Partida Rol por web

RUINAS

LA VEGUERÍA

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18/07/2014, 20:48
Dolor

Alto, fuerte, blanco como el marfil. Mirada tan inquisidora como inquietante ─dolor sonríe ─¿Ya sabéis de quien os hablo no?. Si, Efraím, el albino de los cojones. ─Todos conocéis al albino. Es la mano derecha de Frank, el segundo hombre más temido de la guarida. Su presencia es aterradora a la par de hipnótica.

Nos la ha jugado capullos: mientras estampabais el puto camión contra mis puertas se ha colado como una sombra blanca y se ha largado con la chiquilla. Frank os ha utilizado. ¡Putos gilipollas!. ¿Sois su putita? ¿Eso sóis? ¿Una putita barata e inservible? ¡qué os den por el culo! ─entonces mira a Colt ─¿has perdido la mitad de tus hombres y motos por un espejismo tío?. Hay que joderse...

 

─A veces le envidio ─dice refiriéndose a Frank ─ese cabrón es listo. Si señor, he de reconocerlo. Os ha utilizado como una simple y barata distracción y sólo le ha bastado un hombre para quitarme a la niña. ¡Ja! ¡Qué hijodeputa!.

 

─Pero esto no quedará así, no no no, ¡no señor! ─aleja el escalpelo del cuello de Caleb. Su mano tiembla contrariada.

─Yo no puedo, por ahora, ¡pero joded a ese cabrón de mi parte!.

─La chiquilla no es mi hija, eso al menos lo sabéis ¿no?.

─Jajaja, vaya, sóis más tontos de lo que pensaba ─se responde al ver vuestras caras estupefactas.

─La pequeña es hija de Betsy y "el viajero Holandés". ─vuelve a mirar a Colt ─¿esa putilla no te lo ha contado? ¡Jajaja!, vaya tío, piensa más con la cabeza y menos con la polla colega, porque te la ha metido bien doblada.

 

De pronto su rostro se vuelve rígido, inexpresivo: ─Bueno que, ¿os largáis de una puta vez o rajo el cuello de vuestro colega?.

 


 

No entendéis una puta mierda.

¿Frank tiene a la niña?
¿Ésta ni si quiera es hija de Dolor?
¿Quién cojones es "el viajero holandés?
¿A que se refería Dolor cuando habló sobre Betsy con Colt?

Lo que si tenéis claro es que Dolor no va a contestar más preguntas.
De hecho, el trato sólo era decir donde estaba la niña y ya ha hablado más de la cuenta.

Yo de vosotros saldría cagando leches de ahí...

 

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20/07/2014, 23:10
Cash

Cash nota como si algo se rompiera dentro de su cabeza al oír la declaración de Dolor. No entiende nada... ¿Para qué mandar al albino si de todas formas le íbamos a dar la niña? ¿No se fía de nosotros? ¿Acaso Efraím va por su cuenta?

Joder que puto dolor de cabeza...

Cash coge una de las motos de uno de los moteros caídos de Colt, no para robarla, sino porque son demasiados los caídos y alguien tiene que llevar las motos. También coge el cuerpo del motero correspondiente, poniéndolo atravesado delante de él. El semblante serio, no deja de darle vueltas a todo el tema sin acabar de comprender la situación.

Hay algo que se nos está escapando... Mierda. Esto no tiene ninguna gracia.

En silencio, arranca la moto y se aleja como si fuera uno más de la banda de Colt. No puede pensar, necesita dejarse llevar. Que por una vez sea Colt el macho alfa. En su huida se fija en el cadáver de Cristoph.

Que le jodan, espero que Dolor se divierta con él.

La cárcel es un punto en el horizonte. Ahora el problema es otro.

Nadie me toma el pelo. Alguien va a pagar por esto...

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23/07/2014, 12:41
Calamity

¿Que ha arriesgado su vida para acabar así? Cuando salgan de ahí se va a cargar a Cash. Le va a dar la paliza de su vida por haberles internado en esa puta prisión para recuperar a una puta niña para que Frank pueda hacer lo que le venga en gana con ella. 

Y de paso, le dará la paliza de su vida al puto albino de los cojones. Metiéndose en misión donde no le llaman y totalmente controladas. Sí, está cabreada. Mucho. Tiene heridas hasta en las pestañas y ha gastando su valiosa munición en esa puta redada.

