Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
- ¡Un placer Hitsugaya taicho!
Se ha puesto recta y se ha inclinado un poco, además de que se ha puesto algo colorada, cosa que nunca antes habías visto.
Hitsugaya le pone la mano en la cabeza y le revuelve el pelo. Tendrás que volver a colocárselo.
Hitsugaya:- Si necesitas cualquier cosa, házmelo saber, Soyu. Aunque tu madre es más poderosa que yo. En fin, ¿encontraste a Matsumoto? Podías haberle dicho que viniese a hacer su trabajo.
-Pero taicho...es mi superior, no puedo darle órdenes.- sonrío -Además, no te hace caso ni a ti...no creo que hubiera servido.
-Nos vamos, Taicho.
Siguiente parada, treceava división a ver a Rukia y Ukitake.
Por el camino me meto un poco con ella y su sonrrojo.
Rukia y Ukitake están reunidos en el despacho del capitán, pero paran en cuanto te ven. Sus caras de asombro son la leche. Ukitake se ha arreglado algo el pelo y lo lleva recogido en una coleta. Rukia también se ha cambiado el estilo de pelo.
Te sonríen y Rukia en particular te abraza con fuerza.
- ¿Dónde has estado? Creímos que... pero eso no importa, ¿no?- sonríe sinceramente y aguanta las ganas de llorar de emoción. Luego se fija en Soyu.- ¡Vaya! ¿Y tú quién eres?
Soyu: - ¡Soyu!
Correspondo al abrazo de Rukia.
-Ya he vuelto.
-Disculpe que les interrumpa taicho, solo quería saludarles.- miro a Soyu. -Y tú jovencita, estás ante una teniente y un capitán. Presentate en condiciones.
Se inclina como hizo con Hitsugaya, pero ahora no se sonroja, más bien, se presenta con mucho orgullo.
- Soyu Shihöin, taicho y kotaicho. ¡En la Academia de Shinigamis!
Rukia abre los ojos desmesuradamente. Te mira, la señala, la mira, te señala...
Mientras, Ukitake, prendado de ella y su dulzura, ha corrido a darle montones de caramelos que Soyu coge encantada.
Asiento a Rukia, orgullosa.
-¿Qué tal todo por aquí...ultimamente?
¿Ultimamente? Son veinte años....
- Todo bien. Ahora mejor.- te sonríe.- Supongo que hay mucho que contar, pero no sabría por donde comenzar. Ahora soy teniente de mi división como has podido ver. Y me cansé de llevar el pelo como lo llevaba. ¿Qué tal me queda? Por lo demás... Renji y yo lo dejamos. Pero no te preocupes. Nii-sama está más simpático de lo normal. Y es curioso, no ha dejado de entrenar día y noche. Parece algo obsesionado. ¿Y tú qué tal?
-¿Renji y tú lo dejásteis? Por qué será que no te creo....¬¬
Pero sonrío.
Susurro a Soyu. lo bastante audible para que lo escuchen todos:
-Renji y Rukia...Koi shite irrrrrrrru
-¿Para qué entrena?
Aunque la verdad, me hago una buena idea de eso.
Te esquiva la mirada.
- ¡Es cierto, Reena baka...!
Soyu ríe por lo bajo.
- Y no sé por qué entrena tanto. Quizás para que no le vuelva a pasar lo que la última vez. ¿Dónde has estado todo este tiempo? Y no sé si quiero saber lo que has estado haciendo...
-Diez años perdida entre alcohol...y diez criando a la pequeñaja, nada más y nada menos.
Es sencillo, sonrío.
-Bueno, me quedan muchas visitas que hacer. No os molesto más...ya cenaremos ¿vale?
Me pongo en pie cogiendo la mano de Soyu.
Rumbo a la novena.
No me siento muy cómoda pasando cerca de la doceava y la onceava...una por que está Kurotsuchi, la otra por Kenpachi...aun así le indico que es cada edificio.
Justo Mizu está llegando en esos momentos, con una mochila a la espalda.
- ¡Hola! ¡Hola pequeña!
Coge a Soyu, que está encantada.
- ¿Qué hacéis aquí?
-Pues venía a verte, y a ver a Hisagi. Y a Kizuku...a todos. He vuelto...más o menos.
Observo alrrededor a ver si veo gente conocida.
-Estoy haciendo visitas y presentando a la enana.
Kizuku, Kenin, Issin... están todos reunidos en el comedor y en cuanto te ven se levantan, contentos.
- ¡Taicho! ¡Has vuelto!
Mizu sigue con SOyu en brazos, a tu lado
Kizuku no puede evitarlo y te abraza.
Sonrío y le acaricio la cabeza. Saludo a todos.
-Sí, he vuelto al seireitei. Me he pasado a saludaros por que ahora estoy en la décima. Y no, no soy taicho. Solo soy una más. Por eso estoy aquí...ni de coña os dejo darme órdenes. ¬¬
Río.
-Na, ahora en serio. Es temporal, mientras recupero mi poder. Después...no se sabe que pasará. Taaambién estoy aquí para presentaros a esa preciosidad de ahí...Se llama Soyu, y algún día os pateará el culo a todos porque es mi hija.
Sonrío orgullosa.
Exclamaciones a tutti plain. Pasan de ti y rodean a Soyu que sigue en brazos de Mizu. Le chocan la mano, le revuelven el pelo y la halagan porque es muy guapa y simpática. Le dicen que eras una mandona y se meten un poco contigo, aunque sea en plan broma.
Soyu disfruta con los amigos de su madre y todos están francamente felices de verte.
- Tai... Reena-sama. ¿Has visto a Hisagi taicho?
-Aun no. Acabo de llegar aquí. Voy ahora ¿Por qué?
- ¬¬ algo ocultáis....en fin, vamos Soyu.
Voy hacia el despacho del capitán.
Hisagi está en su despacho. Tiene el pelo algo más largo y el haorí blanco le sienta francamente bien. Escucha sonidos y mira. Si está sorprendido lo oculta muy bien. Acentúa su expresión seria.
- Reena Shihöin-sama.
Y se levanta para hacer un saludo formal.
-Que...formal. Me alegro de verte Hisagi. Y lamento haberte cargado con la responsabilidad del escuadrón tan de golpe. Y tranquilo, no estoy aquí para quitarte lo que es tuyo. Solo para ver a un viejo amigo y presentarle a mi hija.
-Él es Hisagi taicho, presentate.
Casi parece que quiera gritarme y matarme, no necesariamente en ese orden.