Partida Rol por web

Semillas Oscuras (Black Sword Hack)

2. PÉTALOS TRÉMULOS

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27/06/2023, 16:04
Director


 

A medida que caminaban por sus calles, comprobando la profundidad y gravedad de sus heridas, el grupo apreciaba las características comunes del lugar.

El pueblo estaba conformado por viviendas y edificios modestos, de un solo piso, hechos principalmente de madera desgastada, piedra y arcilla, con techos de paja y pequeñas puertas arqueadas. Estos se disponían como una cuadrícula irregular, formando calles estrechas que serpenteaban y entrelazaban sin grandes variaciones. Las fachadas eran rostros de ojos vacíos, de ojos rotos y bocas gritando, medio cubiertas por puertas rotas, colgando de sus bisagras.

Asomándose por algunos huecos, los aventureros pudieron ver cómo sus interiores habían estado adornados con sencillos tapices, toscos, en las que se mostraban imágenes de cosecha y representaciones iconográficas de las flores de loto que parecían ser el tesoro del lugar. En alguna vivienda, y esquinas exteriores, había pequeños altares dedicados a una deidad o ancestro local, donde quedaban rastros de incienso y ofrendas.

Junto a algunas viviendas, más grandes, había cobertizos de almacenamiento y graneros que alguna vez se usaron para albergar herramientas y equipo agrícola. Guadañas oxidadas, azadas de madera y hoces gastadas se apoyaban contra las paredes, como esperando el retorno de sus portadores, para ponerlas a trabajar en los campos una jornada más. Las herramientas tenían marcas y desgaste causados por el uso y la erosión del tiempo, sus filos desafilados y teñidos de herrumbre roja, resultado de años de uso en los campos de loto.

En un área lateral parecían acumularse los establos que una vez habían dado cobijo sus animales de carga, ahora con sus últimos restos de paja y heno esparcidos por el suelo, sucumbiendo al abandono, tiñéndose de marrón oscuro. Los comederos que una vez contuvieron alimento y agua estaban rotos, su contenido ya seco o rapiñado de los suelos.

Revisando los detalles del desastre con precisión casi sobrenatural, los personajes podían deducir que aquello debía haber pasado en las tres últimas semanas, ya que los cuerpos estaban consumiéndose en distintos estados de descomposición, pero todavía no se veían sus huesos.
Los menos estropeados mostraban perforaciones, como picaduras sobredimensionadas, con marcas de pinchazos en la piel y heridas hinchadas y descoloridas. Ulfura podía reconocer distintos tipos de heridas, también de arañazos, aplastamientos, quebraduras propias de armas contundentes y desmembramientos varios, pero aquellas picaduras y sarpullidos, ya secos y supurando insectos, eran las marcas de muerte más comunes. 

Todos podían ver claras marcas de arañazos que parecían originadas por patas afiladas, un detalle que no pasó desapercibido a Ronan, que aun así no era capaz de reconocer qué animal podía haber causado aquella masacre... Pues eso si que lo tenía claro: Habían sido bestias, sin gran inteligencia o cuidado, no humanos armados.

Otro detalle en el que todos se pudieron fijar era que había restos de los atacados, pero no había ni cuerpos, ni restos, ni miembros, ni sangre u otros restos de los atacantes, algo inaudito que hacía pensar en la magia más oscura.


 

Los personajes terminaron por llegar a la plaza central del Pueblo de las Flores, sus pasos resonaban por sus desoladas calles. En su centro, su seco corazón, se encontraban los restos de un destrozado mercado, posible recuerdo de su pasado comercial al que se hacía referencia en aquel torpe mapa que les había guiado. Los toldos hechos jirones ondeaban con la brisa, aferrándose apenas a los marcos esqueléticos que alguna vez los mantuvieron en alto. El aire estaba cargado con el olor de la descomposición de los productos estropeados, ahora una masa grisácea a sus pies, incrustada con restos de cajas que asomaban como costillares romos. Los restos de puestos destrozados y carros volcados estaban esparcidos por doquier.

En el centro de la plaza había un gran pozo, de piedra erosionada y seca. El agua, que una vez posiblemente fue una vez prístina y saciante, se ha vuelto turbia y estancada, una mera pátina verdosa en su fondo. Entre los limos parecía brillar una pequeña constelación de monedas, posiblemente lanzadas allí en busca de buena suerte o para conseguir deseos ya inalcanzables. 

