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Sangrientas Navidades 4: Los regalos de Santa

Ilusión navideña

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25/03/2021, 14:07
Charlie Peyton Crookshanks
Sólo para el director

Jonathan parecía estar a punto de hundirse pero esperaba que no lo hiciera, porque su hija necesitaba toda la ayuda que pudiera tener y desde luego, nadie mejor que su propio padre para liderar su búsqueda. Llegado el momento, Charlie no podía asegurar si lograría resistirse a sus propias emociones, pero ya habría tiempo para eso y tampoco sabía si ella estaría para verlo.

Mientras observaba cómo se alejaba y daba órdenes a sus hombres, Charlie pensaba que había que ser muy fuerte para poder aguantar aquello y que todo lo que recordaba que había pasado, no era nada comparado con el horror de aquel padre, buscando desesperadamente a su hija.

Finalmente, se dirigió hacia el hospital, sin demasiada convicción, todo había que decirlo, porque dudaba que Jonathan no hubiese entrevistado en profundidad a la niñera y Charlie tampoco se consideraba como alguien con quien la gente tuviese excesiva confianza, menos aún, con aquel aspecto de tonel a punto de reventar.

Pero era lo que se le había ocurrido y ahora no se echaría hacia atrás.

La visión de aquel Santa Claus trajo a su memoria tiempos diferentes, peores en su conjunto, por lo que había estado a punto de ocurrirle, por las consecuencias no mucho después para su amiga, pero también el previo de momentos buenos, con la llegada de... bueno, eso era otra historia que ya no merecía la pena recordar.

El estremecimiento le hizo quedarse unos segundos parada en mitad de la puerta, hasta que alguien le llamó la atención por eso. Entonces, reanudó la marcha en busca del coche, volviendo a darle vueltas a todo, que era justo lo que no deseaba hacer. La pérdida era algo difícil de asimilar y ella era una de las peores personas para poder dar consejos sobre ello, así que más valía que encontraran a Sara, por la pobre niña desde luego, pero también por Jonathan. Charlie se había estado suicidando a base de carbohidratos y grasas, pero su amigo quizás fuese más directo si no conseguían encontrarla.

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25/03/2021, 21:52
Troy Jacobson

Troy se quedó con la mirada fija en algún punto indeterminado del suelo. ¿Debería ir? ¿Era mejor pedirle a Jim que se enterara de algo antes? ¿Y su hija, debía enterarse de todo aquello? Pero antes de poder continuar, la voz de Sid le sorprendió y le devolvió a la realidad. Era tan raro oírla llamarle "papá" que podría despertarle de un coma haciéndolo. La miró, con expresión de no terminar de saber dónde estaba. Luego miró al techo y resopló.

- Jim, ¿recuerdas lo que le pasó a Sidney aquella noche? -el simple hecho de decir "aquella noche" le provocó un escalofrío.- A mí... Joder, esto no se lo he dicho a nadie, pero a mí Sidney me gustaba. -bajó la cabeza y dejó escapar una risa triste.- Bueno, se lo dije a ella ese día. Entonces pasó... -otro escalofrío.- Ya lo sabes. Le pedí a Mercy que se refugiara en casa de Sidney, pero discutieron. Sidney la echó porqué pensó que Mercy y yo teníamos algo. Se encerró en su cuarto y... -hizo un gesto con la mano, dando a entender que el resto de la historia ya era conocida. Luego guardó silencio unos segundos.- Yo... Yo estuve frente a la puerta de su habitación, Jim. Cuando intentó suicidarse, yo estaba al otro lado de la puerta sin saber porqué no me contestaba. Podría haber entrado y salvarla, pero no lo hice. -hundió la cara en las manos.-  No lo hice...

Y por si aquel gesto no había sido suficiente en la lista de "Primeras veces que se ve a Jacobson haciendo X en público", Troy no pudo evitar que se le escaparan unas lágrimas.

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26/03/2021, 19:30
Jim Thompson

Oh. No sabía que contestar. ¿Qué se podía decir en esos casos? ¿Bastaría con darle una palmadita en la espalda? ¿Apoyarle una mano en el hombro? Parecía estúpido, pero hizo lo último y se quedó así, callado, turbado por aquella imagen que jamás había esperado presenciar, mirando de reojo a la niña mientras no perdía de vista al padre, e incapaz de abrir la boca o hacer nada útil para ayudarle. Estuvo así lo que para él se le hizo una eternidad hasta que se atrevió a responder de aquella manera.