Sigue el ejemplo de Cash y monta en una de las motos caídas de la banda de Colt y se lleva uno de los cuerpos. ¿Cuántos perros habrán caído? Sin duda, Colt es el que ha salido perdiendo de todo eso.

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23/07/2014, 15:35
Cash

Mientras cabalga en la moto, Cash tiene un flashback de las palabras de Dolor:

mientras estampabais el puto camión contra mis puertas se ha colado como una sombra blanca y se ha largado con la chiquilla

Mierda... Tal vez no ande lejos. Va cargado con la niña, eso debe de hacerle ir más despacio.

Cash deja caer el cuerpo del motero y da un giro de 180 grados, acelerando y volviendo en dirección a la cárcel, pero en vez de entrar, la rodea buscando marcas de rodadas que le indiquen en que dirección ha huido el albino.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Intento CALAR LA SITUACIÓN no se si vale, pero es lo que más se aproxima, supongo. Quiero localizar la vía de escape del albino, y si es posible, hacerle confesar.

Como el resultado es 10, elijo:

¿cuál es mi mejor ruta de escape/de entrada/alternativa?
¿qué debería estar buscando?
¿cuál es la verdadera intención de mi enemigo?

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24/07/2014, 14:23
Max 'el loco'

¿Calar la situación dices?

Nah, tío. Te daré algo mejor.
Tu eres un tipo listo al que no se te escapa nada.

¿No lo ves? ¿no ves esas marcas ralladas en el suelo?
¿Las reconoces? ¡claro que si!

Son las ruedas del coche de Max tío, el conductor de Frank.

Un puto V8 Interceptor que traga como la mejor de las putas y escupe fuego por el culo.

No le daréis alcance. Lo tienes claro...

...y van directas a La Guarida.

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24/07/2014, 14:27
Cristo

LA GUARIDA

 

No tardasteis en ver las luces de La Guardia luchando contra las estrellas para ver quien brillaba más.

Al acercaros podía comprobarse con claridad que La Guarida era el edificio mejor conservado de toda la periferia, sin apenas grietas o boquetes que arañasen sus muros llenos de pináculos. Su imponente amplitud se alzaba sobre la devastación del paraje y abarcaba toda una isla cuadrangular del antiguo plano metropolitano. En algunos puntos de su perímetro aún se podían observar restos de farolas o incluso lo que debió de haber sido la bóveda acristalada de una pequeña estación de autobuses. El original cobrizo de las paredes hacía tiempo que terminó sustituido por el característico tono gris a suciedad y abandono. Durante el día, la luz no traspasaba ni una de las ventanas o cristaleras de toda la fachada exterior, tapiadas íntegramente por gruesos capisayos de argamasa.

Al deteneros ante el gran umbral de la entrada oistéis con claridad el clamor y los vítores. Parecía como si allí dentro la gente hubiera enloquecido. Sus ovaciones transportaban un frenesí de excitación, como si estuvieran alabando un acto salvaje y despiadado. Desde luego, no era algo muy común, aunque en un principio no le distéis mayor importancia; seguro que el origen sería alguna pelea entre dos residentes borrachos.

Cash alzó el puño y golpeó el portón. Esperó. Pasado un minuto volvió a insistir. A la altura de su cabeza se deslizó de repente una rendija estrecha y rectangular. Unos ojos inyectados en sangre asomaron desde el otro lado y lo estudiaron de arriba abajo.

Cash aguardó en silencio el chequeo, hasta que la ranura volvió a cerrarse con un chasquido seco.

Le abrió la puerta un hombre delgado y alto. Su camiseta lucía una repugnante combinación de manchas de sudor y sangre. Jadeaba, y con una mano estaba terminando de abrocharse el pantalón. Como una ola arrasadora, el aullido del gentío en el interior os llegó claro e intenso.

—Pasad —os indicó enseguida el guardia con tono malhumorado, como si lo hubiera interrumpido en algo importante y no quisiese perder más tiempo.

Accedisteis sin mediar palabra.

El vestíbulo de la entrada permanecía oscuro, como de costumbre, y el olor viciado a secreciones y suciedad orgánica era asfixiante. En el extremo opuesto había una puerta abierta que daba acceso al núcleo de la ciudadela, por donde se colaba una luz cegadora. La algarabía provocada por el gentío procedía de allí, y en seguida se le unió el sonido característico de dos metales al rozarse, como si alguien al otro lado estuviera afilando una espada gigante.

