Partida Rol por web

Conducir como locos atravesando uno de los peores sectores de los Barrens a estas horas de la noche no encaja normalmente con vuestra idea de una noche libre. Pero cuando una amiga está en problemas, las ordenanzas de tráfico realmente no importan mucho. No es que los Caballero Errante se preocupen de hacerlas cumplir aquí fuera. Un borrón salta fuera de la calzada hacia la acera, lanzándoos maldiciones mientras pasáis a su lado.

Otro medio bloque de cemento se abrasa bajo vuestras ruedas. Esquiváis los restos ardientes de un utilitario situado a medio camino entre la calzada y la acera y luego giráis 90 grados para entrar en la calle donde Silver os contó que estaba su piso. Esperáis haber llegado a tiempo. Las ruedas chirrían mientras detenéis el motor. Aparcáis, conectando el sistema de seguridad por puro acto reflejo mientras saltáis fuera del coche y empezáis a correr.

Subís los escalones de tres en tres hasta llegar a un pequeño apartamento en el tercer piso. La puerta está cerrada y nadie contesta desde dentro a vuestros gritos. El candado magnético no presenta muchos problemas para vosotros. En pocos momentos lo abrís. Ya lo arreglaréis con el casero más tarde.

El interior del lugar tiene bastante mejor pinta que el exterior (lo cual no es decir mucho). Escaneáis la habitación, tomando nota de los pocos objetos de mobiliario infestados de cucarachas y de los objetos de infiltración de alta tecnología sobre ellos. Escucháis un amortiguado grito de dolor al otro lado del sofá mordido por las ratas y entráis en la habitación. Silver yace allí, en posición fetal, más pálida que la muerte y respirando a duras penas.

Será mejor que penséis rápido o Silver acabará la noche en la mesa de autopsias… 

Ryuka iba agarrada del asidero del asiento del acompañante del vehículo mientras Alex les llevaba dando tumbos por la ciudad. El asiento se le antojaba algo estrecho con tanta gente tan equipada por ahí, pero al mirar al troll se le pasó el complejo de 'enlatada'.

No estaba segura de si compadecerle por las estrecheces o felicitarle por el 'arrime' que tenía con tantas humanas allí metidas en la parte de atrás.

El gato se había subido al coche con ella poco antes de arrancar, y lo tenía en el regazo, sujetándolo con la otra mano mientras miraba por la ventana. Normalmente parlanchina, ahora estaba un tanto seria al no saber en qué estado se encontraría a Silver, o si en cuanto llegasen allí tendrían que liarse a tiros con alguien para llegar a su colega en peligro.

Ya está, ya estamos Dijo, aunque fuera una obviedad, cuando el vehículo empezó a detenerse. 

Igual que subió, bajó de un brinco, aunque Shadow se quedó dentro del vehículo. No se encargó de la cerradura, ni entró primera por si las sorpresas. La escasa luz no era un problema para la elfa, así que cuando las compañeras tanteaban buscando el interruptor, ella ya estaba adentrándose en el piso, con el arma en la mano.

Joder Silver... ¿Te ayudan los bichos a pagar el alquiler?

¡Aquí está! Dijo sorprendiéndose incluso ella al verla tras el sofá. Guardó el arma tras comprobar que no habían otras amenazas inmediatas, y lo apartó de un empujón para tener sitio donde moverse. Parecía moribunda, pero no había rastro de sangre ni de violencia alrededor.

Caramba nena... Se agachó a su lado y realizó unas primeras comprobaciones. Pupilas, temperatura, pulso, y búsqueda de heridas. No está herida ni enferma, es algún veneno, no se ven inyecciones, podría ser inhalado o ingerido. La colocó en una posición más cómoda. Mi conjuro no servirá para venenos, pero necesita un hospital, y rápido. Recalcó mirando a Alex y a Dox. Luego volvió la mirada a Silver. ¿Qué ha pasado nena? 

