Partida Rol por web

Anenruk os guía por la montaña en dirección a donde visteis la hoguera.

El avance es penoso pues la ladera es muy escarpada, las superficie está congelada y llena de rocas afiladas. Afortunadamente Anenruk parece saber lo que hace y os conduce a lo largo de giros y revueltas para encontrar las vías más transitables. Parece mentira que un Jotum haya podido escalar hasta aquí.

Cuando os acercáis extrema la vigilancia y os avisa: -Las huellas están borradas. Puede que haya sido la ventisca o que las hayan borrado a propósito. Puede que sigan dentro.

Anenruk pone una flecha en el arco antes de seguir avanzando hacia la entrada de la gruta. Que por lo demás, parece abandonada.

Que el rastro hubiese sido borrado lo puso en tensión. Podía ser por la ventisca pero de no ser así es que el jotun sabía que lo perseguían. A pesar de no ser un gran explorador buscó alguna pista, una huella mal borrada, algo que se le hubiese caído. 

Avancemos con precaución, está debe ser su madriguera. Si alguien se maneja bien en la obscuridad debería ir delante como guía

Muy bien, pero avancemos en sigilo, así sea lo que sea lo que nos encontremos aquí, siempre podemos decidir que hacer mientras no nos detecte.

Digo, mientras preparo las armas para sacarlas en cualquier momento que vea que necesite

Con sumo cuidado avanza detrás de Aramarri cuidando cada paso que da y con las hachas prestas para lo que se ofrezca. El guerrero no había dicho palabra desde que encontraron la traza de huellas borradas, no era necesario tener un sexto sentido para adivinar que las cosas se pondrían de un tono más que escabroso. -Nada importa si las bestias caen antes que nosotros…

No había tenido tiempo de advertir al grupo sobre el extraño, algo en él no le terminaba de dar confianza, pero lo cierto era que sin el no habrían logrado avanzar hasta donde ahora se encontraban.

Avanzáis con sigilo guiados por Anenruk hasta que antes de llegar a un recodo, este ha a correr súbitamente y lo perdéis de vista. Aún no os habéis recuperado de la sorpresa cuando escucháis como ríe mientras se dirige a otra persona.

-Lo ves, te dije que venían a buscan a la mujer.

Detrás de vosotros, por la entrada de la gruta aparecen 2 hombres apuntándoos con arco y cortandoos la retirada.

Delante vuestra aparece
 

Voy entre las sombras entrando, buscando alguna señal de que el lugar sea derrumbable.

Avanzáis con sigilo guiados por Anenruk hasta que antes de llegar a un recodo, este ha a correr súbitamente y lo perdéis de vista. Aún no os habéis recuperado de la sorpresa cuando escucháis como ríe mientras se dirige a otra persona.

-Lo ves, te dije que los hombres que estaban merodeando, venían en busca de la mujer.

Cuando superáis el recodo véis como una figura está encendiendo una hoguera. Junto a ella, arrodillada y amordazada pero sin haber recibido daño, está Brynhilde. Que os mira con lágrimas en los ojos.

La figura a la que se dirigía Anenruk es ¡¡El Jarl Thorkellsson!! el codicioso y traiccionero Jarl de Aldavig, un poblado cercano al vuestro.

Su sonrisa confiada os deja claro que habéis caído en una trampa y no os sorprenden los pasos que oís entonces a vuestras espaldas. Al giraros, véis tres hombres apuntándoos con hachas arrojadizas que acaban de entrar en la gruta para cortaros la retirada.

-Nts, nts, nts. ¿Quién vendrá ahora a rescatar a tus rescatadores? No son unos completos incompetentes puesto que han conseguido encontrar al feroz Jotum que te ha raptado.

Cuando dice esto, mira a un rincón de la cueva en el que hay dos raquetas para caminar por la nieve modificadas para que dejen huellas similares a las que dejaría una criatura gitantesca, con las que han dejado el rastro que estuvisteis siguiendo (hasta que lo perdísteis).

Al señalar las huellas, todos los hombres ríen burlescos.

Luego se dirige a Brynhilde.

- ¿Y qué decir de tí, Brynhilde? ¿Ves las cosas que ocurren cuando obramos de forma poco inteligente? Si hubieses accedido a colaborar en mi estratagema, si hubieses jurado decir a la gente de Trundheim que fué un Jotúm quien mató a tu padre y te raptó, que yo te rescaté de sus garras y que en signo de gratitud me tomarías como esposo convirtiéndome en Jarl de Turndheim, ya estaríamos de vuelta cada uno en su casa. Todos hubríamos ganado, especialmente tú y los habitantes de Trundheim que por fín tendríais un marido y un Jarl fuerte, como complace a Odín... Pero la niña es terca y estúpida como su padre. ¿Y qué ha ocurrido? Que ahora sus amigos están aquí y han visto lo que no deberían haber visto. ¿Qué vamos a hacer ahora?

