Partida Rol por web

Niego con la cabeza, un tanto confundida hasta que, de repente, levantó la cabeza También puedo hacer que podamos respirar bajo el agua... Digo mirando a todos y cada uno.

Deja los trucos de Besmara para cuando hagan realmente falta, mujer. Por lo pronto, un chapuzón no es nada a lo que no estemos acostumbrados.

Feijud saca su antorcha siempreardiente y la deja caer para que esté iluminado el descenso.

Alzando las cejas y poniendo los ojos en blanco, niego con la cabeza ojala planteases alguna cuestiones como manejas esa si hachas, machote, pero ¿como quieres que lance los hechizos si nos atacaban y nos hunden bajo el agua? ¿O si nos tenemos que separar?  Miro fijamente al capitán mientras sigo negando con la cabeza si quieres bajar tu ahí sin ningún tipo de protección, allá tú, pero yo con esta armadura y este peso no puedo bajar ahí y sumergirme como un ataque piedra. Finalizó haciendo una especie de reverencia mientras hago un gesto con el brazo, como cediendo el paso al que quiera darse un chapuzón.

La antorcha mágica de Feijud os muestra que el túnel sigue descendiendo bajo el nivel del agua al menos unos cinco metros más antes de inclinarse hacia el suroeste.

Yo no tengo problema en bajar con armadura pero necesitaremos respirar algo ahi bajo. Si puedes hacernos que sea agua me parece bien.

Parecia obvio el camino a seguir. Otra cosa es que fuese del gusto de todos el tener que sumergirse.

Bueno. A mi me tocaba bañarme este mes. Así que no tengo problema.
Si nuestra encantadora sierva de Besmara logra que podamos respirar bajo el agua será tan fácil como dejarse caer y caminar por el fondo.
Si no recuerdo mal. El conjuro para ello puede dividirse entre personas. Por lo que todos podremos bajar. Tan sólo hay que tener cuidado con el tiempo y no pasarnos.
Pero vamos. ¿Cuan largo y profundo puede ser esto?

Con una medio sonrisa, asiento a diferencia de tí, puedo. Ahora bien, lo de caminar tendrás que hacerlo solito, me temo.

Tras esto, pronuncio unas palabras mientras toco mi símbolo sagrado Esta bien, tendremos unas cinco horas y veinte minutos. Cuando hayamos consumido dos horas y media, yo pensaría en volver.

Malickud mira por el sumidero y sacude la cabeza. Una mano inconsciente tironea del mostacho haciendo caracolillos.

Enrólate en un barco pirata, verás mundo decían.

El gnomo hinca una rodilla en el suelo y comienza a susurrar poesía a las aguas como si se tratase de una amante. Los ripios baratos pronto hacen que el agua aparezca mansa como en un estanque y sea más fácil nadar sin preocuparse por corrientes y mareas.

Después de recibir la bendición de la Reina de los Piratas os sumergís con valentía en las tranquilas aguas de los túneles en busca del legendario tesoro de Cyrus Wolfe. Al principio se os hace extraño respirar el líquido elemento, pero enseguida os habituáis a las nuevas condiciones medioambientales. 

En cuanto el conjuro de respirar está activo, Raymond hace un leve gesto de agradecimiento con la cabeza y se deja caer al agua para llegar a donde está la antorcha.

Una vez alli la coge y mira a su alrededor mientras espera a que los demás bajen y empiece la marcha. Es una sensación extraña. Había buceado varias veces, pero nunca así. Toda una experiencia.

Esperemos que no sea la última.

Avanzáis por el túnel sumergido hasta que éste se abre a una estancia más grande con dos posibles salidas hacia adelante, aparte de aquella por la que entrasteis. 

A pesar de tener el don de la señora de los mares, nunca había experimentado la sensación de respirar bajo su reino. Lo cierto es que, a parte de parecer que fuéramos a cámara lenta, era como caminar por la superficie. 

De esta forma, avanzaba observando el reino marino a mi alrededor, con la agarrada y utilizándola a modo de bastón. Miraba en todas direcciones, arriba, abajo, a derecha e izquierda, como un niño que comienza a abrir los ojos y observar el mundo que le rodea.