Entre los escombros encontraron fragmentos desgarrados de libros de contabilidad de comerciantes y pergaminos descoloridos con símbolos y sellos de distintos gremios, que prácticamente se desintegraban al ser tocados.

Lejos queda el eco de regateos, a los mercaderes publicitando apasionadamente sus productos, las risas y charlas de lugareños y viajeros mezclándose en aquel, otrora bullicioso, foso. Los recipientes en los que todavía quedaba alguna moneda y objetos más o menos valiosos dejaban aún más claro que el saqueo no había sido el objetivo de aquel ataque. Tampoco el hambre.

Arja tropezó con algo que hizo sonar distintos timbres agudos a sus pies, era algo enlodado que se les había pasado antes por alto: un gran saco de cascabeles del que partía un cordel empatado varias veces, con distintos materiales y grosores, del que recogió una parte, peor parecía estar roto.

La noche había ido cayendo sobre ellos a medida que exploraban el lugar. No había sido precisamente un día ligero, más para el aún aterido Ronan, que posiblemente se las vería para cerrar el ojo de primeras, pero el cuerpo lo pedía.

- Tiradas (1)

Notas de juego

(No hagan caso de las luces y antorchas de la imagen de la plaza... XXXD)

¿Qué hacéis?

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28/06/2023, 18:32
Ulfura

Los asaltantes no buscaban riqueza. Tampoco comida. ¿Qué los había llevado al asalto? ¿Venganza o la simple destrucción? El mapa de los carroñeros era poco esclarecedor. No había más marcas de posibles atracadores que la de los propios bandidos. Pero ¿Eran ellos los responsables de la masacre? Ulfura dudó que fuera así. ¿Por qué atacar a los únicos comerciantes? Todo eran dudas. Todo era incertidumbre.

Encaminarse hasta La Espira había sido descartado por sus compañeros. El hogar de los carroñeros parecía una pérdida de tiempo. La única salida posible parecía el este. Marcado con la leyenda “al pueblo” Pero necesitaban comida y agua. Víveres para una semana.

La mujer rebuscó entre el desastre en busca de comida y agua. Buscó en cestos de mimbre y en sacos de arpillera. Buscó en las cocinas abandonadas y en lo que creyó que eran sótanos dispuestos como despensas.

—Propongo que busquemos víveres y útiles y que salgamos de aquí lo antes posible. Podemos acampar en algún lugar cercano y descansar. Si os parece, discutiremos nuestros movimientos al amanecer.—

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28/06/2023, 20:17
Ronan

Ronan había insistido en viajar hasta la Aldea de las Flores esperando encontrar descanso y respuestas, pero la carnicería en la que se había convertido el poblado solo les dejaba más preguntas. Recordando que hasta hacia muy poco había permanecido atrapado en el mundo espectral se preguntó qué clase de demencial escena le hubiera tocado presenciar de seguir allí y que le podrían haber contado los muertos.

Pero los muertos, a su manera, todavía podían hablar si uno les prestaba atención. Ronan examinó los despojos de la matanza buscando las respuestas que tanto se les resistían, hasta que el olor a muerte y a putrefacción le inundó el estómago. Expuso su conclusión a sus compañeros.

— Lo que sea que los ha atacado, no era humano…, pero tampoco buscaba alimentarse, era…, un enjambre…, — se detuvo un instante dudando, no conocía a ningún insecto que pudiera hacer una picadura de ese tamaño —. Me inclino a pensar que los carroñeros no tienen relación con esto, salvo que ese tal Tharkus sea un invocador o hechicero poderoso, pero su mirada no fue hacia el sur si no hacia los vastos yermos que los rodeaban.

Estuvo de acuerdo con Ulfura en que lo mejor era dejar el pueblo y buscar refugio para pasar la noche, además en caso de que hubiera supervivientes, aunque no había encontrado ningún indicio que le hiciera pensar que sí, podrían haberse escondido en los alrededores.

— Lo más probable es que la comida se haya echado a perder, aunque si tenemos suerte tal vez haya sobrevivido algún ánfora sellada — comentó respecto a la búsqueda de víveres por parte de Ulfura. Si no encontraban víveres deberían conseguirlos en el único lugar del mapa que les quedaba por explorar y confrontar al tal Tharkus.