Ella está bien, aquello... —Tragó saliva—. Fue hace mucho. No podías hacer nada y seguro que no te guarda rencor. —Supo que era una gilipollez en cuanto se escuchó, pero tampoco se le ocurría otra cosa, así que continuó—. ¿Por qué no vamos a verla? Te acompaño. O ve tú, yo me encargo de Sid y la entretengo contándole batallitas tuyas del instituto. —Miró a la susodicha—. ¿Qué te parece eso? Seguro que te apetece un rato lejos de este carcamal —dijo no muy convencido, pero esperando que su tono animara la situación.

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27/03/2021, 17:10
Sidney Jacobson

Sid se quedó de piedra tras ver a su padre derrumbarse de aquella manera, pero todavía más impactada con las palabras que salía de su boca y la difícil historia que estas narraban. Inmediatamente se sintió culpable por haber atiborrado a su padre a preguntas al respecto de su tocaya poco antes de aquello. Sid sostenía todavía la pesada bola, sin saber muy bien qué decir ni qué hacer. Miró a Jim, que le invitaba a pasar un rato sin su padre pero no respondió, no parecía haber escuchado la pregunta. Estaba muy preocupada y comenzaba a estar asustada.

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28/03/2021, 15:22
Halle Morrison

- Hasta a mi me ha sentado mal, cariño. Solo de pensar que podría ser uno de nuestros pequeños... - Halle se puso nerviosa y apretó con fuerza la mano de Sean. Eso no iba a ser suficiente consuelo esta vez, al igual que el estado de calma que había logrado en la habitación del hotel de sus padres aquella tarde con su marido. La pastilla de la mañana casi no le hacía efecto ya y estaba claro que la situación la agobiaba bastante.

Al entrar en el centro comercial, Halle se aseguró de que Steven se agarrase a su padre. - Mami tiene que ir un momento al servicio. - Miró a su hija con dulzura. - Si tienes que ir cariño, es el momento. - La niña negó con la cabeza y Halle besó a su marido. - No tardo. Voy a empolvarme la nariz. - Bromeó antes de volver a besarle en los labios y marcharse contoneando la cadera para él. Una vez en el baño buscó los calmantes que House le recetaba dentro de su bolso y se tomó uno de ellos dentro de uno de los inodoros. No quería que nadie la viese consumir pastillas, aunque estas estuviesen en un frasco donde la etiqueta decía que era Migrasin, unas pastillas para las migrañas. Así Sean evitaba tomarlas y si alguna vez tenía que hacerlo delante suyo pues con alegar que empezaba a sentir el dolor evitaba toda sospecha.

Al salir, la que en aquel momento a Halle le parecía de nuevo la familia perfecta, le estaban esperando donde les dejó. Volvió a coger a Steven de la mano y luego tomó a su marido de la otra. - Vamos. Será divertido. - Dijo viendo como Steven reaccionaba a las luces y la ambientación del lugar.

Convencer a Steven de que debía cambiarse de zapatos para jugar a los bolos fue quizás lo más complicado de la tarde, pero al final el pequeño, al ver a sus padres y hermana con aquellos zapatos, accedió y el juego comenzó. - Espero no romperme una uña con esto, cariño... o te lo haré pagar esta noche... - Le lanzó la indirecta Halle a su esposo de que ya andaba buscando una excusa para repetir. Con Steven el juego era más complicado, pero se podía hacer y Halle disfrutaba viendo a su familia sonreír feliz y divertida. Tanto que sacó el móvil para grabarles jugando y lanzando los bolos, cuando la figura que vio más atrás pertubaron su entusiasmo.

Con lo grande que era aquel lugar, Troy tuvo que elegir la bolera también esa tarde. Los ojos de Halle fueron hacia la pequeña, al menos ella no estaba perdida y de alguna manera se sintió un poco culpable por no revisar los baños cuando entró en busca de la niña. Iba a excusarse para irse, después de lanzar un par de bolas más y comprobar esos baños, cuando vio a Jim unirse a Troy. - Mejor quédate quieta y disfruta de tu familia. - Pensó para sí y eso hizo. Se centró en Sean y animó a Tina cuando a esta le tocó lanzar su bola. - ¡Vamos cariño! ¡Derríbalos todos! ¡Enseñémosle a papá y a Steven que las chicas somos las mejores!

