Partida Rol por web

Bueno al menos he salido de ese horrible barco, maldita sea, ahora que lo pienso no me han dicho nada sobre lo que tengo que que hacer o si debo buscar a alguien, bueno eso es lo de menos ahora tengo que llegar a la costa. Comienzo a remar hacia la orilla con cuidado debido al comentario del capitan

recojo las cosas de la patera y emprendo camino subiendo por el antiguo sendero

A medida que Hyoga se internaba en el gélido paisaje siberiano, las montañas iban quedado atrás. Pronto, el clima propio del lugar hizo su aparición, y la nieve comenzó a caer.

Hyoga avanzó en soledad por el camino que cada vez iba quedando más oculto por la nieve, hasta que llegó un momento en que no quedó rastro de él. Perdido, sin referencia alguna, no sabía muy bien dónde ir, en qué dirección encminarse, cuando de repente, una voz se pudo escuchar tras él.

Ya iba siendo hora de que llegaras. dijo el desconocido que, aparentemente había surgido de la nada. Sus prendas eran de un blanco cegador, y la única nota que rompía su monótono aspecto albino era su oscura melena. Sígueme, te mostraré el camino.

Miro al extraño hombre con recelo. De donde demonios abra salido, bueno almenos es algo. Aprieto los plieges de mi manta y empiezo a seguir al estraño hombre Si señor! Mi nombre es Hyoga, es usted miembro de la fundacion?

El hombre...auqnue no sería mucho más mayor que el propio Hyoga miró al joven rubio con desdén. Hah...no me hagas reir. Esa panda de descastados no encontraría un caballero como yo ni buscando en toda su población. dijo altivamente. Mi nombre es Isaac, y seré el próximo caballero del cisne, por supuesto.

Es un honor conocer a un caballero, a donde nos dirigimos Isaac? Y si no es mucho preguntar ¿como es la armadura del cisne?

Aún no soy un caballero, novato.  contestó de mala gana Pero lo seré pronto. En cuanto te derrote por el derecho a usar esa armadura por la que preguntas. Y continuó el altanero joven si de verdad quieres saberlo, la armadura de bronce del Cisne es la más hermosa de todas ellas. Su color blanco prístino refleja las tonalidades de la nieve recién caída, y destila elegancia por los cuatro costados.

Aunque es obvio que desconoces qué es la elegancia.

La pareja continuó caminando, hasta que llegaron a un promontorio. Allí, Isaac descubrió dos antiguas motos de nieve, artilugios que en la antigüedad se usaban para recorrer grandes distancias rápidamente a través de la nieve.

Isaac montó en una de ellas y mostró a Hyoga cómo encender la suya. En cuanto lo hubo hecho, se colocó unas gafas para nieve y arrancó lasuya.

¡procura no perderme, novato!

Osea que yo tambien puedo combertirme en el caballero del cisne, si te gano a ti. Digo mientras arranco la moto Sera un verdadero honor luchar contra ti. y sigo al chaval

En cuanto Hyoga encendió la motonieve, el rugido del motor casi tapó sus palabras a Isaac. El joven rubio, dispuesto a no perder la carrera, giró a fondo el manillaar del aparato para acelerar, pero la brusca sacudida hacia atrás provocó que perdiera el equilibrio...

Hyoga escupió nieve. La moto se había encabritado de tal manera que lanzó al pobre muchacho al suelo, topándose con la cruda realidad...y la dura nieve compactada. A lo lejos, Isaaac ni siquiera se había detenido para observar su evolución, de modo que su estela de nieve en polvo levantada por el vehículo se iba alejando...

La verguenza me invade y de repente cuando casi la totalidad de la nieve a salido de mi boca y orejas, me levanto y orgulloso vuelvo a subir a la moto y trato de conducirla de nuevo, me duele la espalda pero intento que no se note

La estela dejada por Isaac era cada vez más lejana, y el joven Hyoga debía esforzarse al máximo para manejar correctamente la motonieve y al tiempo no perder de vista a su rival.

Varios minutos después, hasta el clima se puso en contra suya, levantándose un viento tan fuerte que amenazaba con cubrir en segundos el rastro dejado por el otro vehículo. Hyoga debía espabilarse si no quería perderse...