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Sangrientas Navidades 4: Los regalos de Santa

Ilusión navideña

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27/02/2021, 10:34
Jim Thompson

Muerto. Si, él también lo había pensado en alguna ocasión. Troy no había sido un modelo en el instituto, y bien podría haber acabado apuñalado o algo peor, demasiado joven. Claro que podía decir lo mismo de sí mismo, aunque de forma diferente, por supuesto; él no era de los que se metían en líos serios con gente peligrosa, pero si de los que podían desaparecer sin más, demasiado fumado para saber lo que hacía o a dónde iba, sin darle suficiente valor a su vida como para preocuparse de si acababa cubierto de nieve en el bosque durante una tormenta, se caía al lago y no lograba coordinar sus movimientos para nadar hasta la orilla o siquiera salir a la superficie, o simplemente se tumbaba en las vías del tren, inmóvil en la oscuridad. Esas cosas pasaban, y a nadie en el pueblo le habría extrañado que le sucediera a él.

Pero no, estaba bien. Y Troy estaba bien. Se alegraba por ambas cosas. Posiblemente más por Troy. Había sido un buen amigo, pese a todo. Jim había entendido que se largara de allí sin mirar atrás, todos lo habían hecho. También que no hubiera recibido una llamada ni un mensaje en todos esos años, era normal. Lo único que no comprendía era el motivo de que hubiera vuelto, no tenía sentido regresar una vez lograbas escapar. Al no ser, claro, que no lograras escapar del todo. Si, por desgracia, eso lo sabía bien.

Dio otra calada al canuto, aunque se cortó a la mitad. Seabert ya le daba la espalda, pero no era cuestión de tentar a la suerte. Murmuró algo parecido a un "si, claro, perdón", y se giró para marcharse de allí. Cuando estaba ya a unos metros del centro comercial y el sheriff se había metido ya dentro, volvió a fumar con tranquilidad, dejando escapar el humo a la par que la tensión abandonaba su cuerpo. Al final Jonathan no es tan cabrón, pensó para si mientras recorría las frías calles de vuelta a casa. Solo lo había pasado mal. Jim suspiró. ¿Y quién no?

Al final abandonó todo aquél ruido de su cabeza y se limitó a andar. Cuando se acabó el cigarro, lo tiró al suelo helado y lo aplastó con el pie. Antes de que hubiera terminado, ya tenía otro papel en la mano y comenzaba a liarse otro. Tuvo que repetir el proceso una segunda vez, antes de ver la familiar fachada de su hogar. Desde la calle, podía ver la ventana de su habitación, ahora abierta, con la persiana subida; su madre seguramente habría aprovechado su ausencia para entrar y ventilar el cuarto. Anna era una buena mujer, siempre había cuidado de él. A cambio había tenido más preocupaciones de las que se merecía, una vida dura a raíz de un divorcio complicado y un hijo aún más complicado. Se había ganado algo mucho mejor que lo que tenía, pero la vida nunca era justa. El karma era un cuento que muchos se repetían para sentirse mejor, y Dios no era mucho mejor; si existía, estaba claro que hacía mucho que se había cansado de la humanidad, dándole la espalda. No era de extrañar, hasta el más paciente acababa cansado de un gente tan estúpida. Con un resoplido, se volvió a poner en marcha y se acercó a la puerta. Hizo además de llevarse la mano al bolsillo, pero se dio cuenta de que no se había llevado las llaves. Recordaba vagamente haberse percatado casi nada más salir, pero había pasado de darse la vuelta antes y malgastar energías cuando iba a volver un rato después. Con un sobresalto cuando escuchó el agudo sonido, se dio cuenta de que inconscientemente había llamado al timbre. Resopló.

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27/02/2021, 15:28
Halle Morrison

- Y yo al hombre más maravilloso... Jamás podría cambiarte por otro. Gracias a ti dejé de ser esa estúpida del instituto... tuve que madurar a marchas forzadas para tenerte conmigo y costó, pero mereció la pena. - Le dijo Halle abrazada a él, ocultándole su mirada al igual que su relación sentimental con su jefe. - Sin ti no hubiese avanzado nunca y me hubiera quedado estancando en el pasado, como ellos... al menos en lo que Troy y Jim se refiere, porque a la mujer no la conozco... seguramente de adolescente era completamente distinta físicamente, porque si hubiese estado así, sin duda hubiese sido el foco de nuestras crueles bromas e insultos. - Aseguró y suspiró sin separarse de Sean y le sonrió tras aquellos besos.

