Partida Rol por web

No problem, estoy seguro que me compensaras con algo :P

Escucho al hombre, se estaba comenzando a volver muy paranoico, algo que definitivamente esperaba. Antes de que trate de escapar, saco una bolsa de monedas y las boto al suelo cerca mio. El saco cae haciendo ese sonido que se que era para el agrado de el, salen de este unas cuantas monedas de platino.

Acá esta el 20% de lo que pides. Solo quiero ver el resto, para estar mas seguro. muestro otra bolsa dentro de mi capa, una con bastante dinero. Tenlo por seguro, si tenemos dinero. 

espero la reacción del tenso comerciante. 

El hombre se detiene en cuanto el tintineo de las monedas se deja oir, sin embargo, no parece del todo conforme.

Nos reuniremos mañana a la misma hora en el callejón si aún quieren el veneno.

Tras estas palabras el sujeto desaparece por el callejón, sin dar tiempo a decir ni hacer nada más.

alargo el brazo y recojo las monedas. Una sonrisa leve pasa por mi rostro, pero mas que alegria expresa desdicha. Maldita sea!. ¿Como es que esta sucediendo esto?. Esto no debio pasar... Calmate Celghik, no seas estupido y no pierdas la cabeza.¿No has pensado en que tal vez el cazador tenga otra idea?. Preguntale.

Guardo las monedas, y me doy la vuelta hacia Aramil. ¿Alguna otra idea?. De seguro debes tenerla. Es en esto en lo que eres bueno. ¿No es así?.

Comienzo a caminar hacia la posada mu lentamente.

Aramil acompaño a aquel peculiar humano en su marcha hacia la posada, a pesar de todo lo que había salido mal esta noche parecia recuperado, volvía la confianza en si mismo y en en su entrenamiento. Caminando al lado de aquel hombre volvío a ser el asesino tranquilo y sereno, observador... fijo su atención en sus alrededores y espero hasta estar seguro de que nadie les espiaba para empezar hablar. Haciendolo en voz baja, casi un susurro que solo podía escuchar su acompañante.

- Primero Celghik, dejeme decirle que encuentro todo esto muy precipitado. No veo la necesidad de este nuevo trabajo que se le ha metido entre ceja y ceja. Pero es usted el que paga y yo le digo que podemos hacerlo, pero debemos ser mas cautelosos.

Continuo caminando unos segundos en silencio, de nuevo comprobó que nadie les estuviese espiando y continuó.

- En este sitio nos han visto en su compañía, y sería una verdadera metedura de pata comprometer nuestra imagen de esa forma. No digo que la guardia de este lugar pueda hacer mucho en contra de nosotros, pero... ¿a escuchado aquello que se dice de la Tarasca?... "su mejor truco es convencer al mundo de que nunca ha existido". Pues como asesino yo utilizo el mismo truco, espero convencer a todo el mundo de que no lo soy.

Se acercaban ya a la posada, aqui habría gente en las calles escuchando indiscretamente, por lo que disminuyo aún mas el ritmo, mientras terminaba su discurso.

- Esto es lo que haremos: Mañana abandonaremos este sitio muy temprano, a media mañana me adelantaré para explorar el camino y tu te quedaras solo con ella. Hablale de la misión, inventate lo que quieras, pero muestrate conciliador, a tu manera. Pero no dejes que parezca algo demasiado raro. En el camino intetaré fabricar una distracción, en cuanto vuelva simularé que he detectado que nos siguen y con esa excusa abandonaremos el camino, en espera de poder observar a quienes nos espían. Entonces haremos lo que deseas, fuera del camino para evitar la intervención de algún espontaneo.

En este momento Aramil se detuvo a unos cuantos metros de la posada. era un luagr ciertamente peligroso para tratar aquellos temas, pero le parecñia aun mas peligroso tratarlos dentro. Incluso en la habitación.

- Eso es todo, si tienes algo que decir dilo ahora. Pero no hablaremos mas de este tema hasta que todo se haya realizado. Pro mi parte solo queda una cosa que añadir, con la que espero estes deacuerdo.