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29/03/2021, 14:58
Troy Jacobson

Troy, algo más calmado, se secó los ojos y levantó la vista, aunque la fijó en un punto distante.

- Ya tío, pero tampoco fui a verla al hospital. Estaba... Estaba enfadado con lo que hizo, se comportó como una cría al mandar a Mercy de nuevo a la calle. Ya viste cómo llegó al baile...

Tuvo que callarse. Estaba bordeando el límite, acercándose demasiado a sumirse en el pleno recuerdo de aquella fatídica noche. Casi sentía la herida del hombro dándole punzadas. Tomó aire profundamente. Ahora su mente se iba por otros caminos, unos que también había revisado demasiadas veces y que nunca le llevaban a nada. Intentó vencer al arrepentimiento, pero se le escapó en palabras.

- Si me hubiese quedado con ella esa tarde o si hubiese entrado, ahora las cosas serían muy distintas. -en mitad de su discurso interno recordó que ese "ahora" se personificaba en su hija. Se giró hacia ella y se percató que se había enterado de todo. Dibujó una media sonrisa triste.- Lo siento, Sid. No quería que te enteraras de este modo. Perdona por haberte jodido la tarde. A los dos.

Se quitó los zapatos de bolos y se levantó. Seguía sin tener claro qué hacer, así que se preguntó "¿Qué haría el Troy de entonces?". Le pareció adecuado, teniendo en cuenta que todo aquello era un problema de un pasado concreto, que aquella versión de él mismo fuera la que tomara la iniciativa. Y eso precisamente fue lo que se dijo. "Hazlo".

- Creo que debería ir a verla. -los miró a ambos. Su sonrisa ahora parecía algo más decidida.- No puedo obligaros a venir, pero no me importaría que me acompañarais.

Quizás le hubiese gustado decir algo más, pero no supo bien cómo. Seguía sin saber cómo actuar cuando se sentía vulnerable.

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29/03/2021, 19:18
Sidney Jacobson

Sid se giró hacia la calle y lanzó la bola con todas sus fuerzas. Ni siquiera fue un lanzamiento estilizado a ras de suelo siguiendo la mecánica habitual del juego, sino que lanzó la bola como si fuera de béisbol haciendo que surcara el aire a media altura y provocando un gran estruendo cuando impactó contra la madera de la pista. Curiosamente, la bola logró derribar la mayoría de los bolos, pero Sid ya le había dado la espalda a la calle sin ser consciente del resultado.

-Yo voy contigo. - Dijo decidida. -Quiero conocerla. Si lleva mi nombre seguro que mola. - Dijo con una sonrisa.

A Sid le había preocupado que su padre se mostrara así delante suyo, pero no le cabía duda de que él tenía razón. Estaba de su parte, sin lugar a dudas.

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30/03/2021, 18:39
Jim Thompson

Jim se encogió de hombros y se levantó también. Aquellas revelaciones eran dudas, traían malos recuerdos, pero había aprendido a sobrellevarlo. Mejor con un canuto, por supuesto, pero podía aguantar un poco, unos minutos, hasta estar fuera del centro comercial. Por supuesto, él iría con Troy.

Yo también te acompaño, verás que ilusión mi madre cuando se entere —dijo sin poder evitar esbozar una sonrisa burlona, que rápidamente mudó a su expresión habitual, más seria, o más bien serena—. Pero no te rayes, tío. Hace mucho de eso, y las cosas han salido bien al final, ¿no? Tienes una hija que mola, eso es algo —añadió, guiñando un ojo a la niña, que había recuperado la buena actitud de un rato antes.

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30/03/2021, 21:41
Troy Jacobson

La respuesta de ambos llegó con cierta sorpresa, pero trajeron también alivio. No supo muy bien qué contestar, así que se limitó a sonreír y a afirmar con la cabeza. Pasó un brazo por los hombros de cada uno y se encaminó a dejar las botas y a salir. Quién le iba a decir a Troy, el enemigo número 1 del instituto, que pedir ayuda y abrirse sobre lo que sentía iba a traerle cosas buenas. Por aquel entonces, sin lugar a dudas, hubiese supuesto su despellejamiento público. Casi podía ver a las arpías revolotear a su alrededor, oír sus risas y comentarios, pero estaban sólo en su cabeza. Una de ellas, sin embargo, destacó sobre el resto.

- Oye tío, ¿qué fue de las hermanas Wells? -hizo una pausa.- Por cierto, no pienso pagarle los gnomos a tu madre. Y si se ha comprado otros, se los vuelvo a romper.

