Partida Rol por web

- Shinji. Es capitán de una de las divisiones. Hirako Shinji.

Se sienta en la silla de enfrente.

- Es un buen chico. Claro que lo adopté hace tantos años que ya no podría decir lo contrario.

Ríe simpática.

Vaya, Shinji. Será mejor que no me vea...

-La verdad, prefiero no inmiscuirme, tendrán mucho de que hablar. Y, como le dije, quiero ver si puedo charle un ojo a mi pequeña. Pro agradazco que se moleste en invitarme.

Cuando acabe el té, me pongo en pie para irme.

Te sonríe con amabilidad y asiente. Charlais hasta que terminas el té y te marchas, dispuesta a visitar a Soyu. ¿Pero cómo lo harás? ¿Te identificarás? ¿ Entrarás por la fuerza? ¿Algún que otro plan?

Saltaré el muro cuando no mire nadie...si me pillan, habrá que correr. Mala suerte. Pero bueno, aún sin shunpos podré despistar a simples guardias.

O eso o estoy demasiado mal.

Entras en el Seireitei, te saltas el muro del edificio de la Academia y ahí estás. Deambulando por los pasillos tan tranquila.

No tienes aparentes problemas. Quizás te tienes que esconder un poco pero nada del otro mundo. Buscas a Soyu y la encuentras en la parte del gimnasio. En ese momento está teniendo clases de combate.

Está concentrada, luchando contra otra chica más alta y aparentemente más capacitada. Y de nuevo, golpe tras golpe. Primero Soyu consigue esquivar el ataque y le da con la espada de madera en la rodilla haciendo que esta se agache un poco y luego salta, se apoya en el hombro de la rival con un solo pie y la coloca la espada en el cuello.

Todos aplauden y el instructor la felicita.

Al parecer se está ganando buena fama.

La clase termina y Soyu se gira justo para verte.

Sonríe.

- ¡Oka-san!

Sale corriendo hacia ti y solo para cuando te abraza.

- ¡Has venido! ¿Has visto lo que he hecho? ¿Lo que he mejorado? Ni un rato de descanso, oka-san... quiero volver un rato a casa contigo.

La abrazo cuando llega. Y sonrío con lo que dice.

-El fin de semana. Pero no grites tanto o me descubrirán- le doy un toquecito en la nariz con el dedo. -Y sí, lo he visto. Has estado magnifica Soyu. ¿Sabes un secreto? La capitana que tanto admiraba Mizu acabó la academia en solo dos años. ¿Te ves capaz de igualar eso?

Le sonrío.

-Por cierto, ¿cómo te tratan aquí?

¿La habrá venido a ver Mizu?

Te asiente con entusiasmo.

- ¡Lo lograré en menos!

Y luego sigue sonriendo.

- Me tratan muy bien. Al princpio no me hacían caso porque soy la más pequeña de todos, pero kotaicho Tanka me viene a ver todos los días, me trae dango en secreto e incluso me viene  a dar las buenas noches. A los pocos días mis compañeros me empezaron a hacer más caso, pero creen que soy muy joven para sus charlas.

-Es que eres una enana petana. Sip sip.- le revuelvo el pelo.

-Así que M...la kotaicho Tanka te cuida ¿Eh? Me alegro. Le debes haber caido bien ^^

-Bueno, he venido a verte por que no aguantaba más...pero no debería estar aquí, me he colado. Así que mejor me voy ya ¿Vale? Portate bien, lávate los dientes y sé la mejor de todos.

Le doy un beso en la frente, de despedida y espero a que se marche.

- ¡Te veré este fin de semana! Ahora tengo historia de la Sociedad de Almas.

Te abraza antes de irse corriendo con sus compañeros. Su zampakûto casi roza el suelo y recuerdas que Yachiru solía llevar su zampakûto con ruedas, arrastrándola.

Yachiru ya debe ser toda una mujer...no creo que la reconociera si la viese. Hitsugaya de lejos parecía igual. Pero bueno, estaba sentado y con el haorí...seguro que ahora está más alto que yo. Y guapo.

Me sonrío.

Voy a la zona de la segunda división. Con muchíiisimo cuidado y poniendome la capucha bien puesta. A ver si viera de lejos a Soi Fong por ahí...a Yoruichi quizás...