- Al menos si nos los volvemos a encontrar con los niños presentes, dejarán de comportarse como adolescentes... salvo Troy, que me da que seguirá en su línea de caballero de brillante armadura que deja tirado a todos por salvar su trasero. - Y Halle se agarró al brazo de su amado y caminó junto a él por el centro comercial.

- Además un italiano es más... tradicional por aquí. La comida brasileña en este lugar... no se quien se ha atrevido a traerla, pero sin duda no pega nada con este lugar. - Le dijo a su marido mientras accedían al local. - Pues había pensado acabar con las compras, volver al hotel, echarnos una siesta juntos, con una ducha compartida después... - Le dijo a su marido con voz insinuante. Halle era de esas mujeres cuya actividad en la cama la demostraba tomando la iniciativa ella misma. Quizás por eso acabó en los brazos de su jefe, porque en algún momento Sean debió comenzar a flojear por la edad y ella necesitaba más o el mismo morbo de tener una relación con alguien que jamás sospecharía que llegaría a tener, por la forma de tratarla delante de los demás y su cara de cabrón junto con serlo, la atrajeron más de lo que se imaginó en un primer momento. Pero no era el momento de pensar en House o sí... le añoraba, pero a la vez le excitaba pensar en él.

- Y luego si quieres nos traemos a los chicos a que vean todo esto. No es el centro comercial de nuestro barrio y se notan las carencias... pero al menos saldrán del hotel y verán algo antes de volver para cenar. Así les cansaremos y podremos volver a celebrar las fiestas a solas en nuestro dormitorio... ¿o te parece excesivo y prefieres reservar uno para mañana? - Le susurró la mujer con una cálida sonrisa, mientras llevaba su mano a la pierna de su marido por debajo de la mesa. - Y mañana podemos llevarles a dar un paseo por los alrededores del hotel y sacarnos algunas fotos con la nieve... hacer alguna guerra y disfrutar del día en familia. Seguramente mis padres se apunten a parte del paseo y las fotos.

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01/03/2021, 18:49
Troy Jacobson
Sólo para el director

Troy ya iba a descojonarse de la risa ante la amenaza de encerrarlos cuando al bueno de Jonathan se le ocurrió apuntarle con el dedo. Su humor cambió de pronto y todo rastro de una simple sonrisa había desaparecido. Si las miradas mataran, Birchmont necesitaría un sheriff nuevo. Y no contento con ello, tuvo que marcarse el choque de hombro.

- Ven a verme cuando quieras. -digo, asegurándose que le escuchaba antes de irse.

Diez años atrás Jonathan ya se habría comido un buen bocadillo de puño, pero ahora llevaba placa y Troy tenía las de perder. Aquella chuleada, sin embargo, se la apuntaba. Dio una larga calada y lanzó el cigarro sin siquiera mirar dónde. Echó a andar, soltando fuego con cada palabra, y aunque hablaba con Sid, bien podría haber estado marcándose un monólogo lleno de veneno.

- Ese mamón de Seabert... Qué valiente se ha vuelto ahora que lleva placa y pistola. Tendrías que haberle visto en el insituto, siempre bien protegidito por Kurt y todos sus lameculos chupapollas, con sus chaquetitas con su nombre bordado, no sea que a los muy gilipollas se les duerma una neurona y se les olvide cómo se llaman. Soplapollas.

Continuó soltando unos cuantos insultos más, de esos que no debería decir un padre frente a su hija salvo que ambos sean Jacobson. No sabía cómo aun, pero le bajaría los humos al caraculo de Seabert. Mientras, se dirigió hacia donde le había indicado y no tardó en ver a Jim saliendo del parking, así que aceleró algo el paso.

Notas de juego

Posteo directamente con Jim de remitente?

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02/03/2021, 20:43
Troy Jacobson

- Thompson, te dije que tiraras ese porro.

Con sigilo pero a cierta velocidad, Troy se había acercado a Jim por detrás antes de que pudiera salir del parking. Al estar casi encima suyo hizo aquel intento más que lamentable de imitar al sheriff Jonathan, aunque no se hubiese esforzado en parecerse a aquel capullo aunque supiera cómo hacerlo. Rió abiertamente mientras palmeaba a su viejo amigo en el hombro.