- Has intentado pagar cuatro mil piezas de oro por un veneno para deshacerte de esa chica. Quiza si hubieses usado aquella cantidad para convencerla, ahora seriamos un grupo mas, ¿como decirlo?... completo. No digo que a aquel tipo hubiese sido imprescindible pagarle, si usted me entiende. Eso lo dejarmeos en el pasado, pero este nuevo trabajo lo considero fuera del primero, por el le cobraré la mitad de lo que la chica iba a cobrar: quinientas monedas de oro. Y mi prima sera quedarme con su cuerpo, con todas sus pertenencias... ¿le parece un buen trato?

Escucho las palabras del explorador. Tal vez tenia razón y me apresuraba, pero no podía dejar cabos sueltos. Yo sabia muy bien lo que era mejor para la misión y las cosas debían salir como las tenia planeadas.

Bien Aramil, tienes razón, mejor dejemos lo de la mujer para luego, por el momento vamos a descansar lo que queda de noche. Ya mañana veré que haremos. Tenemos que llegar rápido a Middenheim, no podemos dejar que el otro grupo se nos adelante.

Miro para todos los lados en antes de entrar en la posada, arreglo mis cabellos rubios hacia atrás y entro en la posada, subo a la habitación y me recuesto esperando la llegada de los primeros rayos de luz del alba.

Era de esperarse en ti Celghik.

Unos tímidos golpes en la puerta te despiertan, agudizas el oido pero no oyes nada del ruido típico de una taberna a la hora de desayunar, por la ventana se observa que aún no ha amanecido del todo, los golpes se vuelven a escuchar ahora un poco más fuertes.

Abre los ojos, estirando los brazos y desperezandose... Aclara su garganta antes que nada, a fin de poder contestar sin que se note en su voz el tono adormilado.

-Ya va...

Solo le toma unos segundos en armarse de sus dagas y dirigirse a la puerta. Alli recoje el botellin, desarmando la sencilla trampa. Sin embargo no abre la puerta todavia.

-Quien es?+interroga despacio...

El encargado - se hace oir una voz desde detrás de la puerta - Aún no se han levantado, pero anoche luego de subir salieron y volvieron bastante tarde.

*Y eso? mm... que habran estado preparando...

-De acuerdo... un momento.

Va a la mesa en pocos pasos, tomando del saquillo una pieza de oro. Regresa y entreabre la puerta, para observar al hombre. Si es el encargado en efecto, sonrrie.

-Gracias por el dato... Por favor, prepareme una mesa con el desayuno, enseguida ire. +dice, tendiendole la moneda.+ Esto por la molestia. Disponga la cuenta tambien, buen señor.

Una vez despedido el encargado, junta sus cosas (que tampoco es demasiado, ya que ha dormido equipada), se arregla el cabello y asea, para luego encaminar sus pasos al comedor...

En efecto, es el hombre en cuestión. Este sonríe y recibe la moneda

Gracias, con gusto lo haré, el desayuno viene por parte de la casa - dice y alza la moneda antes de  dirigirse escaleras abajo -

Una vez juntas tus cosas bajas al comedor. El tabernero está terminando de servir un abundante desayuno y son los únicos en la sala. Luego el encargado se va por una puerta de detrás de la barra que parece ser la cocina.

El desayuno está servido en una mesa cercana a la barra y consiste pan sazonado, queso y huevos hervidos.

Agradece con un guiño la atencion del hombre con el desayuno... Una vez sentada en la mesa, comienza por cortar el pan en rodajas, armando pequeños bocados con el queso y los huevos que come con lentitud. Al estar sola tiene tiempo de pensar, y se plantea si confiar o no en sus compañeros. Algo que de todos modos no hacia demasiado...

*que habran ido a hacer sin mi anoche? mmmm... tendre que reavivar mis precauciones...

Espera que regrese el encargado para preguntarle (si vuelve antes que ellos aparezcan) en que estado regresaron...