Pero se me forma un nudo de ensar en ella. La abandoné.

Aún así, voy.

Y allí está. Soi Fong pasea por el bosque de la segunda división. Al parecer una actividad que hace a menudo. Parece pensativa. Tiene el pelo quizás un poco más largo pero es una mezcla entre su pelo corto y el largo que se había dejado hacía veinteaños.

Tiene la misma cara, la misma expresión, el mismo aspecto.

¿Qué le pasa? ¿Por qué está tan pensativa? ¿Y por qué está sola?

¡¿Por qué está sola?!

El susto se te puede pasar. Pues con un shumpo Yoruichi llega por su espalda y la abraza. Soi Fong se deja abrazar. Ves que Yoruichi le susurra algo. No está alegre. Ambas están serias.

Soi Fong la mira sin girar el cuerpo. Se miran y se besan. Pero sus caras no muestran alegría.

No soy consciente de lo que hago hasta que estoy casi al lado de ellas, apenas nos separan una linea de árboles y unos metros.

¿Tantas ganas tengo de abrazar a mi hermana y a Soi Fong?

Sí. Y a la vez me aterran sus reacciones. Mucho.

Me oculto rápidamente tras el árbol más cercano aunque...parto una rama. Es imposible que no lo hayan escuchado.

Las dos miran para allá aunque no lo sepas.

Y cuando menos lo esperabas Soi Fong te tiene atrapada, apoyada en la pared con Suzumebachi en el cuello mientras Yoruichi está a su lado, preparada.

Miran serias, atentas al intruso. Hasta que tu capucha cae.

Y sus caras de enfado y concentración se transforman en sorpresa.

- Ree-Reena...

Yoruichi está tan asombrada como Soi Fong.

Yoruichi:- One-chan...

-Hola...baa-samas.- trato de sonreir...pero estoy aterrada. Apenas me sale la voz. -Sigo viva.

Se me nota en la mirada que espero que me culpen y me griten.

Están congeladas.

Y, al unísono, se lanzan a por ti. No a pegarte, ni a gritarte, sino a llorar sobre tus hombros. A abrazarte y no soltarte.

- ¡¡Reena!! ¡¡Reena!!

Nunca. Nunca habías visto a Yoruichi llorar así.

- ¿Dónde has estado? ¿Cómo se te ocurre desaparecer así? Te quiero tanto... ¡Oh, Reena... te queremos tanto...!

El abrazo es fuerte. No te piensan soltar.

Me sorprende tanto que me quedo tan congelada como se quedaron ellas. Pero acabo abrazándolas a ambas.

-Es una historia muy larga.

Lloro con ellas.

-Muy larga. Pero...vamos a tu despacho, taicho.

Cuando lleguemos le pido que mande una mariposa a Mizu.

"De parte de Reena, lleva a S al despacho de Soi Fong."

-Antes de contaros la historia, esperemos a que lleguen. Por favor. Y...bueno...¿Qué tal todo por aquí? Se os ve genial. Aunque estábais bastante serias antes...¿Ocurre algo?

Yoruichi te escruta con la mirada.

¿Por qué llama a Mizu? Al menos parece estar bien. Ha crecido. Parece más madura.

Sonríe.

Sabía que no podía haber muerto. Era imposible.

- ¿Que qué ocurre? Querrás decir qué ocurrió. Desapareciste Reena. Y desde entonces...

Soi Fong:- Desde entonces no fuimos las mismas.

Creo que es la primera vez que sonreímos sinceramente en años.

- Tenemos mucho de lo que hablar. Pero está claro que debes empezar tú. Nos debes una buena explicación.

En ese mismo instante llega Mizu, que llama al marco de la puerta. Delante de ella, con la mano de Mizu en el hombro, Soyu te mira extrañada.

Mizu:- Permiso.

Soyu camina hasta llegar a ti y te tira de la ropa un poco.

Soyu:- Oka-san. ¿Qué pasa?

Yoruichi y Soi Fong abre la boca un poco, estupefactas. 

La cojo y la siento sobre mis rodillas tras darle un beso en la mejilla.

