Partida Rol por web

El viaje en barco desde Japón resultó una de las experiencias más penosas que Ikki jamás había padecido. Era comprensible que tras la Gran Guerra, no quedase la tecnología suficiente como para volver a hacer elevarse una mole de hierro en el aire, pero casi hubiera preferido tardar un año y viajar a pie, ya que se pasó mareado y vomitando todo el trayecto.

Tras dos meses de intentar retener en el estómago la repugnante comida en conserva del enorme pesquero, cuando por fin contempló las la silueta recortada contra el horizonte de la isla que sería su hogar,casi se echó a llorar. Pero él no era como su hermano,era más duro. O eso creía.

El barco ni siquiera atracó en puerto alguno. Demasiado peligroso dijo el capitán. Esos tipos están locos, seguro que nos freirían a tiros antes de explicarles que somos amigos.

De modo que Iki fué embarcado en un pequeño bote a un kilómetro de la isla, con un odre de agua y un par de remos como única ayuda...

     -- Con mis pocos conocimientos comienzo a remar hasta la orilla.

     -- Algun sitio llegare

Ikki logró alcanzar la costa de la Isla de Muerte con un improbo esfuero, en lo que de un modo normal hubiera tardado apenas una hora,dada su inexperiencia le costó cuatro. Sin embargo,llegó. Ahora tan sólo le restaba saber a dónde digirse. Nadie se encontraba allí para recibirle, nadie había decido recoger l nuevo caballero. Sin embargo, un camino se internaba entre la pedregosa silueta de la isla..

     -- Con bastante cuidado sigo el camino, me fijo si hay huellas tanto animales como de personas.

El camino, tras internarse en una zona bastante más rocosa, comenzaba a ascender levemente a medida que avanzaba por él.

     -- Sigo avanzando hasta encontrar signos de civilizacion

Ikki avanzó pesadamente por el pedregoso camino. El calor se iba haciendo insoportable a medida que el aspirante a caballero se internaba entre los áridos riscos de la Isla de la Muerte. Sin embargo, no había ni rastro de civilización. Los minutos y las horas transcurrieron, aburridos, mientras seguía caminando, ya dudando si no sería una cruel broma el haberle llevado hasta allí para que no hubiera nadie.

De pronto, Ikki sintió una presencia, sintió que no se hallaba sólo. Para confirmar su intuición, una figura saltó desde una altura imposible de uno de los riscos. Se trataba de un hombre fornido, curtido por la intemperie, que tan sólo vestía unos pantalones y una extraña máscara.

Soy Guilty, El Caballero del Diablo. Soy tu maestro, y desde hoy, tú no eres nadie.

     -- Miro al hombre que ha hablado a su cara y le pregunto

     -- Que me ha traido aqui y que se espera de mi?

Bah resopló el hombre de la máscara... Si no lo sabes aún,  eres más patético de lo que imaginaba... aquí intentarás convertirte en un hombre, en un caballero. Aunque lo que sucederá en realidad es que morirás.

     -- No he vivido mucho, pero sabes las veces que he oido que moriria y aun estoy entre los vivos, como sabras soy huerfano y nadie me ha regalado nunca nada, de ahi mi pregunta pues nunca nadie me ha dado nada sin pedir nada a cambio, y mi honor no me permite estar en deuda con nadie.

El fornido caballero soltó un bofetón a Ikki tan rápido que ni lo vio. Cuando quiso darse cuenta, el joven se hallaba tirado en el suelo, sangrando por la nariz.

¿HONOR? gritó el caballero del Diablo EL HONOR NO SIRVE PARA NADA, GUSANO.  La rabia inicial del ataque se desvaneció como por arte de magia. Ya aprenderás. El honor es el escudo que usan los débiles para negar a los fuertes sus derechos. Lo que debe importarte de verdad es el odio. Y yo haré que me odies más que a nada, niñato...

Ahora sígueme si realmente estás dispuesto a luchar por lo que dices que es tuyo... dijo alejándose

     -- Sigo detras de ese hombre hasta donde me lleve

El camino salió casi de improviso hasta una llanura completamente esteril. La aridez del terreno tan sólo permitía que las plantas más recias crecieran allí,luchando unas con otras por el poco agua que pudiera haber en el subsuelo.

El caballero del Diablo hizo un alto, mientras observaba cómo Ikki jadeaba por la caminata y el calor sofocante del entorno.

Observa bien. ¿qué es lo que ves aquí? le preguntó mientras abarcaba con un ademán toda la llanura.

     -- Muerte y desolacion, lucha y fuerza, pero tambien esperanza y valor.

Mmmppfff... gruñó el caballero. Sí, aunque pronto aprenderás que la esperanza es lo primero que debes destruir en tu enemigo. Casi parecía que le había decepcionado que Ikki contestara correctamente. ¿quién sabe por qué?   Vamos lo apremió mientras continuaban camino.

A medida que se internaban en el corazón de la Isla, el calor iba en aumento, hasta hacerse casi insoportable. Pronto Ikki comprendió porqué: La isla, en realidad, estaba formada por los restos de la falda de un antiguo volcán, que para nada parecía apagado. Un leve temblor de tierra confirmó las sospechas del muchacho. Sin embargo, el Caballero del Diablo continuaba como si nada...

     -- Intento mantener su ritmo y no mostrar ningun signo de debilidad