Partida Rol por web

Me encontraba tranquilo bebiendo un vaso de hidromiel, observando con emoción como se estaba desenlazando todos los eventos. Estar así de relajado me vendría bien, hombre, pero... ¡Que me siento un personaje secundario, eso no puede ser así! Me bebi todo de un trago y me acerque a apoyar a nuestra capitana. Heroica, fuerte... Y borracha. Esta niña... 

— ¡Vamos Elizza, escucha bien, no lo subestimes, los brazos en alto y concentrada, quien sabe si peleas mejor borracha que sobria, hahahaha! — le dije, dándole ánimos desde atrás. Estaba analizando al pamplinas de Skull, se mira matón pero, ¿Acaso lo será? Bah, nada que no podamos solventar nosotros. — ¡Venga Elizza, gira tu cuerpo y endurece esos músculos para evitar mayor el daño, golpe derecho, patada voladora destructiva y Zas, en to' la boca! — le estaba dando porras desde atrás, aplaudiendo, levantando el puño, en verdad estaba emocionado y quería que ella ganará ante esos idiotas, hasta que escuche a Annie y me voltee por un segundo con una sonrisa tranquila. — Es una buena idea, Annie. Pero no debería de ir solo, claramente habrá más de alguien cuidando los tesoros... Te diría que fuera pero... — al voltear a ver a la pelea, sabía que no podía dejar a la pequeña Elizza sola. — Me quedaré aquí, si se ponen graciosos estos tipos no van a ver ni una. — y golpee mi rifle con una sonrisa confiada.

Si Khalan, ve a checá que to'sté bien.  

Mipriocupa que se vayan a querer robar ese elixhir.  Tu guachea todo bien, que nadien se robe ná.   ¿Va? 

Aquí nosotras... ¡¡VAMO' CAPITANA, A TUMBALOO!!  -se giró, distraída en las arengas y porras a la jefa. 

Elizza se lanza propulsada a toda velocidad a pesar de su borrachera. Activa las turbinas de su brazo en medio de su trayectoria y propina un gran puñetazo que da en la careta de Skull, en toda la cara.
Pero no se derribó tanto como pensaba. Algo no cuadraba.

Cuando Elizza observó la situación con más detalle, viendo como la calavera a la que había golpeado se desmoronaba, observaba que no era la que Skull llevaba como máscara, sino que era una que colgaba de su armadura de cráneos como protección para el pecho.

«¡Claro! ¡El de abajo era un se-Señuelo!»
Pensó.

Skull era astuto, sin duda alguna. Del puñetazo que había recibido salía un leve humillo. Pasó a adelantarse para atacar él, era más robusto de lo que hubiese parecido en un principio.

Skull grita y comienza a blandir su lanza, balanceándola horizontalmente y luego de forma vertical para tratar de dar a Elizza, que esquivaba los embates de la lanza de forma un tanto cómica debido a su obvia ebriedad.

Lyvia se reía y casi que la tenían que sujetar para no entrar en la pelea.

Al final Skull da un lanzazo que levanta una nubecilla de polvo y arena. Todo el mundo acaba con arena en la cara. El hombre se irrita.

- ¡¿QUIERES HACER EL FAVOR DE ESTARTE QUIETA?!!¿

Tras estas palabras poco inspiradas, da unos giros a su lanza para adquirir una posición de embestida con la misma y se prepara para volver a atacar.

-¡Dale, capi! ¡DALE! ¡A lLA YUGULAR, ÑAAA!-coreaba subiéndose a sillas y a mesas, dando vueltas a la escena de la pelea entre Elizza y Skull. Estaba, aunque no lo pareciese, haciendo un chequeo rápido de las caras más conocidas que sabían que estaban presentes, empezando por los novios y sus familiares hasta los capitanes que había visto entre los invitados para comprobar que nadie se estaba escaqueando del fenomenal duelo de la capitana de los Puño Rojo y, en parte, que nadie estuviese pensando en hacer trampas  o, como la propia Audrey diría, ofrecer "ayudas creativas" a los Skull.