Por su parte, se dedicó a recolectar el dinero y objetos de valor que habían ido encontrando para llenar su bolsa, casi siempre vacía, de cuentacuentos. Después, de a poco y con paciencia fue juntando los cadáveres en varias pilas con la idea de hacer una pira funeraria.

— Nosotros, Na Mucan Mara, quemamos a nuestros muertos, no los dejamos descansar en la tierra para que el Lobo no los desentierre y lleguen al mundo de los espíritus con sus rostros llenos de agujeros… — se justificó ante sus compañeros.

Mientras las piras ardían y el humo azul se elevaba hacia un cielo que se oscurecía poco a poco, tras perder el rojizo mortecino de la tarde, antes de dejar la aldea, Ronan lanzó una moneda a la fuente, esperando tener mejor fortuna que los últimos que habían allí expresado sus deseos.

Notas de juego

Consultas al master:
1.- Cuantas monedas me puedo apuntar a la bolsa.
2.- Cuando nos vayamos del pueblo, si tengo que tirar algo para fijarme si hay supervivientes escondidos en los alrededores.

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28/06/2023, 20:32
Ulfura

Antes* de que Ronan encendiera el fuego de las piras mortuorias, Ulfura se acercó a él. 

—Esas llamas se verán desde muy lejos en mitad de la noche—Intentó disuadirle. 

Notas de juego

* si es posible anticiparme, claro. 

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28/06/2023, 20:42
Ronan

Ronan se encogió de hombros.

— Si alguien viene, solo encontrará cenizas, nosotros ya no estaremos aquí y habremos ayudado a estas personas en su tránsito hacia el otro mundo, tal vez por su reciente paso por el mundo espectral Ronan parecía decidido a continuar con el cometido que se había impuesto.

Notas de juego

En mi experiencia en el rural te diría que se hacen los fuegos de noche precisamente porque de día se sabe dónde está el fuego por el humo, de noche es imposible verlo (el humo) y las llamas se pueden ver sí, pero a una distancia relativamente corta, más difícil si el fuego está entre casas como es nuestro caso.

En todo caso, tampoco me hago lío, si Malakar y Arja son del partido anti fuego, Ronan a regañadientes dejará a los muertos en sus piras sin encender.

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29/06/2023, 18:08
Malakar

Malakar observó todo aquel lugar muerto y abatido, desolado. La Muerte había pasado con su guadaña y había vertido su ponzoñoso aliento sobre aquellas tierras, sobre aquellos seres. ¿Qué habría pasado?

¿Tharkus un invocador? — preguntó al aire el hechicero —. No lo parece, viendo como hablaban los carroñeros de él, quizás sea más un líder que otra cosa, pero lo tendremos en cuenta. Por si acaso — terminó lanzando una sonrisa a Ronan, quien lo había comentado —. No noto ninguna presencia*...

El decadente estuvo mirando de aquí para allá, poniéndose de cuclillas ante los cuerpos para ver qué podrían haberlos matado. Hasta que vio a Ronan con intención de quemar los cuerpos. El hechicero dio una carcajada un poco macabra mientras agitaba su cuerpo por la risa. Sus ojos se abrieron más de la cuenta. Después tosió y se giró sin decir nada, intentando descubrir alguna pista.

Notas de juego

*Me gustaría hacer una tirada que me diga el máster para ver si puedo sentir algo.

Malakar es team fuego xD

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29/06/2023, 18:55
Director

Notas de juego

Puedes hacer una tirada de Sabiduría (para tener éxito, 12 o menos en 1d20)...

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30/06/2023, 15:04
Malakar

El hechicero escuchaba como los cuerpos se apilaban uno detrás de otro de la mano de Ronan mientras él observaba el lugar. Aquella idea de que Tharkus era un invocador le rondó la cabeza al decadente. ¿Sería posible? Tendrían que saber contra quien se enfrentaban para no desafiar un poder más fuerte de lo que había supuesto enfrentarse a aquellos carroñeros...

- Tiradas (1)
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01/07/2023, 11:43
Arja

La estampa conseguía erizarle el vello a Arja por la curiosidad de observar las cicatrices de un enemigo que desconocía, eso siempre era excitante. Mientras observaba las casas destrozadas y los caídos, sabía que no se encontraba ante el destrozo de un grupúsculo de carroñeros, aquellas garras y las expresiones de los muertos no le recordaban a sus luchas por honor. Era crueldad, lo sentía en sus vísceras. Dudo que esa escoria pudiera invocar algo así. Se unió a las cavilaciones del grupo, para volver a su interior en silencio.