Ilgûrdensøn llevaba tiempo preparado para morir pero no sería en ese día. Tenía una misión que terminar y llevaría de vuelta a la mujer a su aldea. Había demostrado valor negándose al plan del Jarl rival. Saltó sobre el jarl dejando caer su espada desde arriba hacia abajo.

¡Lo único que vas a conseguir es dejar tu aldea sin líder! ¡muere, bastardo! 

Loki se complace, pero no sos el único con trucos Comentó Kroggar que se lanzó hacia la derecha para evitar las hachas a su espalda y lanzó la suya propia con certeza hacia el Jarl rival, el cual había quedado especialmente a tiro, claramente porque no era tan inteligente como creía.

Turno 0, ataque de oportunidad.

Tan pronto como Brux se mueve, los miembros de la guardia personal dan un paso adelante y se interponen entre Burx y el Jarl Thorkellsson con los escudos levantados. Al mismo tiempo las hachas salen disparadas de las manos de los 3 hombres a vuestras espaldas sin que ninguna alcance su objetivo.

Bueno, si morimos aquí, prefiero morir luchando contra un Jotun que contra unos lobos. Lo hago por tí, Brynhilde.

Digo, y mientras le guiño un ojo, desenvaino ambas espadas, sin embargo, lanzo la de la mano mala hacia Brynhilde, con esperanza de que se suelte mientras nosotros somos el señuelo. La misión va a ser cumplida, y no me importa entregar mi vida.

Tras eso, voy rápidamente junto a mi compañero Brux a atacar al Jarl

Es la hora de cruzar el acero, aunque puede que por última vez,  veremos si somos merecedores de estar en el Valhalla.

Y le propino un espadazo al Jarl, con bastante fortuna.

Turno 1

Ortan se encara a los 3 guerreros que vienen por vuestra espalda para cortarles el paso y abrir una vía de escape por si las cosas se ponen feas.

Su estilo de combate con 2 espadas no es muy efectivo contra los escudos de sus adversarios de modo que sólo consigue aturdir a uno de ellos.

Turno de los 3 guerreros que a los que se enfrenta Ortan.

El guerrero aturdido sigue aturdido, los otros 2 atacan a Ortan.

El primero falla pero el segundo guerrero aprovecha para situarse a la espalda de Ortan y descargar fieramente su hacha,  aunque afortunadamente  el hacha da de canto y apenas consigue aturdir a Ortan.

El Jarl Thorkellsson emerge de entre sus guardias enarbolando la espada a dos manos.

-Dejadme pasar estúpidos (ruge a sus guardias), no soy ninguna nenaza que se esconda tras las faldas de su madre.

Su golpe del Hacha a dos manos es brutal y abre una herida vertical desde el hombro hasta la ingle. Tras el Jarl ataca su guardia personal. Dos de sus guardias fallan pero uno golpea con su hacha dejando a Brux empapado en su propia sangre y tambaleándose... pero de pie.

Por su parte los otros 3 guerreros atacan a Aramarri que danza con sus espadas esquivando todos los golpes.

Brux lanzó su grito dd guerra y atacó al jarl 

¡Ni los cuervos picotearían tu cuerpo!!! 

Cobardes! Viniendo 3 personas hacía una sola, vosotros no os merecéis el Valhalla ni respeto por parte de nadie!

Digo, mientras esquivo los golpes que me dan y con un giro de muñeca intento impactar en uno de ellos, errando también, el hecho de que me superen y que tengan escudos hace que sea más difícil encontrar un hueco para alcanzarlos.

ahora sólo tengo una espada, la otra se la he lanzado a Brynhilde para que se libere si es que puede.

La espada cae cerca de Brynhilde quien ,sin dudar un instante, la usa para cortar sus cuerdas.

Turno 2

Actuáis antes y lo primero que ocurre ante vosotros es que veis como la espada de Armarri emerge a través de la barriga de uno de los miembros de la guardia personal de Thorkellsson. El guardia se queda atónito al ver emerger la espada por su vientre y acto seguido se desploma.

Cuando cae, veis tras él a Brynhilde esgrimiendo la espada y sonríendo con rabia.

Aprovechando que los guerreros frente a mi siguen cubriéndose, le propino un espadazo a uno, esta vez encontrando una brecha en sus defensas y causando un gran dolor a uno de ellos.

Aaaagh! Grito, de rabia, mientras saco mi espada para ahora poder defenderme de los soldados restantes.

El golpe alcanzó al Jarl y Brux vió su oportunidad de acabar con él. Volvió a levantar su espada y golpeó con todo su alma a aquel bastardo. ¡Estáis acabados!