Partida Rol por web

Sandoval y Santacruz

El viejo de la Montaña

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07/11/2013, 21:52

 

A finales del siglo XII después de Cristo, los templarios partieron hacia Tierra Santa en una gran Cuzada. En ella embarcaron los mejores caballeros sajones y normandos entre otros, en un viaje lleno de peligros. A través de los mares, los fieles cruzados llevaban la palabra de Dios, dispuestos a difundirla con la cruz y con la espada, y dispuestos también a reconquistar Jerusalén, que acaba de caer en manos de los infieles. San Juan de Acre y otras ciudades fueron escenarios de impresionantes luchas, ya que los adversarios vendían cara su vida. Los colores de los Templarios ondeaban al viento.

Todo sucedio hace pocos meses. Hoy las batallas han perdido todo su sabor y, a menudo tu boca se llena con el gusto amargo de la ceniza. ¡Saliste en compaía del Gran Maestre con toda la alegría de tu corazón: nunca antes se había visto un caballero tan fiel a su orden! Pero el tiempo ha ido pasando y, con él, se ha ido también disipando el fervor de la cruzada; más teniendo en cuenta que ni Jerusalén ni la tumba de Cristo han podido ser recuperados por la orden. - Buen Miguel -, te había dicho muchas veces el Gran Maestre en un aparte, - Tú no eres como los demás. Arde en vos la llama de la aventura. Nuestra cruzada non apagará tu sed de horizontes nuevos et descubrimientos sin fin. ¡Un día, lo predigo, aquestos nuestros caminos se separarán et la vuestra alma vos llevará lejos! - Y en cada ocasión quitaste importancia a los temores del Gran Maestre, alejando con un movimiento de la mano o un encogimiento de hombros la posibilidad de una decisión semejante. ¡Pero en el fondo de tu corazón sabías que decía la verdad!

¡Tú, que has acumulado más victorias en la lucha que cien guerreros en el transcurso de toda su vida! El Gran Maestre siempre te ha admirado como hombre santo, sabiendo la importancia que concedes a la palabra divina y, sobre todo, a los ideales de justicia y de bondad que ella significa. Tan diestro en el manejo de la espada como en el de las palabras, tan aguerrido caballero como admirable orador, tu inteligencia y sabidiría son tan grandes como tu valor en el campo de batalla. Tu elevada estatura y tus rasgos firmes te han convertido en una figura legendaria. Todas las noches, junto al fuego, los templarios cantan tus alabanzas. ¡Pero ninguno de ellos sabe los pensamientos que te dominan en estas horas graves!

¡Tú, que has cruzado todos los mares, cabalgado por los extensos bosques de Navarra, ganado los más dificiles torneos; tú, que has seguido las huellas de San Jorge para enfrentarte al Dragón y que has vivido otras mil aventuras, no logras hallar reposo! Esta noche, como todas las noches desde hace semanas, tu espíritu no encuentra la tranquilidad. Y sabes que no vas a seguir a los cruzados cuando dejen San Juan de Acre para encaminarse de vuelta a casa. Acabas de confiar al Gran Maestre que sus predicciones se confirmaban y que vas a seguir tu aventura casi en solitario, pues Goderico, un joven novicio en quien confías plenamente acompañará tus pasos. Quizá no vuelvas a ver tu castillo y las colinas boscosas que lo rodean... ¡pero nada importa: Dios lo ha decidido así, la decisión está tomada y tu ánimo tranquilo!

Dentro de un rato montarás a caballo y abandonarás la ciudad, en dirección contraria a la de los cruzados. ¡Tu viaje te lleva más allá de las llanuras desérticas, hacia la mítica Fortaleza de Alamüt, el nido de águila refugio del Viejo de la Montaña, Hasan Sabbah, el mayor sabio de estos contornos. ¡Hay quien afirma que Hasan Sabbah ha muerto hace ya mas de setenta años! Pero otros rumores lo dan por vivo, a salvo de la muerte por algún poder misterioso. El Oriente vive todavía tan sumido en la superstición que resulta natural dar fe a tales rumores... Piensas revelar al sabio la finalidad de tu viaje, el objeto de tu búsqueda: la ciudad perdida de Shangri-La, cuya existencia conoces por antiguas lecturas en pergaminos a los que el tiempo ha vuelto amarillentos. Shangri-La, cuyo emplazamiento desconoces, existe en lo alto de una cumbre, prácticamente inaccesible. ¡La misteriosa ciudad posee el don de hacer inmortales a quienes en ella viven y concederles una felicidad plena! Tu deseo de aventuras no podría tener mejor meta. Pero, según las informaciones que has conseguido a lo largo de laboriosas averiguaciones, parece que sólo Hasan Sabbah conoce el emplazamiento de Shangri-La. ¡Él y sólo él podrá ayudarte en tu búsqueda! Tendrás que hacer frente a todos los peligros que se interpongan en tu camino, hasta llegar a Shangri-La.