Guardaba cierto cuidado al caminar entre los restos de lo que fue una vez el poblado, seguía la mirada de sus compañeros, escuchaba crujir cuando posaba sus pisadas, las pocas veces que se había fijado en qué había bajos sus botas solo vio rastros humanos, nada que pareciera del enemigo. Sintió un sudor frío ciertamente estimulante. Al llegar a la plaza, tropezó con los cascabeles, alargó su mano y tiró de ellos para agitarlos en el aire. No resultaron de su interés en un principio, pero decidió rebuscar en el saco por si acaso encontraba algo. Aún con el saco en la mano, levantó la vista para ver cómo sus compañeros buscaban víveres. En aquel momento, pudo sentir cómo su cuerpo se resentía tras el viaje, aunque aún podía aguantar, si algo de aquel calibre estaba cerca comenzaba a poner en duda la letalidad de su galdius y su látigo. Debemos apresurarnos y descansar como dice Ulfura, no estoy para estrategias. Realmente, aún tenía un punzante dolor en la cabeza que no se iría a menos que descansara. 

Creo que un fuego en la noche no hará ningún daño, nos vamos a marchar. Asintió en la dirección de Ronan. En su opinión, las tradiciones para con el honor eran importantes, solo se opondría si pusiera en peligro la supervivencia de alguno de ellos, sabía que pronto no iban a estar allí. 

Con el saco en mano, se acerca a Malakar, que parece pensativo. Di hechicero, ¿qué presientes? 

Notas de juego

Voy con saco en mano porque no sé si encuentro algo de valor en él, no lo quiero tirar por si acaso.

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01/07/2023, 23:05
Director

Ulfura recorrió las desoladas calles del Pueblo de las Flores, decidida a encontrar algo de sustento para sus compañeros y ella, asomando la cabeza por ventanucos y puertas cada vez que creía encontrar una cocina o almacén susceptible de contener víveres. Pan y verduras habían pasado a ser piedras o charcos con el dulzón olor de lo putrefacto. Aun así, su persistencia terminó por dar fruto, cuando se topó con un pequeño trastero escondido en una de las casas. Con cautelosa esperanza, empujó, con un crujido, su puerta y abrió los ojos como platos ante la hilera de polvorientos frascos sellados y ánforas que se apilaban en unos estantes. Verduras en escabeche, aceitunas y queso en aceite y encurtidos llenaron su saca, pasando a reconocer unas ristras de tomates y carne ahumada ligeramente mordisqueados por algún roedor.  Con aquello tendrían de sobra para recorrer medio mundo.

Mientras tanto, Ronan, fiel a sus costumbres, dispuso varias piras funerarias, no iba a poder salvar el rostro de todos los condenados del pueblo de llegar perforados a la otra orilla, pero no cejó en su empeño de poder hacerlo para el máximo número de caídos posible. Frente a la reticencia inicial de Ulfura, encontró apoyo en los ojos del decadente y la gladiadora. Dispuso cuidadosamente los cuerpos, unos sobre otros, en pilas no muy altas y separadas. Vertió sobre aquellas construcciones efímeras el aceite que logró juntar, dejando madera seca entre ellos y, con solemnidad, encendió las piras. Las llamas bailaban y crepitaban mientras engullían los restos. El olor a carne quemada se mezclaba con el aire de la noche, un tributo sombrío a aquellos cuyas vidas se habían perdido.

El cielo oscurecido proporcionó un telón de fondo dramático. Las llamas de color naranja rojizo iluminaron la desolación circundante, proyectando sombras parpadeantes sobre los restos de la otrora bulliciosa plaza del mercado. El humo ondulante ascendía hacia las temblorosas perforaciones que iluminaban las constelaciones del cielo, los espíritus emitiendo un último adiós que nadie oía.

A la luz de las tétricas hogueras, los agudos ojos de Malakar, que había pugnado por encontrar alguna presencia sobrenatural o mística relacionada con lo que allí había pasado, sin éxito*, revisaron el saquillo de cascabeles que Arja le había entregado. Vio el largo rabo de distintos hilos anudados que sobresalían de este y recordó a un compañero de asilo que, en su paranoia solía tratar de ensamblarse escondites y trampas, empleando grandes colecciones de cosas que se dedicaba a acumular hasta poder poner en práctica su último plan maestro. Recordó cómo una de sus trampas básicas favoritas era situar largos entramados de cordeles, conectados a objetos sonoros con los que se rodeaba en su cubil, riendo sobreexcitado cuando, al ser sus hilos rozados por cualquier rata que les pasase cerca, indicándole de la dirección por la que podía llegar la amenaza. 

