Khalan se recostó sonriente. Le gustaba beber y la fiesta... pero bailar. No era lo suyo. No señor. Por suerte para él tanto la capitana como Annie ya se habían puesto a ello. Dio un vistazo general a la zona. No buscando problemas claro... sino más bien como un acto rutinario, injertado en su propio ADN tiempo ha...
Motivo: Otear el ambiente
Tirada: 2d6
Resultado: 7(+11)=18 [1, 6]
Tiro 2D6 + Dinamismo + Ambiental por si acaso. Si no hace falta obviar.
Era maravilloso ver a Elizza tan despreocupada disfrutando con la navegante, alli los piratas comían, bebían y se divertían como si no existiesen rencillas personales entre las tripulaciones allí reunidas. Había una paz amenazante, una paz que existía exclusivamente por el miedo a las repercusiones por parte de las familias que se unían aquel día.
A Audrey le valía totalmente si a cambio podía comer felizmente y a eso se puso, moviendo de un lado a otro el rabo incapaz de ocultar lo encantada que estaba de estar allí.
Los Piratas del Puño Rojo comen, beben, bailan, celebran y, en un todo, se divierten. Por lo menos uno de los motivos de haberse tomado tantas molestias en llegar a Rossabia había sido cumplido. Ahora solo quedaba hacer que se alargase en el tiempo.
Por lo pronto, el baile es una auténtica conmoción. Los piratas más jovenes gustaban todos (o casi todos) de bailar si había ocasión, pero los más viejos y enfadados con el mundo preferían seguir manteniendo una supuesta fachada de dignidad, o sencillamente no mover mucho sus cansados huesos.
Khalan y Grajo, sin embargo, seguían manteniendo la guardia, cada uno a su particular manera.
Khalan echaba un ojo a los restantes invitados. Realmente costaba creer que una celebración así entre tantas bandas pirata y grupos criminales pudiese darse sin percances. Se fijó en que había una considerable cantidad de invitados que, si bien no estaban como tal 'preparándose' para algo, se notaba que estaban manteniendo la guardia o por lo menos teniendo cierto nerviosismo, estando alerta por si pasaba algo.
Grajo, por su parte, no perdía de vista a los Skull mientras cenaba. Su capitán tampoco les perdía de vista a ellos.
Aparte de los otros dos beligerantes chicos de la tripulación, Bronz había intentado participar en la celebración a lo grande, tratando de sacar a Lola Lynn a bailar.
La gran dama se sintió alagada.
- ¡Qué bueno poder bailar con alguien de tu tamaño!
Dijo mientras se levantaba.
Sin embargo, Skull interrumpió la ocasión, su sed de venganza lo estaba consumiendo y ya sencillamente no podía esperar más.
- ¡AAAAAAAAAAH! ¡NO PUEDO SOPORTAR LO PELOTAS QUE SOIS!
Se subió sobre la mesa.
- LOS PIRATAS SKULL RETAMOS A DUELO A LOS PIRATAS DEL puño ROJO! SI QUIEREN CELEBRAR, CELEBRAREMOS CON SANGRE!
Tras el griterío y sobresalto general, se dirigió a Lola Lynn y a Rossio Cannoli mientras alzaba una copa.
- Siempre y cuando nuestros anfitriones nos den la oportunidad.
Hubo un silencio y Lola sencillamente decidió.
- ¿Qué dicen nuestros jóvenes invitados? ¿Tendrán agallas para responder a esa amenaza? Bu-jajajajajajaja!
Cuando escuché el reto, paré de bailar en seco y miré con mirada amenazante a la calavera que nos había retado. ¡Me cago en diez! ¡Qué me habían interrumpido mientras bailaba! ¡Habrase visto el canalla paliducho éste!
—¡ACEPTAMOS EL RETO! —dije, toda sobria de repente y mientras me agarraba el puño calentando motores (y haciendo saltar algún que otro fueguecillo).
Nadie retaba a los piratas del Puño Rojo así por las bravas, ¡menos delante de la grandísima Lola Lynn!
—¿Preparados, chicos? ¡Vamos a partir cráneos!
¡Yo lo acepto! Pero por mi parte, que sea .... ¡un reto de baile! Animó a los comensales, palmas arriba, rítmicamente, para que la apoyaran, forzando a que alguien de los skulls se batieran en duelo de baile contra ella.
Su mejor campeona de la cumbia, ¡contra mí! Y quien pierda, ¡que lave la loza de la mesa de lxs rivales!, jajajjaja. -una risa piratesca y malévola salió de la navegante.