Byte pasó todo el viaje en realidad virtual, asegurándose de que todos los semáforos y sistemas de control de tráfico no interferían con la conducción de Alex y creando AROs para avisar a la rigger de otros vehículos en las proximidades. Conectada en caliente a la matriz para poder reaccionar con suficiente rapidez, a penas era consciente de lo que sucedía alrededor excepto por movimientos ocasionales de los iconos que representaban los objetos e implantes de algunos de sus compañeros.

Cuando el entorno cesó de moverse, Byte abandonó VR para observar el espacio físico a su alrededor desde una realidad aumentada. Hacía años que no se sentía cómoda si abandonaba completamente la conexión a la matriz, como si el mundo real fuera demasiado insulso para ella sin aderezarlo con AROs.

Subió rápidamente por las escaleras y, mientras sus compañeros se encargaban del cerrojo, se conectó una vez más a VR para observar el interior del apartamento de Silver. Los cables que recorren el muro a penas son una pequeña molestia para poder buscar en el interior.

Informó a sus compañeros de lo que había visto y dejó que fueran ellos quienes entrasen primero al apartamento, siguiéndoles un momento después. Echó un rápido vistazo a su alrededor: trabajar con gente como Rae y Ryuka le hace recordar que no todo el mundo tiene implantes perceptibles desde la matriz, así que dejó que sus ojos biónicos observasen el "mundo de carne" durante unos momentos.

El suave gemido de Silver le llegó amplificado por los pequeños auriculares que llevaba puestos. Se acercó a ella y echó un vistazo, dejando que Ryuka sea quien se encarguase de su salud. Por las veces que habían trabajado juntos, sabía que tiene algunas habilidades que le permiten curar heridas y, por mucho que le disgustase que desafíen las leyes de la termodinámica con su magia, en momentos como este esas habilidades podían resultar útiles.

- Si necesitas que le eche un vistazo, dímelo - le dijo a la chamán. Después de todo, Byte había pasado buena parte de su niñez y adolescencia cuidando del muñón de su brazo, hasta que dejó de crecer y pudo implantarse uno cibernético, así que tenía unos conocimientos básicos de medicina y primeros auxilios.

Rae voló escaleras arriba con su maletin medkit. Con sus altos reflejos saltaba de tramo de escaleras en tramo de escaleras escalando por la barandilla intermedia. El mensaje la habia pillado ligándose a un camarero que creía que podia ofrecer trabajo, y habia llegado más tarde que sus compañeros. El coche baqueteado que habian usado para llegar era inconfundible.

Al entrar en la habitación vio a los otros shadowrunners. Sabiendo lo habil que era con estas cosas, le pasó el medkit directamente a Byte. Era irónico que alguien tan mecánico fuera tan buena en cuidados médicos. Le daba un poco de grima eso de los implantes, aunque reconocia su utilidad.  

Como está Silver? Podemos hacer algo por ella. Rae estaba visiblemente nerviosa, y no paraba de moverse mientras hablaba. No dejo de observar su entorno, y sus penetrantes ojos no perdían detalle.

Ayudó a Byte a abrir el medkit mientras comentaban la jugada minimamente, y se preparó para asitir a la hacker en su cometido. 

Miro a Rae y le echo un vistazo más a fondo a Silver.

- Jodida - resumo, pero aún no he tenido tiempo de comprbar su estado en detalle.

El viaje en el coche de Alex había sido bastante incómodo para Dox.

No es que no apreciara las más que notables virtudes físicas de sus compañeras, pero ir apretujado en la parte de atrás de un vehículo que atravesaba los suburbios a toda velocidad no era su ideal de comodidad. Aquel era el precio de que nada en la sociedad actual estuviera hecho pensando en el tamaño de los Troll. Cualquiera diría que con los años tendría que haberse acostumbrado a ese hecho, pero no era así.

Por eso estuvo agradecido cuando por fin llegaron a su destino y pudo salir de esa caja de cerillas rodante.

Lanzando un gruñido de esfuerzo, prácticamente saltó del vehículo y sin pararse siguió al resto de sus compañeras en su apresurada carrera escaleras arriba. Unos cuantos gritos y una patada después, se encargó de abrir la puerta y todos entraron en tromba al interior de la vivienda. No eran momentos para delicadezas...