Aquel saco había sido puesto por alguien para ser alertado mientras acampaba o revisaba esa zona, no hace mucho tiempo.  

Mientras Ronan prendía una última hoguera, antes de que el grupo abandonase el centro, en busca de algún lugar en el que descansar, en la periferia, contó su colecta, 30 monedas y fragmentos de oro, de todas las formas y tamaños, extraídos de los rincones y agujeros más variados, peor una buena parte recolectada en torno al pozo seco, en el que todavía parecían brillar algunas más, replicando, sin agua, el reflejo de las constelaciones en su fondo. Curiosamente los fuegos y la noche habían ayudado a localizarlos con más facilidad de lo que habría hecho la luz diurna y las distracciones de los muchos colores con los que esta distraía a los vivos.

El cazador pareció indicar un buen camino para salir, yendo a dar con una zona de pequeñas casas dispersas, algo más apartadas, entre pequeñas plantaciones de loto que parecían variar de color, como si fuesen campos en os que alguien hubiese experimentado con la vegetación.

 

Notas de juego

Esto porque aparentemente no hay fuerzas 'sobrenaturales/místicas' per se, peor puede que sea cosa del momento, hay un residuo extraño, que puede hacer referencia a que hubo algo efímero al respecto, pero aparentemente el origen del mal o es más mundano o no implicó una gran descarga de energías místicas. 

Ronan, puedes hacer una tirada de Inteligencia para ver si descubres algo a mayores, entre las villas...

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02/07/2023, 17:39
Malakar

La silueta de Malakar se dibujaba oscuro delante del fuego que Ronan había levantado con los cuerpos, ante la mirada de Ulfura.El hechicero se agachó e hizo un gesto en la tierra para después lamer los restos de barro y sangre de su dedo índice. Saboreó el pasado chasqueando su lengua, pero no encontró ningún suceso arcano: parecía que estaba en lo cierto y que Tharkus no tenía ningún poder por encima de empuñar cualquier arma con destreza a pesar de dar por hecho que aquel desastre no había podido hacerlo él mismo por las pistas que había en los cuerpos.

Ni rastro de poderes, ni demonios, ni espíritus — dijo finalmente mirando a Arja —. Si es cosa de una sola bestia tenemos que tener cuidado, eso sí. Si nos alejamos de aquí sería más sensato. Como dice Ulfura, trazaremos el siguiente paso cuando recuperemos un poco de energía.

Después cogió la bolsa con los cordeles: era un señuelo. Malakar podía marcar enseres con el poder de los espíritus y los demonios, pero aquel truco era algo más común. Efectivo, pero común.

Está claro que si el señuelo era de los cuerpos que arden... de poco les sirvió. Y si era de quien hizo esto... le dio el mejor uso posible... a su parecer.

Se ajustó la túnica y miró el fuego que Ronan había terminado de levantar. Las llamas dibujaban en los ojos del decadente figuras macabras que no se reflejaban en los ojos de sus compañeros.

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02/07/2023, 19:03
Arja

Arja silbó a Malakar y a Ulfura desde la distancia, observó cómo ambos parecían hipnotizados por las formas del fuego. No pudo evitar recordar las palabras de su padre. Nacida de la carne y el fuego. Aquellas sombras y el color de la carne consumiéndose bajo las llamas le traían cierta nostalgia, le hacían pensar en el laboratorio de Kamerlius. Eran muchas las ocasiones en las que aún pensaba en su padre o su creador, como es natural. La sensación de soledad que le produjo aquel recuerdo se le mezcló con la incertidumbre que le provocaron las palabras de Malakar. Una sola bestia. Susurró cabizbaja. Viendo aquellas plantas de diferentes colores también se preguntaba cuál sería su uso, ¿drogas? Quiso comprender qué tipo de clientela frecuentaría la aldea.

