Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Al despertar aquella noche pudiste notar algo raro en el ambiente.No había en realidad nada fuera de lo habitual, ningún sonido, ninguna presencia... nada identificable. Y a pesar de ello algo en tu interior te decía que debías prepararte para la batalla.
Con el cuerpo y la mente en tensión comenzaste con la que parecía que iba a ser una noche más. Cotidiana, anodina, una gota más de agua en el barril de la que era tu existencia. Eso pensabas hasta que Síth se acercó a ti. Ya sabias que traería noticias solo por la forma en que movía su sigiloso y grácil cuerpo hacia la entrada de la cueva en la que habías descansado durante el día y cuando restregó su blanco pelaje contra tu áspero brazo al fin te llegó la señal.
Ese olor almizclado tan característico como poco común era un mensaje claro. Mauled, el actual dryw de los SinClair necesitaba ponerse en contacto contigo.Aquello era extraño, aún quedaban semanas para Samhain, fecha en la que cada año os reuníais para hablar sobre el clan.¿Que pasaría?
La sangre bañaba tus manos, pero... ¿de donde venía? No había nadie a tu alrededor, entonces empezaste a notar un entumecimiento, tus brazos no funcionaban como deberían, algo pasaba. Y tus ojos se quedaron prendados por el brillante color carmesí que cubría tus frías manos, hacía años que no veías ese color, tan claro, tan vivo ,tan... iluminado por los brillantes rayos del sol. Y apareció de golpe, sin darte tiempo siquiera a pensar. El dolor más atroz que jamás hubieras sentido, te quemaba cada fibra de tu cuerpo y de tu espíritu.A tu mente volvió el momento del fin de tu vida mortal, la agonía en el campo de combate, pero ni siquiera aquello era comparable a la tortura a la que te sometían los rayos del astro rey. Tanto tiempo sin verlo, en ocasiones añorándolo, muchas veces temiéndolo, pero nunca consciente de la magnificencia de su poder.
Y entre aquel dolor y esa luz cegadora que nublaba incluso tu pensamiento se filtró poco a poco, cálida y dulzona, su voz.La voz de aquella diosa vampírica que inundaba tus sueños, tus pesadillas, tus recuerdos...
-Alistair, mi niño; ven a mí, te estoy esperando. La imgen de un pequeño lago en lo alto de una montaña sustituyó paulatinamente la de aquellos labios que tan bien conocías. -En Samhain estaré en el Ben Mucdhul. te esperaré en la cima...
Y tal y como había llegado se fue. Despertaste en la noche, como cada día desde hacía tanto que apenas llevabas ya la cuenta de los años pasados.
Acuclillado sobre la entrada de la cueva, en una postura propia de un predador, acarició el albino pelaje de Síth. Observaba pensativo el horizonte, los altos árboles de un verde oscuro, y la ligera neblina que ondeaba sobre ellos. El dryw lo hacía llamar, y nunca antes en sus largos años de existencia había ocurrido tal cosa, así que era obvio que ocurría algo. Y no sabía qué. Y Clyde era un hombre (cuando aún podía llamarse así) de acción; no había otro modo de saberlo que acudir a su vieja aldea. Palmeó el lomo de la loba y se puso en pie
Las criaturas vivas no rondaban la zona. Notaban que allí había algo superior a ellas y procuraban evitar el lugar. El viejo vástago se puso en pie. Iba descalzo, y la única ropa que portaba era el kilt de su Clan, algo ajado ya por el tiempo. Su piel, del tacto y aspecto del cuero raspado era pálida; su cuerpo nervudo. La deformidad no hacía sino darle un aire aún más amenazador. Una banda azul de tinte tribal cruzaba su torso de lado a lado de los hombros, y diversas marcas negras su espalda y la cara. A su lado Síth era la viva imagen de la pureza, en comparación con el engendro que iba con ella. Era algo que hacía tiempo que no le preocupaba. Su vida... bueno, su no-vida era un simple tributo a su Clan. A los Sinclair y a la misma Alba
-Marchemos, Síth. Mauled no nos habría llamado por nada
Como si se tratara de un simple salto, descendió los siete metros que lo separaban del suelo. El impacto resquebrajó la tierra, y acto seguido comenzó a correr hacia la aldea. No era más que una sombra, demasiado fugaz para que el ojo la captara. Síth, habituada a su compañero, se deslizó por el bosque tan rauda y velozmente como él
Despierto, o tal vez sería más exacto decir que revivo, empapado en un sudor sanguinolento y con los recuerdos de mi visión todavía muy vívidos en mi memoria. El sol me reclama y también lo hace mi sire, dos entidades terribles a las que desearía poder evitar eternamente, aun sabiendo que no se puede escapar de tu propio Destino.
