Partida Rol por web

Tony coge el palo del suelo. 

Sí. Vamos. Pero el palo por delante y con cuidado. Vamos a la cocina. El pastelito estaba delicioso. A ver si vemos al cocinero y que me dé la receta.

La sheriff estuvo a punto de apretar el gatillo pero al final se detuvo. No por las palabras de Arnolfus, que le habría clavado la flecha entre ojo y ojo, sino por Kromi. Acabó bajando la ballesta y suspirando.

-Así que un objeto mágico... La primera vez que escucho de algo parecido. Podrías haberlo dicho antes...- La sheriff entonces se asomó al granero para ver todo aquello robado, simplemente por curiosidad. Luego volvió con vosotros.- Sí, tiene toda la pinta de ser este el lugar. Pero los cadáveres que hemos encontrado no tienen porqué haber muerto por este ladrón. No se puede saber la causa de la muerte. Quizás fue otro infarto.- Luego miró a Kromi.- Bueno, si el resto de vuestros amigos también pueden resucitar, no hace falta preocuparse. Vamos a investigar el interior del granero.

Dejando atrás al viejo, seguisteis explorando la casa. En la cocina había cacharros sucios usados recientemente, quedando claro que había alguien más que el viejo. Sin embargo, no habíais visto ni un solo sirviente a pesar del casoplón que tenía el abuelo. ¿Habrían muerto también? Sin poderlo comprobar, tuvisteis que seguir buscando, finalmente sin encontrar nada. Ni siquiera algo valioso en toda la casa. Había sido curioso conocer al abuelo, pero nada más.

Me llevé una mano al pecho dejando escapar un pesado suspiro de alivio, pero entonces propuso quedarnos a mirar por allí en lugar de ayudar al resto y quedé helada de nuevo, miré a Arnolfus -¿eh?- dejé escapar por la sorpresa -no, no, no- dije colocándome delante de Naldda para tratar de convencerla nuevamente -podemos volver luego, seguro que están bien pero no puedo quedarme tranquila- expliqué -¿y si mueren una vez tras otra hasta que les ayudemos y eso les genera un trauma que después no seamos capaces de revertir?- expliqué preocupada -¡mira! Arnolfus solo ha muerto una vez y parecía un poco tocado- dije señalando a mi compañero muy seria con la esperanza de que hiciese algo que apoyase mi teoría -¡peor aún!- exhorté llevándome las manos a la cara, asustada -¿y si solo tiene una carga? ¡hay objetos mágicos de usos limitados! ¿y si los matan por una trampa y al ver sus propios cuerpos les da un infarto y mueren definitivamente?- grité de repente una negación -¡NOOO!- y moviendo la cabeza de izquierda a derecha seguí -no, no quiero perder a otro compañero- expresé recordando la trágica muerte de nuestro antiguo integrante paladín -Por favor Naldda los muebles seguirán aquí luego... además así ellos pueden ayudarnos a investigar el granero... diez ojos ven mejor que seis- le rogué.

Seguimos explorando la mansión, pero nada, no encontramos nada más de valor (aparte del jarrón ming y el documento que nos acaba de firmar el viejo) ni, lo que es más extraño, a nadie. Suspiro con hastío, me sorprende que haya tan poca cosa. Miro a mi compañero el gafe, pensando en que ya es hora de dejar de buscar cosas de valor o pistas.

- Creo que aquí no vamos a encontrar nada más de interés- le comento a Tony - ¿Volvemos con los demás? Seguramente habrán encontrado algo.

Y espero que estos documentos que ha firmado el viejo impresione a la sheriff y me abra alguna posibilidad de tener una cita romántica con ella (y con suerte, algo más). Empiezo a sonreír como un cabrón mientras imagino las posibilidades con ella.

Lo que dijo, y como lo dijo, Kromi, le pilló un tanto desprevenido; sobre todo, en cuanto a la behemencia...

-Diablos, Kromi... tienes razón. En el granero no he encontrado a nadie que pueda darnos respuestas... Sheriff,... si desea examinarlo, tenga cuidado con las trampas; nosotros nos vamos a ver que ha pasado con nuestros compañeros; no quiero encontrármelos como una pila de cadáveres... Ahora que sabemos que aquí está esto,... estar separados no hace sino debilitarnos. 