Seguía a Ronan hacia el camino que parecía haber descubierto entre casas y vegetación, por unos instantes, quizás por la naturaleza de los elementos con los que fue creada, le pareció sentirse conectada a aquel lugar y a la vegetación. El momentáneo silencio entre las pisadas de ambos se tornaba en una especie de somnífero. Cargar con su compañero y su peto, el interminable camino, la batalla, las voces en su cabeza. Se le estaba haciendo una noche larga, como una vigía. Se cruzaban lentos parpadeos que interrumpía Soledad en su macabro juego por cuidar de su recipiente vivo. ¡Sigue adelante! ¡Despierta! Dio algún que otro traspiés entre la maleza.

En las vigías en las campañas de guerra siempre montaban guardia varias guerreras, hablaban de cosas que habían descubierto aquel día en el mísero y visceral mundo entre guerras que vivían, probablemente eran sus recuerdos más preciados, porque le permitieron entender el mundo y porque de alguna forma entendían que tenían un valor sentimental. Probablemente si entablase conversación con Ronan, podría sobrellevar el agotamiento y el escozor en sus ojos hasta encontrar un lugar de acampada, pero no estaba segura de que fuera lo indicado. Seguía cargando una pesada culpabilidad que se le sumaba a muchos otros actos que le habían dejado la misma sensación y que no quería recordar en aquel momento. Irremediablemente, todos tenían que ver con sensaciones que no entendía. 

Miró al frente, a sus botas y volvió la vista atrás para buscar a Malakar y a Ulfura y ver si les seguían.

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02/07/2023, 23:34
Ronan

Sintiéndose todavía en estado de trance tras el paso entre los dos mundos, Ronan observó como las voraces llamas devoraban los cuerpos muertos, mientras chispas que saltaban aquí y allá como danzarines espíritus de fuego. El humo, denso y oscuro, ascendía hasta el cielo de la noche, confundiéndose con la negra cúpula que cubría sus cabezas. De tanto en tanto se escuchaba el silbido estirado de la madera al quemarse, tal vez el suspiro aliviado de una alma emprendiendo su último tránsito.

Más tranquilo ahora, Ronan volvió su rostro a lo cotidiano. Ulfura había encontrado las provisiones que necesitaban para emprender el viaje hacia aquel lugar marcado como poblado en el mapa. Arja y Malakar parecían discutir sobre un ingenio que Arja había encontrado en un saco, quién sabe si un juego macabro ideado por una mente enferma o una trampa de sofisticado cazador.

Fuera como fuera debían abandonar el pueblo, pasar la noche lo mejor que pudieran y seguidamente decidir cual sería su próximo destino. Por más que Ronan coincidiera que el camino era hacia el Este, le costaba dejar atrás aquel escenario sin buscar respuestas. Claro que nadie les garantizaba que Tharkus tuviera las respuestas que faltaban, en ese sentido la aldea de los comedores de lotos había sido un completo fiasco, pero seguía creyendo que para resolver el enigma que era la Espira necesitarían todos las piezas del rompecabezas.

Ensimismado en sus pensamientos fue siguiendo casi por instinto uno de los caminos que salían del pueblo, que los llevaban a las casas más apartadas, tal vez residencias de los últimos colonos en llegar al pueblo. Intentó aguzar sus instintos saturados en el último de día con un exceso de señales sensoriales, todavía con dificultad para discernir la realidad. Sus compañeros lo seguían en silencio, nuevamente cada uno perdido en sus cavilaciones.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Bueno, me la estoy jugando mucho con el dado de condena para convertir en éxito la tirada de Buscar (INT), esperemos que valga la pena u.u

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04/07/2023, 10:58
Ulfura

Llegaron a aquella zona apartada de casas con el fuego a sus espaldas. La noche se cernía sobre ellos. Ulfura miró al cielo. Las estrellas brillaban en la bóveda negra y silenciosa. La mujer intentó distinguir alguna constelación conocida en aquella eclíptica forastera. Buscó la luz del Cangrejo que brilla sobre todo en primavera. Buscó Andrómeda y Casiopea y buscó también la formación que conocía con el nombre de Lobo y que estaba formada por treinta estrellas.  

—Supongo que este es un buen sitio para pasar la noche.— Señaló aquellas casas viejas.

—No sé si es buena idea seguir avanzando de noche en estos parajes desconocidos. A saber que peligros y bestias acechan en la oscuridad.—

Notas de juego

Intento orientarme con las estrellas. ¿Estamos en algún lugar del mundo conocido o este mundo pertenece a otra dimensión o plano? 