Fue cuando efectuastéis los primeros pasos en dirección a la luz cuando os percatasteis de la presencia de la joven, que yacía tendida sobre el empedrado del vestíbulo. El tiempo pareció ralentizarse cuando entrecruzó su mirada con la vuestra. Vestía con harapos destripados que se sacudían por los fuertes espasmos de su cuerpo. En otro momento, probablemente  la habriais considerado una chica atractiva, pero ahora tenía la mejilla tan hinchada y cortada que su rostro se había deformado hasta el punto de hacerla parecer un monstruo. Dos regueros de sangre caían de su boca titilante y sus oídos; otro aún mayor le manchaba toda la ingle. Aquel animal la estaba violando segundos antes de abriros el portón. Estaba tan asustada que al veros ni siquiera se atrevió a deciros nada, tan sólo a buscar cierta compasión en vuestros ojos, a imaginar que reconociais y os apiadaba de su desgracia. Eso fue lo único que, tal vez, la ayudó a soportar el dolor y la humillación durante aquel fugaz momento.

—¿Qué cojones mirais? ¿Tenéis algo que decir? —bramó el guardia a vuestra espalda. Su tono le llegó cargado de desafío—. ¿Es que también os apetece follárosla? ¡¿Es eso?!

 


 

Calamity, creo que ese cabrón no ha dejado de mirarte el culo desde que te ha visto.

Cash, se que tienes ganas de rebentarle la boca a ese hijo de puta, pero ya sabes lo que pasa cuando le tocas las pelotas a Frank y a los suyos ¿no?.

Y a ti todo esto te la trae floja, ¿me equivoco Colt?.

No hay nada que hacer por ella Caleb, y lo sabes. Ya es un cadaver.

 

¿Y bien? ¿Seguís vuestro precioso camino como si nada o pensáis hacer algo al respecto?.

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24/07/2014, 15:57
Colt

Tengo los huevos al plato. Me jodieron muy bien o hay algo que se me pierde. Mis hombres están desperdigados por todo el lugar. Es hora de irnos a la mierda, se acabó aquí y hemos perdido mucho más de lo que ganamos.  Ahora todo indica que la pendeja está en La Guarida, la puta madre. Por mis huevos que esto no queda así. Miro a los rabiosos que han sobrevivido, ya no tiene caso arrastrarlos conmigo. Indico que vuelvan al campamento con nuestros muertos y nuestras cosas. No me importan particularmente los cadáveres de perros, pero quién sabe qué puede hacer ese hijo de puta de Dolor con ellos.

Hago rugir a Azote por el camino sin la banda, es hora de que arreglemos esto o hacerse matar en el camino. Al llegar al escondite de Frank nos dejan pasar, de apuro, eso seguro, porque si el guardia me mira dos veces, me reconoce y estamos fritos. Pero no, una muñeca muy maltratada es la distracción, se lo agradezco y espero que siga distrayendo al matón al menos hasta que yo haya pasado de largo.

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24/07/2014, 16:52
Cash

¿Piedad? ¿Compasión? Hace mucho que dejaron de existir en este puto mundo. Todo ello desapareció cuando lo hizo la civilización. Cash mira a la joven sin inmutarse, en su rostro una mirada de indiferencia. Probablemente ya estaba muerta en el mismo momento de nacer, aunque ella no lo supiera. Este mundo se traga  los débiles, y ella lo es.

No soy un jodido caballero andante. En el mundo siempre habrá débiles y oprimidos, y nadie me ha pagado para salvarle el culo a esa victima. Salvarla no reportaría ningún beneficio y si muchos problemas. Cash mira a Calamity de pasada, es inevitable una comparación. Seguro que este subnormal no hubiera tenido tanta suerte si esa zorra se hubiera parecido mínimamente a Calamity. Probablemente ahora estaría clavado en un palo con los huevos arrancados de cuajo metidos en su apestosa boca.

No tengo tiempo para perder con gilipolleces ni con subnormales.

-No gracias, nos esperan. -Las palabras son dichas sin entonación, sin mirar a los ojos ni dar importancia al sujeto, dichas de pasada mientras se avanza en una dirección concreta.

