Partida Rol por web

Semillas Oscuras (Black Sword Hack)

1. DE PROFUNDIS

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25/05/2023, 20:28
Director

A medida que recuperaban la consciencia, lentamente, sus sentidos fueron asaltados por el hedor a descomposición y el sabor metálico de la sangre en sus bocas. Los ojos se abren, revelando el interior tenuemente iluminado de un templo en ruinas. El aire es denso, impregnando el recinto con un aura de otro mundo que acentúa una sensación entinatural.

Parpadeando para alejar los restos de la desorientación, se volvieron conscientes de su desnudez y vulnerabilidad. El pánico por la ausencia de recuerdos, por la inconsciencia sobre su situación, no llega a materializarse por causa de una visión grotesca que se mueve lentamente en una esquina. De pie, inmóvil, hay un cadáver desollado, cuya carne se ha desprendido para revelar su esquelética esencia. Parece estar sostenido por una fuerza invisible, que desafía las leyes de la naturaleza.

Mientras intentan ordenar sus pensamientos y evaluar la situación, el cadáver se mueve con una gracia que lo vuelve aún más inquietante, haciendo un gesto peculiar con sus huesudos dedos. En ese momento, las vestimentas y equipo de aquellos sujetos se materializaron a sus pies, conjurados de la nada. Reconocer aquellos bienes les tranquilizó e inquieto a partes iguales, pues podían cubrirse y asir algo que ya estaba hecho a las curvas de sus manos, pero despertaban dudas sobre qué les había pasado más recientemente ¿Cómo habían terminado allí?

El cuerpo, con sus rasgos esqueléticos congelados en un rictus eterno, habló con una voz escalofriante que parecía resonar en lo más profundo de sus mentes.

- Se han cumplido vuestras sentencias. - Declara, las palabras goteando en una inquietante mezcla de autoridad y fría indiferencia. - Los recuerdos de vuestros crímenes fueron borrados, como fue solicitó.

Tras esas inquietantes declaraciones, la figura se transformó en una niebla roja arremolinada, dividiéndose en zarcillos serpenteantes que se deslizaron a través de las grietas en el techo del templo. La niebla se disipó, dejándolos solos en la ruinosa cámara, con sus aboyadas cabezas llenas de más preguntas e incertezas.

Una cosa sabían con certeza y era que ya se conocían de antes, que eran personas que habían puesto sus vidas en las manos de los otros en más de una ocasión, y parecía que gracias a esto habían sobrevivido, pero aquello no dejaba de ser una gota en un torbellino de incógnitas. Por un lado, sentían una libertad a la que sus cuerpos y mentes no parecían estar hechos desde hacía mucho tiempo, por otro, se sentían como un neonato expulsado a un mundo desconocido, desde la calidez de su desconocimiento y olvido previo.

Mientras examinaban su entorno, percibían en este las características cicatrices del devenir del tiempo y el abandono. Tapices antiguos colgaban hechos jirones de las paredes, que representan deidades (Olvidadas hacía mucho tiempo) y las prácticas de rituales olvidados. Había restos de estatuas en el suelo, sus identidades erosionadas para lo que quedara de eternidad.

Más allá de los muros desmoronados del templo, vislumbraron un mundo envuelto en la oscuridad. Un cielo nocturno sin luna se extiende por encima, donde las estrellas parpadean como heridas pálidas recién abiertas sobre terciopelo negro. Un denso bosque rodeaba el templo, árboles centenarios se recortaban entre las sombras, como sujetos petrificados en el acto de clamar a las alturas.

Poco a poco fueron saliendo de aquel recinto de entrada, viendo en la distancia una ciudad en ruinas, como si aquel templo solo fuese un mero aviso de los kilómetros de abandono que los rodeaban, aún en medio de lo que alguna vez fue civilización. A un lado, no muy lejos, había una torre hecha de un extraño metal verde a la que sus cabezas pusieron nombre automáticamente: la Espira de la Redención...

Notas de juego

Podéis interactuar libremente entre vosotros, sabéis sobre vuestros personajes todo lo que ha quedado establecido en la creación de personajes, peor no sabéis qué aventura o maldición os ha depositado en este lugar. Si alguien se quiere arriesgar a ello, puede describir algún tipo de escena no muy clara de lucha en la que reconoce a alguno de sus compañeros, sin terminar de saber más sobre el contexto de esa escena... Las acciones recordadas no son claras, podrían ser sueño, delirios, o la verdad... ¿Quién sabe?

¿Qué hacéis?