Miró a la Gnomo

-Voy contigo, descuida... pero tenemos que tomar precauciones... espera.

Se quedó unos momentos callados, apoyó la palma en el suelo, junto a Kromi... y llamó a los huesos enterrados cerca; daba igual que fuesen de pollo, de vaca, o del vecino de al lado...

-¡Escudo de Huesos! -Exclamó

Un forbellino de huesos de todo tipo y tamaño se formó alrededor de ellos, girando frenético, de modo que no podías ver a uno solo, sino que formaban una especie de cortinilla de ducha...

-Estos huesos nos podrán proteger de algunos ataques directos; procura no alejarte de mí; si quieres, cógete de mi mano para asegurarte de que estás en la zona protegida... y vamos a por los nuestros. Sheriff... usted decide lo que quiere hacer...

Sí. Vayamos con los demás. Puede que hayan encontrado a alguien o algo de interés.

El hombrecillo se mesa la barba pensativo. - ​​​​​Por cierto, ¿a nombre de quién estaban los documentos que encontramos?

Después de decidir dejar la casa, volvisteis sobre vuestros pasos. En los papeles habíais visto que estaban a nombre de Sir Reginald de la menta, posiblemente un título pasado de generación en generación. Pero cuando estabais cerca de llegar al carro, visteis dos figuras acercándose hacia vosotros rodeadas de un gran remolino de huesos.

Comenzasteis a regresar para buscar al resto después de dejar a la sheriff investigando. Entonces, viendo poco debido al remolino de huesos, llegasteis al carro. Y justo a lo lejos visteis a Barret y Tony que parecían regresar.

Aparentemente, todo parecía en orden; le extrañó que la Sheriff decidiese quedarse a husmear, en vez de preocuparse por el resto del grupo... pero en fín, lo mismo quería "hacer hueco" entre ella y Barret/Holmes...

Pero al verles a ellos, a Barret y a Tony, venir tan... enteros..., prefirió pecar de precavido... Murmuró a Kromi:

-Hum... Si no te importa, hasta que no estén aquí, y veamos que todo está en orden... no desactivo el escudo de huesos; no es que no me fíe..., es que si hay magos de por medio, prefiero no bajar la guardia...

Hizo gestos de saludo en la lejanía a los dos compañeros que parecían acercarse, a ver si les respondían de igual modo...

Mientras regresamos reviso los papeles que firmó aquel extraño anciano.

"Sir Reginald de la Menta... ¿será un título hereditario?", reflexiono sobre ello para luego fantasear sobre el que ahora es MI plantación de la menta (ignorando que el documento que le hice firmar no tiene ninguna validez legal).

Salgo de mis pensamientos cuando veo a dos figuras humanoides acercarse a nosotros, envueltos en un gran remolino de huesos. Instantáneamente eso me causa un mal rollo, y de forma instintiva le doy un empujón a Tony hacia "eso".

- ¡Tony, encárgate tú de eso, que yo ya he muerto antes y tienes ese maravilloso palo! - le espeto antes de salir pìtando, dejando atrás a mi compañero de una forma muy cobarde.

Corro todo lo que puedo dejando atrás a mi pequeño y gafado compañero barbudo, aunque unos segundos después me voy deteniendo poco a poco.

"Un momento... un torbellino de huesos... ¿huesos? ¿Acaso eso no será cosa de Arnolfus, mi nigromante preferido?"

Me detengo el todo y miro hacia esas dos figuras, preguntándome si serán Arnolfus y Kromi siendo víctimas de un conjuro que salió mal (para variar).

Al llegar a alcance de voz, se puede apreciar como una de las figuras ha roto el contacto (salido por piernas), mientras que la otra mantiene bizarra pose palo en mano...

-Chicos, ¿sois vosotros?  -Les grito... si dicen que NO, obviamente, es que no son ellos...

Ya más cerca, sí, son ellos, seguro... es más... tiene pinta de que actúan normal y todo... Jodidos huesos que no me dejan ver...

-¿Podéis decirnos algo para verificar que sois quienes debéis ser?