Dejo al imbécil con su diversión. Supongo que mantener el orden dentro de estos muros es cosa de Frank, no mía. Ahora mismo me interesa mucho más otra cosa. ¿Por qué? Bueno, tal vez eso sea irrelevante. La verdad es que no me importa demasiado quien o porque. Lo que si me interesa es que nos hemos jugado la vida para robarle la cría a Dolor y que gracias a nosotros el Albino se hizo por ella. Por lo que a mi respecta, hemos cumplido nuestra parte del trato y merecemos nuestra recompensa. Lo demás me da igual...

Cash se encamina decidido a hablar con Frank.

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24/07/2014, 22:44
Caleb

Hay una zona de tu cuello que probablemente no necesites afeitarte nunca más: el sitio donde Dolor pasó su cuchillo, como un recordatorio oxidado del enorme montón de mierda que os acababais de tragar.

Sientes varias cosas y en tu cabeza las divides en grupos, las clasificas en montones. Miedo. Rabia. Ganas de volver a tu clínica, de buscar solaz en Ying y Yang. Ganas de hundir una cuchilla oxidada en el cuello de algún otro.

Luego los loas te hablan de las vidas que, como una siega, se yerguen y caen en el páramo. Del psíquico, incapaz de prever su propia muerte. De Dolor, prisionero en su propia cárcel inexpugnable. De una niña que quizá tiene frío, hambre, que sangra o que quizá vaya a crecer para convertirse en la destructora de todo lo que conoces. 

Es igual, dicen los loas. Merece la pena correr a favor del agua. Y lo que ha de ser, será.

Con paso unánime, sigues a Cash y pides a los loas por el alma de la muchacha que, como protagonista muda de un velorio, adorna tu camino.

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26/07/2014, 10:56
El Maestro de Ceremonias

Notas de juego

Espero por Calamity y seguimos.

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26/07/2014, 12:43
Calamity

Sí. Sabe perfectamente como funciona ese mundo y que los fuertes se tragan a los débiles, pero ese hombre no es fuerte. Ese hombre es el peor de los cabrones que ha podido conocer. Está al nivel del loco de los Nocturnos, y eso que el muy cerdo se estaba follando a una muerta mientras espera a sus amadas mascotas.

A aspectos técnicos, la pobre chica ya está muerta porque toda esa sangre por sus orificios solo puede significar que a parte de violarla ha lucha por defenderse y el muy cabrón le ha reventado la cabeza para someterla. Esa es la única cosa que necesita para saber que la chica ha sido una luchadora. Le hace un gesto a los demás para que avancen mientras se acerca al tipo con una mirada y una sonrisa insinuante.

-Con ella no quiero nada, pero ¿seguro que no quieres pasártelo bien conmigo? He visto como me miras el culo - en realidad, le da asco que ese tío se fije en su culo o en cualquier cosa de las que tenga, pero la venganza es un plato que se sirve frío y Cristo no se saldrá con la suya.

Con un gesto estudiado, se le puede ver el canalillo e insinuar lo que puede haber más allá de la ropa. Meterle una bala en la cabeza es lo más desea hacer en ese momento... eso, o cortarle los huevos. Le dará más satisfacción lo segundo.

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27/07/2014, 10:27
El Maestro de Ceremonias

Vaya vaya... la zorra peligrosa tiene su corazoncito...
¡Qué sorpresa!
Aunque en realidad sabía que con esto te tocaría la "fibra sensible".

Pero, me tienes algo confundido, y creo que a Cristo también
¿Qué pretendes Calamity? Y hablo de movimientos:

¿Te pones agresiva?
¿Quieres tomar algo por la fuerza? ¿sus pelotas?
¿Estas intentando seducirle o manipularle?

¿O acabarás haciendo como tus colegas y pasando de largo?

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29/07/2014, 23:22
Calamity

Una vez que lo tiene confundido, porque ¿qué tía en su sano juicio se iba a acercar voluntariamente a un cerdo como Cristo? Alguien como Calamity no, seguro. Pues sí, una vez lo tiene donde quiere, le coge las pelotas, que no son muy grandes, la verdad, y cierra el puño. Y no, no va a darle placer alguno aunque eso sea lo que le parezca a Cristo que quiere hacer porque lo que de verdad quiere es arrancárselas y hacérselas tragar como habrá hecho con esa chica. 