Solo le hizo falta lanzar un vistazo a Silver para darse cuenta que estaba en las últimas, así que dejó que sus compañeras se encargasen de usar sus magias y habilidades médicas para ver si podían salvarle. Él de mientras, se encargó de vigilar el perímetro.

No es como si Silver les hubiese explicado la situación en la que les estaba metiendo, así que era probable que si iban tras sus pasos, pudiera presentarse en el lugar toda suerte de peligros tan inesperados como desagradables. Así pues, usó la visión amplificada que le permitían sus lentillas para escanear el lugar y de paso localizar cualquier cosa que pudiera explicar que era lo que estaba pasando allí.

Ryuka dijo que Silver necesitaba ir rápidamente a un hospital y aunque la conocía desde hacía bien poco (de hecho solo conocía a la elfa y sus compañeras de haber participado hacía bien poco en una incursión), supo instintivamente a que se refería.

Así pues, se dirigió a la habitación de Silver. Una vez allí, cogió la manta de la cama y sacándola, la llevó consigo de vuelta a la sala. Cuando Ryuka o Byte dieran su visto bueno usaría la manta gruesa para envolver a Silver. Así podría cargarla más cómodamente y sin riesgo de tocarla. Después de todo no sabían si lo que la aquejaba se transmitía por contacto.

Si era así, mejor asegurarse de no quedar infectado. No ganarían nada si enfermaba el también.

(Percepción) Hay un penetrante olor a ácido de batería impregna el apartamento. Parece que viene de la cocina.

(Percepción) Un penetrante olor a ácido de batería impregna el apartamento. Parece que viene de la cocina. Además, los ojos de Rae detectan unas minúsculas abrasiones en los dedos de Silver.

Pero lo más interesante es q bajo el carcomido sillón donde Silver está tumbada hay un autodoc Holepatcher 3000: sin duda parte de los suministros de emergencia de vuestra amiga. Probablemente la ladrona estaba demasiado débil para usarlo cuando llegó.

(Primeros Auxilios) Silver está en bastante mal estado, con abundante sudoración y palidez de mucosas. Probablemente en shock anafiláctico secundario a tóxicos (es decir, ha sido envenenanda). Salvo que se le administre un antídoto (un medikit podría servir si se tienen los conocimientos adecuados o un autodoc mediante la conexión wifi) probablemente morirá en un par de minutos.

(Primeros Auxilios) Silver está en bastante mal estado, con abundante sudoración y palidez de mucosas. Probablemente en shock anafiláctico (por alergia o envenenamiento). Pero el tóxico en concreto o como se le administró se te escapa...

Aunque agradecía cualquier oportunidad de llevar al límite a Bull*, en aquella ocasión, Alex no tenía la mente puesta en disfrutar del viaje. No es que no lo hiciese, claro, pues al fin y al cabo, incluso sin nadie persiguiéndoles, conducir a toda velocidad por aquellas calles en plena noche no dejaba de ser estimulante, pero lo importante era llegar cuanto antes donde Silver, así que aceleró aún más, sin molestarse en disminuir la velocidad, ya fuese para esquivar lo que se cruzase por medio o para girar bruscamente y entrar en otra calle.

Zip y Sting, quedaos cuidando del grandullón, Zap tu te vienes conmigo- dijo una vez en llegaron al sitio, bajando Bull casi sin esperar a que estuviese completamente parado. En respuesta a sus palabras, tres drones salieron del interior del furgón, quedándose dos cerca de este y el tercero acercándose a su dueña, que pistola en mano, ya se dirigía hacia el interior del edificio, aunque se detuvo cuando una retahíla de pitidos a su espalda llamaron su atención -Si Sparky, tú también puedes venir- dijo al pequeño dron esférico que había emitido dichos pitidos y que revoloteaba ahora a su alrededor -No, no me he olvidado te ti, pero tenemos prisa, ¿recuerdas?- le dijo en respuesta a una nueva sarta de pitidos, suspirando cuando el pequeño dron decidió adelantarse y entrar antes que ella.

