Partida Rol por web

[SA] Astquelion - crónica I [KDD 2020]

2.0. Recompensas y Despedidas

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28/01/2015, 20:24
Director

La ciudadela de Fornost Erain se recuperaba, como era de esperar. Los disturbios, los incendios, las conspiraciones, las guerras, plagas… Los dúnedain del Norte habían resistido a todo tipo de calamidades sin nunca flaquear en su fortaleza. Pero habían estado cerca del abismo. Cuando vieron cómo el Sol se oscurecía al mediodía en pleno verano, y los Faradrim Aran se rebelaron ante el Príncipe… Y el Rey luchaba por su vida en las ruinas de antigua ciudad capital. El Mal se hizo presente, y la duda y la incertidumbre se adueñaron de muchos. Pero Fornost Erain se recuperaba. Como un faro solitario en medio de la oscuridad, el bastión del Norte, o Norburgo como lo llamaban ya muchos plebeyos, seguía desafiante, invencible. Hasta el final.

Et Eärello Endorenna utúlien. Sinome maruvan ar Hildinyar tenn' Ambar-metta1

 

Notas de juego

1Del Gran Mar he venido a la Tierra Media. Y ésta será mi morada, y la de mis descendientes, hasta el fin del mundo

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28/01/2015, 20:25
[FA] Telchrist

–El Rey Argeleb II está recuperándose. Los curanderos creen que podrá recuperar toda su movilidad, y los videntes de Heren Cenorion le auguran muchos años de reinado. Esperemos que así sea, y que esos años sean los de la recuperación, dijo el veterano montaraz.

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28/01/2015, 20:26
Director

Telchrist era el antiguo líder de la Hermandad de los Lobos, y antaño Caballero Capitán de los Montaraces Reales. Había ido a los aposentos de la Ciudadela Real a visitar a los “supervivientes de Annúminas”, como le gustaba denominar al grupo. Allí, en la Ciudad de los Reyes, cuando el futuro del linaje real estaba en juego, los Lobos se habían reunido. Haldamir, Thelran y Telchrist. Se había logrado salvar al Rey, pero a un precio muy alto. El Rey había sido llevado inconsciente hasta la mansión de Cerin Bailgrist, y de allí en medio de bastante secretismo hasta Fornost Erain. Ya entonces era consciente de lo que sucedía, podía mover las manos. Pero no podía hablar, y seguía postrado en la camilla como un anciano enfermo.

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28/01/2015, 20:26
[FA] Telchrist

–Esta tarde, habéis sido convocados a una reunión secreta. Yo estaré, también Morwen. Y Esgaldor...

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28/01/2015, 20:27
Director

Anatir, Durandar, Nurg, Hrom, Dywern, Rashat, Alerian y Benaldamat  se encontraban en un ala apartado de la Ciudadela Real, lejos de miradas y oídos indiscretos. O  casi. Porque daba la sensación de que Esgaldor siempre les vigilaba. El jefe de espías del Rey parecía omnipresente, y pronto se habían acostumbrado a verlo aparecer en cualquier momento por los pasillos. A veces acompañado, otras solo.

Su voz era pausada y escuchaba más de lo hablaba. Pocas cosas se escapaban de su escrutinio. Había charlado con todos, uno a uno, en grupo, por parejas. También con Pelewen, Pelendur, los conspiradores… Reconstruyendo un puzle complejo. La presencia de Telchrist era una garantía mínima de que Esgaldor no andaba cerca. No se llevaban especialmente bien, aunque el destino quiso tenerlos en el mismo bando. A su manera, los dos eran fundamentales.

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28/01/2015, 20:27
[FA] Telchrist

–Os espero en las escaleras que suben, añadió Telchrist indicando el lugar. –Y ni una palabra a nadie. Es posible que el Príncipe acuda. Arthedain os debe mucho. Él os debe mucho.