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26/05/2023, 10:19
Malakar

El grito de Malakar fue tan ensordecer que si aquellos que estaban allí con él hubieran sido otras personas, y no sus compañeros de viaje, hubieran muerto de pánico. El decadente respiraba con fuerza mientras se retorcía en una de las esquinas de aquella prisión... o pesadilla. Porque eso era lo que parecía, una pesadilla aterradora como las que había sufrido desde que escapó de la Ciudad Prohibida: era el precio de haber maldecido los Sueños de Olarion.

El hechicero miró a sus lados, acurrucado, desnudo, sudoroso. Tenía el pelo revuelto negro como el azabache sobre su cara. Sus ojos denotaban miedo y frío, arrepentimiento. No sabía qué ocurría ni dónde estaban, pero sentía los miembros entumecidos y eso era el primer paso para determinar que seguía con vida. Aunque si vida fuera miserable la mayoría de las veces.

Un sobresalto se hizo con Malakar cuando aquel cuerpo sin vida habló. Él no contestó. Sabía que la contestar a los muertos no era buena idea, a no ser que también se estuviera muerto. ¿Lo estarían? Sintió el frío del suelo y el sudor recorriendo su frente. Con un rápido vistazo, observó otros cuerpos desnudos como el suyo, tumbados a cada esquina de aquella estancia.

Y así, poco a poco su respiración siguió una sintonía, como el tambor de guerra que se escucha a lo lejos. Y, de repente, una carcajada, una carcajada igual de ensordecedora que el grito de pánico al salir de aquel estado de oscura vigilia, después haber paseado con la Muerte.

¿Es este otro asilo del que escapar? — dijo con sorna, recuperándose del ataque de risa — ¿Se volvieron los Demonios y los Espíritus contra mí y estoy preso de nuevo?

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26/05/2023, 19:21
Ulfura

Ulfura contempló la escena. Un páramo abandonado. Una ciudad en ruinas. Y allí, una torre. La Espira de la Redención. La visión de la torre verde esclareció su mente y sus recuerdos. Escenas del pasado aparecieron. Vagas, difusas. En unas estaba tendida bocarriba en una pradera de hierba. En otras estaba en una montaña negra y atravesaba estrechos senderos entre riscos y visitaba extrañas catacumbas que eran tumbas de seres ancestrales.  Aquel recuerdo le trajo desasosiego. Inmediatamente sintió dolor, aunque nada le dolía. Sintió también el olor de la sangre. Lejano pero claro. Como el olor a tierra mojada en un día de tormenta.  

—Os recuerdo.— Miró a sus acompañantes. Recordaba sus caras, sus ropas. Pocos detalles más. Pero no sé qué nos ha traído hasta aquí. Por más que lo intento no consigo acordarme de nada.— ¿Acaso todo era un sueño? ¿Una maldición? 

Ulfura señaló la Espira.

—En mi cabeza, solo está esa torre.

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27/05/2023, 02:11
Ronan

-'S e Ronan an t-ainm a th' orm...1, susurró de forma inaudible en la lengua de los namakim, el muchacho delgado de pelo negro al abrir los ojos. Más para reafirmar su propia existencia que como un ejercicio de comunicación hacia quienes yacían dispersos junto a él en aquel espacio.

Como ellos, se encontraba desnudo, y su escaso vello corporal, que subía desde su pubis hasta el bajo vientre, contrastaba con su piel, de un blanco lechoso y que parecía resplandecer en la penumbra del santuario. Permaneció mirando fijamente su cuerpo y sus brazos durante un período que pareció una eternidad, como si no consiguiera reconocerlos como propios.

***

Una escalera de caracol de piedra. En algún momento fue parte de una orgullosa torre, pero ahora asciende hacia ninguna parte convertida en alegoría de lo inútil. En la escalera un hombre vestido con una túnica negra gesticula desesperado hacia el cielo. Diluvia. El agua se escurre por su pelo azabache pegándoselo al rostro. Sus ojos son dos escarabajos negros. El hombre le grita, tal vez pidiendo ayuda, pero él no puede oírlo.

***

- Se han cumplido vuestras sentencias.

- Los recuerdos de vuestros crímenes fueron borrados, como se solicitó.

Solo la voz del cadáver y el desesperado grito de Malakar lograron sacar a Ronan del trance y que volviera la atención hacia sus compañeros. Se giró a un lado y a otro intentando adivinar sus rasgos en la oscuridad y una tenue sonrisa iluminó su rostro al reconocer a Arja.

