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RECUERDO DE ABEL

Pura belleza natural casi completamente virgen. La selva del Congo es uno de los espacios del planeta con mayor cantidad y diversidad de fauna y flora. El cuerpo se siente genuinamente bien al caminar entre los árboles, junto al río, escuchando a los habitantes de todas las especies hablar entre sí de quien sabe que asuntos. Es, sin duda alguna, un santuario de la vida.

Abel tiene trece años y empieza a ser consciente de esta verdad. Ama su país y su entorno y comienza a darse cuenta de cuan preciada es realmente la vida, qué tesoro tan valioso es. Sin embargo está a punto de recibir una dura lección... que además de valiosa, la vida es frágil...

Visible para los cuatro o para todos?

Para los 4

-Y aqui ,chicos, teneis la corola y el pistilo de la flor.-Decia la maestra en la escuela mientras sostenia una gran flor roja con la mano.-Esta parte de aqui , son los estambres, y a ver si somos todos capaces de decir que es esto- Termina preguntando Doña Ana al resto de la clase.

-Los petalos!-coreamos todos a la vez.

-Muy bien!!-Apremia la profesora.

Doña Ana, aunque era joven, la llamabamos educadamente asi.Era una voluntaria europea venida de España.Su labor humanitaria en estos sitios era muy apreciada y valiosa.Habia sitios del Congo que apenas sabian que era un libro ..y mucho menos saber escribir o leer.

Yo tenia la suerte de poder estudiar desde hacia un par de años.Se me daba bien.Y lo bueno era que las clases, muchas veces ,eran al aire libre.Los pajaros cantaban y si hacia calor ibamos al rio a refrescarnos a la hora del descanso diario.

Era un buen sitio.Dejabamos de lado las cosas de los mayores, como la politica...o las pequeñas guerrillas que habia a lo largo del pais solo por tener un poco de tierra, y al final ...para pedir impuestos a gente que no tiene ni idea de leer "impuesto" en un papel

El timbre de la escuela sono y los niños, alborotados salimos al patio de tierra.Hoy ibamos a jugar a la charca y veriamos quien de todos era el mejor cogiendo ranas.

-Muy bien chicos!Podeis salir todos ya.Hasta mañana.-Dijo la maestra cerrando el libro mientras ponia un marcador en la pagina para continuarla mañana.-¿Abel, puedes quedarte un segundo?

Oh,no! Que habre hecho esta vez? Pienso para mi.Me voy a perder toda la diversion...Me llamaran gallina!!!.Lentamente y con un poco de desgana me acerco a la mesa de la maestra.Y espero a que la regañina caiga, mortalmente pienso, sobre mi.UNa regañina, una sentencia y el cumplimiento del castigo.Muy tipico Abel, cuando aprenderas...

-Sabes que es esto Abel?-Me dice Doña Ana mientras me enseña unos papeles.Niego con la cabeza al principio.Luego lo miro mas detenidamente y reconozco mi letra.

-Si, bueno...Es ese test que nos hicieron la semana pasada, no?-Pregunto sabiendo que la respuesta es afirmativa.

-Lo es.Si que lo es!-Dice la maestra sonriendo.En un pincipio pienso que la que me va a caer es gorda.Tan mala nota habre sacado? Pienso para mi.

-No te preocupes, Abel.NO es malo.No lo has hecho mal.De hecho..nada mal!Eres mas listo de lo que crees.Es la nota mas alta de la clase!-

En ese momento me alegro y sonrio...vaya, es la primera vez que...pero mi sonrisa se vuelve seria al ver la cara de Doña Ana.No esta ya tan seria...algo pasa.

-..En verdad...es mas que eso, Abel.Tambien es la mas alta de la escuela.Mas alta que la de la gente de l rio...No..he visto nunca esta nota,Abel.Es realmente extraordinario.-Termina la profesora.

-Y eso es malo?.pregunto sopesando la contradiccion.

-No...Es solo que es extraño encontrar  una nota tan alta en sitios como este.-termina sonriendo la profesora.