-Soyu Shihöin, te presento a tu tía Yoruichi.- la señalo. -Y a la capitana de la segunda división, Soi Fong. Una gran amiga mía. ¿Recuerdas la capitana dueña de Kâryu de la que te habló Mizu? Bueno...era yo.

Miro a mi hermana.

-¿A qué es una monada abrazable?

Heladas. Ambas están heladas y les cuesta reaccionar. Tienen la mirada clavada en Soyu que las mira también, como sin entender nada. La noticia de que tú eres esa capitana a la que Mizu tanto admira solo crea más intriga en su pequeña mente.

Aún así, Soyu se levanta de tus rodillas, avanza unos pasos hasta estar delante de Yoruichi que sigue hipnotizada por la cría. Entonces Soyu sonríe sinceramente.

Soyu:- Encanta, tía Yoruichi.

Entonces una sonrisa se dibuja en todos los rostros en la sala. Yoruichi chasquea la lengua y se agacha hasta estar a la altura de Soyu.

- Encantada, Soyu-san.

Y la abraza con fuerza y dulzura al mismo tiempo. Te mira.

- Qué habrás estado haciendo todo este tiempo...

Se funden en un caluroso y simpático abrazo durante unos segundos y luego Soyu va hacia Soi Fong que la mira seria.

Soyu:- Un placer, Soi Fong taicho.

La expresión de Soi Fong se suaviza una vez más y le coloca una mano en la cabeza a Soyu. Luego te mira.

Soi Fong:- Creo que tienes que explicarnos a cada uno lo nuestro. Reena Shihöin.

Y todas te miran. Mizu apoyada en el marco de la puerta, Soyu aún con la mano de Soi Fong en la cabeza, Soi Fong desde su misma posición y Yoruichi se sienta en el suelo, coge a Soyu y la coloca entre sus piernas mientras le regala un caramelo. Yoruichi parece encantada de ser tía y parece dispuesta a ser la tía divertida.

-Veamos Soyu...hace 20 años fui taicho del kyuubantai. Pero pasaron ciertas cosas...atraparon a todos los capitanes y tenientes...y solo quedaba yo. Tuve que elegir entre a quién rescataba y a quién no....a los que no salvé, se quedaron en una dimensión especial, atrapados...al final pude llegar allí. Pero para salir tuve que usar cierta habilidad...bueno, algo que me hizo ser increiblemente poderosa por unos minutos.

Miro a Soi Fong y Mizu.

-¿Causé muchos daños? Sé que evaporé bastante agua...

Vuelvo a mirar a Soyu.

-Y bueno...rescaté a todo el mundo. Creo.- Las miro de nuevo. - ¿Está todo el mundo bien?

-En fin...el caso es que ese poder tuvo un precio. Ni Kâryu ni yo sabíamos cual sería...probablemente mi muerte. Y estuvo a punto de ser así. Mi reiatsu se agotó del todo...y eso dejó mu cuerpo muy mal...incapaz de curarme o de moverme. Empezó a llover y casí me ahogue...me salvaron una pareja de ancianos.

-Realmente no recurdo mucho de las tres semanas siguientes...pero me cuidaron hasta que me fui. Pasé más o menos diez años viajando de un lado a otro...escondiendome de los shinigamis y bebiendo alcohol hasta desmayarme para no tener pesadillas. Hasta que un día...llegaste tú. Me salvaste, pequeña.

Le sonrío sincera.

-Ya no podía hacer eso...tenía que cuidarte.

Miro al suelo.

-Aun ahora sigo teniendo esos sueños...yo...abandoné amigos, compañeros...a mi hermana. A otros los maté con mis propias manos. Auqnue al final todo saliera bien...no puedo perdonarme por eso.

Miro a Soi Fong.

-La última vez que me viste...me gritaste bastante. Y todos pensaban lo mismo...tenía una razón para mostrarme así de fría pero....aún así lo merecía. Cuando saqué a todo el mundo, no sabía si se recuperarían o no. Ni que me pasaría a mí...sencillamente no quise enfrentar a nadie. Me fuí.

-Y bueno...poco más. Ahora mi pequeña tiene que aprender a manejar el kidoh así que es la mejor de su clase en la academia. Y dice que se graduará antes que cierta taicho del kyuubantai ¿Sabéis?