Partida Rol por web

Secretum Laviana

PARS PRIMA - Por caminos de mal terminar.

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08/10/2016, 16:47
Narrator

Primeros días de un año incierto que mejor sería olvidar.
Ciudad de Oviedo. Al alba de una fría mañana.

 

La heroica ciudad en su mayoría aún dormía. El viento del Norte, frío y aún perezoso, empujaba las nubes oscuras que se rasgaban al correr hacia el Sur. En las callejas no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y demás desperdicios que iban de arroyo en arroyo, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles. Cual turbas de pilluelos, aquellas migajas de la basura, aquellas sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un momento y brincaban de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes, otras hasta las puertas de las casas o de los numerosos templos que se encontraban regados por la ciudad. Y había pluma que llegaba a un tercer piso, y arenilla que se incrustaba para días, o para años, en las botas de algunos peregrinos que, rompiendo aquella tranquilidad, llegaban a Oviedo, la muy noble y leal ciudad, lugar de alto y peregrinación.

La mañana había amanecido brumosa, pero el sol rompía la cortina gris y se filtraba hacia la Puerta de Gascona para iluminar con su luz a quienes, aún entumecidos por el frío de la mañana, fueron allí reunidos por los caprichos del destino. Poco a poco fueron llegando los elegidos que, aún desconocidos entre si, no tardaron en intercambiar las primeras palabras. Debían conocerse, y bien, pues duro se presentaba el viaje que estaban apunto de acometer.

 

Notas de juego

¡Comenzamos!. Os dejo que os vayáis presentando...

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10/10/2016, 23:41
Sixto de Salamanca

Acercándonos al alba al lugar en que habíamos de dar con aquella compaña, en la que el leal Tiago habíanos logrado un lugar, hube yo de pensar que tal vez conviniese ocultar la nuestra identidad, haciendo así menos posible que los tales allí reunidos se revolvieran contra nosotros, quizá temerosos de no ver su recompensa bien pagada al finalizar el servicio. Y así pensando, se lo transmití a don Pelayo, y que fuera él quién decidiera.

- Don Pelayo, si vos place, quizá debiéremos ocultar vuestra identidad a quienes han de conoscernos hoy. Non dígovos de fazer gran mentira d'aqueste asunto, mas, símplemente, ser discretos en cuanto a la nuestra vera intención, et así garantizar el buen destino d'esta lid. - traté de hablar con sabiduría, aunque temía que no le gustara tal idea al caballero - Sea ansí o non, vos lo habéis de dezir.

Aquella era la prudencia que yo sugería, mas al noble le correspondía tomar la decisión*.
 

Notas de juego

* Esta idea puede chocar un poco con el hecho de que el caballero se apellida de Arango, como la moza que buscamos, y cantar un poco, pero he pensado que puede ser interesante. También puede causar conflicto al caballero (que, como mínimo, puede perder Puntos de Fe si miente, y no sé si lleva "algo más" :P). En todo caso, sigo pensando que puede ser divertido, pero que lo decida Churra, que para algo es su PJ.

Respecto a las presentaciones, en principio dejaré que sea don Pelayo quién inicie la conversación por los dos, y luego ya meteré el post introductorio con mis impresiones.

Nótese que nos marco sólo a los dos. Lo siento, máster, si esto te desmonta el arranque, pero me parecía razonable mantener esta conversación antes de llegar a juntarnos con el resto.

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11/10/2016, 00:03
Narrator

Notas de juego

Es justo el arranque que esperaba ;).

Ningún personaje (su jugador si, claro) sabe el verdadero origen y apellido de Pelayo. Queda en manos del caballero el momento y modo de revelar su identidad. Puedes, si quieres, quitar el apellido de la pestaña quedándote sólo con Pelayo hasta que lo hagas.