-¿Ahora?-bueno, en realidad sonó más a "ahofa" porque tenía la boca a rebosar de comida cuando aquel memo de Skull interrumpió la fiesta para molestar con sus cosas. ¿Nadie le había dicho que era de mala educación ir de prota en una boda que no era la suya? Por eso no le caía bien a nadie. Tragó casi sin masticar, estirando el cuello casi hasta el techo y la comida se le atascó a medio camino. Audrey se puso casi azul y empezó a manotear mientras se esforzaba por hacer que aquella bola de comida descendiese donde tenía que estar bebiendo de la jarra más cercana para empujarlo y se golpeó en el esternón varias veces como si así pudiese ayudar.
Y funcionó.
-Ñaa... qué mal rato-suspiró aliviada y levantó las orejas y sonrió, se aupó a una silla y de ahí a una mesa-¡PIRATAS DEL PUÑO ROJOOOOOOOOO!-vitoreó levantando las manos por encima de las cabezas-¡pu-ño!¡pu-ño!¡pu-ño!-dio palmadas y golpeó con los pies en la mesa, animando al resto de presentes a unirse a corearles.
-Nunca mejor dicho capitana, les daremos lo que merecen-
Le dio algo de risa el comentario de Ann, pero no ello perdió de corregirla, la mirada de Grajo y la sonrisa beligerante se manifestaba en el rostro.
-Bailemos el tango de la muerte-
Las dagas bailaron grácilmente entre los dedos y plumas del cuervo, ya no era el tranquilo ladronzuelo, ahora sería el peor de los asesinos, se atrevieron a meterse con su gente, pagarían el precio por ello.
-Bailemos el tango de la muerte-
No, Grajo, mejor, ¡la cumbia de la alegría!
Y Annie avanzó hacia los skulls, extendió su mano hacia el más pintado de ellos, ...-tensión dramática se sentía- y le dijo:
¿Gusta bailar conmigo?
El ambiente estaba ciertamente tenso. No era normal tanta variedad de desafíos lanzada a la vez y eso causaba confusión... o por lo menos ese era el caso para aquellos piratas que no conociesen el código. No era el caso de Lola Lynn, que procedió a proponer una solución de lo más demoncrática mientras los miembros de la familia Cannoli se dedicaban a mantener la guardia alta y a cubrir a su líder y al novio.
- BUJAJAJAJAJA! Me gusta el espíritu juvenil de esta gente!
BUJAJAJAJA ¡Un duelo de baile! ¡Qué cosa más ocurrente!
Se reía del evento, para desgracia y leve verguenza de Skull.
- QUE ASÍ SEA! ¡Haremos unos Juegos Pirata!
Dijo mientras se levantaba con un jamón en una mano y una jarra de bebida en la otra.
Prácticamente todos los invitados la siguieron en su algaravía.
- BUJAJAJAJA! ¡Empezaremos con un duelo de baile! ¡Ale! ¡QUE CADA TRIPULACIÓN ELIJA A SU CANDIDATO!
¡QUE PREPAREN LA MÚSICA!
Miembros de los piratas de Lola empeaban a preparar un equipo musical, que aunque fuese muy mamotrético, suponía una tecnología que no todo el mundo tenía.
Los piratas de Skull comienzan a mascullar entre sí para ver a quién sacan a la palestra para todo el tema del baile. Al final ante la presión de elegir, sacan a un tipo a la pista casi que empujándolo.
Diego es un pirata larguilucho y delgado, con pantalones demasiado ajustados para ser pirata y camisa demasiado festera para ser filibustero. Tapa su cara con un cráneo, al igual que otros miembros de la banda, solo que el usaba el cráneo de un ciervo como máscara.
-¡Mostraré la magnificencia del mambo!
[Sorry, no hay ilustración de Diego... por ahora.]
Los piratas Skull, en especial su capitá, se tapaban el rostro (enmascarado) de vergüenza ante la pose magnífica que Diego ponía, esperando a que los Piratas del Puño Rojo eligiesen a su rival.
¡Braavo! ¡Braavo!
Annie volteó a ver a su capitana. Sonreía, diciéndole con los ojos que con gusto aceptaría gustosa representar al Puño Rojo, con un movimiento de caderas que envidiaría cualquier carabela, pero que, también, si alguno de los otros habilidosos compañeras y compañeros fuera la elegida, ella vitoriaría con todo a su favor.
Todxs somos buenísimxs. Hasta Bronz, para quien "tieso como una estatua", no se aplica, nuncamente.
Aplaudió a Diego, conminándolo a que diera lo mejor de sí.
Mientras no se apellide Cigala, todo bien.