Me resisto a abrir los ojos. Siento un desagradable picor en la piel y soy consciente de que el vengativo sol todavía no ha sido completamente desterrado hasta la mañana siguiente.
Permanezco tumbado, saboreando la frescura del suelo y pensando que podría volver a hundirme profundamente en la tierra y no regresar. Esa es una idea que me asalta a menudo y que encuentro cada vez más apetecible.
Todavía con los ojos cerrados me incorporo y hago un esfuerzo inútil por sacudirme la arena mojada pegada a mi cuerpo y a mi ropa, sucia y ajada. Me obligo a abrir los párpados y me saluda el doloroso resplandor anaranjado que se esconde ya por detrás de las montañas.
La mía es una existencia tormentosa pero simple: cuando me canso, reposo; cuando me siento amenazado, golpeo velozmente y sin piedad; y cuando tengo hambre… cazo. Todas las cosas en el mundo se dividen en depredador y presa, enemigo y aliado. No hay sitio para nada más.
Durante mucho tiempo he sido el más implacable cazador de las inmediaciones pero esta noche no puedo evitar sentir que yo soy la presa de algo mucho más temible e innombrable. Trato de quitarme de la cabeza esta desagradable sensación pero resulta en vano. Sin embargo, me resisto a entregarme a tan desesperanzados sentimientos y me obligo a recordarme a mí mismo quién soy y qué hago para sobrevivir. Mato.
Acudiré a la llamada que no puede ser desoída pero antes, cazaré.
Me acuclillo y dejo que mis manos acaricien el húmedo suelo. Me pongo a cuatro patas y disfruto de los olores que me llegan de la hierba fresca, la tierra mojada y… algo más. Sonrío y mi rostro se desfigura adoptando primero una mueca lobuna y después el aspecto completo de este feroz animal. Le aúllo a la noche y las montañas me devuelven el eco de mi aullido.
Alistair, el Lobo de Moray, anda suelto y está hambriento.
Ante ti se mostraba otra hermosa noche en las highlands escocesas. Arropado por el sonido estridente y armónico tan típico del celo de los grandes venados que inundaban cada rincón del bosque. Pensabas en la maravillosa dualidad de la naturaleza, hermosa y horrenda a la vez; tan calmada como visceral dependiendo del momento y sobre todo, inmutable y duradera.Eterna, llena de detalles que a pesar de poseer toda la fuerza de la vida parecían insignificantes en la inmensidad del tiempo que las rodea.
Y entre toda esa calma y serenidad de un entorno conocido se oyó un murmullo, un ligero cambio en la naturaleza misma que a pesar de ser casi imperceptible no te pasó desapercibido, tal era tu comunión con tu entorno.Erais uno solo, y su cambio te alteró, ¿que habría pasado?
Pronto lo supiste ,tu fiel halcón no tardó en posarse de forma tranquila en tu hombro. Los animales lo sabían, Escocia llamaba a sus aliados. A los conocidos y a los ocultos,a los benditos y a los malditos, a los tangibles y a los espirituales. Todos los guardianes de escocia se reunirían en el Ben Mucdhul.
Siempre habías sabido que la tuya era una tierra mágica, una patria llena de un poder que pocos conocían, y habías oído que poseía el don de llamar a los suyos para que la defendieran. Sin embargo nunca habías sentido esa llamada hasta ese momento.
Algo en tu interior te incitaba a seguir la llamada de tu tierra y acudir al pequeño lago que se encontraba en la cima de aquella montaña.
"Será a medianoche"
Hay cosas que no se pueden cambiar; el sol sale por la mañana y se pone al atardecer, el agua fluye hacia abajo y el humo se escapa hacia arriba. Es así y así será siempre, todo movido por la magia de la naturaleza, esa magia que inunda todo y de la que, incluso seres como Gael, son parte. Y en la naturaleza, un concilio como al que Gail ha sido convocado, se celebra a medianoche.
Mientras Gael se perdía en estos pensamientos, con su mano izquierda acarició a Roy, el halcón que le acompaña a todas partes. Después, aseguró el atillo que llevaba a su espalda, compuesto por mantas de abrigo enrolladas alrededor de las armas de repuesto (flechas, un segundo cuchillo largo), y se lo colgó en el hombro opuesto al que llevaba al arco. Sí, estaba listo para partir.
