Partida Rol por web

Chakos, Priest, Mandrin y Thorin toman el duro camino de las montañas en dirección a Sidaria, con el fin de evitar encuentros con los guardias imperiales.

Comenzais vuestra andadura por las colinas previas llenas de matorral bajo, la oscuridad de la noche dificulta a algunos la libertad de movimiento.

Chakos ni se plantea dirigir al grupo por las montañas. Su conocimiento de la zona es tan escaso que cualquier decisión que tomara a buen seguro que sería errónea.

Thorin, comienza de pronto a reirse a carcajadas...

Ja Ja JA

Esta si que es buena... nos separamos por un camino complejo y no sabemos orientarnos ninguno de nosotros...

Es evidente para todo el grupo que el gruñon enano sufre un pequeño ataque de nervios.

Continuais colina arriba colina abajo, tan solo el ruido de animales nocturno se puede oir en vuestro andar.

Priest a duras penas se orienta con la poca luz que hay en el entorno.
Caminais durante unas 4 ó 5 horas.

Por el camino, en cuanto se encuentra algo recuperado, Chakos aprovecha para ultimar sus curas siguiendo el procedimiento que últimamente se ha convertido en habitual: desvestirse, salmodiar y extraer primero la magia del arma de Orlack.

- Yo ya estoy plenamente recuperado -físicamente es cierto pero se nota que algo ha muerto dentro de él- y, aunque mi capacidad no es tan efectiva en los de vuestras razas, podría ayudar a vuestra recuperación. No podemos olvidar estar preparados para lo que pueda venir.

Me alegro Chakos... ¿Os veis capaces de avanzar sin parar hasta las montañas?

Allí podremos descansar lo que necesiteis y tomarnos un pequeño respiro, sin demasiado riesgo. ¿Que os parece?-

Esto lo comenta mientras sigue andando.

Siguis caminadon entonces en dirección a las montañas, tras el descanso de Chakos parea recuperarse de sus heridas

- Por mi bien. No os tengo que decir que me siento más cómodo en la oscuridad -una sonrisa socarrona se dibuja en su maltratado rostro-. Así no tendré que darme aceites.

Si, será mejor que continuemos hasta las montañas. Luego ya descansaremos.

Cuando Chakos se detiene para realizar las curas, Priest hace lo mismo, quitandose la mochila y armadura, y se prepara para conjurar el poder de sanación.

Chakos, si quieres ayuda a Mandrin con su recuperación- comenta ante la oferta del troll- Yo me curaré a mi mismo. Estoy casi recuperado, así que no tendré que gastar muchas energias…

Tras realizar la cura, y ponerse el grupo de nuevo en marcha, Priest intenta orientarse, y a pesar de la oscuridad cree reconocer el camino a seguir para alcnzar las montañas.

Priest os guia bien entre las colinas, se guía por la luna y recuerda varios planos que vió de esta zona en la biblioteca de Andanosia.

finalmente amanece y el sol sale tras las escarpadas montañas, aún os queda un largo camino hasta llegar a las montañas, es posible que llegueis al anochecer a la falda de la primera montaña, quizás antes si descasais poco.

En dónde estais ahora las colinas son algo más grantes y la vegetación arbustiva se mezcla con algún que otro árbol disperso.

- Yo estoy plenamente recuperado ya y, aunque mi fuente no está completamente llena, su fluido es abundante. Me dedicaré a la lechuga cuando amanezca ya que queda poco y supongo que tendremos que buscar un lugar donde resguardarnos de Yelm y de miradas curiosas.

La única zona para resguardarse que veis, es algún que otro árbol que extiende sus ramas horizontalmente.
También veis algún que otro riachuelo en el que aprovechais para beber y recargar cantimploras

Debemos descansar. No podemos seguir eterrrnamente.

Descansemos y comamos algo. Despues de unas horas todo lo veremos más claro.

Mandrin está agotado. A pesar de los excelentes cuidados de sus compñaeros, aún no está físicamente a tope y, por supuesto, le cuesta mantener el ritmo tras tantas horas de caminata.

- Podríamos parar una hora... - casi suplica el elfo - Es tiempo suficiente para relajar los músculos y no nos demorará en exceso.

Chakos trata de buscar un lugar apropiado para parar, descansar y que el grupo no sea muy visible pero no juzga conveniente nada de lo que ve.

- Si quereis descansemos un rato junto al río y repongamos fuerzas mientras preparo la ensalada -la sonrisa que dedica a Mandrin mientras se frota las manos le produce más estupor que placer por saber que va a enmendar sus males, no puede evitar recordar que su amigo es un troll y el podría ser su comida-.