Sales de la tienda justo en el momento en que el Gran Maestre pasa ante ella con sus caballeros, los compañeros con los que has compartido tantas emociones en mil batallas.

Les saludas y te devuelven el honor, tristes ante la idea de que nunca más cabalgarán a tu lado. Enseguida desaparecen de tu vista. ¡Ha llegado el momento! Tu viaje no puede esperar. Acaricias el cuello de tu caballo Testa y lo montas.

Tu aventura empieza.

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08/11/2013, 19:02

En San Juan de Acre, la misteriosa, reina una febril actividad. Desde la ciudad vieja hasta los mercados bulluciosos, el rumor de la marcha de los cruzados está en todas las bocas. Todos murmuran qué va a hacer el pueblo cuando el Gran Maestre y sus hombres marchen de vuelta a casa. Los prudentes auguran la vuelta a la calma y la tranquilidad, pero algunos agitadores quisieran enardecer al pueblo y animarle a atacar a los úlimos cruzados que aún quedan en San Juan de Acre.

Tu situación puede llegar a ser peligrosa. Y, sin embargo, te parece estar ya muy lejos de todo esto. Tu lejana España y los rostros de tus valerosos compañeros de armas se borran en tu recuerdo. Ante ti se levanta la majestuosa visión de lo que a partir de ahora será tu objetivo: ¡Shangri-La! Sabes que la primera etapa de tu viaje te llevará al corazón de las montañas, hacia los picos escarpados donde se levanta la Fortaleza de Alamüt, santuario del venerable Hasan Sabbah. Sólo este anciano erudito posee el conocimiento necesario para ayudarte en la difícil tarea.

Cae la noche y cada vez hay menos transeúntes por las lóbregas callejuelas. En el crepúsculo resuena el canto de los almuecines. Muy pronto la noche envolverá San Juan de Acre...

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08/11/2013, 19:11
Goderico de Bisol

El joven iniciado, aunque de valeroso corazón, dejaba entrever en sus ojos la incertidumbre y el temor. En este momento estaría cuestionandose si había hecho bien dejando todo por lo que había anhelado en su vida; ser un fiel seguidor de la Orden y de Dios. Cambiandolo por la visión de don Miguel, que quien sabría si era una fantasía aquello de la ciudad de la inmortal felicidad.

Con un golpe en su hombro, el caballero le sacó de su ensimismamiento. Gesto le hizo con la cabeza, como si preguntara su opinión.

- Preocúpame aquesta situación don Miguel. Tras la marcha de la Orden fabra muchos que anden buscando pendencia. - Dijo el escudero señalando a un grupo de borrachos que salían de una taberna.

Notas de juego

Está apunto de anochecer. Os encontráis en una amplia plaza, donde probablemente se celebra el mercado de Acre.

Desde aquí te llama la atención dos edificios, uno es la Encomienda de los Templarios de San Juan de Acre y el otro una acogedora posada donde pasar la noche. Al fondo está la puerta de la ciudad, pues podrías tambien partir sin demora en busca de la Fortaleza de Alamüt.

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09/11/2013, 20:45
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Prudente et juicioso será facer aqui noche.

Vayamos  como benos cristianos a la encomienda de la orden, que yaq fabra tiempo de visitar la posada, pues tambien es juicioso oir et pulsar los pesares et alegrias de la gente llana.

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09/11/2013, 21:00
Godofredo

El fiel Goderico se limita a asentir. Conduces a Testa hasta un gran edificio blanqueado con cal, La Encomienda de los Templarios, cerca del puerto de San Juan de Acre. Banderas blancas con una gran cruz roja ondean al viento. Un guardián de aspecto feroz te conduce al interior. Te lleva hasta un Templario enorme, que mide más de dos metros y tiene el rostro cubierto por una sucia barba. El personaje resulta poco tranquilizador, y a ello contribuye un buitre tuerto posado en su hombro, que lanza picotazos hacia donde tú estás.