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31/03/2021, 15:27
Jim Thompson

¿Las Wells? —Trastabilló al escuchar a Troy, y a punto estuvo de irse al suelo. Se tuvo que parar y tragar saliva. Sentía una punzada en el pecho. Hacía mucho que no pensaba en ellas. En ella. Al menos no demasiado.

Con el tiempo había ido enterrando el dolor por el abandondo de Lindsey. Todos se habían ido, pero lo de ella había sido peor que ninguno. Jim tuvo que respirar lenta y profundamente para tranquilizarse, para no dar vueltas a esa pregunta. Tras un momento, se encogió de hombros y siguió andando como si nada.

No tengo ni idea —respondió escueto.

No tardó en recuperar la sonrisa jovial, especialmente al escuchar lo de los gnomos. Aseguró a su amigo que no había comprado más, pero que por si acaso no se acercara por la casa—. Ya eres mayor de edad —le recordó—. Y ni mi madre ni el sheriff te guardan ningún cariño, ja, ja.

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31/03/2021, 17:45
Sean Morrison

Apenas llegó Jim y se juntó con Troy y la niña, dejaron de jugar y se pusieron a hablar en los asientos. Una bola se estrelló contra la madera de la pista provocando un alto estruendo, la había lanzado la niña que estaba con ellos y después de eso el grupo se levantó y se fueron del lugar. Ninguno de ellos tenía buena cara, parecía que algo les había cambiado el humor y volvían serios y preocupados. Pasaron cerca de Halle y su familia sin darse cuenta de su presencia allí y continuaron hacia la salida de la bolera.

-Te toca, cariño. - Dijo Sean mientras volvía a los asientos para encargarse de los pequeños tras lanzar su bola. Había logrado tirar todos los bolos a excepción de dos. -Vais a ver como papá le da una paliza a vuestra madre. - Dijo con una sonrisilla cuando se sentó junto a los chicos. Se notaba que lo estaba pasando bien con aquella tarde familiar.

Antes que Sean, Tina había lanzado la bola que había cargado ella sola a duras penas aunque haciendo un buen lanzamiento que había conseguido derribar la mitad de los bolos en el primer tiro y un par más después.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vamos a lanzar los dados un poco, a ver quién gana. Haz tirada de Acción.

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31/03/2021, 18:08
Director

Charlie cogió el coche par air al hospital de Bemidji y condujo por la carretera donde años antes había vivido el enfrentamiento que había mandado de vuelta a la tumba a Erik Stark, el asesino disfrazado de Santa Claus que había aterrorizado por segunda vez las Navidades de Birchmont. En aquella ocasión Charlie no había logrado llegar al hospital después de que se accidentaran con el coche por culpa de Stark. Charlie no pudo evitar recordar al agente Duffy, que había fallecido en aquel accidente, y todo lo que ocurrió en aquella noche fatídica.

Pero en esta ocasión Charlie sí logró llegar al final del trayecto y dejó su coche en el aparcamiento del hospital. Preguntó en recepción donde se encontraba Jessica Summers y le dieron el número de la habitación. La muchacha estaba en observación después de que alguien la hubiera golpeado violentamente en la cabeza, y si bien su vida no corría peligro, podía provocar complicaciones si no se le atendía adecuadamente. Los médicos le informaron de que Jessica estaba todavía en estado inconsciente, y que precisaba de descanso, por lo que le pidieron que no la molestase. Charlie esperaba en una silla de plástico en el pasillo a que le trajeran alguna novedad. La familia de la canguro no estaba allí, al parecer estaban de vacaciones en otro estado, ya habían sido informados y los médicos le agradecieron a Charlie que se quedara allí para cuando despertara.

Frente a Charlie se encontraba el agente de la oficina del sheriff del que Jonathan le había hablado. De pronto, una chica apareció corriendo por el pasillo gritándole al agente y haciéndole signos. Charlie no se lo podía creer. Se trataba de Mary.

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31/03/2021, 19:56
Charlie Peyton Crookshanks
Sólo para el director

La memoria era algo misterioso para Charlie, porque regresaba cuando menos lo esperaba y siempre con vibrantes consecuencias, a menudo negativas. Hacer el camino hacia el hospital desató en ella recuerdos semi-olvidados que prefería no recordar, porque venían sobrecargados de emociones que a menudo, solían ser negativas para ella.

