Partida Rol por web

termino mi comida lo mas rapido posible, disfrutando cada una de las cucharadas de estofado que pasan por mi boca. tomo la copa, todavia casi llena del vino; no soy una persona muy presta al alcohol, no es algo con lo que suelo acompañar una comida. sorbo a sorbo, ligeramente termino el licor, miro a Aramil, termina tu comida, ya en la habitacion hablaremos de lo que necesites saber.

me pongo de pie y me dirijo a donde la tendera. señorita, ¿cuanto le debo?... a si, tambien necesito una habitacion para dos, una comoda, por favor.

Celghik se acerca a la barra y el encargado levanta su mirada hacia él.

Serían dos piezas de oro por todo - dice y no deja de atender otras cuestiones  - Para ambos - agrega después por si no había quedado clara esta última parte -

Mientras espera el dinero, el hombre habla con alguien que acaba de bajar las escaleras.

Él los llevará a su habitación. - señala al hombre en cuestión -

Aguardo a que Cel y Aramil se retiren, para comenzar a rondar las mesas e informarme. Es muy dificil abandonar los habitos al respecto, me gusta estar informada de lo que pasa por donde ando... En particular, pregunto sobre las condiciones y seguridad de los caminos, visto lo sucedido con ese grupo de amables "necesitados de caballos"...Si es necesario, pago una o dos cervezas, a personas que parezcan mas informadas, como soldados o guardias...

Una vez terminada la ronda, busco al hombre de la barra para solicitarle asi mismo una habitacion, de preferencia alejada de la que pidieran los hombres... y dejo una moneda adicional para recomendarle discrecion al respecto. No me fio de esos dos.

 tomo las dos piezas de oro, y las dejo en la barra. Miro al tendero, al parecer no entendió bien mis palabras, si para ambos, dos camas en un cuarto, ¿es que al caso eres lento entendiendo?. mis palabras suenan bruscas, ya mi cabeza esta por estallar, se nota al brotarse una vena en mi frente. le doy la espalda y me acomodo el pelo hacia atrás un poco, inepto.

miro a la persona que baja, y la sigo sin decir una sola palabra, y sin ponerme con comentarios.

ineptos, todos son unos ineptos. Me están colmando la poca paciencia que tengo... tranquilo Celghik, tienes que calmarte, las cosas van a salir bien. No te apresures a hacer las cosas a tu modo, se un poco mas cauteloso... el señor  Erythnull no lo agradecerá por siempre, así que no voy a dejar que dañes las cosas con tu estúpido temperamento.

hace mucho no lo escuchaba. Esa voz en mi cabeza, esa que todos queremos que nos diga que hacer, hace mucho no aparecía. algunos la llaman conciencia; pero en mi caso no es así. es como si en mi hubiera otra persona. Yo, el que se sigue por instintos pero que al final se deja llevar por sus sentimientos y otro mas, la persona despiadada, arrogante, era la parte mala de mi.

...¡cuanto te he extrañado!...

Al tabernero no le hacen gracia los comentarios de Celghik y eso se nota en su expresión, sin embargo, no dice nada y el hombre que acaba de bajar vuelve a subir las escaleras aunque ahora los siguen Celghik y Aramil. Este los conduce a una habitación y vuelve a bajar.

Aramil y Celghik suben las escaleras y tu te quedas abajo. Tras unos minutos has charlado con personas de varias mesas y te has enterado de pocas cosas y todas sin importancia.

Los rumores que has oído sobre la ciudad no son nada fuera de lo común, chismes y algún que otro problema local. Acerca del camino no hay nada de que alarmarse, al parecer, y aunque no se hayan cruzado a ninguna autoridad, los caminos están patrullados y los ataques no son comunes.

Luego, te diriges a la barra y pides tu habitación, el encargado esboza una media sonrisa y asiente cuando le pides que esté un poco alejada.

No te preocupes - dice con voz ronca - No le diré nada a ese idiota...

Sería una pieza de oro - agrega luego y te dice cuál será tu habitación -

Deposita 2 piezas de oro en la barra, al parecer el posadero y ella compartimos opiniones.

-Despiertame al amanecer, antes que a ellos por favor. Gracias y buenas noches. +le indica.

Luego va a su habitacion... cerrando la puerta con llave y atrancandola desde dentro con alguna silla, una precaucion dictada por los años. Por si fuera poco, coloca la botellita de fuego de alquimista en la silla y la puerta, de modo que caiga a los pies de cualquiera que trate de abrirla con demasiada insistencia y lo consiga...