-No he copiado!!!Si es eso a lo que se refiere-Objeto preocupado.

-No hijo , no..no te preocupes.No queria insinuar eso, perdoname.Solo queria decirte que  puede...solo puede..que en el futuro...seas alguien importante.Y eso es bueno, chico.Animate!

Animarme?Demonios, si hace un segundo estaba seria como me lo voy a tomar a broma!Era bueno?Era malo?Yo solo queria cazar ranas!!

-Haremos una cosa,llama a tu padre para qeu mañana venga a hablar conmigo y puede que...podamos enseñarte mas cosas para hacerte importante, vale?Tu quieres ser mejor, cierto?Que tal  si fueras..no se, constructor de naves espaciales..jejej..o un importante cientifico?Se ve bien cierto- Pregunta mientras yo asiento para que me deje en paz.-Vete, ya mañana hablaremos.Diselo a tu padre, no te olvides!

Salgo zumbando de la clase en busca de mis amigos..pero cuando salgo por la puerta esta mi padre fuera.Cerca de la valla que rodea el colegio.Algo no va bien.Mi padre no dejaria la reserva asi como asi.Y me esta esperando.

-Hijo, tengo que decirte algo...es tu madre..- Me suelta mi padre mientras me acerco a el.

Que demonio pasa con mi madre.?!Me dejo esta mañana en la escuela y se fue al rio a pescar con las demas mujeres de la aldea, como todas las mañanas.

-Esta mal....Vamos a casa.Te lo contare por el camino.Sube al coche.

Sigo o hacemos algo para que contesten ellos

El auto era austero por demás, incómodo y tardaba en alcanzar una velocidad aceptable para alguien que se jacta de estar apurado. No era la primera vez que viajaba al lado de Abel, pero nunca lo había hecho de pequeño. Ella también se veía pequeña, lo notó por el espejo retrovisor cuando asomó la cabeza para ver una pelea callejera mientras avanzaban.

Él no parecía notar su presencia, se sentía como dentro de una película donde todo sucedía conforme a un libreto que ella no podía cambiar. Sin embargo era algo mas que un film, podía sentir la angustia de Abel cuando su padre le habló de la salud de su madre. Detrás del silencio sus corazones se contaban todo, al menos eso creyó sentir, mientras una lágrima recorría su rostro.

Penso en consolarlo, pero como hacerlo? ella también se veía como una niña y por cierto sufría a la par de él, nadie iba a abrazarla allí. Una vez mas enfrió su corazón y se cerró a todo, excepto al chico. No podía eludir lo que estaba sucediendo dentro de él, no podía despegarse por mas fuerza que hiciera. Tampoco quería dejarlo solo, pero eso lo comprendió después. 

El Jeep saltaba con los baches, y mi padre hubo un momento que no hablo durante el trayecto.Lo que no podia comprender era, si mi madre tan mal estaba, porque no iba mas deprisa.Queria verla cuanto antes!Que la habia pasado?

-Abel, recuerdas que tu madre fue a ese poblado mas abajo de la lengua de tierra...ese que estaba tan lejos.Tardo una semana  en regresar.Recuerdas? -Dijo por fin mi padre.

-Si..pero, que tiene que ver ese sitio?-Pregunto a mi padre agarrandome con fuerza al asiento del coche.

Mi padre suspiro un par de veces antes de contestar.

-Fue alli para ayudar a una amiga suya.Hacia unos dias que habia muerto su marido.No le conoces.Pero era buen hombre.-El coche giro a la derecha y mi padre redujo la marcha, estabamos casi en linea con la avenida de nuestro pueblo.

-Queria que tu madre le ayudara con el cuerpo, para hacer un entierro ritual.Ya sabes..cosas de tu madre.La tenian por una buena Chaman, y querian ese tipo de ritos funebres....Maldita religion la de tu madre!-Gruño mi padre por lo bajo.

-Que paso alli?-Pregunte impaciente.