Arnolfus se acercó y haciendo uso de sus capacidades nigrómaticas creó un escudo de huesos para ambos -¡haaa!- Exclamé de forma muda contemplándolo emocionada -¡que chulo!- le felicité antes de aceptar su ofrecimiento y coger su mano. Miré de nuevo a la Sheriff pero parecía que ella ya había tomado su propia decisión -entonces... nos vemos en un rato- me despedí antes de devolver la mirada a mi compañero y con una sonrisa asentir en señal de que podíamos partir a por nuestros compañeros -espero que estén bien...- seguía preocupada, pero ver aquella pasada de hechizo me hizo sentir más tranquiña-

¡Eh! parece que están bien- grité señalando hacia el resto de nuestro compañeros aunque de pronto uno se esfumó -¡¿como que encárgate de "eso"?! ¡que cruel!- me quejé soltando la mano de Arnolfus para gesticular en señal de disconformidad hacia aquel comentario, entonces con un tono más bajo y tranquilo me dirigí al nigromante -deben ser ellos, ha dicho que ha muerto y ahí está, no creo que "los malos" lo sepan como para engañarnos con eso ¿no?- expliqué haciendo referencia a las palabras de Barret, la otra opción era que los malos pudiesen adoptar la forma de otras personas y que tras ver que alguno de nuestros compañeros moría y resucitaba lo estuviesen usando para engañarnos... pero de ser así eran también muy buenos actores -si quieres puedo tratar de invocar una zona de la verdad, allí no podrían mentir a cerca de nada, tampoco sobre sus identidades- ofrecí si así se quedaba más tranquilo.

Tony achinó los ojos al ver el muro de huesos que se acercaba.

¿Pero qué puñetas es eso?- Se giró hacia Barret a ver si su compañero sabía algo, pero cuando se quiso dar cuenta, había desaparecido.

Con el palo en mano y alargandolo para que se llevase los posibles golpes, mantuvo las distancias

Ante la pregunta de "Sois vosotros", el barbudo hombrecillo se mesó la barba pensativo

Si no fuera yo, ¿Quién sería? - pasa a rascarse la cabeza- Yo soy yo, supongo. Y él es él- Señala a un lejano Barret que se ha quedado quieto.- Así que, sí. Nosotros somos nosotros. -Asiente orgulloso de su gran deducción.

¿Y vosotros quienes sois?- Una vez más se queda pensativo- Espera...Si nosotros somos vosotros. Entonces vosotros sois nosotros- Señala a los dos que se esconden detras de los huesos. -Pero nosotros, somos nosotros. -Se señala a sí mismo. -Entonces vosotros sois vosotros. -Se le cae el palo al suelo mientras empieza a hacerse un lío con los dedos que señalan. Tras unos segundos con una cara de concentración tal que se empieza a poner rojo, termina por añadir.

No. No somos vosotros. Vosotros sois vosotros. Nosotros somos nosotros- Asiente finalmente convencido.

-Vale son ellos, creo que no hará falta un conjuro...

La elocuencia de Tony le había convencido, a la vez que el comentario de Kromi

-... pues al lanzarlo sobre Tony, me temo cualquier efecto inesperado

Con un gesto con las manos, tipo "quita, tuuuuuso", y unas palabras arcanas ("-A la mierda") los huesos variados que revoloteaban alrededor del duo de usuarios de las fuerzas arcanas (si, decir "magos" sería más conciso, pero recreémonos en la prosa...), se convirtieron en fino polvo, que se lo llevó el viento y tal....

-Bien, estamos todos entonces... La Sheriff se ha quedado examinado el contenido del granero... Fuí yo primero allí, pero había trampas... y me mataron... Resucité full-nude-uncensored al lado de mi cadáver; por eso podéis ver que mis ropas tienen manchas de sangre y un par de agujeros. Luego entré al jodido granero, y está lleno de objetos robados. Tenemos la guarida del ladrón, y ahora, asesino de mí mismo. De hecho, me he guardado mi cuerpo serrano afiambrado, en la dimensión del Más Allá de Cuenca, como recuerdo y por si hace falta un testigo en caso de juicio, pero como le ponga las manos encima, el que puso las trampas no llega al juicio.

Si, la vida es dura, como un lunes sin porras en el desayuno...

-Y vosotros, ¿que tal?

