Partida Rol por web

La idea de refugiarme junto al de ingeniosos ardides me seduce pero el recuerdo del sangriento despojo en el armario me disuade.

-Gracias Rose. Te importa si le espero en la sala?
Chicas, esperad por favor. Acompañadme un minuto. -Pido, aferrándome al dolor para mantenerme lucido.

-No podemos seguir corriendo desordenadamente. -Comienzo, tan pronto como me derrumbo en la relativa intimidad de la sala. -Nuestra reciente experiencia nos ha demostrado que este lugar es relativamente seguro. Aprovechemoslo para reflexionar, y descansar.

Si vais a tener que ir solas lo mas importante es saber si alguna puede usar una pistola. Ya hemos descubierto que no es muy eficaz. Pero nos permite ganar tiempo para resolver el puzle...

-Contengo un gemido mordiendome los labios hasta notar el sabor metálico de la sangre. -... Después. Necesitamos saber todo lo que ha pasado.

Tiffany, tienes mi palabra de que todo lo que te conté sobre la biblioteca es lo que creo que ocurrió. Pero, ni siquiera es toda la historia, a ambos nos falta escuchar lo que le paso a Rachel. Y lo que tu has pasado. [1]

-Escucho la respuesta de ambas consciente únicamente por el convencimiento de que todavía falta por decir lo mas importante. -El doctor me atrajo aquí... con una promesa. Que conseguiría aliviar mi conciencia, librarme del lastre de la cupabilidad de algo en mi pasado...

-Me doy cuenta que estoy divagando. Intentando evitar hablar de ello. -No se si sera importante. Pero hasta hace dos años nunca había disparado contra nadie. Y hasta que llegue aquí solo contra una persona...

No. Contra un niño, que era poco mas mayor que el "soldado" que nos protege aquí. Yo vigilaba un carguero en travesía por el Indico, y el niño nos abordo junto a otros piratas. Cada noche, hasta que llegue aquí, he soñado con ello. Cada día he permitido que la culpabilidad me impida seguir con mi vida.

Eso es lo que el doctor se comprometió a arreglar. -Me callo. Exhausto física y emocionalmente, consciente solo en parte de sus respuestas.

-¿Por qué me preguntas que me pasó a mí? Deberías decirle a ella que nos contase lo que pasó en la playa, no?

No es que tenga nada que ocultar de lo sucedido en la biblioteca, pero no es justo que para saberlo "todo" Cole diga que solo tienen que saber su parte de la historia. Aquí se traen chanchullo entre ellos, seguro.

-Me escondí, me enfrenté a un crío que me quiso violar, le corté la polla y luego corrí a buscar el libro. Cuando lo toqué todo volvió a la normalidad. Fin de mi parte. Y yo se algo de usar armas.

-No tengo la más puta idea de por qué estoy acá. Creo que es obra de Petersen y sus deseos de sacarme del medio porque no puede superarme en lo que hago. Siempre fue un trepador pero conmigo no pudo- No sabía de que hablaba Cole cuando se refirió a un barco y a un niño y traumas... Yo era una persona de lo más normal, y salvo por el extraño sueño con el doctor, no entendía que hacía allí.

-En cuanto a la playa... Fue todo muy confuso- hice una pausa más para convencerme de que lo que había visto era real que para tomar aire y continué -Estábamos allí cuando cruzamos a una pareja que buscaba a su hija perdida. Al poco rato, mientras buscábamos la pista apareció un miembro traído por el mar, como de una niña, pero resultó que no era de la que buscaba aquella pareja... la niña apareció poco después y parecía normal... pero no lo era... por Dios que no lo era- cerré los ojos y me estremecí al recordar su lengua. -Luego de eso, quedamos solos allí y todo se puso raro. Kim encontró una muñeca en un resquicio del acantilado, pero al tomarla, algo quiso salir de allí y apoderarse de ella. En ese momento empezaron a salir fetos del mar y el agua se volvió roja, y los escalones para escapar de allí habían desaparecido.

-Intentamos huir igual, pero uno de los fetos comenzó a crecer y crecer y nos reclamó la muñeca a cambio de dejarnos ir. Aunque se la dimos, también se quiso quedar con uno de nosotros. Intentamos escapar los tres, pero Kim... ella no lo logró- las imágenes volvían confusas a mí, no podía revivir aquel horror. -Cuando el monstruoso feto la tomó, aparecieron las escaleras y huimos de allí para encontrarnos con la policía. El poli bajó y volvió trayendo a Kim sana y salva. No sé que fue lo que pasó realmente porque ella no quiso ni mirarnos. Pero debía estar muerta... y no lo estaba. Eso fue todo. Espero que ayude para poder salir de acá, aunque no entiendo como...