- Me acabo de topar con la autoridad. Así le debe ir al pueblo con ese tío de sheriff... Oye, ¿va todo bien? Antes te has esfumado de repente. -hizo un gesto hacia la adolescente que le acompañaba, cargada con una bolsa de repostería.- Por cierto, esta es mi hija, Sidney. Nos acabamos de mudar a mi vieja casa, así que ya sabes dónde encontrarme si te apetece echar el rato. ¿Te parece si nos damos los números de teléfono? Hace siglos que perdí mi antiguo trasto.

Fiel a su estilo, Troy sacó del bolsillo un teléfono que había quedado desfasado hacía años. Al menos este no estaba sujeto con cista aislante.

 

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04/03/2021, 16:53
Jonathan Seabert

-Sí, has... cambiado mucho. - Dijo Jonathan intentando no sonar desagradable, pero si la había reconocido había sido por la voz y no por su aspecto que se diferenciaba mucho del de cuatro años atrás. Charlie había compartido con él algunos de los momentos más duros de sus vidas y lamentaba haberla abandonado durante todo este tiempo.

-Bueno yo... bien. No se si sabes que Amanda me dejó... Bueno, ahora que lo pienso no sé si sabes ni quién es Amanda. - Dijo forzando una sonrisa. -Me casé Charlie. Después de... de todo lo que pasó hace cuatro años decidí sentar la cabeza. Pasar página con respecto a lo de Cindy y vivir la vida. Encontré a Amanda, nos casamos y tuvimos una preciosa hija... pero no duró mucho. Eramos demasiado diferentes... Bueno. ¿A quién pretendo engañar, Charlie? Tengo demasiada mierda en la cabeza como para estar centrado en una relación. - Algo le decía que Charlie le comprendería. -Perdóname. No sé por qué te cuento todo esto. Estas Navidades me toca a Sara a mí. ¿Quieres que te la presente? Es una niña muy avispada. Seguro que os caéis bien.- El cambio de tema le trajo una sonrisa a los labios.

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04/03/2021, 17:03
Sean Morrison

Sean sonrió ante la idea de la ducha, pero Halle sabía que no era la primera vez que él parecía dispuesto a algo así y terminaba dejándola con las ganas y alegando estar demasiado cansado o cualquier otra excusa para no tener relaciones con ella. Con el tiempo, la vida sexual de la pareja se había ido difuminando lentamente hasta casi desaparecer. Habían pasado de pasar noches de fogosas horas inacabables a hacerlo solo una vez a la semana, una vez al mes, o incluso había meses en los que no hacían nada. Para ella resultaba algo frustrante a veces, y se repetía que él no había dejado de quererla y que sólo era el hábito, la rutina de la relación y la edad de Sean, que ya no tenía un apetito sexual tan intenso como años atrás.

-Me parece un plan estupendo, amor. - Dijo Sean mientras esperaba a que el camarero del italiano les tomara la comanda. - La verdad es que me apetece que los chicos vengan aquí y conozcan esto.

La mano bajo la mesa le sorprendió y le sacó una sonrisa, pero nuevamente dejó a Halle con las ganas. Miró a todos lados temiendo que alguien les hubiera visto y le tomó la mano con dulzura, retirándosela de la pierna como si ya temiera donde podía acabar aquello.

-Aquí, no. - Dijo algo más serio. -Luego en la ducha y... ya veremos como va esta noche. - Dijo mostrando una sonrisa. Halle esperaba que fuera así, porque se temía que ni ducha, ni noche, ni mañana.  - ¿Qué vas a pedir? Me apetece eso del antipasti, ¿sabes qué es?

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04/03/2021, 17:41
Halle Morrison

Le quería. Halle no dudaba de ello. De hecho le debía tanto que no sabía si podría pagárselo en mil vidas juntos. Sonrió cuando el pareció aceptar de buen agrado la idea de la ducha y eso hizo que Greg se alejase de su cabeza de nuevo. Ella quería estar con el hombre que verdaderamente amaba y que había hecho de ella alguien tan especial. Y a su mente vino de golpe el recuerdo de aquel día en el cual Halle, lejos de haber discutido con Sean, se encontraba tan sola y mal en el trabajo, como para que, dolida y tras una sequedad amorosa y sexual de semanas, se lanzase en brazos de su jefe sin dudarlo, para luego besarle con pasión.

