Partida Rol por web

Soyu sonríe. Aunque no le gusta verte herida, la verdad es que tu demostración le ha impresionado.

- ¡Nunca te había visto pelear, oka-san! Ese primer golpe a Yoruichi ha sido increíble. Oka-san, quiero ser como tú.

Yoruichi llega hasta vosotras y empieza a hacerle cosquillas a Soyu.

Yoruichi:- ¡Oye! ¡Y yo qué! ¿No has visto la super patada que tengo?

- Tía Yoruichi también es muy buena, pero solo has estado un poco por encima de mamá.

Yoruichi:- Serás sinvergüenza... en fin. ¡Hora de dormir! Reena, te quedas con nosotras. Y si no quieres, me voy contigo a donde sea.

-No voy a conseguir que cambies de opinión ¿Verdad? Está bien, me quedaré esta noche. ¿Podéis llevar a Soyu a su cama? No creo que a mi me dejasen entrar y se metería en un lío.

Me estiro antes de dar un beso y un abrazo a la enana.

-Buenas noches pequeña. ¡Esfuerzate mañana eh!

Soi Fong se ocupa de llevar a Soyu, sujetándola de la mano, a la Academia.

Mientras, Yoruichi te prepara la cama, al lado de la de ellas. 

Te abraza el brazo entero, y no lo suelta.

- Me alegro de que estés aquí. Reena, te quiero y no quiero que vuelvas a huir así. Gracias por volver. 

Se coloca bien tu brazo en su pecho y cierra los ojos, cómoda y feliz.

-Nunca dejaré que te pase nada. Te lo prometo.

-Estaba aterrada ¿Sabes? Aún lo estoy...enfrentarme a Byakuya...Rukia...Rangiku...incluso Kurotsuchi. Los abandoné. A los capitanes...los maté yo misma.

Suelto un suspiro tambloroso.

-En tu caso...joder...me odié pero sabía que es lo que querrías. Eso le dije a Soi Fong...era una por la otra. La traicioné a ella en realidad. Pero en el resto de casos lo hice...simplemente para hacer el menor daño posible al Gotei 13. Es una mierda de razón...

Me dispongo a dejarme dormir ya. A ver que ocurre al día siguiente.

Tira de tu brazo y te abraza muy fuerte.

- No pienses más en ello. Lo hiciste bien así que deja de pensar en ello. Disfruta del momento de ahora y de Soyu. 

Acabais durmiéndoos y no despertais hasta que llega el nuevo día. 

Soi Fong ya se ha ido para hacer sus labores de capitana y os ha dejado el desayuno aunque duda que tú quieras comer algo. 

Yoruichi duerme, aún abrazada a ti. No te ha soltado en toda la noche. Dándote calor.

Le tapo la nariz y río cuando despierta.

-jijiji...bueno, ya no pego calor durmiendo ¿No?

Le señalo el desayuno.

-Te lo ha dejado Soi Fong. Debo irme, tal vez mi casera necesite algo. No me cobra ¿Sabes? Solo me pide algunos favores de vez en cuando. Es muy amable.

-Oi, más te vale volver pronto o iré a buscarte y te aseguro que no será algo divertido.

Y sin más, desnuda como acostumbra se pone a desayunar.

-¿Sabes? No es tan divertido comer sin tu compañía y sin pelear por la comida. Iré a ver a Urahara hoy mismo, en cuanto desayune. Venga, largo, que tu casera te espera. Vigilaré de paso a mi sobrina. Es adorable :3

Y sin más sigue comiendo.

-Sí que lo es.- sonrío.

-Y...dormiré en mi casa. No quiero cruzarme con gente. Y ni lo pienses. Tú te quedas con Soi Fong. Tranquila que no voy a desaparecer de nuevo.

Le doy un abrazo y un bes en la cabeza y me marcho.

Te lame la cara cuando retiras la cara tras darle un beso y sigue desayunando.