-Todo hombre sabe que, los muertos, no pueden estar mucho tiempo al aire..si no empiezan a oler mal...Bueno, pues..tu madre llego un par de dias mas tarde de lo normal...y el cuerpo...pues tardo mas de lo normal en enterrarse., asi que...empezaba a oler.Cuando la carne...empieza a oler...-Mi padre se paro a mirarme un segundo.-NO se como explicarte esto, hijo para que lo entiendas...-Se encogio mi padre de hombros.

-Si..bueno, el cuerpo olia, y tenia enfermedades..supongo...no?La maestra nos lo dice..no toqueis los bichos muertos que podeis coger una enfermedad.-Dije rapidamente , pensando que se referia a eso.

Mi padre me miro un poco sorprendido.-Si, bueno..pue eso es loque queria decir...Resumiendo...Tu madre cogio algo, pero como muchas enfermedades, no se ve imediatamente...sale con el tiempo.Pues esta mañana se encontraba mal hasta que ..en el rio, con las demas mujeres ,se desmayo sin saber porque. Se la llevaron a casa y el medico estaba desde esta mañana alli.-termino mi padre-Tendras que ser paciente, Abel.No se si podras acercarte a ella...si podremos acercarnos a ella..lo que diga el medico...yo aun  no se mas.

Cielos, pense para mi.Una enfermedad?Habia oido que El Congo no era una zona demasiado peligrosa para coger una enfermedad, pero el riesgo existia.Siempre existia.Pero para eso estaba  los desinfectantes.Eramos un pais muy viejo y pobre...pero los habia mucho peores...

Llegamos a la puerta de mi casa, y yo, con el impetu de un niño, sali corriendo  hasta mi casa.Habia mucha gente alrededor. Pero algo pasaba.Trajes balncos y amarillos.Y muchos de sus portadores no eran ni de la zona.Tras los arboles,  no muy lejos,en la esplanada,pude ver, que habia un Helicoptero hace un rato.El olor a gaolina estaba en el aire.Antes de llegar a la puerta mire las letras del helicoptero.

Era una realidad que desconocía pero en el fondo de mi corazón sentía a flor de piel todo aquello, no siendo partícipe sino como una observadora comprometida con ese sentimiento compartido. La verdad es que estaba superada por estos recuerdos, como así también los míos que en cierta forma comenzaban a tomar forma buscando esa similitud o empatía típica de los humanos, para comprendernos y darnos cuenta de que muchas veces pese a toda circunstancia nos sentimos de igual manera. 

Abrumada y en silencio permanezco, deleitándome con esos paisajes y sus recuerdos de una infancia que no eligió. Tal vez esa persona reviviendo todo esto logre encontrar su esencia y vivir con ello en paz. Era lo que mi padre me había inculcado con tanto esfuerzo y perseverancia, salvo que yo jamás hice caso de nada. Sólo ahora soy consciente de esto porque la realidad, muy osada de su parte, me muestra que mi vida ha sido una tontería al lado del resto que sufrieron en verdad. 

RECUERDO DE SAMY

La noche cubre la urbe neoyorkina. El sonido de taxis ocasionales, yendo y viniendo, llevando a la gente demasiado borracha como para poder andar hasta el hogar o demasiado adinerada como para querer hacerlo.

Samy es una de estas personas que patea las calles, pero lo hace por voluntad propia, no por necesidad. Tiene la suerte de estar bien acompañada: su hermano va su lado, hablando de una y mil cosas y manteniendo entretenida a su hermanita. 

Es entonces cuando ambos comienzan a escuchar ruidos extraños, aún algo en la lejanía, entre los enreversados callejones de la Gran Manzana.

  Esos somos, mi hermano y yo, cuando eramos mas pequeños. Por aquel entonces yo tenia 10 años, y era muy linda y mona segun mis padres, y segun mi propio hermano. El tenia 16 años e iba al instituto y volvia siempre andando, pasando por mi colegio para recogerme. Parece serio, pero en verdad solo es apariencia.

Siempre saliamos juntos por ahi a "patearnos la ciudad" los dos, el cuidaba de mi y yo siempre le daba animaba a hacer cosas estupidas o arriesgadas. Era un poco metepatas jeje.