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11/10/2016, 09:43
Pelayo de Arango

Don Pelayo, si vos place, quizá debiéremos ocultar vuestra identidad

 Por que habría yo de ocultar mi casa?. Eso sería una deshonra! No sería justo ni para la memoria de mi padre ni para con Dios que todo lo ve y nos juzgará por nuestros actos aquí. Comento ofendido ante la proposición de Sixto

ser discretos en cuanto a la nuestra vera intención, et así garantizar el buen destino d'esta lid

Ah....en verdad que sois prudente y sabio. Cierto es que si estas gentes han sido venidos aquí con una intención diferente a la nuestra no veremos mas que un conflicto si desde el primer momentos nuestros intereses son dispares. Omitiré, si no se me exige, el origen de mi linaje. Mas no mentiré sobre el, pues mi palabra de caballero me impide facer semejante felonia. Seré cauto con mis palabras, Sixto.  

Notas de juego

He quitado las alusiones directas a la casa de Arango de la parte publica de mi ficha. Cuando sea menester volveré a incluirlas. Me parece muy interesante la forma de empezar. Complicada por las "limitaciones" del caballero pero a la par interesantes. Vamos a ver cuanto tardo en desvelar al mochuelo..

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11/10/2016, 09:52
Pelayo de Arango

Diferentes personas vamos llegando al lugar elegido para la reunión de la comitiva. Veo llegar a una muchacha de pelo rojo y tras ella a un mozo taciturno que llega casi a la par que una muchacha de pelo cataño. Todos ellos de origen humilde.

Según van llegando me voy presentando -Non me conosceis vos- digo de forma altiva -Llámome Pelayo y soy caballero de la Orden de Calatrava. Este hombre que me acompaña es Sixto de Salamanca. Tengo entendido que el motivo de esta reunión es la búsqueda de una muchacha, mas non he sido debidamente informado de los pormenores del asunto. Si fuera alguno de vos tan amable de darnos mas información, podríamos ser de gran ayuda para la causa.

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11/10/2016, 13:55
Lázaro "el Randa"

Reunidos pues en la puerta de la Gascona, que habíamos levantado Nela y un servidor temprano para ir hasta allí. No tardamos demasiados, y el frío se hacía notar en nuestro ánimo y nuestras carnes. Cuando fuimos ambos acercándonos, vi a tres personas más, dos hombres y dos mujeres. Una vez allí, quedéme callado, pues el primero de ellos, un caballero de Calatrava había hablado.

Adriana de Arango -dije entones, antes de hablar de mí-. Así se llama. De buena alcurnia y echada a las lides de un convento -dije con cierta sorna-. Ahora ha huido, por cuestiones de amoríos. ¿Alguno de vosotros conoce Laviana, en dirección a Burgos? Ahí se la vió por última vez -me apretaba las manos en los bolsillos-. Miré a Nela, para ver su reacción.

Y que tampoco era menester decir el mío nombre tan a las prisas, que no era precisamente conveniente y no sabía uno cómo sentaríale a la gente el cómo me dedicaba yo a ganarme el pan.

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11/10/2016, 14:53
Sixto de Salamanca

Dejando que mi señor nos presentara a ambos, hube de echar ojo a los que nos habrían de acompañar en tal asunto: una banda de truhanes, malhechores, gentes sin bien, que sin duda estarían allí a la fuerza, o, como mucho, por los dineros. No tardó el primero en hablar de un modo que a mi señor no le habría de gustar en absoluto, a lo cuál intervine yo, presto a sosegar el asunto y que así no hubiere ocasión de delatarnos.

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11/10/2016, 14:56
Sixto de Salamanca

Presto hablaba aquel hombre de aspecto humilde e impasible, al que la presencia de mi señor no había intimidado, ni parecía que tuviere interés en darse a conocer. Adelanté un paso, haciendo ademán de saludo con la cabeza, ya presentado por don Pelayo.

- Nunca héme hallado en tal lugar, esa Laviana, mas fablan los escritos dél como tierra de gran belleza, et muy fértil. Lo cuál sin duda non ha de aportar nada en aquesta disquisición, que convendría acometer cuanto antes. - puntualicé, e introduje a mi persona - Soy, como bien ha mentado don Pelayo, Sixto de Salamanca, docto rerum natura. - mencioné el título - Quizá vos queráis también presentaros.

Miré al resto, esperando quizá una cordialidad que sin duda gentes como aquellas no acostumbrarían a mostrar.