- ¡Salud, Señor! - Exclama el Templario con voz atronadora. - ¿Qué venís a hacer a la Encomienda? ¿No habéis seguido al Gran Maestre en su marcha? -

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09/11/2013, 21:03
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Quisieramos echar noche et descanso, si vos y su pajaro nos lo permiteis.

¿ creeis que será posible?

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09/11/2013, 21:14
Godofredo

- Está bien - Dice Godofredo. - Ahora vos acompañaré a vuestra habitación por esta noche. ¿Qué fareis agora que marcha el Gran Maestre y gran parte de los Templarios? ¿Tenéis pensado quedarvos por aquestas tierras?. - Mientras escuchas las palabras de Godofredo te das cuenta de que su rostro barbudo se agita en numerosos tics y está recorrido por mil cicatrices. Las batallas han dejado un duro rastro en este hombre. Va a seguir hablando, cuando su buitre abandona volando su hombro y da feroces picotazos a Goderico. El templario suelta una carcajada sardónica y lo atrapa. - Perdonad a Belfagor. - dice bromeando. - ¡Non está educado en demasía! Pero un fiel guerrero de Cristo como vos fabrá tenido que vérselas con cosas peores. - Tras una última risa burlona a vuestras expensas, os invita a entrar en una habitación bastante sobria.

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09/11/2013, 21:25
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Las mis tareas son cosas mias, et cosa tuya es  manejar al pajarraco ese, gastar lengua et saliba en educar a aqueste bicho, et no en molestar a un guerrero cansado. Ea.

 

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09/11/2013, 21:30
Goderico de Bisol

- No vos molestaré más entonces, et guardaré los consejos que tenía para vos acerca de aquestas tierras para quienes tengan mejor humor. - Dijo el enorme templaro antes de darse la vuelta y marcharse por donde habíais venido. - ¡Disfrutad del camastro! - Exclamó desde la mitad del pasillo.

Allí os dejó. Goderico te observaba, sin soltar palabra, pues notaba que aquel templario os había importunado. No quería echar más leña al fuego.

El muchacho se acercó a los camastros, y despues de empujarlos hacía abajo con sus manos atinó a decir: - Al menos parecen cómodos et mullidos. -

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09/11/2013, 21:37
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Lo que nos fablé ese majadero ya lo descubriremos nos. Ademas no creo que nos lleve a la ciudad que buscamos, el resto boberias.

Date una vuelta por aca, a ver que hay por de aqui. Esmerate en descubrir si hay o no sitio para de comer, et cuando.

apura.

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09/11/2013, 21:47
Goderico de Bisol

- ¿Vos referis aquí, en la Encomienda? ¿O queredes que indague un poco en aquesta ciudad? - El cansancio parecía hacer mella en la sesera del novicio.

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09/11/2013, 22:09
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Aqui en aqueste edificio, ya fabrá tiempo de salir si procediere. Tengo hambre.

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09/11/2013, 22:13
Goderico de Bisol

Dicho y hecho. El joven Goderico salió acató presto el mandato de don Miguel.

Durante la espera poco había que hacer en aquella estancia. A través de un estrecho ventanuco podían verse las estrellas brillar en el cielo despejado. Había caído ya la noche. Quizás mientras volvía Goderico este era un buen momento para entregarse a la oración, pues en extraño camino te encontrabas ahora. Una parte de tu alma sentía haber fracasado en parte a tu causa, y aunque el Gran Maestre te dió su consentimiento al contarle tus objetivos, aquello no terminaba de aplacar ese sentimiento de culpabilidad que acongojaba tu corazón.

Justo cuando te disponías a orar, irrumpió el novicio en la estancia. Traía consigo algo de pan, cecina, y queso de oveja. Un pellejo de vino completaba la estampa.

- Habíase pasado ya la hora de comida comunal. Suerte el capellán ha brindádome aquestas viandas para llenar tripa antes de la pernocta. - Goderico extendió sus brazos ofreciéndote aquellas exquisiteces.

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09/11/2013, 22:26
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Tras bendecir y agradecer a Dios y a su paje por las viandas, dierón buena cuenta de ellas.