Y no se irá de ahí hasta ver como se ahoga con sus propias bolas y se desangra lentamente. No tendrá oportunidad de llamar por ayuda. Ya se lo encontrarán cuando vayan a buscarlo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vamos a tomar por la fuerza sus pelotas, a arrancárselas y a dárselas de comer... a ver si no saco mala tirada XD

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30/07/2014, 19:50
El Maestro de Ceremonias

Notas de juego

CALAMITY

Estaba revisando el reglamento para solventar la situación que tenemos entre manos y he encontrado esto:

ACTUAR VIOLENTAMENTE

Tomar por la fuerza está reservado estrictamente para peleas, momentos en los que los PJs actúan con violencia contra otros capaces de defenderse. Si la situación no permite un intercambio de golpes, ataques, o un mano a mano, no es tomar por la fuerza.

Ponerse agresivo es un movimiento más general. Es para amenazas directas en las que el jugador puede y está dispuesto a dejar paso a la violencia. La víctima puede o no ser capaz de defenderse, eso no importa; lo crucial es que la victima aún no esté defendiéndose. Podría implicar o no violencia preliminar, como llamar la atención de la víctima y dejar claro algo importante, ambas cosas son posibles. Podría ser simplemente que uno de los personajes quiere matar a la víctima sin darle oportunidad de defenderse.

Intimidar cuenta como seducir o manipular, usando la amenaza de violencia como ventaja. Es válido que le preguntes al jugador si el personaje está intentando intimidar antes de dejarle hacer la tirada.

Teniendo el cuenta tu post creo que lo más acorde es (al menos en primera instancia) Ponerse agresivo. Tendré en cuenta el resultado de tu tirada, así que:

Con 7-9 pueden elegir entre las anteriores (obligarte a que vayas más alla de tus palabras asumiendo las consecuencias, o achantarse y hacer lo que quieres que hagan) o una de estas:
· apartarse de tu camino.
· atrincherarse en un lugar seguro.
· darte algo que crean que quieres.
· retirarse despacio, con las manos donde puedas verlas.
· decirte lo que crean que quieres saber (o lo que quieras oír).

Cristo elige apartarse de tu camino. En breve actualizo.

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30/07/2014, 22:16
Cristo

Cristo era un sádico hijodeputa, pero no era gilipollas. Supo apreciar el peligro en la mirada felina y las suaves palabras de Calamity. Aquella era una Zorra Peligrosa y Cristo lo sabía.

─Tranqui, tranqui. Ahí la tienes ─empujó con la punta de su bota el cuerpo de la muchacha ─toda tuya. Ya he acabado con ella de todas formas ─dibujó en su rostro una risa maliciosa antes de perderse tras una puerta secundaria parcialmente oculta en aquella penumbra.

Aquel marica se perdió entre las sombras como la puta rata que era...

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30/07/2014, 22:19
El Maestro de Ceremonias

Los impactos del metal al otro lado chirriaron más fuerte que antes, lo que desencadenó que las gargantas de la gente volvieran a clamar con ímpetu salvaje. El ensordecedor clamor de los habitantes de La Guarida rugían al otro lado de la puerta donde se encontraba el gran patio interno. Había que pasar por allí forzozamente para ir al refugio de Frank...

 


 

Jugaremos a un jueguecito...

¿Conocéis lo de la pajita más corta?
Pues aquí tengo tres pajitas, y quién elija la más corta cruzará primero la puerta.

A ver a ver...

¡Bingo Caleb!
Te ha tocado la pajita más corta.

- Tiradas (4)
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30/07/2014, 22:24
Gedeón

Al Ángel le golpearon la cabeza con fuerza. Caleb no pudo esquivar el impacto porque, sencillamente, no lo vio llegar. Con ese primer estallido de dolor sintió la sangre tibia brotarle de la sien y deslizarse por encima de sus párpados. Su campo de visión se enrojeció. Bajo una asfixiante ola de caos y destellos, las piernas le flaquearon. Al menos cuatro manos lo sujetaron por los hombros y las axilas y le quitaron sus pertenencias. Tuvo la sensación de que todo sucedía muy rápido. Empezaron a arrastrarlo hacia algún lugar que se manifestó frente a él como una gran mancha gris que no pudo interpretar. Los pies le friccionaron contra el suelo mientras a su cabeza, laxa, le llegaron los vítores despiadados de una multitud incalculable de hombres y mujeres que se estremecieron de placer al ver su sometimiento.