Un dia salimos a callejar por un recado que nos mando nuestra madre. Era muy simple, teniamos que ir a comprar unas cosas que faltaban para la cena. Pero como siempre nos gustaba complicar las cosas decidimos tomar callejones para vivir una aventura al ir a comprar - "Como una quest de los videojuegos, el caballero Ken y la maga Samy combatirian monstruos para conseguir lo que faltaba para cenar" - decia mi hermano siempre me hacia reir aquellos juegos que se inventaba, y realmente a el le gustaba hacerme feliz asi. Por desgracia, aquella quest jamas terminaria, o mejor dicho, acabaria en Game Over.

Samy 10 años: Llegamos al Callejon, mi hermano y yo, el como siempre haciendo el tonto y yo siguiendole el juego. Me encanta que mi hermano quiera jugar conmigo y hacerme reir, pero yo era feliz mas con estar a su lado, es tan bueno conmigo, y siempre me protege... aunque a veces no tenga que hacerlo como ese perro que queria mimitos. Pero me da igual por que se que asi me demuestra su amor fraternal. - Este camino si que es largo, ¿Verdad Ken? Deberiamos a ver tomado el atajo que te dije para no tardar tanto mama... digo la reina cocinera se preocupara mucho de que tardemos tanto. - Dije mientras seguia jugando

Ken: No te preocupes Samy, la tienda a la que tenemos que llegar esta - Me señala el final del callejon donde parecia haber unos ruidos raros - Cruzando esa carretera. Asi que vamos, no hagamos esperar a la Reina cocinera, o sino se volvera la Bruja gruñona, y no queremos eso ¿verdad?

Samy 10 años: Los ruidos me parecian raros habia oido antes esos ruidos pero no conseguia recordad donde, cuando dijo lo de la Bruja gruñona desperte de mi pensamiento y afirme con la cabeza, y corrimos a traves del callejon. Poco a poco el ruido se volvio mas claro, eran disparos de balas, hace poco papa me habia llevado a una galeria de tiro junto a Ken para enseñarnos a disparar, yo lo vi un sin sentido pero segun veia que a mi hermano le gustaba empece a probar yo tambien. No comprendia el gusto por disparar un arma, pero encontre divertido el competir con mi hermano por bien quien era el mejor. Me gano aunque papa lo justifica aun con que soy pequeña, y no lo soy. - Ken... esos son sonidos de disparo, demos la vuelta, si se estan hay gente disparando de verdad no quiero verlo.

Ken: Se giro para mirarme, el me comprendia y queria dar la vuelta pero dijo - Vale Samy, no iremos, pero solo quiero asomarme un poco, quiero ver que ocurre.

Samy: Ahi fue cuando ocurrio, cada paso que damos es ahora un intento de agarrarle y hacerle retroceder... Pero no sabia que iba a ocurrir, hasta que ocurrio.

Samy 10 años: Nos acercamos muy despacio para que no resaltaramos, hubo momentos en los que un hombre con un arma paso de un lado a otro nos quedamos parados, Ken abrazandome y yo con los ojos cerrados. Poco despues se vio el arma de ese hombre rodar, igual... no pense en eso, pero cada vez tengo mas miedo. Hasta que vi a un policia pasar desde el lado contrario al otro, fue entonces cuando apretamos el paso. Creo que ambos pensabamos que papa estaba alli. Fue entonces cuando unos pasos antes mi hermano se dirigio a mi

Ken: Quedate aqui Samy, esto podria ser peligroso para que lo veas tu. - Me quede quieta agachada para que se me viera menos, y Ken se acercaba muy lento hasta que al fin consiguio asomar la cabeza y parte del torso hacia fuera, creo que consiguio ver a los malos, pero entonces un ruido le distrajo y giro bruscamente sobre si mismo cayendo al suelo

Samy: Entonces fue cuando yo acabe sentada en el suelo. Mi hermano no se movia, y solo logre a oir entre tanto ruido que poco a poco se me iba volviendo mudo un "NO", gritado con ira por un policia que poco a poco se acercaba a mi hermano. Todo se volvio borroso para mi en ese momento. A mi hermano le empezo a salir sangre del cuerpo formando un charco. Cuando vi al policia manchado con la sangre de mi hermano, mis lagrimas empezaron a brotar, y brotar, y brotar. Lo siguiente es aun mas borroso... recuerdo una ambulancia... mi padre cogiendome del suelo en el callejon y abrazandome con fuerza... la larga espera en la zona de urgencias esperando que salieran de curar a mi hermano...