- Venga, lárgate un rato

Te pienso vigilar de cerca hermanita. Pero antes quiero devolverte el favor que me hiciste aquella vez. Te devolveré tus poderes.

El día está soleado. Hay mucha gente deambulando por el Seireitei, pero no te resulta difícil salir.

La casa está tan tranquila. Tu casera no ha vuelto. Quizás sigue aún Hirako con ellos.

Todo tranquilo, es un buen momento entonces para seguir con las tandas light de abdominales, flexiones, sentadilloas y saltos a la comba.

Me pongo en el jardín.

Pero esta vez, antes voy al mercado y me agencio pesos para brazos y piernas. Tambien un cinturón. Como en los viejos tiempos.

Cuando vuelves a casa, después de las miles de tandas que has hecho junto con los pesos, ves a Urahara sentado en la silla de la cocina, con el sombrero en la mano, jugando con él.

-¡Oh! ¡Reena-san! No sabes lo que me alegro de verte. Me llegaron noticias, tanto de la teniente Tanaka como de tu hermana. Tenía que verlo por mí mismo. ¡¡Reena-shihöin-taicho ha regresado!! O lo hará pronto, si estás dispuesta, claro.

-No soy capitana ya.- me encojo de hombros.

Pero le sonrío, me alegra verle.

-¿Cómo estás?- me sirvo agua fria y me seco con la toalla. -Y dime...que destrozos causé...no me lo quieren contar.

-Y....¿a qué te refieres con que si estoy dispuesta?

-Realmente, no solo depende de ti, pero el primer paso es que estés tú dispuesta. ¿A qué estar dispuesta? Pues a recuperar tu estigma, tu poder, tu honor y tu orgullo, si es que realmente eres tan baka como para pensar que has perdido todo eso. 

Lanza el sombrero y te lo encesta en la cabeza. Se apoya en la mesa y te mira.

- Espero tu respuesta, Reena-san.

-No me has dicho que destrozos hice.

Me siento en la única otra silla, frente a él. Sin quitarme el sombrero.

Te sonríe.

- No tengo ni idea. Yo solo estoy aqui por una razón. Tendrás que preguntar a otro. 

-Siempre estás informado de todo....y vives aquí.

¿Por qué diablos no me lo quieren decir? ¿Tanta gente maté con las inundaciones y lluvias?

Suspiro.

-Sí, estoy dispuesta. Quiero poder proteger a mi hija.

-¡Fabuloso!

Se levanta y te coge el sombrero.

- Bien. Ahora solo nos falta que Karyu quiera. Cuando lo convenzas, ven a verme. Décimosegunda división. 

Y sin más se marcha. ¿Que Karyu quiera? ¿Convencerle? ¿Cuánto sabe Urahara de todo?

Lo sujeto antes de que se vaya.

-No puedo hablar con Kâryu. ¿Recuerdas? No tengo reiatsu, no sé si me escuchará...pero yo a él no. Así que ya me dirás como piensas que haga eso.

Lo siento de nuevo en la silla.

- Ah... Reena-san. Antes solías pensar más por ti misma. ¿Cómo voy a saberlo? ¡Solo soy un simple mercader! Nadie conoce mejor a Karyu que tú aunque ahora no puedas hablar con él. Pero ahí recalcaste en algo interesante. Dices que no tienes reiatsu. ¿Estás segura de ello? Y si es así, ¡consíguelo! Reena-san siempre conseguía lo que quería. ¡Waa! ¡Mira qué hora es!

Se levanta nuevamente.

- Momento de cenar e irse a dormir. Bonita casa, Reena-san. Tengo entendido que Rangiku-san e Ichimaru viven por aquí cerca. ¡En fin! ¡Espero que nos veamos pronto!

Le dejo irse suspirando...cuando se pone en ese plan....

Me doy una ducha y, tras un rato, salgo a dar un paseo. Iría a ver a Rangiku...o a Kâryu, a lo que llegase antes.

¿Dónde vivirá?

Voy andando con mi capa con capucha puesta.