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La batalla de isla de Rota había terminado, pero la guerra no había hecho más que comenzar. Este fue el destino de la tripulación del S-33:

Capitán Sawyer

Dolido por la pérdida de su hijo, a pesar de la victoria, navegó con sus hombres y el maltrecho S-33 hasta Manila, donde el submarino fue reparado en dique seco. Allí, aprovechó para escribir cartas de recomendación y dar nuevos destinos a la tropa. Sin embargo, la invasión japonesa de las Filipinas acortó su estancia allí, y con el S-33 a medio reparar, se hicieron a la mar rumbo a Australia, donde completaron sus reparaciones y hundieron, de camino, a dos cargueros de un convoy japonés.

Participó en la batalla de Midway, donde el Narwhal, tras torpedear y hundir a un acorazado japonés, se batió a muerte con un submarino y un cazasubmarinos japonés. Como los antiguos capitanes, se hundió con su buque, que se convirtió en su tumba perpetua. Y así, volvió a reunirse con su hijo.

Teniente MacGraff

A su llegada a Manila, el teniente MacGraff recibió autorización de la Armada para dirigir su propio navío, un viejo submarino clase Barracuda, con el que comenzó a patrullar las aguas filipinas, hundiendo sus primeros buques japoneses, entre ellos un dragaminas. A pesar de que se perdió la Batalla de Midway, participó en otras muchas durante la guerra, incluída la del Golfo de Leyte.

En 1943 fue ascendido a teniente-comandante, y recibió el mando de un nuevo submarino clase Balao, con el que estableció el record en solitario de tonelaje hundido por un submarino en la guerra del Pacífico. A pesar de haber sido objeto de numerosos ataques japoneses, el nuevo capitán y su navío terminaron la guerra indemnes, y el joven teniente regresó a casa con el pecho lleno de medallas. Continuó su carrera naval hasta la jubilación.

Jefe Maestro Thompson

El jefe Thompson continuó sirviendo en el Narwhal, y llegó a tomar el mando temporal del submarino cuando una carga de profundidad dejó malherido al capitán, de camino a Australia. Durante la batalla naval de Midway, destacó en el cálculo de las trayectorias de los torpedos que hundieron al acorazado japones Akagi. Junto al capitán, aguantó la persecución, durante casi una hora, de un submarino japonés y un cazasubmarinos.

Murió, como siempre quiso, en el mar que tanto amaba, y al que había dedicado toda su vida. Su viuda recibió una generosa pensión por todos sus años de servicio, y su heroica muerte en combate, que sin embargo le fue recortada años más tarde

Marinero de primera Donnowitz

Tras su llegada a las Filipinas, Donnowitz solicitó un traslado a la flota atlántica de los Estados Unidos, pero fue rechazado. Su petición de dada de baja del servicio fue asimismo rechazada. En vista de que no quería seguir expuesto a los azares de la guerra, el capitán tuvo a bien recomendarle para un puesto de radar en la vigilancia costera de las Filipinas.

Sin embargo, meses más tarde fue hecho prisionero por los japoneses, y fue uno de tantos jovenes americanos que pereció durante la larga marcha de Bataan. Samantha recibiría sus cartas semanas después de su muerte. Cinco años después, se casaría con el hijo de un banquero local.

Marinero de primera Minoso (MIA)

Evacuado y gravemente herido durante la batalla de la isla de Rota, el marinero Minoso murió de sus heridas a bordo del Narwhal, y se le ofició un funeral con todos los honores.

Gracias al sacrificio de hombres como él, llegaron las primeras victorias contra el Japón. Victorias que dieron esperanza al pueblo americano.

Fue galardonado postumamente con la estrella de bronce de la marina.

Marinero de primera Gibson

El marinero de primera Gibson fue destinado al submarino del teniente MacGraff, con el que sirvió durante el resto de la guerra como cocinero y ayuda de cámara. Fue condecorado con la cruz de la marina, dos días después que el marinero Doris Miller, otro hombre de color que había destacado heroicamente en los primeros días de la guerra.

Tras la Segunda Guerra Mundial, permaneció en la marina, sirviendo junto al capitán MacGraff, y en 1949 se convirtió en el primer suboficial de mecánicos de color de la Armada. Se jubiló con el rango de Jefe Superior. Tuvo tres hijas y un hijo.