Acarició la cabeza de Roy de nuevo, se sentó en el suelo acomodado contra a un árbol y le miró a los ojos para que el alma de Gael entrara en Roy, para poder disfrutar de ese cuerpo como otras veces lo había hecho. Gael se elevó entonces por el aire, dirigiéndose hacia el destino que posteriormente seguiría, tomando nota mental de los lugares donde poder encontrar refugio, donde poder alimentarse.
Volvió a su cuerpo, se desperezó y miró nuevamente a Roy.
- Vamos!
Utilizo Cabalgar la Mente Salvaje. No nos has dicho si las tiradas las hacemos nosotros o tú, por lo que no he puesto ninguna (buen tema para Off-topic!). Si alguna falla, cambiaría algo ;)
Con premura tu fiel compañera y tu llegáis ante la casa de Mauled, como es habitual está en penumbra ya que las criaturas que a menudo comparten su tiempo con él no son muy aficionadas a dejarse ver. Un pequeño hilo de humo se escapa sinuoso por la chimenea de la pequeña cabaña rodeándola de un olor tan fuerte que para algunos humanos resulta agobiante.
Desde lo alto de la colina la desvencijada casa parece que vigilase al resto de la aldea, postrada a sus pies y dependiente de una información que el solitario dryw no siempre puede compartir.
La puerta ni siquiera está cerrada, sabes que te espera, para no faltar a vuestra tradición sentado en una silla manufacturada en roble junto a los rescoldos de lo que había sido horas antes un vivo fuego. Frente a él otra silla en la que espera que te sientes, y en el suelo más cerca del hogar los restos de la comida en un sucio recipiente de barro.
- Os estaba esperando... dice tranquilo cuando nota vuestra presencia. Aún no sabes muy bien como es capaz de hacerlo, ningún humano puede hacerlo cuando te lo propones, sin embargo él siempre sabe que estáis allí. -Pasad y sentaos.El clan, toda Escocia en realidad necesita tu ayuda Clyde.
Asintió y avanzó con paso sigiloso hasta tomar asiento. Síth hizo lo propio a su lado, y se recostó sobre sí misma. En cualquier otra ocasión husmearía el plato con los restos de comida, o incluso se sentaría cerca de Mauled para que la acaricia, sin embargo la loba notaba la tensión en el ambiente y se mantuvo al lado de su compañero
Clyde, por otro lado, se reclinó hacia atrás uniendo las manos y apoyó los codos sobre los reposabrazos
-Habla, viejo amigo, cuéntame por qué Alba está en peligro -preguntó. Sabía que había muchos otros vástagos cuidando las tierras de diversos Clanes, como los Fraser al sur, o los Morgan y MacLeod al oeste. Incluso era consciente de que varios de ellos estaban bajo la protección de los lupinos u otras criaturas; salvo contadas y raras ocasiones sus caminos no se cruzaban. Había cierta 'tregua' en las Tierras Altas, pues allí no gobernaban las normas de los vástagos sino otras mucho más antiguas aún. Sin embargo no alcanzaba a imaginar qué peligro amenazaba Alba
La caza fue fructífera aquella noche; era época de celo de los grandes venados de la región y de algunas especies animales más pequeñas lo cual garantizaba la alimentación. Centrados como estaban en buscar pareja para la cópula la mayoría de los animales descuidaban bastante su instinto de protección facilitándote mucho las cosas.
Ese comportamiento casi siempre te resultaba extraño,¿ como iba a ser el instinto reproductor más fuerte que el de supervivencia? tal vez la fauna supiese que no existe una cosa sin la otra; al contrario que tú, que te habías auto impuesto una no-vida bastante hermética y solitaria. Los animales necesitaban reproducirse y estar con los suyos para sobrevivir.
De nuevo la dualidad de la vida salvaje te maravillaba y te desconcertaba a la vez.
Te alimentaste tranquilo, estabas bastante cerca del lugar al que debías acudir, a apenas una semana a paso ligero y las inclemencias del tiempo en las montañas no te preocupaba.
Cuando comiences el viaje, ya sea esta noche o la siguiente, haz por favor una tirada de percepción + Alerta a dif.6
Cuando ocupaste el cuerpo de Roy buscando desde el aire la mejor ruta para llegar a la cima de la montaña te diste cuenta de que estaba a un par de semanas a paso tranquilo, sin ningún sobre esfuerzo por tu parte estarías en la cima la noche de Samhain, ¿ casualidad? lo dudabas, llevabas tanto tiempo dedicado a la naturaleza como para no pasar por alto esos detalles.
La misma noche en que todos los mundos se unían se celebraría una reunión en el Ben Mucdhul y tu no pensabas faltar.
tirada de percepción+ alerta a dif. 6 por favor.
