Partida Rol por web

Jack retrocedio y tenso de nuevo el arco, apunto a la cabeza y cogiendo aire lo mantuvo hasta que lo solto mientras tambien soltaba la flecha.

Estas cosas tenian que poder morir de alguna forma.

La flecha corta el aire con fuerza, chocando contra la cabeza del monstruo que cae al suelo mientras grita de dolor. Sin embargo, y con un gran agujero a la altura de la mejilla izquierda; el no-muerto hace ademán de levantarse.

Era momento de correr, una vez derribado tenia que conseguir llegar a su siguiente objetivo, la armeria donde conseguir provisiones.

Jack se giro sin mirar al zombie y empezo a correr , una vez se habia alejado empezo a ir entre coches para no ser visto.

Llegas corriendo como alma que lleva el diablo hasta la armería. Sin embargo, cuando intentas abrirla, la puerta está completamente cerrada. Además, es una de estas puertas de metal imposibles de abrir. Para más inri, las ventanas tienen rejas, por lo que entrar en el establecimiento se dificulta sobremaneras.

Por otro lado, dos zombies parecen haberse percatado de tu presencia y se dirigen hacia tí; y aunque se encuentran relativamente lejos, su paso es continuo, se acercan...

Logico que estuviera cerrado...Jack, ¿en qué estabas pensando?.... Aunque siempre se podría estampar un coche contra el aparador.... O poner hidrógeno a la puerta... Eso sería factible pero, ¿de dónde lo saco?... A veces no piensas, Jack. Tambien podría hacer un poco de explosivo de termita... Era facil encontrar los ingredientes y seguro pero sin una bengala seria...imposible encenderla.

Lo mas facil seria bloquear el volante de un coche y el acelerador para abrir la puerta...

Aunque....espera. Miro los zombies como se acercan. Miro el edificio de la armeria

Tras echar una rápida ojeada a la situación para concienciarte de lo que hay a tu alrededor; compruebas que la armería es de una única planta, encontrándose un tejado que parece plano a unos tres o cuatro metros del suelo.

A la derecha de la armería hay un pequeño callejón, y al asomarte a este ves unos cuantos contenedores normales, mas ningun container. Al fondo, parece ser que hay una especie de escalera metálica, aunque no te encuentras seguro...

Me habia descubierto por lo tanto no hacia falta ir discretamente, asi que empiezo a correr en direccion a la escalera, si estaba levantada tenia que llevar un contenidor hasta la escalera para poderme subir.

Llegas corriendo a lo que confirmas es una escalera que te permite subir rápidamente al tejado del local. Desde esta vista privilegiada, tienes una visión más o menos completa de lo que rodea el vecindario; y de cómo el zombie ha desistido de buscarte al momento de haberte perdido la pista.

Jack no se le ocurrio manera de bloquear la escelera asi que empezo a examinar el tejado buscando una entrada o escalera secundaria.

El tejado se encontraba desprovisto de otra entrada por la que acceder mas que la escalera metálica por la que habías subido, lo que permitía un mayor control de cualquier posible amenaza.

Jack empezo a buscar alguna zona debil, respiradero, conducto de aire o cualquier cosa conde pudiera empezar a trabajar para poder hacer un agujero o entrar directamente por ella.

Comienzas a buscar por el tejado, y rápidamente te percatas de que las únicas entradas a la armería son la puerta y las ventanas con rejas que se encuentran a lo largo de las paredes del edificio. El sistema de ventilación parece ser un tubo, mas es demasiado pequeño como para conseguir entrar por él.

Examino la tuberia del sistema de ventilacion, si podria ampliarlo, miro de romperlo y a partir de ahi acanchar la entrada rompiendo parte del tejado...se tenia que intentar todo.

Te resultaría imposible abrir el sistema de ventilación, demasiado pequeño; y supondría romper parte del techo, algo que con la fuerza humana resulta imposible. Sin embargo, mientras estás intentando arreglarlo, ves a una mujer cómo escapa de unos monstruos.

Ésta chica se acerca por la calle donde se encuentra la tienda de armas, pero no parece haberte visto. Dos monstruos parecen seguirla, y la chica se muestra bastante fatigada por correr.

Cansancio. El cansancio recorría todo tu cuerpo, y no era de extrañar. Llevabas varios minutos escapando corriendo de seres humanos, de personas que pretendían devorarte. Habías visto cadáveres de personas convertidos en alimento de otros. Estos seres que no podrían considerarse "vivos" se encontraban en su mayoría en un estado de putrefacción repugnante.

Seguías corriendo por la calle en la que se encontraba la tienda de armas, huyendo de una pareja de esos lentos pero pesados monstruos. De pasada, viste a un joven subido al tejado/azotea del establecimiento. Tal vez ese fuera un lugar seguro.