House no dijo nada, no necesitaron palabras entre ambos para saber lo que había, lo que Halle necesitaba. Y en aquel hospital, en una sala cerrada, jefe y empleada dieron rienda suelta a sus más bajos instintos. No hablaron del tema después... simplemente se volvieron a buscar tiempo más tarde y sin mediar palabra repitieron... hasta que aquello se convirtió en algo más formal y Halle comenzó a visitar el apartamento de House cuando se suponía que trabajaba, durmiendo incluso con él.

Y eso era lo que ella no entendía de Sean. Greg y él tenían la misma edad más o menos y el doctor parecía incansable y su marido, aquel aquien amaba y con quien quería yacer en la cama, simplemente estaba cansado siempre. Y que Sean sostuviese la mano de Halle sobre su pierna hizo que la mujer recordase eso y el viaje a la conferencia sobre "nuevos sistemas de diagnósticos" donde su jefe "la obligó a acompañarle" y donde casi ni se les vio asistir a ninguna charla por estar demasiado ocupados en una de las habitaciones y el momento de descanso en un comedor apartado del resto de los asistentes, donde Halle tuvo el mismo gesto con Gred y acabaron en los baños del restaurante, dándolo todo de nuevo.

De hecho Halle se había preguntado más de una vez si su marido no estaría con otra y por eso no cumplía con ella. Una parte decía que no podía culparle pues ella estaba en la misma situación, pero otra le decía que para eso él era su marido, para estar con ella y no con otra y ella tener que irse con... con quien menos se pensaría nadie. Así pues, la mujer, cargada de deseo y pasión, se conformó con sostener la mano de su marido bajo la mesa y acariciarla con suavidad antes de sacarla de allí y mirar la carta. - Debí decirle a House que se viniese... al menos disfrutaría de algo en las fiestas. - Pensó para sí mirando el menú del lugar.

- Sólo buscaba un poco más de calor... - Se quejó en susurro. Salir de la rutina en la que Sean se sentía encajonado y que llegase lo suficientemente caliente al hotel como para al menos disfrutar de la ducha. Halle le miró y le sonrió, sabiendo que tendría que apagar sus ganas con una ducha de agua fría. Al menos cariño no le faltaba por su parte, ni apoyo, pero lo que era compresión en el tema de la cama... - Pues... creo que una especie de aperitivos... Recuerdo haberlos pedido en alguna cena... o que alguien los había pedido... - Dijo sacudiendo la cabeza, recordando que habían sido ella y Greg, en una de esas escapadas, quienes lo pidieron en un italiano. - Si quieres los pedimos y los probamos, así salgo de dudas. - Le dijo a Sean y le sonrió con dulzura. - Solo espero que no tengan muchas especias. - No llegaron a tocar el plato ni a verlo si quiera, porque la urgencia les hizo ir al baño y luego marcharse al hotel, pedir unas pizzas y no salir de allí en el resto del día. - No quiero que en un día tan especial como hoy, acabes malo y sin poder venir con los chicos por aquí. - Y ella sin ducha... pero las especias... Halle ya le había dado la excusa perfecta.

- Creo que pediré una ensalada y... Vitello tonnato. - Ya que estaba segura de que no quemaría las calorías de un plato de spaguettis con albóndigas, al menos que fuese algo más o menos ligero. - Y un satisfayer... en cuanto tenga un rato encargo uno por internet o me volveré loca sin House aquí.

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04/03/2021, 19:51
Charlie Peyton Crookshanks
Sólo para el director

Charlie se dio cuenta de la duda de Jonathan a la hora de completar la frase. Ella misma era consciente de que se había abandonado completamente, y conocía la razón, así que no se sintió demasiado mal... aunque tampoco bien. Era débil, estaba derrotada y también falta de esperanza, una combinación que estaba acabando con ella, y ni siquiera luchaba para impedirlo porque no había motivos para ello.

Cuando empezó a hablarle de él... supo que no había sido la única en verse sobrepasada. Sin darse cuenta, se acercó a él y colocó una mano sobre su brazo.

-Claro, me encantaría. Si se parece mínimamente a su padre, será un encanto -logró decirle Charlie, conteniendo las lágrimas por poco. En ese momento, al ver al pobre de Jonathan sufriendo pero también con un motivo para continuar luchando, sintió envidia, y también algo que hasta ese momento no había considerado.

Rabia.

De repente, tuvo ganas de estar de nuevo delgada, de volver a ser la que era y volver a vivir, pero todo era demasiado difícil y el camino no tenía un final asegurado.

Y aún así....