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11/10/2016, 23:35
Nela "La Roxa"

Bien temprano yá tábamos de pies dempués d'una mala nueche pa mi, na qu'apenes consiguiera folgar, pero que pol aspeutu de Lázaro paecía que fuera meyor. Allegróme comprobar como restableciérase abondo bien de la engarradiella de la nueche anterior, en cambio yo sentía'l dolor de la pierna que tanto forzara cola caminada del mio llar hasta Uviéu y les vueltes que diéramos poles cais de la ciudá.

Pero ahí atopábamos yá... La puerta de Gascona. Nun yéramos los primeros en llegar y la presencia d'aquel caballeru y del otru que paecía duechu en pluma y papel, cohibieronme un pocu, por eso mantuveme per detrás del Lázaro, dexándo-y a él el falar pos a él, polo que viera hasta'l momentu, dábase-y muncho meyor qu'a mi.

Escuché a unos y a otros, con presentaciones, preguntes y respuestes y, en cruciando una mirá con el Lázaro, negué cola cabeza. Nunca tuviera en Llaviana.

Nela, dalgunos dícenme la Roxa. —Foi la mio escueta presentación, pos anque'l mio compañeru nun dixera'l so nome, la insistencia d'aquel vieyu llevárame a dicir el míu—. Namás sé qu'hai una antigua ruta que bufoneros, pelegrinos y otres xentes percorríen pa llegar a Uviéu cruciando'l puertu Tarna. Pero tiempu hai que nun se frecuenta.

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12/10/2016, 08:49
Blanca

Estaba sentada con las piernas abiertas afilando uno de mis cuchillos y escuchando lo que cada uno tenía que decir. Sorprendiome mucho que el noble, el que debería liderar la expedición estába peor informado que el otro, el tipo de aspecto siniestro. Luego habló el viejo. Pidiéndonos nuestros nombres....como si importara...estaba acostumbrada a ser llamada de furcia, ramera y lindezas por el estílo-Blanca-dije en tono serio mientras seguía afilando el cuchillo. Después habló la otra moza, parecía buena chica-qué se le habrá perdido en este asunto. Antes de irnos a ningún sitio quería más información, no se si me la darían o la desconocerían pero quería saber, así que pregunté al viejo-¿Sabe vuacé por qué es tan importante aquesta monjita?¿Y quién es el que la busca que nos contrata a nos para traerla de vuelta?

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12/10/2016, 23:16
Inaciu

A nadie le pasó desapercibida la belleza de la joven que sentada de manera muy poca decorosa se esmeraba afilando un cuchillo; se mostraba altanera, como deleitándose en tal labor o, más bien, en el uso que le habría de dar al instrumento en un futuro. Era hermosa a la par que inquietante, y fue ella la última en hablar en aquella presentación aún incompleta antes de que allí se presentara un carro de cuatro ruedas, una bestia de patas fuertes que lo tiraba, y su conductor; un hombre de generosa complexión y rostro afable que se afanaba en conducir el traqueteante vehículo por las torcidas callejas hasta las puertas de la ciudad.

Tembló el aire y el carretero cerró los ojos con imperturbable serenidad oyendo, como si se deleitara con aquel sonido; las campanadas graves llamado a Prima, poderosas, que el viento arrebataba de la torre para llevar sus vibraciones por encima de Oviedo a la sierra vecina y a los extensos campos, que brillaban a lo lejos, verdes todos, con cien matices.

-¡Bonos díes!. -saludó.

Examinó a los allí presentes con un rápido vistazo antes de presentarse como Inaciu: carretero curtido a cualquier viaje y camino, oriundo de la zona y por ende conocedor de los valles y las mejores sendas. Había sido contratado, o como él mismo decía; "ajustáu", para llevar a un grupo de cuatro viajeros desde Oviedo hasta Laviana. Entonces fue señalando uno a uno mientras movía los labios en silencio, como si estuviera contando, que no era de muchas luces el hombre... Cuando acabó su ejercicio personal de matemáticas negó con la cabeza. Al parecer no le salían las cuentas al hombre, pero no le pagaban por contar, ni tampoco por pensar, y mucho menos por preguntar. Y la paga era buena, vaya que si lo era, ¡tanto como para llevar a aquellos cuatro más uno hasta Granada si se terciaba la necesidad!.