-Se ha llamado a algunos al Ben Mucdhul para la noche de Samhain. Al parecer nuestro querido monarca ha renegado definitivamente de las tradiciones escocesas.Traicionando a su tierra y a su sangre. Pretende invadir las tierras con su ejército y sus leyes de las lowlands y arrancarnos la piel a quienes nos neguemos a ese supuesto progreso.
Se detuvo para servirse un vaso de whisky casero, también te tendió uno a tí. Sabía de sobra que no lo tomarías, pero también sabía que ese olor tan característico, que había permanecido imperturbable con el paso de los años te acercaba al clan. Te recordaba a quienes protegías, por quienes velabas. La receta del whisky de los SinClair era tan inamovible como la ancestral cultura que corría por vuestras venas.
-He de llegar a la cima de esa montaña la noche de Samhain,Clyde y también irán otras criaturas, de todas las índoles.Algunas de las cuales ni siquiera es seguro que existan, las conocemos por rumores. Necesito tu ayuda durante el camino, no estoy seguro de que haya una tregua para los asistentes, al fin y al cabo la vida no es más que un ciclo, cazadores y presas, perseguidos y perseguidores, vivos y muertos... Además, tus habilidades serán necesarias para mantener vivas nuestras tradiciones.
"Pues claro"
Los cálculos le cuadraban a Gael, la renunión sería para el Samhain. Hacia tiempo que Gael se había tentado así mismo con poder disfrutar de ese momento mágico que era la salida del sol el día de Samhain. Su familia, como era tradición, celebraba ese día especialmente: se despertaban mucho antes del alba, para poder preparar todo. Comida y bebida en abundancia, invitados de muy lejos se acercaban al patio de los mac Fergusa. Y era exáctamente ese día el único del año cuando la luz del amanecer entraba por un el pórtico principal de la casa.
Sacudió la cabeza a un lado y a otro. Si, quizás este año tuviera la fuerza suficiente para intentarlo.... pero antes, había que llegar al Ben Mucdhul
Tirada oculta
Motivo: Percepción+Alerta
Dificultad: 4
Tirada (4 dados): 2, 10, 7, 1
Éxitos: 1
Vaya, he marcado una tirada oculta sin querer.... sorry!
Aunque la sangre animal no me produce tanta satisfacción como la de los mortales, encuentro un profundo deleite en el ritual de la caza, en acechar a mis presas, en perseguirlas, en doblegarlas y, al final, en asestarles el golpe de gracia para evitar que mueran a causa del miedo que les infunde mi presencia preternatural.
No acostumbro a alimentarme más que lo suficiente para acallar a la Bestia que habita en mi interior y me impele a cometer actos atroces pero, en esta ocasión, me permito cazar hasta la saciedad. Al igual que los animales son llamados por la fuerza de la naturaleza para cohabitar los unos con los otros, yo he sido llamado también para reunirme con aquellos que comparten conmigo la insaciable sed de sangre.
En la medida de lo posible he procurado reducir a la mínima expresión tales encuentros pero, cuando se han producido, siempre ha resultado una imprudencia el no acudir a ellos en plenitud de facultades tanto mentales como físicas. Aquí yo soy la quintaesencia del depredador. En medio de la sociedad oscura, en cambio, conviene siempre estar alerta.
Consciente de que no se puede luchar contra la fuerza del Destino, me pongo en marcha hacia la cima del Ben Mucdhul bajo mi forma lupina, notablemente más veloz que mi apariencia humanoide.
Motivo: Percepción (3) + Alerta (2)
Dificultad: 6
Tirada (5 dados): 9, 4, 6, 9, 10
Éxitos: 4
Escuchó al dryw en silencio, sin intervenir, y asintió en silencio. Su rostro, deforme y monstruoso, era inmutable. Las palabras de Mauled eran graves, ya que una traición como aquella pondría en pie de guerra a numerosos clanes. Sin embargo se tomó una leve licencia cuando sacó el whisky...