Entonces Skull levantó una nube de polvo y la felina doctora se restregó bien fuerte los ojos mientras escupía grandos de arena que se le habían medito en la boca.

-TIO, QUÉ ASCAZO, ÑA. ¡QUIERO UNA COMPENSACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS DUELISTICOS!-reclamó con las retinas irritadas por el polvo aunque en vez de mirar a Skull había vuelto a comprobar a los presentes y sus intenciones, ¡no pensaba dejar con el culo al aire a su capitana y se adelantaría a cualquier ayuda creativa que fuese en su contra!

Maldito Skull, me había engañado con sus calaveras falsas. Pero daba igual, la piña se la había llevado y... a juzgar por el humito que había salido, debía haberle escocido un poquito. Además, no me costó ni una mijilla esquivar su ataque. ¡Aquello era pan comido! Y, encima, el muy tonto me decía que me quedara quieta... demostrando lo inepto que era. ¡JUAS!

—¡Ay! Menudo pardillo estás hecho, Skull...

Sin embargo, su movimiento de lanza había hecho pupa a mi más que adorable médico... y eso... eso no lo podía consentir. ¡Cómo se atrevía! ¡Ay! ¡La madre que le parió! ¡Ahí la había liado!

—¡Cusha el papanatas éste! —solté, tras ver los ojitos lloroso y rojitos de mi minina favorita—. ¡Que la bronca la tienes conmigo, no con mis grumetes!

Si pensaba que se iba a salir de rosita ante semejante ultraje, la llevaba clara... Así que, en cuanto vi que trataba de emprender un nuevo ataque, me acerqué a él en un rápido zig-zag y con un maravilloso juego de piernas más que sexy, me agaché para coger impulso poniendo el culito en pompis y haciendo vitorear al público de la emoción, y le propiné todo un gancho directo a la barbilla de aquel granuja que le haría volar por lo menos un par de metros.

Con mis chicos nadie se mete sin sufrir las consecuencias... ¬¬

De nuevo la navegante ayudó a su capitana leyendo los vientos. 

¡Capitana, que ahora el viento arreció a 12 nudos y viene del Sureste!  Claro, por eso la tierra había decorado los bigotes de nuestra galana galena. 

¿No te pongas allí mijá, quel aire pa'lla va!

¡Vamoo Capitanaa!

Se cruzó de brazos, viendo la progresión de la pelea, esa mujer tiene una fuerza incomparable, incluso entre sus iguales, solo que sabía que no estaba usando todo el arsenal a disposición de su ventaja. 

Sus compañeros alentaban, sonriendo ante las cosas que hacía Skull, pues nada podía hacer contra esa impresionante velocidad.

-CAPITANA, UN GOLPE A LOS BAJOS-

Sabía que la forma de lograrlo, sería acortando la distancia y dándole un buen golpe en la entrepierna al calavera, la cuestión era la victoria, y humillar a los cráneos. 

— Eso es, Elizza. ¡Eres como una serpiente ebria, evita los golpes y- ! — Antes de poder seguir apoyándola, una nube de polvo me entro en la cara y me dejo estático por un segundo. En otras ocasiones este simple hecho hubiese desencadenado que me uniese al combate, pero no está en este lastimosamente, por lo que solo me limpie el rostro con una mano rápidamente. Luego de ello, me acerque a Audrey para limpiarle las orejas que tenía llenas de polvo (y aprovechando de hecho para tocarlas, que es un vicio. Son tan peludas y suaves) — Eh, mira que tienes arena por todos lados. Déjate limpiar. — aunque claro, limpiar era más un "estar jodiendo con sus orejas". 