Se bajó del carro y se dirigió a la parte trasera donde reorganizó y ordenó un poco aquello más bien a las prisas. -Vamos, xubíi los vuesos achiperres al carru, ¡que'l camín ye llargu!. -dijo aprestandose a ayudar a los presentes a acomodar sus pertenencias y, si querían, también sus posaderas, en aquel carromato.

Mientras lo hacía comentaba la ruta a seguir. -Vamos tomar el camín del este, el que lleva a Siero et cuando teamos a metá del trayectu, tornaremos al sur escontra Langreo. -Hablaba sin mirar a nadie en concreto, como hablando para todos o para nadie. Quién sabía...

Desde Oviedo hasta Laviana no había mucha distancia, apenas unas ocho leguas, por lo que que si el camino era bueno y el tiempo acompañaba, podía recorrerse en carro tal distancia en sólo dos días. Pero lo cierto es que el tiempo no parecía dispuesto a poner fácil aquella lid, al menos eso había dicho el nuberu esa mañana. Y que los caminos fueran buenos, era algo que estaba aún por ver...

 

Notas de juego

-Os dejo un post de transición antes de poneros en marcha.

-Podéis hablar entre vosotros siempre que queráis durante el viaje. Si queréis hablar sólo con alguien en concreto simplemente marcarlo sólo a él como destinatario. Aunque vayáis juntos (incluso algunos subidos en el carro), se entiende que durante el trayecto siempre se encuentra un momento "intimo" para comentar cualquier cosa lejos de oídos indiscretos.

-Especificadme en las notas del próximo post si lleváis vuestro equipo puesto durante todo el camino o si por el contrario lo lleváis en el carro. Especificadme también quien marcha a pie, quien lleva montura y quien va subido en el carro (a ratos, claro).

-El carro lleva poca cosa: Unas lonas para cubrir lo que se transporte, y varios carriegos (cestos grandes, hondos, que se dejan en el carro para echar en ellos la uva) vacíos.

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13/10/2016, 08:39
Pelayo de Arango

Acércome a pie al carretero de nombre Inaciu mientras mantengo la mía montura por la riendas. -Veo que esta todo bien dispuesto para el viaje. Su señor tiene todo bien previsto, mas una cosa falta antes de que podamos partir. Pues ningún camino ha de empezar a andarse sin la bendición del Señor. Recemos una plegaria todos juntos antes de emprender la marcha y pidamos al Altísimo por nuestro bien-

Et alzando mi voz, et poniéndome en el centro del grupo et junto a la carreta, invito a los demás a unirse a mi en mi plegaria, esperando que los mas se unan a mi en aquesto rezo como es de esperar con buenos cristianos. 

Pater Noster, qui es in caelis, 
sanctificétur nomen Tuum, 
adveniat Regnum Tuum, 
fiat volúntas tua,
sicut in caelo et in terra. 
Panem nostrum cotidiánum
da nobis hódie, 
et dimitte nobis débita nostra, 
sicut et nos dimittímus
debitóribus nostris; 
et ne nos indúcas in tentationem, 
sed libera nos a malo.

Et con esta plegaria doy por bendecida la misión para que el camino nos sea propicio y el fin ultimo alcanzado. 

 

Notas de juego

Me fijo en las reacciones de cada uno de los presentes ante mi llamada a la oración, en especial del carretero para ver si es hombre temeroso de Dios y respetuoso de la iglesia

Yo voy con mi vieja montura y vestido con la cota de malla y sobre ella la sobrevesta como es natural en un caballero de Calatrava. No tengo intención de hacer todo el viaje con la cota de malla y el bacinente puesto, mas aun si el calor aprieta y me empieza a molestar, pero si quiero traerlo al principio del encuentro para dar la mejor impresión posible, que no sabia yo con quien me iba a encontrar en esta mañana. Si el viaje empieza a hacerse pesado, me quitare la cota de malla y la guardare junto con mis pertrechos en la alforjas de la montura o en el carro.

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13/10/2016, 09:11
Blanca

Esperé por si el viejo me daba respuesta, o alguno de los presentes. Luego llegó el carretero y me dispuse a subir en el, entónces el noble empezó a soltar latinajos y no pude reprimir un amago de carcajada. ¿Un hombre santo?Abrá que verlo. Esperé un poco mientras terminaba y subí al carro todavía divertida, tenía claro que si iba a ir a algún sitio era al infierno cuando llegase la hora, y seguramente todos los que íbamos en esta comitiva. Porque de santa la misión no tenía nada.