Poco a poco, fueron tomando consciencia del tiempo y del espacio, de sus cuerpos y de sus pertenencias que se amontonaban sobre los adoquines del suelo entre los que la hierba hacía tiempo había comenzado a crecer. Se vistieron sin pronunciar palabra, deseosos de ocultar la desnudez de sus almas de otros ojos que no fueran los propios.

Solo entonces se atrevieron a romper el silencio en el que se contemplaban como si fuera un espejo de agua.

- No parece que tengamos que preocuparnos por eso, dijo Ronan señalando el cielo abierto que se dejaba entrever a través de las grietas de las paredes, este lugar nunca necesitó puertas.

Caminaron como en un sueño, pues así de irreal parecía todo aquello que los envolvía: el cielo en el que Ronan no reconocía ninguna constelación, ni siquiera la brillante aleta de la Orca que señalaba al Norte, el bosque de árboles a los que no lograba poner nombre, las ruinas de una arquitectura que le resultaba ajena…

Asintió con gravedad a las palabras de Ulfura.

- Así es, ya hemos estado allí…

Notas de juego

Nota1: Me llamo Ronan...

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28/05/2023, 14:41
Arja

Con una profunda y sonora respiración, Arja sintió que volvió a la vida. A la respiración le siguió un jadeo nervioso. Con los ojos muy abiertos, miraba a todas partes. Fue incapaz de frenar su propio impulso, estaba escrito en su naturaleza. Se irguió rápido y palpó todo su cuerpo, intentando entender si seguía de una pieza, eran muchas las ocasiones en las que ya había despertado de manera similar en el pasado como guerrera de Axathia. Por las sensaciones que experimentó en sus pulmones, le pareció que no respiraba desde hacía semanas.

Al oir el grito de Malakar, se giró hacia él. Mis compañeros, pensó. Seguimos vivos. Fue entonces cuando advirtió el cuerpo desollado. Aunque no era la imagen más grotesca con la que se había topado, su voz, sus gestos, su suspensión en el aire,  tenía algo que le ponía los vellos de punta, y su instinto le decía que se quedara lo más quieta posible. La figura pronunció aquellas palabras y no pudo evitar sentirse confusa, era como si faltaran en su cabeza los recuerdos de las últimas horas o quizás días, ni siquiera sabía distinguirlo, se sentía embotada. Quiso preguntar a la extraña figura, pero justo cuando iba a  hablar, desapareció. A saber qué he hecho ahora. Sus pensamientos recorrieron muchos de los crímenes que ya había cometido.

Cuando escuchó hablar a sus compañeros, unas cortas y punzantes imágenes cruzaron su mente, no pudo evitar cerrar los ojos. Visualizaba movimientos rápidos, escuchaba flechas silbando en su oído, recordaba haber clavado su gladio en algo tan blando como la carne. Salió de aquel trance de golpe al escuchar la voz de Ronan, que le trajo un extraño alivio, y se fijó en la torre a lo lejos, de un brillante verde en una noche oscura. ¿Qué está pasando? Yo tengo el nombre de esa torre en la boca y no entiendo por qué, añadió con incredulidad a las palabras de Ulfura y mirando en la dirección donde escuchaba la voz de Ronan. Su conocimiento del mundo exterior aún era escaso, no sabría explicarse a sí misma el fenómeno extraño que estaba experimentando junto a los demás. No pudo evitar sentir calma al mismo tiempo, si ellos no saben qué ocurre, poco voy a poder añadir yo. Decidió dejarlo estar.

De un salto, Arja se impulsa y se pone en pie, camina hasta sus ropas y se las coloca con celeridad estirazándose para desengarrotar sus músculos. Cuando se puso su prenda de cuero marrón sobre la camisa blanca ya lograba sentirse más protegida. Se colocó su gladio a un lado y su látigo serrado a otro, examinando el templo que la rodeaba escuchó el eco de sus botas pisando la antigua piedra. Arja desde su instinto animal intentó reconocer el terreno sin mucho éxito, cuando vio lo suficiente, se giró al grupo y silbó para llamar la atención de todos. Salgamos de aquí, este sitio parece que va a derrumbarse de un momento a otro.

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29/05/2023, 19:11
Director

Aceptando la iniciativa planteada por Aja, el grupo comienza a salir lentamente. Sus ojos se adaptan a la tenue luz exterior cuando un áspero grito atraviesa el aire...

- ¡CARNE FRESCA DE LA ESPIRA! 

El grito resuena con una intensidad escalofriante, llamando su atención sobre una pequeña partida de guerra que se materializa desde las sombras, portando algunos faroles de luz ambarina.