Tomó el vaso con ambas manos y lo acunó bajo su nariz, degustando el ardiente olor a madera. La memoria de otros tiempos acudió a él. Cuando bajaba corriendo la colina próxima a su casa, con el sol bañando la ladera; el último en alcanzar la posada pagaba las bebidas. Sonrió, con los ojos cerrados. Y susurró -Uisge beatha*
Depositó el vaso en el suelo y asintió agradecido. Apoyó una mano sobre la cabeza de Síth, que se giró fugaz para observar a su amo, acariciándola. -Partimos cuando estés listo, Mauled. Ningún mal te hará daño si caminas con nosotros -la protección era extensible a su dryw, a cualquier miembro de su Clan, a Alba misma. Y daría su no-vida por ellos, si eran atacados. No dudaba de las palabras de Mauled, y ante tal situación su decisión era obvia. Había nacido a la noche, al vasto y cálido manto de la inmortalidad, para protegerlos
* Uisce beatha en Irlanda, Uisge beatha en Escocia. Es el nombre original del whisky, y su significado literal es 'agua de vida'
Había avanzado bastante en la noche, calculando mentalmente el ritmo que debías seguir para llegar a tiempo a tu destino. Si no surgían complicaciones llegarías a la cima de la montaña al menos 3 días antes de Samhain.
Con tu instinto más primitivo saciado por la sangre ingerida al principio de la noche tu mente vagaba entre los retazos del paisaje que se filtraban a tu alrededor mezclados con el recuerdo de la voz de tu sire instándote a reunirte con ella.Hacía tantos años que no la habías vuelto a ver que no conseguías decidirte sobre la razón que creías más probable para esa llamada. Un sonido muy leve atrajo tu atención,al acercarte de forma sigilosa pudiste distinguir claramente un pequeño campamento bastante bien oculto entre los brezales, cualquier hombre los habría pasado por alto, pero tú no eras ya un hombre...
Cuatro caballos estaban atados a unos árboles semi ocultos entre un par de grandes rocas y tres hombres dormían tapados por sus tartanes. El cuarto mantenía la espalda apoyada en una roca mediana, era sin duda el que hacía guardia.Estaba claro que pretendían pasar desapercibidos pues ni siquiera habían encendido un fuego para calentarse o comer.
Caminas por un bosque bajo cuando una especie de presentimiento te hace girar la cabeza, como si hubieras visto una sombra a tu izquierda.Que extraño,cuando miras ( y debido a tus reflejas no tardas nada en hacerlo) no ves nada a tu alrededor. Por lo que decides seguir con tu camino hacia la montaña, si tu tierra necesita ayuda nada impedirá que tú se la prestes.
Los presentimientos, las impresiones que no se pueden explicar, el instinto, en eso confía Gael desde hace un tiempo. Con un gesto con la mano señala a Roy la dirección en la que creyó escuchar, sentir, algo. Una palabra se forma en su mente que le transmite a su fiel escudero.
"Alerta"
Pensando que más vale ser precavido, continúa su camino.
Por norma general, procuro no entrometerme en los asuntos de los mortales. Dada mi actual condición y el tiempo que he pasado lejos de ellos, a estas alturas tienen muy poco a nada que ver conmigo y el sentido común me insta a mantener alejado de ellos tanto como sea posible.
Cuatro jinetes en la noche, en mis dominios, escondidos y montando guardia para no ser sorprendidos por un enemigo cuya llegada suguramente aguardan tanto como temen... Definitivamente, el sentido común me invita a proseguir mi camino sin detenerme, pero el instinto... ¡Ah, el instinto! Él me dice otra cosa y yo siempre lo escucho.
Me acerco sigilosamente a su improvisado campamento pero manteníendome a una prudente distancia tratando de no ser visto por el vigilante nocturno. Quiero averiguar todo lo que pueda sobre este grupo antes de decidirme si interactuar con ellos o seguir adelante. Si van armados necesito saberlo, cuatro mortales entrenados y armados con espadas seguramente no sean suficientes para acabar conmigo pero sí podrían herirme gravemente y hacerme llegar tarde a mi encuentro con mi sire.
Puede asumirse que tengo activo "Testigo de las Tinieblas" (Protean I) para ver con normalidad en la oscuridad.
- Estamos muy lejos y me temo que no soy tan rápido como tú, y ni tan siquiera tanto como cuando nos conocimos.Es mejor que partamos ya. dijo con su profunda y susurrante voz mientras se acercaba a un pequeño petate atado con cintas de cuero. Era un plaid y un breacan grueso, sin duda en previsión a las temperaturas que habría en la cima de la montaña. A pesar de que los hombres de las highlands estaban más que acostumbrados a las bajas temperaturas de escocia ni si quiera la costumbre les hacía inmunes a las inclemencias del tiempo. Aunque hacía años que Mauled no usaba kilt sino una larga túnica nunca faltaba colgando de su cintura un sporran cuyo interior estaba plagado de hierbas y raíces. Se apoyó en un grueso cayado que te había pasado desapercibido y caíste en la cuenta de la futilidad de la vida. Con este, ¿cuantos eran ya los dryws de tu clan que habías conocido?