Partida Rol por web

La sala de esparcimiento de la estación orbital Marauder esta llena de tripulantes y pasajeros de las naves que están atracadas en ella. La música ligera que ameniza la estancia está lo bastante baja para que no moleste una conversación pero lo bastante alta para mantener un mínimo de intimidad mientras dure la misma.

En una esquina de la sala hay dos parejas sentadas en mesas adyacentes que si bien no llaman mucho la atención al observador casual, los ojos expertos en estos menesteres se dan cuenta enseguida de la tensión y el nerviosismo del conjunto.

En la mesa de la esquina están sentados un joven marbagán [Mágar] y un humano, hablan en voz baja mientras beben con moderación de sus copas. En la mesa adyacente se sientan un oliero y un humano [Quincy] que ni hablan ni tocan sus bebidas, ambos tienen las manos sobre la mesa y que no dejan de vigilarse entre ellos, al local y la otra mesa.

-"Bien, señor Mágar" - dice el humano -"cuénteme algo sobre su nave. ¿Cuál es su capacidad de carga?, ¿es rápida?, ¿maniobrable?"

-"Es un carguero Grendel modificado, puede cargar fácilmente el doble del volumen declarado en su manifiesto, en cuanto a lo demás, es un carguero…"

-"Ya sé eso. La pregunta es..."

-"La pregunta es" - le interrumpe el joven marbagán sonriendo -, "¿podemos acelerar y dejar atrás el bloqueo o evadirlo maniobrando?, como ve he hecho mis deberes." - El rostro del humano se ensombrece por la frustración y hace ademán de ponerse en pie -"Pero hay otras formas de conseguir entregar ese "equipamiento agrícola" que quiere llevar usted a Riur, o tal vez es a Hervea, ¿Mayor Dim?"

A veces la vida no te da buenas cartas, pero tienes que saber jugar tu mano. ¿Cómo saber cuándo tu suerte cambiará, cuándo llegara el comodín que te permitirá ganar la partida? Dieter no veía nada claro su futuro inmediato. El juego con el que siempre se había divertido, con el que incluso llegó a ganarse la vida una temporada, se habia vuelto repentinamente inhóspito y desolador. ¿Hasta que punto merecía continuar jugando, cuando cada ronda era una nueva agonía? El juego de la vida solo dura un segundo, y gana el que marca primero; ya debería saberlo. Eran tantas la veces que se había empeñado en ganar una partida perdida...

Varados en aquella estación espacial, el problema se le presentaba de nuevo. Pero ya estaba cansado de poner sus esperanzas en la siguiente carta, apostando su ilusión y sus ganas de vivir a un futuro incierto. En su mano había malas cartas. La ruina, la cárcel, la muerte... ¿Como saber qué le llegaría después? ¿Llegaría el éxito, la fortuna o la felicidad? ¿O tal vez la desesperación más absoluta? Solo deseaba abandonar el juego. Una voz en su cabeza le decía que debía seguir jugando, que no debía rendirse todavía. Pero Dieter, por primera vez en su vida, se negó a escucharla. Ya había sufrido demasiado. Como hubiera dicho el simulador de la escuela de pilotos, "Game over, space cow boy". Acorralado en un callejón que no parecía tener salida, Dieter von Neumann abandonó el juego.

—Me retiro, chicos.

Dieter tiró las cartas sobre la mesa y se levantó de la silla. Se puso de nuevo el chaleco mientras se felicitaba a sí mismo por haber dejado la partida antes de perder mucho dinero. Sus compañeros de juego le obsequiaron con unos elegantes saludos que ocultaban su frustración por no poder desplumarle como a un hiper-pollo espacial.

—Hoy no estoy en racha, ¿qué se le va a hacer? Tenía "la ruina", "la cárcel" y "la muerte". Solo me faltaba que al robar me saliera "la desesperación" —comentó con una risita despreocupada, que los perfectos desconocidos con los que jugaba simularon compartir.