Cita:

-Toma. -Digo mientras le tiendo el arma del pandillero. Y espero la respuesta de Tiffany. -Funciona como una Glock. No tiene seguro ni necesitas montarla antes del primer disparo. Pero asegúrate de tener una bala en la recamara. -Indico mientras le muestro como hacerlo.

Cita:

-¿Y a ti se te ocurre algún motivo por el que estas aqui Rachel? -Pregunto mientras siento derrumbarse mi teoría. -¿Realmente vinisteis implemente por que alguien os lo dijo en sueños? ¿No esperabais conseguir nada?

La pregunta de Cole me tomó por sorpresa y un cúmulo de sensaciones me invadió. Una tras otra se repitieron las preguntas que el doctor me había hecho en sueños y mis respuestas y un vacío ocupó mi estómago. No. Yo no estaba loca. No. Yo no tenía nada que hacer allí. No. Era toda una jodida trampa de Petersen. No!!!

Con nerviosismo comencé a caminar de un lado a otro de la habitación. De pronto necesitaba fumar, fumar compulsivamente y ahogarme con el humo y acallar las voces que invadían mi cabeza. Pero no. Tiffany Sanders no huye y esa no sería la primera vez.

-Vine creyendo necesitar unas jodidas vacaciones. Eso fue lo que me movió. Eso y que creía que me haría bien alejarme de Petersen y la compañía. Pero ahora no lo sé. No sé que es real ni que es parte de mi jodida imaginación. ¡¡¡Soy una jodida empresaria!!! No necesito redención. Sólo que las acciones no se vayan a pique ni que la producción baje por debajo de cierto porcentaje. Pero Petersen...- sin querer había comenzado a desvariar -él quiere hundirme... esto tiene que ser parte de su plan para sacarme del medio. El muy jodido... No es capaz de atarse los cordones de los zapatos y me quiere borrar!- la paranoia se había apoderado de mí. Mi caminar era cada vez más frenético y ya no sabía lo que decía -No se lo permitiré, claro que no... comprenden? vamos a salir de aquí y cuando lo hagamos iré y me lo cargaré. Conmigo no se juega!-

Toma el arma cuando Cole se la entrega después de enseñarle el procedimiento para comprobar si está cargada o no. Lo que cuenta Tiffany sobre Kim le hace sospechar que quizá se haya convertido en uno de ellos y que por eso la hayan dejado salir de esa otra realidad.

-Veo cosas... y las siento como si fuesen reales... aunque visto lo visto, creo que SI son reales. 

Al poco tiempo se abre la puerta principal del hostal, un hombre viejo con una encipiente calvicie y unos ojos azules de mirada fría embutido en una bata blanca con un maletín llega al interior del hall y sin necesidad de preguntas se acerca a Cole mientras que saluda casi por compromiso:- Buenos días, ya veo quien es mi paciente, ¿Podrían alejarse un poco?- Al mirar afuera podéis ver que el niño que hasta hace un rato estaba jugando con sus soldados esta echándose la siesta en el suelo, completamente agotado. Rosa que no parece haberse percatado de su recién llegado esta en la cocina haciendo sus tareas. En tanto el médico empieza a sacar gasas y tablillas, además de una serreta y cosas parecidas de instrumental médico, sin hacer preguntas.

-Me temo que si. -Respondo con media sonrisa. Algo incomodo por la interrupción. -Me llamo Dish.

-Comienzo a presentrarme cuando recuerdo que mi cartera, y la tarjeta del seguro esta en la recepción. -Tiffany puedes acercarme la cartera. -Solicito en el tono mas tranquilizador que puedo, con la esperanza de que eso le de tiempo a relajarse.

-¿Y usted es?

Se hace a un lado pero no se aparta de Cole. Todos en ese pueblo son enemigos potenciales, aunque que el niño esté dormido, dice mucho. Si fuese un enemigo, seguramente estaría vigilante y no le habría dejado pasar. De todas formas, muchas de las cosas que está sacando no le inspiran confianza, como la serreta.

Observa al médico y a la mínima que vaya a hacer algo que no toca, intervendrá.

El hombre no te responde mientras examina la herida, colocando su instrumental al lado suyo, como si fuese a hacer la operación allí mismo. Al final solo dice:- Doctor Smith, y a ser posible déjeme examinar su herida con tranquilidad- y empieza a utiliza agua oxigenada para desinfectarla haciendo que el dolor se propague por toda la pierna de Cole, empieza a cortar una tablillas para entablillarla. Notais todos un extraño zumbido en la cabeza..