La partida de guerra estaba formada por ocho individuos, vestidos con fragmentos de corazas, yelmos y escudos que claramente no pertenecían a la misma armadura, saqueadas y recicladas del campo de batalla, de los que allí habían caído. Portaban arcos, claymores y martillos de guerra, que brillaban siniestramente por influjo de aquellas luces mortecinas. Cada miembro del grupo mostraba las marcas de una vida asaetada y golpeada por la dureza y las injustas exigencias de la supervivencia, su apariencia robusta era testimonio de la naturaleza implacable de este mundo.

Su líder, una figura canosa con una cicatriz en la cara y una presencia imponente, dio un paso al frente. Sus ojos se entrecerraron mientras observaba a los recién llegados, su aparición era una amenaza potencial o una oportunidad en esta tierra sin ley.

Detrás de él, la partida de guerra emanaba un aire de firmeza despiadada, curtida en la batalla y lista para enfrentar cualquier desafío. Con seguridad compartían una camaradería nacida de sobrevivir a las innumerables vicisitudes que este mundo había tenido a bien regalarles. Los tatuajes dispersos y las marcas tribales hablaban de su lealtad a un código propio, unos dictados desconocidos para los recién llegados que posiblemente podrían traducirse como fidelidad a sus armas y a sus hermanos en el camino de la violencia.

La partida evaluó a los recién llegados, con curiosidad y precaución, sus miradas pasando de Malakar a Aja y de Ronan a Ulfura, sus mentes llenas de especulaciones sobre las fortalezas y debilidades que cada individuo podía poseer.

Se evidenciaba que la partida de guerra veía en su llegada recursos potenciales o amenazas a eliminar. El grito de antes no era simplemente una amenaza, sino también un reconocimiento de la influencia de la Espira en sus vidas.

Notas de juego

¿Qué hacéis? Si optáis por la violencia, tocaría ir tirando iniciativa
 

Al principio de un combate, los jugadores tirarán Sabiduría. Aquellos que pasen la tirada actuarán antes que sus rivales, los que no la pasen, irán después de estos.

  • Un éxito crítico en esta tirada conlleva que el PJ puede hacer tres acciones este turno.
  • Un fallo crítico conlleva que el PJ solo pueda hacer una acción este turno.

Sería tirar 1d20.
Aja tendría que sacar 8 o menos.
Ronan 10 o menos.
Ulfura 10 o menos.
Malacar 12 o menos.

Si tenéis alguna otra idea, soy todo oídos...

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29/05/2023, 19:58
Ronan
Sólo para el director

Notas de juego

Querría saber si puedo usar SECRETO ÉLFICO, adivinar el deseo más oculto de alguien con el líder de esta partida de guerra, si es que sí, lo hago y dependiendo de lo que me digas veo si se le puede sacar ventaja o solo queda la lucha.

PD: Por cierto edité la ficha que se había quedado Vista de Bruja y al final lo habíamos cambiado por Secreto Élfico porque estaba muy limitado a los Fae.

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29/05/2023, 22:50
Director

Notas de juego

En un principio puedes usarlo directamente sin necesidad de tiradas (Tocará tirar el dado de Condena si intentas volver a usar este poder ese mismo día), en tal caso, si el resto de tus compañeros creen que preferirían atacar, o tiráis todos iniciativa y usas ese poder cuando te corresponda o tratas de detenerlos de antemano con alguna treta para tratar de usar el poder...

Si finalmente usas el poder, tira 1d6...

PD: perdón por el despiste de la Vista de Bruja ;P

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29/05/2023, 23:45
Ronan
- Tiradas (1)

Notas de juego

Seis, is good 8)

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30/05/2023, 10:09
Malakar

Malakar todavía se estaba recuperando de la carcajada que le había producido volver a respirar después de muerto o después de aquel viaje mental que habían tenido en aquella pesadilla. Pero no, parecía que no era una pesadilla. Tosió un par de veces, renegado pero sonriente. Tenía los ojos como desencajados, sin mirar a ningún punto fijo. Se comenzó a incorporar muy lentamente mientras observaba como sus compañeros se movían de aquel lugar, incitados por Arja.

Malakar asintió levemente y comenzó la marcha mientras contemplaba aquella torre. ¿De qué brujería sonaba aquella aquella fortificación verdosa? Todas las prisiones le recordaban a ellos, por eso el asilo le volvió a la cabeza. Pero, por suerte, no se encontraban allí. El asilo si aterrorizaba a Malakar, no por haber vivido allí, si no por la idea de volver a estar preso y tener que volver a enfrentarse con Olarion.