Tras pagar su bebida Dieter salió de la sala de ocio de la estación espacial. Jugar a las cartas estaba bien, pero cada vez que empezaba una partida, un monstruo ludópata se apoderaba de su mente y le obligaba a jugar hasta el final. Al menos esta vez había logrado parar antes de apostar cantidades importantes de dinero. "Bah, al final no ha sido tan duro como pensaba. Espero que Mágar no se entere de que he estado jugando o lo usará de excusa para pagarme menos todavía".

Se encaminó a la zona donde Mágar había quedado con su nuevo cliente, silbando una melodía desconocida en ese rincón de la galaxia. Tampoco tenía prisa. A fin de cuentas esto era lo más parecido que tenía a unas vacaciones.

-Y más importante aún que esa pregunta... ¿cuánto vale para usted que ese cargamento llegue a su destino?... tengo una nave preparada con un piloto excelente, pero mi paciencia se agota.- 

En la enfermería de la nave escasean los medicamentos al no haber dinero para aprovisionarlos, Thomas se las tiene que ingeniar para conseguir cosas por contrabando o cambiando recetas u otros medicamentos menos nectados, esto le hace sentirse sucio, su calidad como cirujano esta tan desperdiciada en esta cochambrosa nave y nadie se da cuenta excepto el que cada dia es mas huraño y amargado, mientra piensa estas cosas se acerca al lugar común para los tratos no tan legales del puerto.

-GUAAAAAAUUUUU!!! Este cacharro es una bestia !!! je!

Samael hablando solo, o como diria el, para los que quieran escuchar, sigue en el mismo sitio donde lo dejo Mabar al salir de la nave, en la cabina, en el puesto de operador de sensores, conectado a la holored a través de la consola de la nave, poniéndose al día con los últimos avances tecnológicos...

Presumiblemente pase así un rato mas y después se ponga a hacer un canal en el servicio de atraque de la estación...  no valla ser que cuando Mabar regrese tengan prisa y necesiten urgentemente el permiso de despegue...

Paseo por la estación, por las zonas donde venden diversos repuestos y chismes varios, me paro junto a grupo de humanos negociando con un vendedor.

Perdone - intervengo- creo que se esta confundiendo, ese relé es el modelo SRK-600, no el SRK-700 que buscan, si lo acoplan a su nave se fundirá en un par de días. Oigo un grito y unas palabras que no termino de entender y veo que el vendedor intenta abalanzarse hacia mí, a la vez que dos de los humanos se van contra él.

Me alejo rápidamente entre el tumulto mientras pienso - ¿que ha pasado?, no entiendo a los humanos, si les señalas amablementnte que han cometido un error siempre se hay problemas, no lo entiendo. Iré a ver a Magar a ver si me explica que ha pasado.

observando el panorama de la cafeteria, Rata no puede mas que evadirse de la cruda realidad a base de copas, observa un rato hasta que alguien se levanta y se marcha dejando alguna copa a medias...quizas algun dia no sea necesario...es una pareja de humanos, apenas han salido del local, ya tiene una de las copas en la mano...

Girando la cabeza observa a su jefe intentando conseguir lo que parece un trabajo poco habitual..-a ver que nos consigues esta vez...-gruñe justo antes de rematar la segunda de las copas abandonadas, y girnadose otra vez otea otra vez el local..¿no se marcha nadie mas?...

Art repasa una y otra vez las rutas de viaje. No es que lo necesite: se ha memorizado la mayor parte del contenido del holodisco y podría recitarlas como una letanía, pero el ejercicio de memorización hace que se sienta útil en aquel varadero en el que se ha convertido la estación. Si no salen pronto al espacio va a acabar volviéndose loco o, lo que es peor, bebiendo de nuevo.

Desde su posición en una mesa del fondo ve como RATA apura el último trago. En su mente se dibuja la idea: un trago, un sólo trago para pasar el rato. La desecha rápidamente y vuelve a memorizar rutas. Cruza los dedos con la esperanza de que Mágar cierre el trato... En estos momentos estaría dispuesto a pegar un salto incluso para rescatar una nave verriana, tal era su desesperación.