Cuando el encargado sale de la cocina, ya dispuesto a subir las escaleras para despertar al resto tu ya has terminado tu desayuno, por lo que mientras recoge las cosas le haces tu pregunta.

Umm - piensa unos momentos mientas se acaricia el mentón - No pude apreciar mucho por la poca luz, pero no hicieron ruido y no estaban alcolizados, igual que cuando llegaron aquí.

Una vez termina de hablar, el hombre sube las escaleras y puedes escuchar como va golpeando las puertas y despertando a todo el mundo.

Ambos regresan a la posada y duermen lo que les queda de la noche.

Los despierta unos golpes bruscos en la puerta y el vozarrón del tabernero

Arriba todo el mundo! Hora de desayunar - se oye desde afuera -

Continuo comiendo, no me da buena espina de todos modos... aunque...

De nada vale preocuparse mientras. Aguardo el descenso de mis "compañeros" terminando con prontitud los bocados y acomodandome en la silla como quien ha estado alli largo rato, y ya se encuentra algo aburrida...

Aramil descansaba con el sueño liviano que los montaraces suelen tener en las profundidades del bosque, así que con el primero de los golpes estuvo de pie y se acerco a la puerta. La abrió levemente y le dijo al tabernero, bajaremos enseguida, muchas gracias, luego cerro prudentemente y espero hasta que no hubiese ningun ruid9o en el pasillo. entonces se acerco a Celghik para hablar en susurros.

- Ayer parece que no escuchaste bien mis palabras, hoy no deberiamos estar hablando de esto.

Aramil parecía contrariado, no le gustaba repetirse y ahora tenía que hacerlo. Continúo hablando en susurros.

- Piense Cleghik, que si usted llegó a la conclusión de que Amanda era peligrosa con esa información, ella puede pensar lo mismo en cualquier momento... ella estará a la defensiva y sospechará de nostros. Probablemente anoche nos seguiría y tenga serias dudas sobre nuestras intenciones.

Aramil meditaba sus propias palabras en el momento, continuo intentando que la exitación dle momento no le hiciese levantar la voz.

- Puede que la chica haya sido sincera y solo quiera conocer a sus superiores, pero si llega a sospechar de sus intenciones Celghik, entonces de verdad será un peligro con patas. Así que digame ahora mismo, antes de bajar a ese comedor ¿esta deacuerdo con el plan que le plantee ayer? ¿y con el precio? ¿tiene alguna duda?

- Si no lo puede decidir ahora, será mejor que no comente nada de esto... ¡Ni lo piense! Ya hablaremos de nuevo en Middenheim sobre como hacerlo, y dedicaremos el resto del camino a intentar que se confie, que relaje su vigilancia en contra de nostros.

Mi sueño era un poco mas pesado que el de Aramil. El sonido que el tabernero emitió desde afuera de la habitación fue como un susurro que decía cucu-cucu. Entre abro los ojos y noto al explorador levantado en la puerta, avisando al tabernero que ya acudíamos a su llamado. paso mi mano por toda la cara para dejar de ver borroso, la sensación de seguir dormido seguía dentro de mi, un parpado se cerraba y otro se abría, casi como un juego de persecución.  

El explorador comienza a hablar, ya no era tan callado, pero sabia decir lo que pensaba y pensaba muy bien, eso me agradaba de el. Tomo asiento en un borde mi cama y arreglo mi cabello. 

Nadie nos siguió. Ademas no deberías ser tan apresurado, puede que la mujer haya sido sincera y solo quiera conocer a mis superiores... tomo un poco un poco de tiempo para pensar lo que dije. Espera. Eso lo dijiste tu. rasco mi cabeza. Bueno la conclusión es que es mejor esperar. No confío en ella, pero no puedo perderla en este momento, es completamente necesaria para la misión. Mas a delante veremos como se dan las cosas. Necesitamos llegar rápidamente a nuestro destino. El tiempo es oro Aramil. me pongo de pie rápidamente, cojo mis cosas y salgo con cara de entusiasmo hacia la planta baja de la posada buscando a la mujer de los cabellos de fuego.