Así que avanzó lentamente con la mirada perdida pero con los ojos bien abiertos. Tenía una estampa macabra, siniestra. El brujo era capaz de matar y de ayudar a cualquier en una fracción de segundo, pero eso no lo sabían aquellos incautos que se cruzaron en sus caminos. Parecía que Ronan era participe del diálogo, pero aquella escoria no tenía un aspecto muy negociador.

¿A qué espíritu o Dios le debéis lealtad, damas y caballeros? — preguntó burlón a sus compañeros —. Parece que esos señores quieren que seamos los siguientes en alistarnos a su divinidad de color verde, y no precisamente para enseñarnos algunos trucos o venenos...

Otra carcajada macabra del brujo. Comenzó a respirar fuertemente mientras se encorvaba sobre sí mismo y retorcía los dedos: parecía que los espíritus y los demonios comenzaba a correr por su cuerpo.

- Tiradas (1)
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30/05/2023, 10:54
Arja

De puta madre, susurró Arja entre dientes al escuchar los alaridos de la partida que se acercaba hacia ellos. Su corazón bombeaba rápido, pero notaba que su cuerpo aún tardaba en responder. Mierda, así no voy a poder moverme. Conocía perfectamente cómo se sentían sus músculos cuando estaban listos para luchar y no era el caso, aún estaba aturdida y su bestia interior apenas comenzaba a despertar. 

Miró a su alrededor, vio que Ronan aún parecía no posicionarse ¿qué diablos pretende?, pero Malakar estaba listo para la acción y eso le sacó una sonrisa, sintió alivio de estar acompañada en la batalla, de otra forma sabía que tendría que recibir antes de poder asestar un golpe. Sin apartar la vista de la partida de guerra, agarró su gladio para empuñarlo, se había enfrentado a muchas gentes diferentes y sin embargo, no supo identificar de dónde vendrían. Eso le hacía estar tensa y atenta, para ella aquellos hombres tenían toda la pinta de haber saqueado a otros aventureros como ellos más de una docena de veces. Se preguntaba al igual que Malakar qué tendría que ver la Espira en todo esto.

Con el gladio en su puño, se preparó para lo que venía.

- Tiradas (1)
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30/05/2023, 15:05
Ronan

Ronan movió su mano derecha por dos veces pidiendo calma a sus compañeros, aquella horda los doblaba en número y no tenían la menor idea de sus capacidades y, en realidad, tampoco de sus motivaciones, pero como mínimo su aspecto revelaba que habían sobrevivido antes a otras batallas y no convenía subestimarlos.

Como siempre que podía, Ronan decidió darle una oportunidad a la palabra, cuando el líder de aquellos hombres se adelantó, él lo hizo también alzando su voz que sonó clara y cristalina en la noche que los envolvía:

- Hay entre la valentía y la inconsciencia una fina línea que las separa, el valiente sabe a lo que se enfrenta mientras que el inconsciente lo desconoce. Dejadme, por favor, que ilumine vuestra ignorancia.

Se volvió hacia sus compañeros:

- Contemplad a Malakar el Negro, destructor del sueño de Olarion, vórtice de pesadillas, el único en lograr escapar del Asilo de la Ciudad Prohibida, que dispensa el don de la muerte con un simple susurro de sus labios. Arja, la Amazona de Axathia, diez veces campeona en las arenas del Pallatino, ha viajado al inframundo y regresado tantas veces que podría hacer el camino con los ojos cerrados. Ulfura, la Furia del Norte, portadora de la Plaga, vencedora del demonio Kerobal, cuyo corazón arrancó con sus propias manos. Ronan, de los Na Mucan Mara, en este punto hizo una ágil reverencia, Ruína de Trolls, azote de gigantes, mi flecha nunca yerra un blanco.

- Y ahora que sabéis a quien os enfrentáis, decid pronto cual es vuestra demanda o dejadnos pasar si es que queréis ver la luz de un nuevo día.

Se hizo un silencio opresivo como el instante previo al chocar de la ola contra las rocas, Ronan miró al líder de aquellos hombres a los ojos, como le habían enseñado los elfos, pues eran el espejo del alma y en el alma de aquel hombre quería ver.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tirado y superado Carisma para evitar que todo se precipite antes de que actúe.

El poder ya te tiré antes dado de 6 para saber resultado y la iniciativa está superada también.

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30/05/2023, 18:50
Ulfura

Ulfura observó a aquellos hombres. Raquíticos, leprosos, ataviados con despojos dispares obtenidos en su devenir por aquella ruinosa tierra. Con códigos tatuados en la piel. Se autoproclamaban siervos de la torre. Acólitos de la espira. Más que un ejército o partida marcial parecían andrajosas bestias carroñeras.

