimación del ocupante de la cápsula número 3.

POCOS MINUTOS DESPUÉS:

MOMENTO: DESCONOCIDO.

LUGAR: DESCONOCIDO.

DAERON DROGNAN:

- Tu cápsula es activada y se lleva a cabo el proceso de reanimación de tu cuerpo mientras te asaltan lo que parecen una sucesión de recuerdos.

- Ves a tu amada esposa Indira, despidiéndose de ti. Una vez más. Te asalta la tristeza.

- Ves a las fuerzas de la Coalición aplastando a tantos de tus amigos en Angstville. Aquello tal vez fuera una victoria, pero todos los Rifts Warriors lo experimentasteis como vuestra más terrible y amarga derrota.

- Las máquinas te desintuban y te liberan. El tanque se vacía y la cápsula se abre, liberándote a un mundo de aire frío y algo rancio, con un suelo corrugado de metal gris oscuro.

- Alguien pesadamente blindado te sostiene para que no caigas, pero te doblas en dos involuntariamente mientras expulsas multitud de fluidos coporales que ocluían tus pulmones.

- Bienvenido a la vida.