Asimismo duerme con ambas dagas bajo la almohada, el estoque al alcance de la mano y la ballesta cargada. Sin embargo, a diferencia de cuando viaja sola, no se despoja de la armadura ni su ropa. Aunque despues de todo estas son ligeras y no le molestan demasiado...

Terminados estos preparativos, comienza a dormir el sueño de los justos...

Ya en la habitación, tomo asiento rápidamente, mi mente al parecer estaba en otro lugar y era obvio darse cuanta de eso al ver mi mirada desolada y llana hacia una pared.

¿Que crees que podríamos hacer con esta situación?..... la verdad tu no me tienes que preguntar en este momento, sabes muy bien que es lo que tienes que hacer, y ella no lo va a permitir. ademas tu y yo con lo que hemos aprendido de ella, la única forma en la que no estropee las cosas es cuando su misma lengua se la coman los gusanos Celghik. Mátala!...

la puerta suena casi al instante. Mi compañero, de aventuras Aramil había llegado, ...es momento. Una mirada fría escrutaba mi rostro, casi como la de un muerto. Tal vez en ese momento era así, por como veía a la mujer de cabellos rojizos; como su sangre corría... era un deleite. Aramil, esta situacion no puede pasar de esta noche... lo que tengamos que hacer tiene que ocurrir antes de que el gallo cante. ¿cual piensas que es la mejor manera de hacerlo?.

-Sugiero mi estimado Celghik que sobornemos al posadero y que la envenene, una muerte certera y sin fallos, en la comida ¿quien sabe que puede haber? ¿Qué te parece Celghik? además nos ahorramos muchos problemas.-

Aramil se recuesta sobre su cama y espera la respuesta de su compañero.

Si Celghik. Mátala como dice Aramil... la pequeña pelirroja no sentirá la mas mínima cosquilla. Acuerdate no siempre la sangre es el mejor camino...

de nuevo miro Aramil, una sonrisa de satisfacción, pasaba de lado a lado por mi rostro, Encárgate de eso Aramil, quiero saber de lo que eres capaz. Tengo que ocuparme de otra situación.

me ubico hacia el borde de la cama y miro a la ventana. Una fría noche era propicia para saludar nuevamente a mi señor Erithnull. Me dispongo pues a orar...

Aramil luego de tener la charla con su compañero Celghik agarra su equipo y sale de la habitación, antes de cerrar la puerta exclama.- yo me encargo.- Luego sale y cierra la puerta, bajando las escaleras piensa, esto será sencillo, una muerte rápida y sin mucho costo de energía.

Llega a la parte principal de la posada y se cerciora de que no haya nadie que lo siguiera, en cuanto estuvo seguro salió del establecimiento dirigiéndose a un mercado donde pudiera encontrar el veneno más mortal.

Encapuchado y por las sombras camino esa noche Aramil, seguido de su fiel Elinore quien lo cuidaba, por si el caso de que alguien lo siguiera.

Aramil luego de tener la charla con su compañero Celghik agarra su equipo y sale de la habitación, antes de cerrar la puerta exclama.- yo me encargo.

Sales de la posada y te encaminas en busca de un mercado o algo similar. Tras un poco de tiempo caminando llegas a un establecimiento, sin embargo, ya la noche es avanzada y está apunto de cerrar, el encargado ya está en la puerta cuando entras en el lugar.

Buenas noches buen hombre, disculpe la hora, pero necesito con urgencia un veneno que mate al instante y se pueda mezclar con comida y bebida, sería tan amable de ayudarme.

El hombre te mira horrorizado y tarda unos segundos antes de responder, boquabierto

¡¿Por qué clase de comerciante me toma?! - responde indignado - Largo de aquí, y agradezca que no llame a la guardia

El encargado comienza a murmurar algo sobre venenos con el ceño fruncido y se dispone a cerrar el local.

Señor me parece que me malinterpreto necesito ese veneno para poder matar un enorme lobo que esta aterrorizando mi rebaño, lo mezclare con carne y así daré muerte a la amenaza, no me malinterprete.

El hombre te mira de arriba a abajo inspeccionandote

Bah - dice y hace un gesto - De todas maneras no tengo venenos

Me voy - agrega y camina por la calle -

Una vez está un poco lejos escuchas a una figura encapuchada que te llama desde un callejón cercano.

Aramil cauteloso se acerca y dice.

-¿Si?-