Ante la inminente respuesta de nuestra capitana y su manera de alegrar al público digna de un pro-wrestler, no pude hacer nada más que silbar. Claro, no es que lo haya hecho en el momento exacto en que hizo esa pose para nada sexy al momento de atacar, ¿Quién podría pensar eso? Deje a Audrey por un segundo y levante el puño. — ¡Eh, capitana, eso es, buena pose de combate, finta hacia la izquierda, gancho derecho, embestida y la técnica del oso pardo destructor NÚMERO 43! — En mis ojos se podía notar claramente que estaba ahora deseoso de pelear. 

Elizza había logrado encajar un gran puñetazo, que lamentablemente había ido a una calavera-señuelo...
Así que arremetió nuevamente.
No fue fácil, los lanzazos de Skull eran algo digno de evitarse si uno no quería salir con un hueso roto. Pero sus compañeros estaban ahí.
Gracias a Audrey la motivación de Elizza recobró mucha fuerza.
Gracias a Annie incluso el viento se ponía a su favor.
Gracias a Grajo tenía un plan para un posible golpe final.
Gracias a Khalan sabía cómo moverse a pesar de la borrachera.

Y entonces se lanzó a dar otro puñetazo. Las llamas brotaron y, tras mucho esquivar, Elizza alcanzó el cráneo de Skull. No el auténtico, pero por lo menos sí el que protegía su cabeza. La máscara de Skull cayó partida en varios pedazos, revelando el rostro de un hombre feo y desesperado.

Sin embargo, la furia de haber perdido su insignia facial hizo que Skull quisiera atacar con mucha más furia.

Emitió un nuevo golpe con su lanza y pareció que iba a acertar a Elizza en el rostro. Ella tuvo que flexionar las piernas para soportar el golpe y una pequeña estela de vapor salía de su rostro, pero una vez se volvió a disipar el polvo se veía que Elizza había podido frenar la lanza con su mano mecánica justo antes de que le acertase en la cara. La mano sostenía los filos de la lanza con enorme fuerza.

¡Vamooo capitana!  - Annie coreaba cada vez que se levantaba el puño rojo de la jefa de... ¡los puño rojo! 

¡Si ganamos tendrán que convertir su barco en una una biblioteca flotanteee!

Este último grito lo dio más cerca del novio y la novia.  Quería que Mikele le oyera.   No se habían dicho apuestas, ¿o si, doctora?

-Khal-ah, n-o, ña~ esp..¡no hagas eso!-era tarde, por mucho que intentó salir del alcance de Khalan las manos del grandullón llegaron a sus orejas aprovechando que aún estaba quitándose la arenilla de los ojos- ¡Ñaaaaa~!- se le erizó todo el pelo, aumentando ligeramente de tamaño y frunció el ceño-¡que no me dejas hacer mi súpermisión!-era una protesta firme o al menos todo lo firme que podía ser una propuesta cuando alguien tenía el descaro de toquetearle las delicadas orejas felinas a la doctora.-¡ñañañañañaña!-manoteó inútilmente en el aire y a penas tuvo tiempo para recuperarse mientras Khalan le daba indicaciones de pelea a la capitana.

Qué mareo, ñaaaa.

-todo, bien, ña, estaba demasiado cerca-no había sido la única damnificada por la nube de polvo pero el resto de la tripulación del puño rojo había estado mejor parapetada hacia ella. Se escurrió por la multitud hasta llegar a Annie y sacudió la cabeza agitando las orejas.

-¿ña?-se atusó el pelaje con las manos, intentando aplanarlo de nuevo y sonrió  enseñando los colmillitos-yo he oído que los novios estaban apostando por Elizza, ña, lo han dicho por ahí-señaló hacia el otro lado del corro alrededor de los combatientes-y también que nos iban a dar un premio a la tripulación ganadora. Y el título de Campeones Nupciales. Sí,sí,sí. Mikele y Lyvia deberían decirlo ahora-asintió muy segura de sus palabras-que luego pueden ponerse a llorar por perdedores y les van a aguar la boda, sí,sí,sí.