Se que mi madre estaba llorando y hablandome, aunque nunca consigo recordar lo que me decia, pero se lo pregunte varias veces y me sigue diciendo a dia de hoy que no respondia, que parecia como si mi alma hubiera abandonado mi cuerpo, y solo pudiera llorar todo el rato  sin emitir sonido alguno mirando al suelo. Mi padre estaba todo el rato rabioso llorando menos que mi madre y maldiciendo a la vida, nunca supe por que estaba tan cabreado, en ese momento pense, la culpa no es suya, es mia por no haber retenido a Ken. Años mas tarde comprendi tras juicios en los que estaba involucrado mi padre, que la culpa podria haber sido por algun policia negligente, que no supo distinguir entre un criminal y un civil, y con lo cria que era cuando lo pense, inculpe a mi padre por las maldiciones que soltaba en la sala de espera.

De lo que mas me acuerdo en ese dia, en ese momento. Era al doctor salir diciendo - "Lo siento, hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos" - Nunca vi llorar tanto a mi madre. Aunque ella dice que nunca vio llorar tanto a nadie mas que a mi. Estuve semanas sin apenas comer, sin apenas beber, sin salir, metida entre las sabanas, entre lagrimas y deseos de que mi hermano volviera.

Mi madre en ese tiempo lo intentaba todo para que saliera de esa especie de estado de Shock permanente en el que habia entrado. Mi padre por el contrario, se encerraba dia a dia en la oficina del trabajo o en el estudio de casa, nunca supe lo que hacia, y mi madre me decia que era el quien tenia que decirmelo. Entre las soluciones que probo mi madre, estaba el medico, el psicologo, grupos de autoayuda a los que vino conmigo, trayendome amigos del colegio... pero nada funcionaba. Hasta que un dia, mi madre dijo que le habian devuelto algunas cosas que tenia mi hermano cuando ocurrio

Madre: Mira, ha llegado las cosas de tu hermano, y entre ellas hay algo que estoy seguro de que el hubiera querido que lo tuvieras. - Me mostro su colgante del dragon, su animal mitologico favorito segun el. Me lo enseño y me lo puso.

Samy 10 años: Yo lo mire, y lo agarre fuerte recordando a mi hermano y todas las cosas que hemos hecho juntos... hasta que al fin rompi a llorar tirandome en los brazos de mi madre deshaogandome - ¡¡¡POR QUE HA TENIDO QUE IRSE!!! ¡¡¡POR QUE NO PODRIAMOS HABER IDO POR EL CAMINO CORTO!!! ¡POR QUE NO LE RETUVE CUANDO AVANZABA! ¡POR QUE LE DISPARARON! ¡POR QUEEEEEE!

Samy: Mi madre se rie de mi diciendo que despues de tanta llantina tuvo que fregar mi cuarto para que los vecinos no se quejaran de humedad, pero me consolo bastante, y me hizo comprender, que pese a todo, mi hermano siempre me protegeria, por que desde que naci, le prometio a mi padre y a mi madre, que el seria mi angel de la guarda...

No pude evitar al vivenciar todo aquello desbordarme en un mar de lágrimas, tanto sentimiento y unicidad le tocaba profundamente el corazón. ¿Cómo el destino podía ser tan cruel con una familia así? Jamás lo sabría, simplemente era cosas que pasan o como en mi tierra comentan: experiencias de vida. 