Por el camino voy alternando el carro con andar, se me entumecen las piernas de ir sentada y me agobia ir apretujada con todos estos desconocidos. Es posible que vaya más tiempo andando que en el carro. Además, me siento libre caminando es una sensación agradable. No hablo durante el viaje, sigo pensando en mis cosas y en quién y por qué nos manda a esta misión.

Notas de juego

Llevo el gambesón puesto, el capacete al cinto y el morral con mis cosas a la espalda. Bracamante al cinto. Y tres cuchilos a la pechera del gambesón. Me siento segura con todo puesto y no me lo quito ni para dormir.

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13/10/2016, 10:03
Lázaro "el Randa"

¿Una oración? ¡Pero a dónde se cree este tipo que vamos? ¿A la frontera? Habrase visto... Las únicas oraciones que había escuchado en mi vida habían sido las que algunos de los tipos a los que asaltaba solían mencionar antes de que le quedara secos los bolsillos en los caminos.

El que la busca habló con "el Randa", oséase, un servidor -dije respondiendo a la tal Blanca, y así presentándome-. Un tipo envuelto en capucha y todo ello decíalo en sala oscura. Cosa grave tiene que ser, asuntos de nobles... aunque parece que la obligación a los humildes -como yo me consideraba, a pesar de mis lides en los caminos en derredor a Oviedo- obliga a encontrar a la joven. ¡Espero que paguen bien!

Vi entonces subir a Nela las últimas peretencias al carro. ¿Iría ella sobre el transporte?

Notas de juego

El Randa va a pie, que buenas botas de caminar tiene, con su arco a la espalda, el carcaj a un lado y colgado del cinturón el pequeño hacha de cortar leña y ramas por si se tercia alguna cosa. Gorro en cabeza, protecciones en extremidades y la duda de lo que nos podamos encontrar.

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13/10/2016, 10:05
Lázaro "el Randa"

Miré a Nela. Ojalá no dijera nada a aquellos tipos nuevos acerca de las dos doblas que nos pertenecían a los dos y que un servidor custodiaba.

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13/10/2016, 18:34
Sixto de Salamanca

¡En verdad aquellas gentes eran chusma de la peor calaña! Aquella mujer insolente había osado sonreir al escuchar la oración de don Pelayo, como si menospreciara tal cosa. ¿Acaso serían gentes impías, además de malhechores? ¿Qué clase de monstruo habría reclutado a semejante compaña para la tarea de hallar a la joven Adriana? Sólo Dios lo sabía, pues parecía que hasta ellos mismos lo ignoraban. Mas tales faltas de formas habrían de desencadenar la ira de don Pelayo, si no aprendían a contenerlas. Lamenté no gozar de mayor tiempo para inducir la calma en mi señor, mientras resistía el impulso de poner en su sitio a aquella insolente mostrándole el poder de la alquimia. Nada hice, mas posé en ella una mirada, escrutando la malicia que parecía emponzoñar su alma. Maldita fuera la estampa del que había puesto a esas gentes infames en nuestro camino.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy a seguir marcando las reflexiones sólo para mi y para don Pelayo, que bien conoce al alquimista y puede sospechar lo que piensa. Dejo el secreto para el resto, o por si alguien quiere, como yo, hacer una tirada de Empatía.

Mi tirada va por la tal Blanca: quiero ver si realmente desprecia la oración y no hay temor a Dios en su rostro.

Esto va a acabar como el Cristo de la Aurora xD.

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13/10/2016, 18:39
Sixto de Salamanca

Observé al tal Randa, sin dejar de preguntarme de dónde habría salido alguien como él. Su aspecto era peligroso, y sus palabras no daban lugar a dudas: aquel sólo se movía por pecunias, y nada más.