Una vez en el piso de Silver, Alex no pudo evitar fijarse en los juguetes que había repartidos por la habitación, segura de que si quisiese podría desmontarlos y aprovechar sus partes para mejorar a sus drones… claro que despiezar sus cosas no era algo que se le hiciese a una amiga, por lo que reprimió el impuso de cogerlas y se concentró en encontrar a Silver.

No tiene muy buena pinta...- pensó cuando la encontraron, acercándome a ella para examinarla con más detenimiento.

Muy jodida- añadió a la respuesta de Byte a Rae, sin sorprenderse por su aparición, puesto que los drones que había dejado fuera le habían avisado de su llegada.

(Primeros Auxilios) Silver está en bastante mal estado, con abundante sudoración y palidez de mucosas. Probablemente en shock anafiláctico secundario a tóxicos (es decir, ha sido envenenada). Salvo que se le administre un antídoto (un medikit podría servir si se tienen los conocimientos adecuados o un autodoc mediante la conexión wifi) probablemente morirá en un par de minutos.

(Percepción) ​Un penetrante olor a ácido de batería impregna el apartamento. Parece que viene de la cocina. Además, los ojos de Alex detectan unas minúsculas abrasiones en los dedos de Silver.

Ryuka dejó que Byte se encargase del medikit. Al fin y al cabo, la medicina moderna no era su fuerte tanto como el de la hacker. Echando un vistazo alrededor, olió algo bastante reconocible: El característico olor a huevo podrido del ácifo sulfúrico de baterías. Ryuka frunció el ceño.

Setenta años con baterías de gel y de litio, y aún las hacen de ácido... ¿Tanto costará pasarse al litio a estas alturas? Malditas empresas...

Alex. Dijo, suponiendo que algo que incluyese una batería sería mejor investigado por ella. Parece que hay baterías abiertas en la cocina... Ryuka se acercó al sofá y se sentó. Yo voy a ver si hay algo interesante en el otro mundo. Dijo. Nunca se sabe...

Los compañeros vieron cómo la chamán se echaba contra el respaldo y cerraba los ojos. Un murmullo, similar a un cántico salió de sus labios, y entonces sus brazos quedaron inertes, y la cabeza cayó a la derecha, arrastrando al cuerpo contra el mugriento sofá.

Ryuka sintió como la familiar sensación de dejar atrás su cuerpo físico y transformarse en un ser de energía mágica gracias a la pura fuerza de voluntad acudía a ella de nuevo. Veía las auras de sus compañeros (más intensas en aquellos mágicamente activos o que no llevasen implantes) pero aunque sacó la cabeza de su forma astral fuera del edificio y ascendió hasta la azotea en busca de espíritus u otros practicantes de magia, no veía nada alarmante por el momento.

Byte negó con la cabeza al ver al troll con la manta.

- No, Dox... No creo que nos dé tiempo ni de llegar a su coche - le dijo. - Creo que la han envenenado - informó mientras agradecía a Rae con un gesto que le prestase su medkit.

Arrugó la nariz mientras Ryuka hace un comentario sobre las baterías, pero hizo caso omiso cuando dice que va a vigilar desde el plano astral. "Magos...", pensó, no sin cierto desdén. - Que alguien mire qué hay ahí de verdad - sugiero mientras se limpiaba el sudor de la frente observando a Silver. - Lo último que me apetece es salir volando por los aires por una bomba mientras intento curarla...

Observo un momento a Silver, intentando identificar sus distintos implantes desde la matriz para decidir el mejor modo de intentar salvarla. Lo último que me apetece es desperdiciar tiempo intentando ponerle una inyección en una placa de metal. "Joder, lo mío es cuidar heridas y miembros amputados, pero de medicina interna no tengo ni puta idea...", pienso. Al menos gracias a Rae cuento con algo de tecnología para ayudarme en el trabajo, y eso siempre me hace sentirme segura.

- Allá vamos - digo finalmente inclinándome sobre Silver.

Rae arrugó la nariz con el olor a bateria de la cocina. Mientras entraba en la cocina les dijo a sus compañeras

Hay un autodoc Holepatcher 3000 bajo el sofá. Quizá nos ayude aun más que el medkit.