Sin importar lo mucho que aprendas de ello, el dolor está y ahora podía sentirlo en cada fibra de mi piel. Lo que me impulsó a través de un gesto fraternal, abrazar con fuerza a Samy para brindarle ese apoyo que necesita y a su vez un eterno agradecimiento por tanto compartido, ya que al compartir aquellos recuerdos conmigo en el fondo lo sentía como algo propio. 

Sumida en un extraño trance en el cual no recuerda nada, ni como ha llegado allí ni donde estaba antes ni siquiera cual es su nombre o quien es ella realmente, Meike flota en un extraño estado de semiconsciencia perceptiva.

Se siente ligera, incorpórea... muy tranquila y de algún modo... expandida. Como si fuera más de lo que ella es habitualmente. Sin límites ni ataduras...

Su percepción se encuentra bastante difusa. No puede ver como tal, pero percibe TODO de una manera mucho más compleja. Como si antes solo pudiera ver una cara de un dado y de pronto las viera todas, entendiendo cómo se unen y su complejidad. Su mente parece encontrarse... ¿en el espacio? ¿O es el vacío? ¿U otra cosa distinta? Todo está lleno de oscuridad y pequeños puntos luminosos que parecen de alguna manera unidos entre sí... ¿estrellas? ¿Galaxias?

Lo que sean realmente no importa, porque Mei entiende que en su complejidad funcionan en una extraña y melódica armonía, como grandes bandadas de pájaros capaces de volar muy cerca unos de otros como una gran nube, sin llegar nunca a tocarse unos a otros.

En este extraño mar de luces conectadas en el que flota la chica, tras un espacio indefinido de tiempo comienza a ver... a sentir mejor dicho, ciertas imágenes. Conceptos. Ideas. Sensaciones.

        
Las imágenes son confusas, pero de algún modo Meike siente que tienen todas un profundo significado... ¿Para ella? No para ella exactamente, pero si para alguien que ella siente... como ella... todo es muy confuso, pero la chica lo nota en su interior, sabe que esto es importante.

La sensación se hace más clara y entonces Mei cae en la cuenta. ¡Claro! ¡Es de ellos de quien son importante estas imágenes!

La nebulosa mente de Mei trata de identificar a cual de ellos corresponde cada imagen. Siente que si lo consigue podrá entnder un poco más aellos, que son otra parte de si misma...

Sumida en un extraño trance en el cual no recuerda nada, ni como ha llegado allí ni donde estaba antes ni siquiera cual es su nombre o quien es ella realmente, María flota en un extraño estado de semiconsciencia perceptiva.

Se siente ligera, incorpórea... muy tranquila y de algún modo... expandida. Como si fuera más de lo que ella es habitualmente. Sin límites ni ataduras...

Su percepción se encuentra bastante difusa. No puede ver como tal, pero percibe TODO de una manera mucho más compleja. Como si antes solo pudiera ver una cara de un dado y de pronto las viera todas, entendiendo cómo se unen y su complejidad. Su mente parece encontrarse... ¿en el espacio? ¿O es el vacío? ¿U otra cosa distinta? Todo está lleno de oscuridad y pequeños puntos luminosos que parecen de alguna manera unidos entre sí... ¿estrellas? ¿Galaxias?

Lo que sean realmente no importa, porque Hasegawa entiende que en su complejidad funcionan en una extraña y melódica armonía, como grandes bandadas de pájaros capaces de volar muy cerca unos de otros como una gran nube, sin llegar nunca a tocarse unos a otros.

En este extraño mar de luces conectadas en el que flota la chica, tras un espacio indefinido de tiempo comienza a ver... a sentir mejor dicho, ciertas imágenes. Conceptos. Ideas. Sensaciones.

        
Las imágenes son confusas, pero de algún modo María siente que tienen todas un profundo significado... ¿Para ella? No para ella exactamente, pero si para alguien que ella siente... como ella... todo es muy confuso, pero la chica lo nota en su interior, sabe que esto es importante.

La sensación se hace más clara y entonces Mei cae en la cuenta. ¡Claro! ¡Es de ellos de quien son importante estas imágenes!