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28/01/2015, 20:28
Director

El Príncipe heredero Arveleg había asumido muchas de las funciones del monarca. No gozaba de la popularidad de su padre, y durante la conspiración había sido objetivo de una campaña en su contra. No obstante, aprendía rápido. Una de sus primeras decisiones fue la de otorgarle a Telchrist el cargo interino de Caballero Capitán de Faradrim Aran. Su antecesor, Marach Tarmëa, había sido elegido por los conspiradores como sucesor al trono de Arthedain. Estaba bajo arresto, como otros tantos. Aunque públicamente no se había dicho apenas nada sobre el asunto.

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28/01/2015, 20:30
Director

A última de la tarde, el grupo acudió al lugar indicado donde ya les esperaba Telchrist. Subieron por las escaleras hasta llegar a una sala custodiada por guardias de élite de la Ostirith, la Guardia de la Ciudadela. La sala era austera, sin muebles, pero tenía unos grandes ventanales que daban al Oeste. Habían colocado un extraño artilugio de incienso delante de una plataforma a la que se accedía subiendo dos escalones. En la otra plataforma había un sillón de madera.

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29/01/2015, 14:42
[Fo] Esgaldor

El señor de los espías apareció de entre las sombras. Unos pasos detrás estaba Morwen. La montaraz estaba seria, con la mirada perdida. Pero llevaba la capa gris de ceremonia de los montaraces, y en su pecho portaba su recién estrenada Eresselen. Esgaldor hizo un saludo casi imperceptible con la cabeza, y se colocó entre las dos plataformas. Siempre observando, siempre pendiente. Siempre en un segundo plano.

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29/01/2015, 14:43
Director

Entonces llegaron Pelendur y su hermana gemela Pelewen. Los dos habían jugado un papel importante en desenmascarar a los conspiradores. Se colocaron a la derecha del grupo, junto a la pared. Telchrist ocupó la posición entre las dos plataformas.

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29/01/2015, 14:43
Director

Las puertas del otro lado se abrieron, y el Príncipe Arveleg entró en la sala. Detrás de él, dos guardias reales cargaban con un trono rodeado de cortinas de seda, y lo depositaron en la plataforma más elevada, mientras el Príncipe se quedó de pie a la izquierda del grupo, encima de la otra plataforma que no hacía más que acentuar su enorme estatura. Los mismos guardias depositaron dos cofres en esa plataforma, y se retiraron de la sala. Solamente entonces Esgaldor intercambió una mirada rápida con Telchrist, y el Caballero Capitán de los Montaraces, y Primer Protector del Rey, se acercó para retirar las cortinas del trono. El Rey Argeleb se encontraba sentado casi recostado, con la cabeza inclinada. Pero sentado y despierto. El incienso le rodeaba, sin duda para aliviar sus dolores. Con un gran esfuerzo, miró uno a uno a todos los presentes, mientras su hijo dio un discurso…

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29/01/2015, 14:43
[Fo] Príncipe Arveleg

–Bienvenidos seáis todos en esta hora sombría, pero donde la esperanza ha echado sus raíces. Aquí, en esta sala, estáis los que habéis permitido que esa esperanza siga viva. Que nuestro legado, nuestro linaje y nuestro espíritu no caiga en estos tiempos tan aciagos. Grandes han sido vuestros sacrificios, y grandes las hazañas llevadas a cabo. Mas habéis pasado largos días confinados en la ciudadela, apartados de todos. Pido disculpas en nombre del reino, y de mi padre, por no haberos brindado los honores que sin duda os merecéis. Porque ya sea por deber cumplido, dijo y observó a Morwen y a Telchrist, ya sea por vuestro honor, por vuestra convicción, por vuestra lealtad o por la amistad, todos habéis defendido nuestra causa más allá de lo que jamás nadie podría exigiros. Y no obstante, jamás podréis ser recompensados ni honrados de acuerdo al cometido que habéis llevado a cabo. No podréis contar, nunca, toda la verdad de lo sucedido. Un voto silencio nos ata a todos los aquí presentes en todo lo referente a la figura del rey, y a las instituciones y personas que por engaño o por traición actuaron a favor de los intereses del Enemigo.