-Te prometo que si me invitas a cenar, no me comeré todo lo que me ofrezcas -le dijo entonces, intentando bromear sobre el tema, al tiempo que intentaba mostrarse fuerte en su interior, para hacer lo que hasta entonces no había conseguido.

Gimnasia.

Notas de juego

Otra vez escribí antes en primera persona. Es que no me doy cuenta, lo siento.

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05/03/2021, 12:10
Jim Thompson

Durante un instante se quedó inmóvil, pero en seguida se dio cuenta de que no era el mismo tono de voz, no tenía el mismo registro, y se dio la vuelta con una ligera sonrisa. Había reconocido a Troy. El gesto, rápidamente, mudó a otro de sorpresa cuando vio a la niña pequeña.

¿Eh? Si, todo va bien, no te preocupes. ¿Sidney has dicho? —Miró con intensidad a Troy, sus labios fruncidos—. Sid... —¿Por qué habría elegido ese nombre? ¿Acaso no recordaba lo ocurrido? Parecía una broma de mal gusto, pero a pesar de que su amigo siempre había hecho gala de un humor bastante negro, no creía que fuera por eso. Tuvo un escalofrío, lo que le devolvió a la realidad y, dándose cuenta de que se había quedado observando fijamente a la cría, desvió la mirada ligeramente, turbado—. Es un placer. Mala suerte que te haya tocado este padre, pero no te preocupes, luego mejora —dijo pretendiendo ser gracioso gracioso, pero sin poder evitar una nota de amarga. Antes de cagarla, volvió a prestar su atención a Jacobson, que había sacado el teléfono. Observó el cacharro y negó—. Tío, no has cambiado nada. —Sacó el suyo; no es que fuera el último del mercado, pero estaba más nuevo sin duda—. Dime tu número y te hago una perdida. Me alegrará vernos y ponernos al día, seguro que tienes mucho que contar.

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05/03/2021, 14:32
Troy Jacobson

Troy notó la incomodidad ante el sombre de Sidney y no pudo evitar sentir una palpitación y una extraña sensación que le subía por el espinazo hasta el cuello. Se sintió de pronto atrapado y con la necesidad de defenderse.

- Sí, bueno. Sid, como... -al ver que Jim se había quedado medio petrificado, pasó una mano por delante de sus ojos a ver si despertaba. En cuanto su amigo reaccionó, se sintió más relajado al ver que ya no necesitaba explicarse más.

- Oh, tranqui. -hizo un gesto con la cabeza hacia Sid- Esta señorita ha visto ya un par de cosas, créeme. Quedamos un día y te cuento, y me explicas cómo han ido las cosas por aquí todo este tiempo. Apunta, 555...

Tras intercambiarse los teléfonos. Troy se quedó un instante mirando a su amigo del instituto. Que raro era volver a estar allí con él, pero qué tranquilidad le traía. No sabía cuál era la siguiente jugada en todo aquel juego de ser un adulto responsable, pero tenía la sensación de que, al menos, tendría la calma necesaria para descubrirlo como es debido.

- Bueno tío, tengo que irme. -abrazó afectuosamente pero con fuerza a Jim.- Voy a terminar de comprar antes de que el caraculo de Jonathan me amargue el día. Ya sabes dónde encontrarme.

Hizo un último gesto de despedida y se dirigió junto a Sid de nuevo al centro comercial, con la esperanza de que la ropa que su hija había visto no se saliera demasiado del presupuesto. 

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06/03/2021, 12:13
Jim Thompson

Si, si, claro. A lo mejor me paso esta noche, o mañana, así os doy tiempo a instalaros. —Asintió—. Me ha gustado verte Troy. Y también conocerte, Sid. ¡Cuidaos!

Esbozó una sonrisa, recuperado su aplomo habitual, y se despidió con la mano antes de darse la vuelta y seguir su camino a casa, como había pretendido en un primer momento.

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06/03/2021, 15:19
Sidney Jacobson

Cuando Jim se quedó embobado mirando a Sid, la niña se sintió incómoda y miró a su padre buscando una explicación. Luego alzó la mano y chasqueó los dedos mientras Troy pasaba la mano por delante de la cara de Jim. Incluso pareció preocupada por aquella especie de lapsus que había sufrido el amigo de su padre. Finalmente, Jim intentó bromear y la chica miró a su padre de nuevo y luego se encogió de hombros.