La nebulosa mente de Mei trata de identificar a cual de ellos corresponde cada imagen. Siente que si lo consigue podrá entnder un poco más aellos, que son otra parte de si misma...

Lo era todo y a la vez nada. Mi cuerpo era una masa de moléculas unidas entre sí, núcleos infinitos que componía una estructura. Podía entender el conjunto de lo que me rodeaba sin necesidad de una explicación lógica, cobraba sentido en mi mente, dándome plenitud espiritual y corporal.

Por ello no necesitaba abrir los ojos. Veía cada movimiento a cámara lenta, cada fibra volar a mí alrededor iluminada con un fino halo de luz tras la más infinita oscuridad. Una visión periférica, como un águila sobrevolando los cielos y observando, bajo sus frondosas alas, la grandeza del mundo.

No necesitaba tocar. Sabía que estaba sola en esa esfera incorpórea pero, aun así, sentía entes a mí alrededor. ¿Personas? ¿Espíritus? ¿Puede que fruto de mi imaginación? Sus caricias eran finas y delicadas, meros roces que me hacían vibrar.

Tampoco necesitaba hablar, ni escuchar. Mi voz era un poderoso eco que surcaba los recónditos lugares, regresando en forma de respuesta. También podía oír cada nimio sonido, desde el mover de las olas hasta el simple pestañeo.

El remolino de sensaciones y visiones traspasa velozmente por mi lado, enseñándome escenas inconexas entre sí pero, a la vez, sentía que eran recuerdos de ellos, recuerdos míos.

Llueve. El frío cala en mis huesos y me siento débil. No puedo parar de llorar, pero las lágrimas se camuflan con la lluvia. Una pesada losa pende de mi cuello, un pendrive con forma de dragón cargado de significado. Lo sostengo entre mis manos con cariño, sujetándolo con cuidado como si de un bebé de cristal se tratase…

… En una milésima de segundo el pendrive ha cambiado de forma y color, ahora sostengo una tiza blanca que mancha mis dedos. Levanto la cabeza y me encuentro en un aula rodeado de ojos que me miran, algunos atentos a mis palabras, otros simplemente distraídos. Detrás de mí una enorme pizarra con la lección escrita. Tenía que seguir escribiendo, continuar con la lección, así que levanté la mano para escribir…

… La pizarra cambió. Había pasado de estar en un aula llena de juventud a una calle desierta. Frente a mí un muro a medio pintar y, en mis manos, un bote de spray de colores. El arte corría por mis venas, quería pintar y dejar volar la imaginación. Pintaba trazos separados de diversos colores, difuminaba con un poco de agua, formaba figuras abstractas que, al final, convergían en un rostro. Los sonidos de un coche patrulla me alerta, provocando que guarde rápidamente en la mochila los utensilios. Corro calle abajo, pero las obras frenan mi proceso. Si pudiera saltar sería más rápido…

… Y salto. Salto sobre los bancos, escalo los altos muros con ágiles movimientos hasta llegar al piso superior. Corro entre la gente, sonriendo y concentrado antes de dar el gran salto hacia el otro lado del muro. No tengo miedo, si en el videojuego podían, yo también. Cuando estoy en el filo del saliente doy el último salto y siento que vuelo. La adrenalina recorre cada centímetro de mi cuerpo, provocando que suelte un potente grito de euforia. El otro lado está a sólo unos centímetros pero a medida que me acerco siento que el muro se va alejando progresivamente, y caigo al vacío. Cierro los ojos esperando el inminente choque…

… Un golpe. Dolor, gritos, un bebé llorando. Despierto en una lujosa habitación tras una horrenda pesadilla, aquella que me persigue cada noche desde que tengo uso de razón. Ser el único superviviente de un accidente de coche me dejó marcas invisibles permanentes, pero las combatía distrayendo la mente. Me sequé las gotas de sudor que caían por el despeinado cabello a la par que me levantaba y encendía el ordenador para trabajar….