Caramel salió de la nave con cara de pocos amigos, demasiado tiempo sin un buen encargo, nada más que trabajillos menores, envíos de propaganda política en la que un disidente de poca monta acusa al gobernador de una región sin importancia de prácticas sexuales impopulares en esa zona del planeta, agricultores que no han salido de su pueblo en su vida pero que se niegan a pagar las tasas aduaneras por semillas mejoradas genéticamente y quieren que introduzcamos de contrabando las semillas normales y corrientes con las que les acaban de estafar sus ahorros de toda la vida, millonarios de medio pelo que se van de viaje y quieren que les transportemos su colección de obras artísticas neogalfondianas porque aunque estén fabricadas en sales de óxido de plomo sulfurado no pueden vivir sin ellas, y luego encima de tener que aguantar durante semanas el aroma de las sales de plomo sulfuradas no nos pagan y pretenden renegociar el precio una vez allí ... en fin.

Harto de su situación Caramel ya había pensado en posibles alternativas: estuvo a punto de largarse para trabajar como comercial en un carguero que se dedicaba al negocio de los cables de cobre ultrarefinados, pero al final había un par de puntos oscuros (oscurísimos) en el contrato que le hicieron pensárselo mejor. Con el paso plumbeo de quien lo sigue intentando pese a haber perdido ya las esperanzas, hace la ruta típica de quien busca trabajo, y regresa a la nave dos horas después con el mismo éxito de las últimas semanas y cara de dignidad ofendida.

- En este agujero infecto al que hemos ido a parar solo encontraría trabajo de asesino a sueldo, de donante de órganos ajenos, o de acompañante privado de algún sodomita poco refinado ...

Le lanza un último vistazo de desprecio a las calles y regresa a la nave a seguir viendo capítulo tras capitulo de "Las Aventuras del Justiciero Autista (o Altruista, o lo que fuese)", único material de esparcimiento en vídeo (no pornográfico) que pudo encontrar a la venta (y pagar) por los alrededores.

 Quincy permanece sentado junto a Magnar, entretenido en hurgarse disimuladamente la nariz, mirando de vez en cuando a su alrededor, observando a los que pasan por la zona.

"Cargamento agrícola", ¡Ja! Seguro que son drogas, armas o cualquier otra cosa lo bastante ilegal como para enchironarnos a todos un buen tiempo. ¿Pero cuántos cargueros llevan sólo carga legal? Me atrevería a decir que ninguno. A ver cuánto tarda Magnar en cerrar el precio. Me estoy meando.

El Señor Dim cambia su gesto y se relaja. Al mismo tiempo que su guardaespaldas Oliero también lo hace. Entonces vuelve a sentarse y le contesta a Mágar.

-"Bien, parece que me tiene usted cogido por las pelotas... Me guata la gente de su calaña, saben que para hacer una tortilla hay que romper huevos y usted está dispuesto a hacerlo."

Se relaja aun más sobre su asiento y mientras toma su vaso de bebida una medio sonrisa aparece en su rostro no dejando bien claro si es la víctima o el verdugo de la negociación.

-"De acuerdo, su tripulación es lo que necesito para este trabajo, les pagaré 2000 estándares a cada tripulante que termine la misión, y otros 4000 para el capitán. Además correré con las gastos del viaje, para lo que adelantaré otros 2000 estándares."

Mete la mano en su bolsillo y saca un stick de intercambio monetario.

-Si su mención a las "pelotas" se refiere a sus órganos genitales humanos, que sepa que me repugna su utilización del lenguaje, pero por lo demas de acuerdo,-Mágar se atusa su barba- serán dos mil ahora y veinte mil más cuando lleguemos a nuestro destino con la carga, ¿a quien me tengo que dirigir allí para cobrar? y también ¿en que lugar del planeta debemos descargar?-

Saco mi chip de crédito y hago como si estuviera dudando en el último momento.

Mágar con una mirada indescifrable extiende el chip para recibir el crédito, sellando así con toda probabilidad el destino de la nave y toda su tripulación.

-Señor Managan- comenta por el comunicador una vez le han depositado los 2000 estándares en el chip- hay un cargamento que recoger, avise a los miembros de la tripulación que el descanso se ha acabado y que en una hora deben estar en la nave.

puede ser que tenga que tirar 3d10 por vitalidad y sumarle 15 de dificultad?