-Joder, Troy. - Dijo la niña con un vocabulario que no debería tener una pequeña de apenas nueve años de edad como los que ella aparentaba . - Este tío apesta como en casa del abuelo. Troy... Estás volviendo a hablar de mí como si no estuviera delante. - Le recriminó a su padre poco después.

-Psss... Vaya par de carrozas. - Fue el comentario que hizo la niña ante la escena del intercambio de números de teléfono, en los que ambos tenían unos modelos de la generación pasada. De dos generaciones atrás en el caso de Troy. Para despedirse de Jim, la pequeña se llevó dos dedos a la frente y después extendió la mano para apuntar a Jim, un saludo que recordaba bastante fielmente al Troy del instituto.

-Oye, Troy, - le dijo a su padre mientras Jim se alejaba, -¿por qué mi nombre le ha hecho alucinar tanto?

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08/03/2021, 12:47
Jim Thompson

Escuchó de fondo la última pregunta de Sid, aún sorprendido (aunque no mucho dado quien era su padre) del vocabulario y ocurrencias de la niña. No quiso escuchar la respuesta y siguió andando, queriendo olvidar.

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09/03/2021, 20:25
Troy Jacobson

- Vaya, discúlpeme usted, su majestad. -comenzó Troy para responder a las puyas de su hija mientras se acercaban de nuevo a las puertas. Podían pasarse así todo el santo día, como si fueran dos colegas echando una birra y diciéndose barbaridades. A Troy le recordaba los buenos tiempos del instituto, si es que apuñalar con palabras y llegar a los puños de vez en cuando podía considerarse bueno. Quizás era la falta de responsabilidades, lo fácil que parecía todo por aquel entonces. Era la única parte de aquellos años que no terminaba recordándole aquel baile de Navidad. Por desgracia, la última pregunta de Sid acababa, precisamente, de llevarle a aquellas fechas. Tardó unos segundos en contestar, no sabiendo muy bien qué decir.

- Llevas el nombre de una compañera nuestra. -fue todo lo que fue capaz de decir. Se le hizo un nudo en la garganta que intentó disimular llevándose un cigarro a la boca. Abrió la puerta para que Sid pasara y aprovechó para lanzar un último saludo a Jim, el mismo que la chica había hecho hacía un momento, el mismo que él llevaba haciendo desde que era un adolescente. Ahora tan sólo esperaba poder quitarse el recuerdo de las navidades de la cabeza al menos un rato. Casi deseaba toparse con Jonathan si con eso se alejaba de las visiones.

- Usted dirá. -dijo a Sid con un gesto de la mano, para que le guiara hasta la tienda de ropa

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10/03/2021, 18:35
Sidney Jacobson

-¿Una compañera? - Preguntó la niña cruzando la puerta del centro comercial que su padre le sostenía. La mirada inquisitiva en los ojos de la niña le hizo saber a Troy que le venía encima un importante aluvión de preguntas que le haría arrepentirse de haberle dicho nada. -¿Era guapa? ¿Te caía bien? ¿Te gustaba? ¿Era tu novia? ¿Era la novia de Jim? ¿Vive en el pueblo? ¿Qué le pasó? ¿Por qué me pusiste su nombre? ...

Si Troy tenía la vana esperanza de no recordar todo lo ocurrido en aquellas fatídicas fiestas años atrás, acababa de darse cuenta de que ya podía olvidarse de ello. Troy no sabía de qué le venía tanta curiosidad a la niña, debía ser herencia materna, porque él desde luego no tenía tanto interés en andar sabiéndolo todo.

-Troy. - Dijo Sid después de un momento de silencio entre ambos que había aprovechado para analizar minuciosamente el centro comercial y decidir a dónde ir a continuación. - Te voy a ser sincera, he robado estos bollos de canela. Creo que se los han cobrado a una gorda porque me puse a hablar con ella para que se pensaran que era mi madre o algo. ¿Qué tal si vamos a otro lado y volvemos por la tarde a comprar la ropa? Y me gustaría ir a la bolera.

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10/03/2021, 18:45
Director

Después de despedirse de Troy se volvió a poner en marcha y se sumergió en sus pensamientos. A veces, cuando caminaba por la calle iba tan ensimismado en sus pensamientos que se olvidaba de todo lo demás. En más de una ocasión había estado apunto de ser atropellado al cruzar un semáforo en rojo. A cambio no tenía que aguantar los largos momentos de aburrimiento de caminar solo por las calles aburridas y monótonas de un cementerio de sueños como era aquel pueblo, y cuando quiso darse cuenta se encontró frente a su propia casa. Frente a la puerta de la casa se dio cuenta de que se había olvidado las llaves, y casi de manera autómata llamó a la puerta. Su madre, Anna, no tardó mucho en abrir y tampoco se sorprendió al ver que su hijo olvidadizo se había dejado las llaves. Otra vez.