Tony escucha al nigromante y cuenta su versión de los hechos

Niehh.. No mucho. Hector se puso a abrir la puerta en sigilo, pero no en sigilo precisamente acabo empalado por una trampa. Apareció tambien como su madre le trajo al mundo... y casi literal, no tenía ni un solo pelo en el cuerpo, me pregunto si no pasará frío por las noches- se mesa la barba pensativo- En fin. - Se encoge de hombros y prosigue- Escondimos el cuerpo debajo de la casa y entramos a ver que se cocía dentro. Pero estaba vacía salvo un viejo decadente que no hacía más que firmar al aire.

Pero alguien más debía de haber en la casa o en los alrededores, pues la comida aún estaba caliente. La cual por cierto, estaba bien buena, todo sea dicho.

Oh si, Hector tiene unos papeles para hacernos dueños de la propiedad. A ver si así atraemos al ladón a una celada.

Se confirma que son Arnolfus y Kromi. El primero también ha conocido la muerte, por otra trampa cómo no. Está claro que a los mejores nos pasa lo mismo.

Al parecer ellos fueron los afortunados en encontrar el botín del ladrón (ay, si lo pillara yo...), y Tony explica lo que averiguamos y mi "treta", y enseño el documento, que refleja claramente que yo me quedo con la mayoría del negocio.

- No os fijéis en el porcentaje, sino en que con esto podemos tenderle una trampa a ese maldito ladrón - maldito porque no me ha dejado ni las migajas - Y también tenemos unas autorizaciones de venta de menta firmadas que podría interesarle mucho a la sheriff.

Enseño los otros documentos y espero a ver qué comentan.

- Por cierto, Arnolfus, ¿crees que te servirá de algo mi cadáver? Siempre y cuando no lo utilices para algo que pueda dañar... mi imagen... o a mí mismo... ya sabes, nada turbio o que me deje en mal lugar.

... atendiendo a la petición de Barret...

-Si te soy sincero, restos humanos nunca faltan; además que se invocan del "otro mundo", y aparecen a voluntad... pero cadáveres frescos, ya abundan menos... y lo malo es que se fastidian rápido... El mío lo he preservado; puedo hacer lo mismo con el tuyo: si el hechizo sale, que no siempre sale..., queda sellado a baja temperatura, y en el lugar en que se hunde hasta la dimensión paralela donde quedará hasta que lo invoque, florecerán unos bellos gladiolos... Sí, el que inventó el conjuro se lo curró... Para usar su cuerpo, como realmente eres tu... deberías estar cerca del mismo para poder lanzar el conjuro... lo digo por si hace falta.. emm... usarlo como zombi.

...

-Siempre y cuando no se deteriore demasiado en este rato, claro.... Bueno... eso ya cuando nos vayamos, si quieres, me encargo del sepeli... de guardar el cuerpo. De momento... ¿Buscamos a la Sheriff?, ¿Arrasamos este lugar en un arrebato de furia destructiva? ¿Esperamos a que venga el joput... perdón, que hay una dama delante... el tío ese?

Cuando salió de nuevo el tema sobre los desnudos quedé petrificada y ligeramente enrojecida, cosa que solo empeoró cuando Barret estableció su única cláusula para ceder su cadáver a Arnolfus, pues, mientras lo decía algunas imágenes al respecto rondaron mi mente, por suerte aquello no duró mucho y pude recobrar la compostura para cuando el nigromante decidió cortarse por mi presencia -n-no te preocupes, he escuchado cosas peores- dije con un ligero tono de nerviosismo -sobre esos papeles...- pronuncié entonces dirigiéndome a Barret, solo había escuchado por encima sobre ellos pues mis pensamientos se habían centrado en otro tema pero... -me temo que no deben tener mucha validez, Naldda y yo encontramos los cuerpos de quienes creemos eran los verdaderos propietarios del lugar- expliqué -en el mejor de los casos espero que no te metan en un apuro- expresé al darme cuenta de que quizá podrían ser más un problema que una bendición, por otra parte, si le salía bien, al menos no tendría que preocuparse demasiado por la plantación, iba a tener nutrientes para una temporada con tanto cadáver.

-Naldda sabe cuidar de sí misma, pero puede que esté preuocupada por nosotros- expresé con demasiado optimismo dado que prefirió quedarse a inspeccionar que asegurarse de que Barret y Tony conservaban su integridad física -además siento una cierta curiosidad por ver si guardaban algo más que simples muebles robados en aquel lugar- admití.