La mujer se quedó quieta. Inmóvil. Muda. Una estatua de pelo de fuego en mitad de la ceniza. Se sabía observada. Analizada. Aquellos hombres la escudriñaban en busca de sus defectos. Ningún movimiento que los delatara. Solo el martillo en la mano. Firme. Listo. A la menor señal de hostilidad, lo abatiría sobre sus enemigos.

Imaginó el hierro despedazando la carne de aquellos imprudentes.

Su sangre mezclándose con la tierra.

El vaivén de sus lamentos en el viento.

- Tiradas (1)
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30/05/2023, 18:52
Glouc

Ronan había ganado suficiente tiempo con aquella teatral presentación para poder usar un pequeño truco que le habían enseñado aquellos seres, descendientes de la Corte de Invierno, que se habían erigido como sus protectores durante sus años de formación. Enfocó su mirada en los ojos del líder y comenzó a tirar de un hilillo, invisible al ojo humano, que nacía de un tic en el ojo del hombre, hasta encontrar un destello de maldad y mentira, hermanadas en sus intenciones ocultas. Una traición incipiente se había hecho fuerte en su corazón.

Los ojos de aquel hombre tenían una determinación de acero y un hambre de poder que contrastaba son su escaso papel como lugarteniente de aquel grupúsculo de almas perdidas.

Su silenciosa astucia susurraba a Ronan sus intenciones más ocultas: traicionar a aquellos a los que comandaba tan pronto como la oportunidad se lo permitiese para medrar y ser el líder de su propia banda de carroñeros, mayor, mejor y más violenta. Mientras, podía entrever cómo el hombre evaluaba a aquellos que le servían, decidiendo quién podría ser lo suficientemente fuerte y despiadado como para seguir junto a él y quién terminaría, desnudo y muerto, a medio camino.

Alianzas ocultas: En lo profundo de sus ojos, Onan vislumbra susurros de alianzas secretas forjadas en las sombras. La mirada del líder contenía ecos de conversaciones susurradas, reuniones clandestinas y pactos ocultos con otras figuras poderosas en el páramo. Quedaba claro que los planes de traición del líder de los bandidos se extendían más allá de su propia partida de guerra.

Bastaría con que alguno diese un paso en falso, en su contra, o que el fruto de sus capturas del día fuese especialmente apetitoso para que aquel hombre mandase al infierno a aquellos de entre los suyos que ciegamente depositaban sus vidas en sus manos.

Y tras estos fogonazos de certeza y alevosía, la acerada expulsión de la cabeza del hombre lo devolvió a su lugar, junto a sus compañeros, algunos de los cuales blandían sus armas, preguntándose a qué esperaban para saltar.

- Veo que hoy nos ha tocado carne de la más alta calidad... Nosotros nos llamamos simplemente Carroñeros. Yo soy Carroñero, este a mi espalda es carroñero, y ese del arco, al fondo, es Carroñero. No necesitamos nombres ridículos y títulos ganados en la arena de la imaginación o en no sé qué otra mierda de sitios comentas para arrancaros la carne de los putos huesos. Tú, en concreto, me gusta tu lanza. Y tú.- Dijo señalando a Ulfura. - Me gusta tu pelo.

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30/05/2023, 20:05
Director

Notas de juego

Si al final os dais de galletas, yo votaría por hacer las tiradas de ataque (Con el atributo que corresponda), daño y defensa en un mismo post.

COMBATE:
En su turno, cada PJ puede hacer 2 acciones (moverse, atacar, lanzar un hechizo, usar algo...), recuerda que si un PJ realiza dos veces la misma acción, tendrá que tirar su Dado de Condena.

  • Para atacar con un arma cuerpo a cuerpo o sin armas, hará una tirada de Fuerza, teniendo que sacar en 1d20 un resultado inferior a su valor en ese atributo.
  • Para atacar con un arma a distancia, hará una tirada de Destrezateniendo que sacar en 1d20 un resultado inferior a su valor en ese atributo.

Tras una tirada exitosa de ataque, el jugador tirará el dado de daño correspondiente.
Si se ha tenido un éxito crítico en el ataque, el PJ hará el máximo de daño que su arma le permita y tirará un dado de daño adicional

DEFENSA:

Las tiradas de defensa se hacen en el turno de acción de los enemigos. Un PJ puede hacer tantas tiradas para defenderse como sean necesarias.

  • Para Esquivar el ataque, hacer una tirada de Destreza. Los ataques a distancia solo pueden ser esquivados.
  • Para Parar el ataque, hacer una tirada de Fuerza. El PJ debe estar sosteniendo algo para poder parar el ataque.