… “Larret”, un simple pseudónimo para hablar con el exterior. No quería que nadie supiera quién era, vivía en la más absoluta privacidad. Mi nombre, mi dirección, todo era una invención para que no pudieran localizarme, incluso mi mejor amigo, el único en quién confiaba, era un programa que desarrollé personalmente. No necesitaba nada más, todo lo que quería estaba comprendido entre el ordenador y los libros…

… Levanté la mirada de la guía que tenía entre manos para observar a los curiosos turistas. Ni siquiera sabía por qué fingía leer, me sabía cada palabra de cada párrafo, pero me ausentaba del mundo en el que habitaba. Quería algo más, se me agotaba el tiempo para andar de reserva en reserva, siempre rodeado de selva.

Sumida en un extraño entorno del cual por primera vez transitaba, me dejo llevar en pos de navegar por aquella oscuridad hasta sumergirme por completo en ella. Cada detalle, sensación o cosquilleo que en mi se generaba era una mera consecuencia de lo que en mi mente transcurría y ante la magnificencia de aquel entorno estrellado, me atreví a seguir adelante. 

Cada secuencia parecía tener correlación con la otra, lo cual intentaba no perderle pisada y al margen de creer que esto era mejor que la heroína, acepté continuar explorando en cada recoveco de esta existencia superflua, abstracta por así decirlo. Anonadada por el destello, lo que parecía ser y lo que en verdad era. Un precioso viaje astral... Eso creía. 

De repente una serie de imágenes se presentaron ante mi y parecían tener relación con los senses. Intenté esforzarme un poco más, relacionar ambas cosas y probar. En una primera instancia reconocí el dragón y recordé a Samy por el colgante que le habían regalado. ¿Será de ella? 

Al Helicóptero lo asocié con Abel, recordando que al vivir en áfrica era común para él la presencia de la cruz roja. Aquella persona era muy importante para mi y sin poder evitarlo, reviví cada momento compartido desde que nos vimos por primera vez. No sabía el motivo pero sentí la necesidad de elegir el logo de Assassin's Creed y a Teo, como si algo en común tuvieran. 

Una extraña calma atraviesa a Mei cada vez que asocia una imagen con uno de sus compañeros, como si una presión sobre su pecho se despejase y pudiera respirar más y más hondo. Es ciertamente agradable, liberador incluso. Hace que la chica, que flota en un espacio indefinido, se sienta mucho mejor.

Las conexiones hacen además brillar las nebulosas de estrellas interconexas que pueblan el lugar. Cuando todas están iluminadas parecen de algún modo achicarse... no, es como si alguien estuviera disminuyendo el zoom en una imagen, alejándose para tener una perspectiva más global de la misma. Y lo que puede ver Mei entonces es... arrebatador.

Lo que ella había visto como el universo no era si no una minúscula pieza de un todo muchísimo mayor, más allá de su concepción. Las estrellas o lo que sean esas luces se expanden en una danza caleidoscópica de proporciones casi infinitas, mezclándose en toda suerte de hermosas conexiones y lazos.

El espectáculo es demasiado complicado para que la chica lo pueda entender, pero logra captar parte de la esencia del mismo: la complejidad la rodea por todas partes pero eso no disturba el hermoso conjunto que forman las cosas. Hay armonía en la unión, incluso en aquellas que no somos capaces de comprender.

Y mientras flota allí, absorbiendo poco a poco aquella revelación cuasicósmica, se percata de que varios cúmulos de luces se han congregado a su alrededor, flotando armoniosamente en círculos en torno a ella. Con asombro entiende, percibe y de algún modo da forma estos cúmulos: son animales, y como tales toman forma al haberse percatado la chica. ¿O quizás es ella misma la que les está dando forma?

Los cuatro primeros son reconocibles para la holandesa: un zorro, un petirrojo, un lobo y un ciervo. El último animal es el que más tarda en tomar forma, debido a que la muchacha... no sabe qué es esta criatura. Parece una especie de dragón o serpiente con hermosas alas de libélula. Al margen de su rareza parece comportarse igual que el resto.

Los seres se mueven a su alrededor curiosos... pacientes... ¿esperando? Esperan una decisión de la muchacha... ¿Una elección?