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29/01/2015, 14:44
Director

El Príncipe estaba serio, pero en el fondo sabía que no podía exigirles más de lo que ya habían dado. No les exigía juramento que no fueran a dar. No podía. Telchrist, Esgaldor, Morwen, Pelendur y Pelewen sí, pero el resto… No podía pedirles más. Pero al menos sabían que no podrán usar sus servicios prestados para exigir nada en Arthedain.

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29/01/2015, 14:45
[Fo] Príncipe Arveleg

–En primer lugar, quiero que nuestra gratitud os acompañe el resto de vuestra vida. Os haré entrega de un símbolo de nuestro legado. Una espada corta eket, como las que hicieron nuestros antepasados en Númenor. La espada lleva las inscripciones de nuestra Casa, y en cada rincón del reino, en todas las tierras gobernadas por este linaje, la espada será reconocida como símbolo de la confianza depositada en quien la porta, y será suficiente para dejaros libre paso en estas tierras, o para pedir auxilio a los hombres que sirven a la Corona.

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29/01/2015, 14:45
[FA] Telchrist

Telchrist abrió el cofre, y sacó un total de nueve espadas pequeñas envueltas en una tela azul. Las depositó en el suelo y se colocó al lado del Príncipe pero sin darle la espalda en ningún momento al monarca, que estaba pendiente de todo desde su trono.

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29/01/2015, 14:45
[Fo] Príncipe Arveleg

–Además de la espada como muestra de gratitud, os haremos entrega de una recompensa a cada uno, según las informaciones que me han dado, añadió mirando rápidamente a Esgaldor.

A continuación, el Príncipe Arveleg nombró uno por a uno a todos los presentes, con la espada en la mano, y uno a uno se acercaban a Telchrist, quien era el encargado de coger la espada de las manos del Príncipe para dársela a la persona con el acompañamiento de un obsequio y unas palabras.

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29/01/2015, 14:46
Anatir

Anatir fue el primero en ser llamado. –Anatir, hijo de Gondor, nuestro reino hermano del Sur. Serviste en la Tirith Duath, la Vigilancia Oscura. Y ahora has prestado otro servicio aquí, en el Norte. Según tus deseos, te haremos entrega de un espadón de la Isla Sepultada.

Notas de juego

Espada enket simbólica, saquito con 100 mo, espadón acero númenoreano +10

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29/01/2015, 14:47
Durandar

-Durandar, al servicio de la familia Enach que cayeron bajo los dominios de Rhudaur. Decidiste viajar con Benaldamat por tierras lejanas del este, para luego regresar para acabar con los conspiradores. Dejaste de lado otras tareas para ayudarnos a todos. Espero que ahora encuentres un camino para ayudar a los Enach. Te haré entrega de esta carta sellada para que puedas consultar la sabiduría arcana de nuestra biblioteca, y retirar un libro muy valioso para tu uso.

 

Notas de juego

Eket, saquito con 100 mo, permiso llevar prestado un libro hechizos hasta nivel 20.

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29/01/2015, 14:48
Alerian

-Alerian de Rhovanion, del pueblo de nuestro aliado el Rey Thranduil. Tu habilidad con el arco parece legendaria, incluso para los de tu raza. Viajaste desde tus tierras en Rhovanion pasando por Mordor y Gondor para llegar hasta las orillas del Lago Nenuial. Ahora has dicho que deseas regresas a tu hogar, con nuestra gratitud eterna y nuestros mejores deseos a tu pueblo que nos consta que también está luchando contra el Mal en aquellas tierras. Toma estas siete flechas, una por cada estrella de nuestro escudo. Son de acero númenoreano, y dos de ellas tienen punto de mithril.

 

Notas de juego

Eket, 5 flechas acero númenoreano, 2 fflechas mithril, saquito 100 mo

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29/01/2015, 14:49
Dywern

–Dywern, fuiste un apoyo para Durandar y los demás, y para Pelewen tanto en Minas Anor como aquí en Fornost. Vaticino grandes cosas para ti en el futuro.

Notas de juego

espada Eket, saquito con 50 mo