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06/07/2023, 14:03
Director

Malakar se acercó al fuego, observando cómo las llamas devoraban los cuerpos inertes con un crepitar anestesiante. En ese instante, algo en el sonido del fuego le pareció familiar, evocando ecos lejanos de su pasado en el asilo. El hechicero frunció el ceño, tratando de identificar aquel sonido particular. Y entonces, en medio del crepitar, le pareció escuchar una nana suave y melancólica, la misma que una enfermera solía cantar en sus turnos, dulce verso a verso, hasta que amenazaba a los pacientes con retorcerles el pescuezo si no habían cerrado ya los ojos, en sus últimas líneas.

Mientras tanto, Arja continuaba inmersa en sus recuerdos de tiempos más frenéticos e inciertos, por mucho que ahora estuviesen flotando a la deriva en un océano de dudas, al menos no les esperaba un campo de batalla en derredor en aquel mismo instante. Recordó cómo algunas de sus hermanas de matraz creían que no tenían suficientes vivencias y conocimientos como para poder tener sueños, por lo que se contaban entre ellas cada detalle de lo que les había acontecido durante su día, de una manera concienzuda y enfermizamente detallista, tratando de elaborar materia prima para un subconsciente que creían vacío. Era como si sustituyesen una posible infancia que nunca tuvieron con lo que creían que podían aprender de aquellas imágenes y escenarios aleatorios que chisporroteaban tras sus párpados al cerrar los ojos.

Ronan continuó su búsqueda de pistas en los alrededores. Entre cenizas, barros y escombros. Curiosamente terminó encontrando un hilo tenso mantenido por una ramita con forma de muleta. Sin tocarlo, fue capaz de seguirlo, comprobando que este se empalmaba con otros hilos y cordeles de diámetro y materiales diversos, recordando el propio apéndice que salía dle saco que Arja encontrara, enganchando a aquel saco lleno de cascabeles y objetos susceptibles de hacer ruido al entrechocar entre si.

Siguiendo el hilo con la mirada, tras unos minutos de caminata, Ronan se percató de que este seguía hacia una chabola de aspecto abandonado, cuya ventana emitía un resplandor tenue. Podría tratarse de la luz de una antorcha o una vela cubiertas de alguna manera.

Por su parte, Ulfura, mientras admiraba las constelaciones en el cielo nocturno, comenzó a notar ciertas familiaridades en las estrellas. Aunque no podía precisar CUÁNDO exactamente se encontraban en el tiempo, tenía la certeza de que estaban en el mundo que conocía previo al olvido.

Observando la posición de las estrellas y calculando aproximadamente la hora de la madrugada en la que estaban, Ulfura dedujo que en la dirección del pueblo marcado en el mapa se encontraba la costa, lo que les ofrecía una pista sobre su ubicación geográfica en aquel momento, aun sin saber en qué continente se encontraban.

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07/07/2023, 02:50
Ronan

A poco había estado Ronan de pisar el tenue hilo que imitando a una tela de araña se extendía, oculto y apenas perceptible para una vista menos habituada a seguir huellas y rastros que la del cazador bárbaro. Lo siguió por unos breves instantes hasta detectar el tenue resplandor de una titilante llama y entonces, con un gesto pidió silencio a sus compañeros, señalando su hallazgo, mientras les advertía también de prestar atención al intrincado entramado de hilos, cascabeles y conchas de insectos que se desplegaba a ras del piso.

Quien quiera que estuviese en aquella cabaña se había tomado muchas precauciones para no ser molestado, así que Ronan se aproximó sigilosamente, con sus pies ligeros en las botas de piel que amortiguaban cada paso que daba, pidiendo a sus compañeros que lo siguieran en la distancia. Amparándose en las sombras el cazador recorrió la distancia que lo separaba de la vivienda y fue avanzando, pegado a la pared hasta alcanzar el ventanal y entonces, girando su cuerpo asomó la cabeza para ver que había en el interior.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues eso, me aproximo a la cabaña e intento ver el interior, les pido a mis compañeros que me sigan en la distancia para evitar ser detectados pero que puedan estar cerca si empiezan los fuegos artificiales.

Como soy así de espléndido te dejo tirada DES por si fuera menester.