-¿Para qué tienes una copia? - Le recriminó dándole paso antes de empezar con el ritual de preocupaciones típico de madre. -¿Ya estás aquí? Has venido demasiado pronto. Más vale que te busques algo que hacer. No quiero tenerte aquí todo el día fumando. ¿Qué te crees que no huele? Ya no tienes diecisiete años, James. Es hora de que espabiles. De que hagas algo. Ya no te digo que busques trabajo, pero al menos sal por ahí con tus amigos aunque sea.

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10/03/2021, 18:56
Jonathan Seabert

Jonathan percibió como el ánimo de Charlie iba recuperándose en esos instantes y le sonrió alegre de que así fuera. Poco sabia él los problemas por los que pasaba Charlie, pero nadie se deja de esa manera si no es por haber perdido las ganas de hacer cosas.

-¡Claro que sí! Es un encanto, ya veras. Tiene tres años, está en la época de preguntar el por qué de todo. Es muy graciosa. - Jonathan no podía ocultar su sonrisa de padre orgulloso.

La broma de Charlie le hizo reír aunque inmediatamente se dio cuenta de que Charlie aparentaba una fortaleza que realmente no tenía y una seguridad sobre su físico que no estaba ahí. En los ojos de Jonathan estaba esa mirada que los policías tenían cuando habían calado a alguien que no les estaba diciendo toda la verdad. Sin embargo, Jonathan no dijo nada al respecto y actuó como si Charlie fuera así de segura de sí misma.

-¿Te apetece tomar algo esta tarde? Vendremos aquí al centro comercial. A eso de las cuatro. Venga dime que sí. - Le insistió.

-¿Sabes...? Adam y yo quedamos por las mañanas temprano para correr. Adam lo ha hecho toda la vida, le ayuda a pensar dice, pero yo empecé recientemente, empezaba a tener la misma forma física que el viejo sheriff Bostrom. Después del divorcio y toda esa mierda me dejé bastante y gané algo de peso. Imagínate lo que diría la gente, otro sheriff tragadonuts. - Bromeó consciente de pronto del lugar en el que estaban. -Te juro que estos donuts son para Sara. Bueno, eso... que si quieres venirte algún día el grupo acepta a una más. El gilipollas de Adam es capaz de darse cinco vueltas al pueblo pero yo a mitad de la primera ya estoy echando el higadillo. Él dice que todo es cuestión de cogerse al hábito.  

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10/03/2021, 19:36
Charlie Peyton Crookshanks
Sólo para el director

La respuesta de Jonathan no se hizo esperar y su sonrisa le confirmó a Charlie que todavía retenía algo de su antigua forma de ser, aquella que había logrado atraer a Mary... pero también la misma que la había perdido no mucho después. Pero Charlie se sentía con más confianza. Era como regresar atrás en el tiempo, cuando todavía esperaba algo de la vida, aunque no tuviese demasiada confianza, y había esperanza para ella.

Lo que no esperaba era que le dijese de tomar algo más tarde. Ella no solía salir, mucho menos allá donde hubiese gente, y no solo porque tuviera problemas para sentarse en las mismas sillas que los demás (no hacía mucho que había roto una silla, rozando el ridículo al encontrarse inesperadamente  en el suelo), sino porque se había vuelto más asocial que nunca, pero... quién podía negarse.

-Estaaaá bien. Pero solo porque me lo pides tú -le dijo finalmente. No fue capaz de resistirse a aquella invitación, fruto de una amistad que le parecía sincera -. A las cuatro.

Charlie estaba a punto de despedirse cuando Jonathan le dio a todo una nueva vuelta de tuerca. Charlie sabía que lo hacía con buena voluntad, pero era precisamente eso, voluntad, lo que le faltaba a Charlie. ¿Cómo iba a sentirse capaz de correr cuando no había motivos para ello?

-Pues... bueno, no sé. Quizás lo haga. Y-ya me lo pensaré, ¿de acuerdo? Si me animo... bueno, me dices por donde vas y yo me uno a vosotros.