El dolor y el miedo estaban unidas como una cadena a aquellos recuerdos y no le resultaba nada agradable que en su mente apareciesen a modo de flashes, porque lo que había sido una noche interminable y ahora parecían ser solo breves segundos en su memoria, permanecían durante horas, como una comida indigesta.

Charlie intentó concentrarse en la tarea que le había llevado hasta allí, y que debía ser lo único que le preocupase en aquellos instantes. No le costó localizar su habitación, pues fueron sumamente amables en recepción, y los médicos le explicaron con bastante detalle su estado, seguramente para que tuviera cuidado en el momento en que hablase con ella.

Por el momento, le tocaba esperar, así que eso fue lo que hizo. Esperar a que estuviese lista para hablar con ella. Casi podía sentir la inquietud de Jonathan como si fuese suya, porque cada minuto que pasaba, era un minuto que su hija parecía alejarse más de ellos. Pero no tenía otra opción.

Estaba tan ensimismada en todos los pensamientos relacionados con Sarah que tardó en reaccionar a aquellos gritos que alguien estaba haciendo en el pasillo y los pasos que le acompañaban, y cuando lo hizo, su rostro se deformó a causa de la sopresa.

Lentamente, su cuerpo reaccionó poniéndose en pie, al tiempo que pronunciaba la última palabra que esperaba.

-¿Mary? 

A pesar de la aparición de Mary, logró sacudirse un instante su sorpresa para preguntarse qué era lo que estaba sucediendo, por qué estaba corriendo y llamando al agente, y si había alguna clase de peligro.

-Mary, ¿q-qué ocurre?

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03/04/2021, 12:00
Halle Morrison

Halle observó con disimulo a la pareja y a la niña. El gesto de preocupación le hizo pensar en la pequeña hija del sheriff, pero no recordaba precisamente que Troy o Jim se llevasen bien con Jonathan y su larguilucho amigo... Adam. Eso le hizo recordar la noche del baile, cuando vio a aquel chico aparecer con la chica que salía en la publicidad de las revistas y que luego descubrió que era Sandy Bundy. No se lo podía creer. La nerd de la clase era un verdadero cisne. Siempre pensó que acabaría siendo modelo o actriz, pero curiosamente jamás supo de ella.

Con esos pensamientos se perdió el tiro de su marido, pero no sus palabras. - Oh, no cariño. Seré yo quien te de una paliza... - Dijo Halle con una sonrisa feliz al hombre que amaba. - Será mi regalo de Navidad. - Le lanzó la directa delante de los niños, quienes sin duda no pillarían nada. Steven con su autismo y Tina con su inocencia... estaban a salvo si sabían medir las palabras.

- Mira y aprende, mi amor. - Dijo Halle pavoneándose ante Sean y lanzó a rodar la bola por el suelo de brillante y resbaladiza madera...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Jajajajajajajajja. Ya empezamos xD

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05/04/2021, 17:27
Director

Jim, Troy y Sid llegaron a la vieja casa familiar de los Evans y ya desde fuera pudieron ver que volvía a haber actividad en su interior. Había un par de coches aparcados fuera y se veía luz en alguna de las ventanas. En aquellas fechas anochecía bastante temprano, y más con los días nublados y fríos típicos de las Navidades de Minesotta. Al igual que la mayoría de casas de Birchmont, la de los Evans carecía de decoración navideña, pero sí que se veía actividad en el interior, por lo que era probable que de alguna manera la familia estuviera celebrando la festividad.

Aquello confirmaba que la madre de Jim no se había equivocado en absoluto al asegurarle que los Evans habían regresado a Birchmont. Lo último que habían sabido de ellos es que tras los sucesos de las fatídicas navidades de diez años atrás, los Evans se habían ido de Birchmont, como muchos otros de los afectados por la tragedia. Algunos creían que habían vendido la casa, pero en verdad solo la habían alquilado, manteniendo así la propiedad. Hacía poco que la familia había regresado, por lo poco que sabían, y al menos los padres de Sidney vivían de nuevo en Birchmont. Sidney, por lo que le había contado a Jim su madre, vivía en Boston y había regresado al pueblo para pasar las Navidades.

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05/04/2021, 17:43
Mary Ronan

Mary se giró hacía Charlie y volvió a mirar al agente. Parecía que no la había reconocido, pero luego giró bruscamente la cabeza y cayó en la cuenta de quién era. No podía culpar a Mary de que no la reconociera, hacía prácticamente un año que no se habían vuelto y Charlie había cambiado enormemente (nunca mejor dicho).