Una tirada de defensa fallida significa que el personaje recibe daño.
Un fallo crítico defendiendo conlleva que el ataque ignore la armadura del personaje. 

Recordemos que si el nivel de un rival es superior al del PJ que lo ataca, se sumará a la tirada la diferencia entre sus niveles.

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30/05/2023, 20:26
Ronan

Ronan elevó de nuevo su voz por encima de las bravatas del despiadado saqueador, dirigiéndose a sus hombres.

- Así que eso es lo que ha hecho con vosotros, ya no tenéis nombres, ni linaje, sois solo una extensión de su ambición. Carroñeros..., Ronan escupió con desprecio la palabra.

- Podría deciros que he leído en el fondo de su corazón y que él está dispuesto a abandonaros sin reparo a la menor oportunidad, que su traición ya está planeada a la espera de consumarse. Pero no os diría nada nuevo... Eso ya lo sabéis. Lo habéis sabido siempre, cada vez que uno de vuestros compañeros amanecía con la garganta cortada. Tal vez no había sido lo suficientemente sumiso, tal vez había encontrado un despojo de valor que ÉL codiciaba,... Por alguien así vais a jugaros el pellejo?, los interpeló señalando hacia su líder mientras meneaba la cabeza con incredulidad.

- Yo os he avisado, puede que haya exagerado un poco con lo de los gigantes, pero os aseguro que mis flechas siempre dan en el blanco...

- Tiradas (2)

Notas de juego

Le disparo un flechazo al jefe, como Cazador mi primer disparo en Combate siempre da en el blanco, te tiro daño.

Arco de hueso* (ventaja en la tirada de daño), tiro 2d6 escojo el mayor (5) y añado mi nivel al daño (cazador). Total daño 6.

No te declaro más acciones porque depende de lo que me digas que pasa.

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30/05/2023, 23:54
Ulfura

La mujer del pelo rojo saltó hacia el líder. Batió su martillo hacia su objetivo. El carroñero lo evitó con una finta. Urfula se sorprendió. Era rápido. La mujer reaccionó. Se agazapó. Se preparó para parar el inminente golpe. 

- Tiradas (2)
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31/05/2023, 09:44
Malakar

Malakar escuchó atentamente la presentación de Ronan ante aquellos hombres, o escoria, llamados los carroñeros. Desde luego, los títulos del bárbaro eran más elegantes que "carroñero", así que ya por historia no podrían dejarse doblegar ante tales salvajes.

Carroñeros... — murmuraba riendo por lo bajo Malakar mientras miraba al suelo.

Tenía el pelo cubriendo su rostro y temblaba levemente por la risa que le causaba aquella situación. El decadente no se había tomado su tiempo cuando vio que todos comenzaron una ofensiva ante el fracaso de las palabras.

Oh... — se incorporó lentamente —. Los carroñeros quieren servir de carroña. Muy bien... siempre hay una primera vez... ¡Pero para poder ser carroña, hay que morir y antes hay que enfermar!

Malakar volteó sus ojos en blanco y crujió su cuello de un lado a otro mientras una figura blanca salía de su cuerpo. Parecía una anciana, escuálida y débil con un camisón blanco. Lloraba con fuerza y flotaba echa un ovillo, como si estuviera muy enferma. Unas figuras con túnicas negras se dibujaron a su lado, de pie, imponentes, mientras la observaban.

Los ojos de Malakar volvieron a su forma natural.

Que la peor de las enfermedades consuma tu alma... carroñero.

Y las figuras volaron hasta el líder de los enemigos y una carcajada del decadente resonó maléfica.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ahora pasa el enemigo una tirada de Constitución y adiós enfermedad xD

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31/05/2023, 16:55
Director

Cuando la tensa confrontación termina por estallar, Ronan, tras confesar el oscuro secreto del líder de los Carroñeros a sus propios guerreros, apunta con su arco. Tirando de la cuerda hacia atrás con dedos firmes, lanza la flecha con una precisión inquebrantable. El proyectil cortó el aire, guiado por una mezcla de ira y justicia. Encontró su blanco, perforó la carne de aquel bocazas embustero y se incrusta profundamente en su flanco izquierdo.

Simultáneamente, Ulfura, al ver una abertura, se lanzó hacia adelante con su martillo de guerra, con los músculos tensos por la fuerza y su predisposición a dar una lección a aquella amenaza que se había atrevido a tratar de humillarla sin impudicia. Sin embargo, su ataque quedó corto, fallando por poco, cuando aquel hombre se movió por efecto del flechazo previo. Sin inmutarse, Ulfura se preparó para la próxima oportunidad de ataque.