A Charlie no le apetecía nada pensar ahora en correr. No se sentía con tantas fuerzas. Era una buena idea pero... bueno, a lo mejor mañana tenía ánimo suficiente para hacerlo.

-En fin. Pues... nos vemos luego, entonces. Estoy deseando conocer a Sara. Lucharemos codo con codo por los bollos que tengan más chocolate -le dijo, riéndose aspirando el aire, lo cual hacía que sonara de manera muy particular.

Lo cierto era que aquella había sido la primera vez que se había sentido bien en mucho tiempo. Seguramente no duraría mucho... pero recuperar aquella sensación de que podía ser más o menos normal... le gustó.

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10/03/2021, 19:47
Sean Morrison

La pareja pudo comer tranquilamente. El antipasto efectivamente era un entrante, por lo que Sean quedó con hambre y tuvo que pedirse algo más, y ante las dudas que le surgían por los nombres en italiano de los platos terminó pidiendo algo de pasta, cosa que había pretendido evitar en un principio. Además, la camarera, una morena de grandes ojos azules, no estaba muy por la labor de ser tratarles más allá de la cordialidad que exigía su trabajo. Halle juraría que la conocía de algo y supuso que ella también la había reconocido y por ello no quiso deshacerse en simpatías con la pareja. La comida al menos era buena, y pudieron disfrutar de un postre acompañado de café italiano tranquilamente. Cuando al fin terminaron de comer, Sean pagó la cuenta sin mirar siquiera el precio y se marcharon de allí.

Pasearon un poco más antes de regresar al hotel con la intención de bajar la comida, Halle se encontró con más miradas que parecían reconocerla aunque la mayoría pasaban de ella como de cualquier otro visitante del centro comercial. Localizaron algún sitio donde regresar por la tarde con los chicos y después se fueron al hotel. Lo primero que hizo Sean al llegar a la habitación fue tumbarse en la cama y consultar el correo en el móvil. Parecía que nuevamente Halle se las iba a tener que arreglar sola habiendo lamentado no haberse inventado alguna conferencia o charla para acudir con House a aquel regreso a Birchmont, así que al final decidió ducharse ella sola. Sean la sorprendió esta vez. Apareció en el baño mientras ella se estaba duchando y se metió con ella.

-Eh, habíamos dicho que nos ducharíamos juntos. - Dijo con una sonrisa insinuante cuando ella se volvió hacia él.

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11/03/2021, 20:06
Troy Jacobson
Sólo para el director

Joder, de haberlo sabido... Todas aquellas preguntas se le atragantaron muy rápidamente, y durante unos segundos no supo que hacer. Cuando no pudo más, tomó a Sid por el hombro y le habló con voz entrecortada.

- Basta. -se dio cuenta entonces de que ella no lo había hecho a propósito y que debía calmarse.- Dejemos el interrogatorio para otro momento, ¿vale?

Algo le decía que no haber sido claro con el tema sólo conseguiría que Sid hiciera más preguntas, pero con suerte sería en casa, donde Troy podría tener algo más de control sobre lo que decir o sobre dónde esconderse cuando no pudiera más. La confesión sobre los bollos consiguió quitarle parte de las nubes que se acumulaban en sus ojos. Miró a Sid con el ceño fruncido y negó con la cabeza.

- Joder, eres... -no siguió, sabiendo que acabaría acusándola de ser lo que él fue de joven.- Aquí se conoce todo el mundo, dos preguntas bien puestas y sabrán quién eres antes de que te termines la bolsa. Tienes que ser más lista, ¿vale? Y sobre la bolera... -comenzó a decir con tono de broma mientras cambiaba de rumbo.- Podemos ir, pero te voy a dar tal paliza jugando que te va a dar vergüenza hasta ir a devolver los zapatos. -comenzó a hacer estiramientos y a crujirse los dedos mientras observaba las caras de la gente. Podía reconocer alguna aquí y allá, incluso después de tanto. Eso le hizo volver al encuentro con Jim, Halle y aquella otra chica. ¿Cómo se llamaba? No se acordaba, aunque recordaba que era...- Espera, ¿has dicho que le has colado la cuenta a una gorda? ¿Era pelirroja, así de alta, vestida con muy pocas ganas?

Notas de juego

No se si refiere a ir a la bolera ahora. Si es así, ese es el plan. En caso contrario, sería ir a comprar comida a algún otro sitio y luego a casa.