-¿Charlie? ¿Qué haces aq...- Mary se quedó un segundo sin habla, luego debió recordar lo que hacia allí, cerró los ojos y sacudió la cabeza. -¡Oh joder, agente!

Charlie se sorprendió de lo poco que había cambiado Mary en aquel año. Seguía igual de reluciente y bella que siempre. Pudo darse cuenta de que se había cortado el pelo a pesar de que lo llevaba recogido en una coleta. Sin embargo seguía teniendo la misma cara de rasgos finos y delicados que siempre había lucido y que ya le había conquistado en el principio. En un primer momento a Charlie le chocó descubrir que Mary llevaba una bata blanca de hospital como las de los médicos, luego recordó que justo antes de romper Mary le había comentado que le gustaría trabajar de voluntaria con los niños del hospital. Por lo que era de suponer que finalmente lo había puesto en práctica. La bata tenía un bolsillo en el lado del corazón con el nombre de Mary bordado con letras infantiles y con unos globos de colores adornando alrededor.

-¡Un niño ha desaparecido! ¡No está en su habitación! ¡Le he buscado por toda la planta y no aparece! ¡Nadie le ha visto desde hace un buen rato! ¡Las médicas... - Mary parecía al borde de un ataque de pánico, empezó a respirar muy rápido y sus palabras dejaron de ser comprensibles.

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05/04/2021, 17:57
Sean Morrison

-Si ganas tú, - dijo Sean con una sonrisilla traviesa que Halle no había visto desde su luna de miel, - haremos lo que tu quieras durante toda la noche. Y si gano yo... Haremos lo que YO quiera. - Dijo maliciosamente remarcando la palabra yo con un tonillo que sugería muchas cosas. Tina que no entendió la indirecta lo celebró como si fueran a comer pizza y helado durante toda la noche y se pudiera acostar tarde.

Estuvieron lanzando bolos durante un rato con resultados parecidos. Ninguno de ellos consiguió un strike, pero sí que lograron varios semiplenos al lograr tirar los bolos restantes en el segundo intento. Las puntuaciones en la pantalla se mostraban muy parejas, aunque al llegar al último de los lanzamientos Sean tenía una ligera ventaja, pues había conseguido derribar un bolo más que Halle. Sean lanzó la bola en su último turno, el lanzamiento fue algo malo y solo logró tirar un par de bolos. Algo que pretendía enmendar en el siguiente lanzamiento. Halle se mantuvo atenta, pues la apuesta le interesaba especialmente.

-No te pierdas el siguiente tiro. - Dijo Sean, y por alguna razón que no alcanzaba a comprender, a Halle le volvió a la mente la hija de Jonathan, Troy, Jim, aquella niña que iba con ellos, Adam, Sandy... gente que creía ya olvidada y que aquel viaje le había hecho recordar, junto a todo lo que ocurrió en aquellas Navidades diez años atrás.

-Te toca. - Dijo Sean con un tonillo que indicaba que su tiro había sido realmente bueno. -Eh, oye, ¿dónde está Steven?

Halle se giró alarmada hacia el lado donde Steven había estado todo el tiempo. Pero su hijo ya no se encontraba allí. Tampoco al otro lado, donde sí estaba Tina con gesto alegre y despreocupado. Halle sintió que el corazón le daba un vuelco. ¿Cómo podía ser? Hacía un momento Steven estaba allí mismo. Pero... ¿hacía cuánto? ¿Cuándo se había ido? ¿Adónde?

 

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05/04/2021, 18:09
Charlie Peyton Crookshanks
Sólo para el director

El cruce de miradas duró apenas unos segundos, pero fue suficiente para hacer que Charlie se sintiera como la persona más miserable del mundo. Su rostro se enrojeció de vergüenza al darse cuenta de en lo que se había convertido, y su alma se le cayó a los pies, al mismo tiempo que sus ojos recorrían a Mary de abajo a arriba, como si estuviese cerciorándose de que lo que veía no era un sueño ni un recuerdo de un pasado lejano.

Ella estaba allí y seguía tan hermosa como siempre, mientras que Charlie era una especie de caricatura de lo que alguna vez fue. Hubiera estallado en lágrimas allí mismo de no haber hablado Mary para contar lo que le había sucedido, porque ser tragada por la tierra a causa de un terremoto inesperado estaba fuera de toda discusión en aquellos momentos y en aquel lugar. 