Mientras tanto, Malakar, con su mente como un abismo arremolinado de conocimiento prohibido, aprovechó un pacto sellado tiempo atrás en su primer hogar, suplicando a un espíritu de la enfermedad, que había mantenido cautivo durante mucho tiempo dentro de su ser, que atacase a aquel rival traicionero. Recordó a sus carceleros abusando de una anciana enferma y absorbió la más pura destilación de su sufrimiento y los males que había adquirido en el pozo de aislamiento.

Un escalofrío recorrió el cuerpo del líder mientras aquellas esencias viciadas se arremolinan a su alrededor. Notó cómo el aire se tornaba helado, retorciendo su rostro en una expresión agónica a medida que su fuerza comenzaba a desvanecerse, su forma una vez poderosa vaciló bajo el ataque de la enfermedad, floreciendo en su interior.

Se vio sacudido por un coro de toses, cada una siendo la manifestación de un nuevo mal royendo sus huesos y sus carnes. Su presencia dominante se va mermando, a medida que el peso de sus propios secretos y la ira de su próximo fin se unen al banquete. Tropezó hacia atrás, luchando por mantener el equilibrio, con movimientos lentos y débiles.

El líder de la partida de guerra, superado y vulnerable, miró a sus antiguos camaradas con una mezcla de ira y desesperación.

El hombre trató de aprovechar la proximidad de la mujer que le había atacado con el martillo de guerra para intentar irse haciendo daño, pero su fuerza mermada y sus movimientos lentos facilitaron que Ulfura pudiese esquivarlo sin llegar a recibir daño, mientras ella veía cómo la maldición liberada por su compañero Malakar devoraba su fortaleza.

Con aquella explosión caótica, tres miembros de los carroñeros, con su lealtad sacudida por la revelación de la traición de su líder, intentaron huir de la batalla resultante. Con la mente nublada por el miedo y la incertidumbre, buscaban desesperadamente un escape de las garras de sus compañeros.

Uno de los bandidos restantes, fiel a su cabecilla, empuñando una claymore enorme con una pericia mortal, se lanza hacia adelante con un golpe rápido y amplio. La pesada hoja corta el aire, hendiendo el torso del desertor, que quedó convertido en un guiñapo inerte en escasos segundos.

Mientras tanto, otro bandido, armado con una daga reluciente empuñada con precisión mortal, se lanzó hacia el segundo fugitivo. Con una eficacia rápida y despiadada, acortó la distancia y clavó su filo profundamente, en la espalda de su antiguo aliado. Los gritos agonizantes del bandido fueron silenciados por la mano de su ejecutor.

El tercer fugitivo había logrado escabullirse sin ser alcanzado... Por ahora.

En medio de este derramamiento de sangre, otro bandido decidió a vengar a su líder caído, apuntando a Ronan con una flecha recién extraída de su carcaj.

Otro tipo se había escurrido por detrás de Malakar, aprovechando la concentración del mismo durante su brujería, para intentar noquearlo con sus picudos guanteletes cerrados en una mortal maza de nudillos.

Arja vio cómo un alto carroñero, de sobredimensionadas hombreras de latón, extraía de su funda un gladio algo más largo que el que ella misma portaba, pillándola casi por sorpresa.

 

Notas de juego

Así pues... Ronda de vuestros rivales...

Ronan, tienes que pasar una tirada de Destreza (10 o menos en 1d20) para esquivar el proyectil de arquero enemigo. Como nota general, las armas de proyectil normalmente no puden ser paradas por otra arma o un escudo, solo pueden ser esquivadas.

Malakar, idem, el tipo pegado a tu espalda trata de darte con sus puños en el cogote, tirarías destreza para tratar de zafarte (9 o menos en 1d20).

Ulfura, tu atacante era el líder de los bandidos peor pasaste tu tirada de esquiva.

Arja, puedes tratar de esquivar el gladio de tu enemigo, usando Destreza (10 o menos en 1d20) o tratar de pararlo con tu propia arma usando Fuerza (12 o menos en 1d20).

El líder ha caído, queda otro arquero en la distancia, peor está tratando de apuntar al desertor que queda.

Arja, tras ver si tienes suerte esquivando al enemigo, puedes atacar...

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31/05/2023, 18:21
Ronan
- Tiradas (1)

Notas de juego

Me como la flecha, lo siento toca cambiar texto, no he sido tan grácil como se me suponía XD