- He de suponer que buenos dineros habráse de dar por aquesta tarea. - dije, conviniendo con el Randa lo dicho - Pues de otro modo non ha de pagarse la discreción requerida, que paresce ser mucha. Ergo, non habemos de preocuparnos por esto, digo yo. Empero, que si estos pagan buenos dineros por encontrar a Adriana, otros habrán de fazer lo propio, et en tal caso es de conveniencia que non demoremos la partida, et pongamos cuantos recursos tengamos en pos de aquesta misión, pues así habremos de ser los primeros, et non perder las pecunias.

Y así dispúseme a ocupar un lugar en aquel carromato, que con suerte aliviaría las penas de mis huesos cansados por el paso de los años.

- Tiradas (1)
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13/10/2016, 18:44
Sixto de Salamanca
Sólo para el director

Notas de juego

Para el post anterior, me juego una tirada de Enseñar. La idea es la que comentaba: convencer mediante el razonamiento y el uso de la lógica a las gentes, haciéndoles así entender lo que se quiere explicar. Mi idea es "motivar" al grupo mediante el sencillo razonamiento de que si a nosotros nos van a pagar mucho dinero, puede haber un motivo de fondo, y puede que otro esté dispuesto a pagar el mismo dinero a otras personas. Lo dejo ahí, por si lo quieres aplicar de algún modo en concreto (tampoco sé si he pasado la tirada, pero bueno, espero que un fallo no signifique que les desmotivo xD).

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14/10/2016, 02:00
Narrator

No se mostró temerosa de Dios la infame mujer, así como tampoco demostró tal temor, ni tampoco respeto alguno, ante la condición noble de Don Pelayo. ¿Sería aquella actitud fingimiento o pose alguna?. ¿Esa era la naturaleza de la mujer?; una naturaleza propia de cualquier bestia irracional y asocial que no había sido tocada e iluminada aún por la gracia del Altísimo... Aún era pronto para saberlo, pero ya habría tiempo. El viaje se presentaba largo y Blanca, a juzgar por las maneras demostradas en el primer encuentro, a buen seguro no tardaría en mostrarse tal cual era.

Notas de juego

Recuerda hacer ese tipo de tiradas en oculto ;).

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14/10/2016, 02:33
Nela "La Roxa"

Yera estrañu comprobar como ellí paecía que naide sabía ná sobre la misión, o a lo menos si sabíen nun queríen soltar prenda. Encoyíme d'hombros pos yera lóxicu que tuviéramos recelu unos d'otros, nun los conocía y tampoco sabía qué papel xugábamos ca un de nós nesa hestoria. El tiempu sería l'encargáu de faeme desconfiar con razón o, al contrariu, volveme confiada.

Respiré aliviá al ver apaecer el carru, pos nun tenía yo bien claro que fuera capaz d'aguantar la caminada nin el pasu d'aquellos que m'acompañaben. Disponíame a xubir a él, cargá coles mios poques pertenencies, cuando'l caballeru, nun actu demasiáu pío pal mio gustu detúvome col so rezu. Quedé de pies, cola cabeza baxa, pensando más nes mios coses que nes palabres del caballeru pos tampoco creía que fuera necesaria tanta parafernalia.

De nuevu volví intentar xubir al carru cuando fueron les palabres de Lázaro les que detuviéronme. Miré pa él enarcando una ceya a manera de silenciosa pregunta pero, cuando devolviome la mirá, entendí perfectamente lo que quería dicime. Podía pecar d'inocente pa ciertes coses pero tonta... non, tonta pocu considerábame.

Y por fin consiguí xubime al carru, agradecía por tener la oportunidá de folgar lo qu'esa nueche nun folgara, eso ensin cuntar col aliviu que sería pa la mio pierna. Llevaba'l zurrón, onde guardaba toles mios pertenencies que nun yeren munches, cruciáu pol pechu, teniéndolo d'esa forma siempre a la vista. Faía yá tiempu que cosiera al zurrón unes cintes de cueru p'atar con elles el cobertor y l'estera, d'esa forma resultábame más cómodu viaxar, les poques vegaes que lo facía.

Nun yera yo la única que viaxaría cómodamente nel carru, pos la otra moza y el vieyu yá habíen coyíu sitiu primero que yo. Saludér con un enclín de cabeza pero, como nun sabía qué dicir, preferí quedame callá.

Fíxome gracia saber que la caminada de la nueche anterior volvería facela de vuelta en carru, anque dempués siguiríamos muncho más allá.