Todos conocíais bien la estructura interna de la Guarida. Su entresijo se asemejaba a una muela podrida y carcomida por la caries. Las personas que se afincaban allí dentro ocupaban prácticamente cada metro cuadrado de sus retorcidos pasillos, habitaciones de luces trémulas y oscuros negocios tras las puertas más recónditas. El gran patio interno era el punto neurálgico del lugar. Justo encima de él, a lo largo y ancho de la inmundicia que se generaba en las alturas, malvivía la gente que no poseía una habitación propia en los pasadizos de viviendas; se alimentaban y dormían como podían sobre decenas de entoldados y plataformas de hierros entrecruzados. Y bajo la sombra de aquel laberinto de metal y basura industrial, en la misma superficie del patio, se ubicaban los bazares y la palestra.

La palestra… Lugar en el que se llevaban a cabo las muertes y escenas más atroces. Caleb tardó varios segundos en recuperar por completo la consciencia. En cuanto alzó la vista y se descubrió sobre la pasarela que daba acceso a la enorme jaula de hierro, intentó frenarse en un acto de inútil rebeldía, pero sus captores reaccionaron y lo contuvieron con más severidad. Al resto os llevarón a una especie de palco enrejado desde donde se podía contemplar el espectáculo.

Desde el instante en que puso el pie en el patio interior, Caleb entendió qué día era aquél. Uno muy macabro que no seguía ningún orden ni lunario; se celebraba cada vez que sobraban visitantes y escaseaba la comida, lo cual lo convertía en un acontecimiento del todo fortuito. Habiais oído hablar de él repetidas veces. Popularmente era conocido como Día de la carne.

—Dios Santo… —murmuró el Ángel horrorizado al conseguir enfocar por fin la mirada.

El verdugo del interior de la Jaula tenía la cara tan deformada por los cortes y cicatrices que apenas se le distinguía la nariz de la boca, cuyos labios mutilados dejaban al descubierto las encías y una dentadura sumamente deteriorada que le confería un aspecto atroz. Rascaba de forma impulsiva algo parecido a un machete sucio contra los barrotes, una y otra vez, lo que provocaba una lluvia frenética de chispas. Desde arriba, dos potentes focos iluminaban la arena bajo sus pies y exhibían las heterogéneas manchas de sangre que la cubrían. Algunas personas reclamaron a gritos que terminara con la vida de aquel desgraciado. El verdugo no era otro que Gedeón...

—¡CÓRTALE EL MUSLO! —chilló uno—. ¡LA LENGUA!

—¡TENEMOS HAMBRE! —rugió otro.

En el centro de la Jaula, el rostro pálido de un hombre medio desnudo y caído de rodillas reflejaba el rictus de un dolor inmensurable. Su brazo izquierdo le colgaba inerte; había sido desgarrado a la altura del hombro, de cuya herida manaba sin freno un torrente de sangre. Era un viajero, sin duda. Uno que, al igual que vosotros, escogió un mal día para dejarse caer por allí. Doblegado por el dolor, lloraba y chillaba algo en un idioma que no podíais entender y que los espectadores allí presentes no se molestaron en intentarlo. Se había orinado y defecado encima, y ni siquiera eso parecía importarles. Tan sólo esperaban, impacientes…

Los gritos de aquel tipo pidiendo clemencia se perdieron entre las miradas de la muchedumbre. Mientras, Caleb luchaba en vano por liberarse del yugo de los dos tipos que lo sometían, pero éstos parecían torres a su lado. Todo aquello sobrepasaba el límite de su cordura—. ¡Soltadme! ¡Soltadme, hijos de puta! ¡Maníacos de mierda!

Era inminente: iban a sacrificar a aquel tipo y a ejercer el canibalismo, igual que harían con Caleb justo después. Aquello le hizo sentir pánico, verse vulnerable hasta un extremo difícil de encajar. Aquello era la puta ruleta rusa. Quien cruzaba aquel umbral en el momento inoportuno era el siguiente.

El desfigurado anduvo con lentitud hacia la víctima, como si saboreara con excitación el momento. Se detuvo y alzó su machete. El viajero clavó sus ojos desorbitados en él. Su aliento quedaba entrecortado por el llanto. De pronto recibió una brutal estocada que le partió la clavícula en dos con un crujido seco. El tremendo tajo hizo que brotara un abundante chorro de sangre. Antes de que el cuerpo se desplomara hacia adelante, el verdugo lo sostuvo con su bota sobre el pecho y efectuó otra acometida transversal. La cabeza se desprendió y rodó varias veces sobre el suelo. Fue a detenerse cerca de la reja, donde mostró un semblante descompuesto e irreal que recordaba al de un muñeco de cera.