Tras a cabar lanzó esta pregunta:

 

 

¿Sus apetece marchar a la taberna y ver como andan las cosas entre aquestos parroquianos, o preferis marchar en la amanecida, tras descansar toda la noche?

Notas de juego

¿ sabemos hacia donde nos dirigimos, o debemos de averiguar el camino a seguir?

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09/11/2013, 22:46
Goderico de Bisol

- Placeríame distraer mente et cuerpo más que sea corto rato junto a las gentes de aquesta ciudad. Aunque credo que no debiéramos tardar en tornar a la Encomienda, pues la noche es traicionera et también debemos gozar de pleno descanso. - Respondió Goderico mientras acariciaba su bien llena barriga.

Notas de juego

Tenéis una vaga idea. Sabéis la dirección a seguir pero no el camino exacto.

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10/11/2013, 00:26
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Sea pues, et llevad ballesta et lanza que yo hare lo propio con la mi espada, y que venga la noche y sus traiciones.

 

Vayamos con tiento a la posada 

Notas de juego

¿ que sabemos exactamente de la dirección de nuestra mision?

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10/11/2013, 10:34

Avisáis de vuestra vuelta para la pernocta al guardia de la Encomienda, pues no pretendéis tardar en demasía. Camináis por la amplia plaza en dirección a la taberna y divisáis aquí y allá grupos de hombres borrachos que caminan entre gritos. Os dais cuenta de que intentan causar problemas a quienes se interpongan en su camino. Y sabéis muy bien que si uno de esos grupos tiene la desgracia de meterse con vosotros, tendréis que descuartizar a los amotinados. Con la intención de ahorrar vidas humanas os ocultáis junto a la esquina de una calle oscura y esperáis que los ánimos se hayan calmado.

Llegáis ante un rótulo de colores alegres. La Taberna os resulta agradable. Una multitud ruidosa llena la sala. Vuestra entrada parece animar la conversación. Os dirigís al lugar donde está el propietario, pues si buscáis mesa, respuesta a algunas preguntas o indicaciones, será éste quien pueda facilitároslas.

Notas de juego

Sabéis que la dirección que debéis tomar es Noreste. La fortaleza se encuentra sobre un imponente pico montañoso y a sus faldas está la ciudad de Gazorkhan.

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10/11/2013, 11:21
Goderico de Bisol

Me acerqué a la barra, antes que mi señor, quise poner fuerte voz como la de mi Señor , que se había enfrentado a muchas batallas, más la voz que salió de mí fue mezclada por el miedo y los nervios, así salió una voz un tanto agitada y temblorosa.

Posadero danos mesa a mi señor que quiere fablar un poco con la gente del lugar , más si conoce a alguien presto a esto os encomiendo que lo mandéis a la mesa , que mi señor será capaz de recompensar a aquel que de buena gana quiera darnos información.

Me quedé mirando al posadero , por si era árabe y después ojeé a mi alrededor dándome cuenta si eran la mayoría árabes. También me fijé si había rasgos que diferenciaran unos de otros (formas de vestir, detalles en el rostro con barba o sin barba , tatuajes ...)

 

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10/11/2013, 11:53
Miguel de Sandoval Y Santacruz

Elegimos mesa cerca de la puerta con la pared a nuestra espalda, y agudizo el oido por si oigo comentar algo.

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10/11/2013, 12:08
Rahid

- A las buenas Templarios, ¡acompañadme! - El posadero aparta bruscamente a quienes encuenta a su paso y os conduce a una apartada mesa donde sólo hay un hombre, que con la cabeza apoyada sobre el tablón hace evidente su borrachera.

El posadero después de largarlo de allí os ofrece sentaros. - Si gustáis de fablar, muchos de los aquí presentes andaran gustosos de facerlo. - El hombre se acarició el mentón pensativo, buscando una respuesta para Goderico. - Quizás aquel mozo pueda servos de utilidad, credo que es un guía del desierto. - Dijo señalando a un bueno mozo que parece bastante alegre, seguro a causa de las buenas bebidas que van y vienen por aquí. - ¿Que tomarán señores? ¿Puede que un buen plato humeante de col hervida e higadillos acompañado por un buen vino?. -

Una vez en mesa agudizáis vista y oído buscando alguien interesante con quien conversar. Poca cosa hay allí, quizás un anciano de rostro sagaz y un hombre delgado, con barba y vestido de negro, sean los más indicados para ello.

- Tiradas (2)