De repente escucháis como la puerta se abre, una figura embatada llega sin resuello y dice:- Me ha llamado Rosa, soy el médico donde esta el... ¿Quien es usted?- El hombre que examina la herida mira a Cole, su cara es poco más que una mascara de demonio que te mira con sorna, en tanto la zona tocada por el agua oxigenada esta llena de gusanos... 

Aún me encontraba bastante turbada por haber revivido lo que había ocurrido en la playa cuando el médico llegó. El tipo se dirigió sin detenerse casi, hasta donde estaba Cole y diligentemente comenzó a tratar la herida.

Como no me apetecía ver sangre y necesitaba un poco de aire para reponerme, hice lo que mi compañero me había pedido: fui en busca de su cartera; pero apenas había llegado hasta ella cuando otro tipo irrumpió en la sala. Otro doctor más.

Sin entender muy bien la situación, miré a un lado y al otro, buscando algo que me explicara lo que ocurría allí sin encontrarlo. Tendríamos que ver quién mentía, porque estaba claro que allí, uno de ellos nos querría dañar.

Por un momento te parece ver de nuevo el rostro del antipatico doctor como si fuera una persona normal y el recien llegado se transparenta como si se pudiese ver detrás suyo...

Doy un respingo casi subiéndome al respaldo del sillón mientras vuelvo a comprobar el estado de mi pierna. Rezando para que no siga cubierta de la desagradable masa blancuzca.

-Tomas!! ¿Estas bien? -Pregunto al inconsciente niño.

Al mirar con atención la pierna de Cole, casi vomité de la impresión. Por la herida reptaban infinidad de gusanos lechosos, larvas de vaya una a saber que bicho y el falso doctor (aunque en verdad no estaba segura de cual de ellos era el que quería hacerles mal) amenazaba con aserrar la extremidad. Sin dudarlo, busqué lo primero que vi a mano y se lo arrojé.

En ese momento, una terrible punzada atravesó mi cabeza, obligándome a cerrar los ojos y no ver que pasaba con mi lanzamiento. Al parecer, estaba siendo víctima de un ataque mental.

-¡¡¡Hijo de puta!!! ¡Detente de una maldita vez!

La criatura de cara demacrada sigue a Cole hacía donde esta el niño, al cual intenta despertar. En tanto Tiffany lanza un florero que ve en una mesita hacía el extraño ser que se vuelve hacía ella y le mira con esa cara de espantajo con algo parecido a una sonrisa viciosa.

Cole despierta al niño que le mira soñoliento, el doctor que acaba de aparecer por la puerta desaparece y el doctor Smith os mira como unos lunaticos y dice:- ¿Pero que hace, está usted loca o que? Y usted no se mueva de la silla, ya es bastante que me molesten en mis vacaciones para andar con historias raras- Rosa aparece por la puerta y pregunta al ver el florero roto:- ¿Que ha pasado aqui?- Smith le responde:- Digaselo a esa señorita de aquí, Rose la última vez que te hago un favor, maldita sea- Casí podeis escuchar las carcajadas de vuestro burlador en algún rincón de vuestra cabeza.

Todo está en la mente. Todo está en la mente... se repite una y otra vez. Ese lugar es seguro y no es posible que nadie entre en ese lugar sin que el crío se entere. Se apoya en una silla mientra con la otra mano se toca la cabeza. Tiene los ojos cerrados cuando oye que Tiffany grita y tira algo y también cuando oye la voz de un hombre... y parece ser que está vez si es real y si es el médico.

Abre los ojos poco a poco, aun con un dolor de cabeza increíble, y mira la situación... aunque sin llegar a comprenderla del todo.

-Yo... lo siento- no sabía si había sido por el ruido del jarrón al romperse o por el grito de Cole o porque el mismo niño despertó, pero al abrir los ojos, todo había vuelto a la normalidad. El doctor que había aparecido último el falso, maldición, ese último era el falso ya no estaba allí y el auténtico doctor Smith nos miraba como si fuésemos dementes escapados de un sanatorio mental. Tal vez no esté tan errado y realmente estemos locos... este lugar nos está volviendo locos!!!

Me dejé caer en una silla y apoyé mi cabeza en una mano totalmente contrariada. -Lo siento Rosa, por favor, suma el valor del florero a mi cuenta que lo pagaré. No sé qué fue lo que me ocurrió, tal vez la falta de sueño o el hambre...- dejé morir mis palabras. Cuanto menos revelara de nuestras excursiones, mejor.