El gentío rugió de nuevo, hambriento. Anhelaba el momento en que el tipo fuera despedazado por completo para repartírselo.

El desfigurado, por su parte, caminó hasta la cabeza inerte, se detuvo frente a ella y la estudió con fijación, como si fuera una cautivadora obra de arte. Hincó la rodilla en el suelo y la agarró por el pelo. Luego extrajo un cuchillo de su cinto. A pesar de quedar de espaldas a Caleb, éste contuvo un grito ahogado al imaginar lo que aquel psicópata estaba a punto de hacer: como si serrara un tronco de madera, con total frialdad empezó a maniobrar sus brazos de forma brusca e irregular. Una vez terminó, se llevó las manos a la cara y a Caleb le pareció que se la frotaba. Inmediatamente después, se levantó y alzó los puños en un gesto triunfal. El rostro mutilado del viajero, cuya cabeza se había transformado en una pulpa de músculos desnudos de piel, se adhería ahora al del verdugo como una máscara monstruosa que le daba el aspecto de un auténtico engendro de pesadilla. La sangre le caía por los hombros y le bañaba el cuerpo de rojo. En ese momento lanzó un berrido animal que fue alimentado por los vítores desenfrenados de su público.

—¡Estáis locos! ¡Estáis todos locos, joder! ─mascullaba el Ángel.

El gentío del patio volvió a enmudecer. Los gritos de Caleb eran lo único que rompía el silencio. Nadie parecía escucharlo. Como si pertenecieran a otro mundo, uno mucho más dantesco y demente, aquellos cientos de ojos que lo observaban hambrientos tan sólo veían en él la próxima pieza de carne.

Uno de sus captores abrió la puerta de la Jaula y, mientras el segundo aprovechaba para recoger el cuerpo inerte del viajero, lo echó dentro de un fuerte empujón.

Caleb se dio de bruces contra el suelo y tragó parte de la arena que se había colado en su boca. Tenía una textura amarga y asfixiante.

—Fijaos… éste no está tan delgado —murmuraba uno del populacho.

La puerta de la Jaula volvió a cerrarse con un chirrido estridente. Caleb trató de incorporarse, pero entre el golpe que había sufrido antes en la sien y el desgaste del viaje se encontraba demasiado aturdido. La luz de los focos lo cegaba, por lo que la interceptó como pudo con el antebrazo. Para cuando consiguió estabilizarse, de rodillas, se topó con la mano áspera del desfigurado, que lo agarró por la mandíbula con rapidez. Sintió la fuerza de sus dedos girarle la cabeza de un lado a otro. Tras los orificios de su asquerosa careta pudo distinguir dos ojos perturbados y hundidos que le estudiaban meticulosamente los rasgos faciales.

 


 

Bienvenidos a La Guarida, cabrones.

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30/07/2014, 22:39
Cash
Sólo para el director

¿Hay algo que pueda hacer yo por Caleb? ¿Ponerme agresivo? ¿Tomar por la fuerza? ¿Acojonarlo o coaccionarlo para que cambie de victima usando mi reputación?

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30/07/2014, 23:05
El Maestro de Ceremonias

Notas de juego

El día de la carne está muy por encima de tus capacidades. Piensa en ese gentío eufórico. Tendrás que estrujarte MUY bien la cabeza y darme algo bastante coherente e interesante si quieres ayudar a tu colega...

...y yo no te voy a dar ninguna pista :).

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30/07/2014, 23:06
Caleb

La luz horada tus ojos como un cuchillo hundiéndose en el agua.

La sangre mana de tu cabeza y sabes que, con tu instrumental y tiempo suficiente, sanaría perfectamente.

No va a ser posible.

Tras los barrotes escrutas el entorno. Es mejor sentarse, con las rodillas a los lados, e ignorar el rugido del circo sangriento. Es mejor mirar más allá, buscar una salida.

- Tiradas (1)

Notas de juego

· ¿cuál es mi mejor ruta de escape/de entrada/alternativa?

(Calar una situación)