Tras recordar lo que le había dicho Mary sobre el voluntariado, se dio cuenta de lo mucho que le gustaba como era, las ganas que tenía de ayudar, pero también de aquello que las había separado, el colocar otras cosas por encima de su relación. La tristeza se mezcló con una profunda desesperación y solo el hecho de que necesitase ayuda, logró hacer que Charlie se mantuviese en pie.

-¿U-un niño? B-bueno, no te preocupes. Lo encontraremos. Podemos preguntar abajo. L-la seguridad del hospital está pendiente de esas cosas, ¿no? -le dijo Charlie, conteniendo sus ganas de darle un abrazo. Sin embargo, Mary estaba demasiado nerviosa como para dejarla tal cual, así que agarró sus manos entre las mías y la miró como solía hacer antes.

El tiempo no había pasado en balde, pero entre ellas había demasiado como para que Charlie se mantuviese aparte.

-Tranquilízate. Un niño no puede irse muy lejos. Empecemos por lo más básico. Registrar las habitaciones de la misma planta, el ascensor, preguntar en recepción y al guardia de la entrada.

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06/04/2021, 19:22
Troy Jacobson

Troy no pudo pasar por alto el cambio de actitud de Jim. Por un momento se sintió con la necesidad de disculparse, pues era evidente que nombrar a las Wells no había sido buena idea, pero al ver que Jim decidía actuar como si no pasara nada, Troy prefirió respetar su decisión y no volver al tema. Y casi sería mejor así, bastante llevaba ya encima sabiendo que Sidney estaba en el pueblo como para saber qué era de Mercy también. Se limitó a llevarle hasta su coche, una chatarra que hacía mucho debería haber sido despiezada, y los tres se dirigieron hacia la casa de los Evans.

Hacía mucho que Troy no veía esa casa. Diez años, ni más ni menos. Y aunque sabía que pasaría por allí delante en un momento u otro, estar frente a aquella puerta le parecía irreal. Tardó unos instantes en separarse del coche y acercarse a la casa, como si algo entorpeciera sus pasos y le invitara a irse. Tal fue el efecto que llegó a girarse dispuesto a largarse, pero no podía echarse atrás ahora, no después de llevar a Sid y a Jim hasta allí. Se acercó a la puerta y se quedó mirándola fijamente. Casi parecía que intentaba ver a través de ella, y en cierto modo así era.

- Su padre no estará contento de verme. -dijo en voz alta, aunque hablaba más consigo mismo que con ellos.

Alzó la mano para llamar al timbre y pareció que el tiempo se movía a una velocidad sadísticamente lenta. Se quedó con el dedo a menos de un centímetro de picar y miró a Jim y Sid. Estaba haciendo un papelón deprimente. Tomó aire, alzó la cabeza y llamó al timbre. "Ya está, ya no hay vuelta atrás", pensó, aunque su parte adolescente le decía que aun podría darse el piro corriendo. Dio un par de pasos atrás y se colocó junto a Jim y Sid, colocando una mano sobre el hombro de su hija.

 

 

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06/04/2021, 20:35
Jim Thompson

Se alegró de que su amigo no insistiera mucho en el tema, y a partir de ese momento la conversación decayó, tornándose en un agradable silencio que, al menos para él, no fue tenso en absoluto. Disfrutaba de esos momentos de paz.

Troy conducía un coche, por llamarlo de alguna manera, que se caía a cachos; era un milagro que siguiera rodando, pero a pesar de todo les llevó hasta casa de los Evans. Al igual que su colega, hacía mucho, muchísimo tiempo que no pasaba por allí, igual que no lo hacía por el resto de sitios que le recordaban a sus viejos amigos. Se le hizo un nudo en el estómago al recordarles, y se preguntó si Sid se alegraría de verles; a pesar de lo que había dicho antes, no creía que fuera así. Empero, era tarde para echarse atrás, y cuando Jacobson parecía dispuesto a hacerlo, Jim le empujó ligeramente para que no se echara atrás.

Venga, ten un par tío —le animó. Cuando llamó al timbre, él sonrió. Y cuando se puso a su altura, le puso una mano en el hombro, imitando lo que el otro hacía con su hija. Suponía que necesitaba toda la fuerza posible para hacer frente a la situación que estaba a punto de desencadenarse.