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07/07/2023, 14:34
Ulfura

Ulfura siguió a Ronan. Siguió sus indicaciones y se mantuvo a distancia del bárbaro. No fue hasta que estuvieron cerca que la pelirroja descubrió la luz. Parecía una antorcha, quizás una vela.  ¿Habría alguien allí? Mejor mantenerse a la expectativa. Ulfura se agachó y se ocultó detrás de las ruinas de lo que antes fue un muro. Se situó lo suficientemente cerca de la cabaña como para saltar en ayuda de Ronan y lo suficientemente lejos como para no ser fácilmente detectada.

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07/07/2023, 19:05
Malakar

La respiración de Malakar comenzó a agitarse mientras negaba con la cabeza, como si convulsionara.

No, no...

Aquella melodía parecía dibujarse en el fuego y clavándose en sus pupilas mientras, por un segundo, volvía al asilo bajo el poder de Olarion. ¿Hasta donde podrían seguirlo si estaban perdido en cualquier rincón del mundo? ¿O quizás era un sueño que se convertiría en pesadilla? El caso es que las llamas fueron tomando su forma habitual cuando cerró sus ojos, poniendo sus párpados entre su mente y aquella visión.

Se giró mientras se frotaba un brazo, acurrucado, como el que ha recibido una reprimenda, cuando vio que Ronan había encontrado algo y Ulfura miraba al cielo. Parecía que comenzaban a orientarse para poder avanzar en sus crueles destinos. El decadente se aclaró al voz.

¿Sabes dónde estamos? — le preguntó a Ulfura mientras observaba a Ronan en la distancia siguiendo sus indicaciones —. Vaya, parece que tenemos compañía. Arja, cuidado, no te quedes atrás.

Aquella luz... ¿Qué depararía aquel lugar?

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12/07/2023, 22:05
Director

Ronan se asomó cautelosamente por la ventana, permitiendo que su vista abarcase la misteriosa estancia. La débil iluminación de la hoguera, oculta tras una cobertura sutil, creaba un ambiente casi onírico, llenando el lugar con tenues destellos danzantes. Parecía haber sido un taller de carpintería, pero ahora las estanterías y mesas estaban tiradas en el suelo, creando un caos de brillantes herramientas y clavos, esparcidos por doquier.

También se podían apreciar los destellos de la configuración de hilos y saquillos sonoros que habían distribuido para evitar ser descubiertos, posiblemente extendidos por todo el diámetro del edificio.

En el centro de la habitación, junto a la hoguera, Ronan pudo distinguir dos figuras en la penumbra. Uno de ellos era un hombre de edad madura, con el rostro arrugado y desaliñado. Sus mechones de pelo revuelto caían sobre sus hombros encorvados, y su cuerpo temblaba como si luchara contra alguna enfermedad que lo debilitaba sin piedad.

A su lado, yacía una joven mujer, de aspecto frágil y delgada. Su cuerpo estaba postrado en el suelo, envuelto en telas negruzcas que contrastaban con los cojines escarlatas que le ofrecían cierto confort. Al igual que el hombre, experimentaba aquellos peculiares temblores.

Los dos individuos hablaban en voz baja, sus susurros apenas se filtraban por el aire, sin darse cuenta de que eran observados por Ronan y sus compañeros, que habían conseguido acercarse sin activar aquellos primitivos mecanismos de alarma, gracias a las indicaciones del cazador.

Notas de juego

¿Qué hacéis?

PD: Los personajes a la vista
 

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13/07/2023, 22:08
Ronan

Ronan se volvió hacia sus compañeros, indeciso sobre el siguiente paso a dar.

Cierto que tenían la ventaja de la sorpresa pero no quería asustarlos con un grupo de cuatro personas, intuía algo sórdido en ellos y tenia la impresión que, ante un grupo grande y armado, intentarían ocultar su verdadera naturaleza, mientras que enfrentados a un único intruso, tal vez cayesen las caretas y mostrasen su auténtica esencia.

Hizo un gesto inequívoco con los dedos indicando que se trataba de dos personas y seguidamente les indicó también por gestos que se disponía a entrar. Dejó a sus compañeros la decisión de si deseaban entrar con él o preferían permanecer ocultos, pues tenía la sensación de estar entrando a la guarida de una araña.

Volvió sobre sus pasos hasta la puerta de la cabaña y la golpeó tres veces.

Ah de la casa, gritó, tendrían un plato de comida y un rincón con paja seca en el que dormir!?

Notas de juego

No tengo muy claro que hacer, así que he hecho lo que creo haría Ronan, pero os he dejado margen a cada uno si queréis permanecer ocultos o entrar conmigo.