Partida Rol por web

Otra misión fallida y todos y cada uno de vosotros sabíais que la habíais vuelto a cagar. En otra ocasión vuestra ama ya había intentado que la panda de frikis que visitaban ese tugurio de página llamado " Comunidad Umbría " salieran de casa para poder deshacerse si no de todos, de la mayoría, pero como sus esbirros, para variar, habían sido igual o más inútiles que vosotros, pues los planes no habían podido ser.

Todo aquello, había desembocado en que la Señora Oscura quisiera vengarse primero de esos asquerosos y repulsivos " asociales " y luego, en su línea, del resto de la humanidad, porque le sobraba el 98% de ésta.

Todos y cada uno fuisteis enfilando a donde os habían mandado ir, es decir, a la sala del trono de la que siendo suaves, saldríais envueltos en una bolsa de plástico. Nada más entrar en ella visteis como vuestra ama se ponía en pie y con un gesto hizo que las puertas se cerraran a vuestras espaldas, retumbando con tal fuerza que os pitaron los oídos durante unos instantes.

Verla pasear delante del trono como si estuviera pensando las mil y una maldades no era precisamente agradable.

- Tenía la esperanza de que este año fuera a ser diferente. De que por fin me fuerais a dar una alegría y pudiera hacer cuantas maldades quisiera la noche de Halloween, pero veo que gracias a vosotros, sólo podré matar a todos los de fuera, a ninguno de esos frikis que como no salen no saben lo que es emborracharse en Halloween...

Se veía que se estaba conteniendo, y mucho, porque aún no se había puesto a gritar, pero vamos, eso podría pasar en cuestión de segundos.

- A ver, tú, el mono. - No recordaba su nombre pero la daba igual, podía llamarlo como le diera la gana... - ¿ puedes explicarme por qué venís sin haber conseguido que esa panda de inútiles deje esa página para ir a una fiesta en Halloween?

La Señora nos había llamado. Y ante eso, solo queda acudir. Contemplo a los otros tres borregos que me acompañan, considerando todo lo que hemos pasado para llegar hasta aquí... y la verdad es que me da pena. Vaya panda que me tocó. Pero bueno, toca lo que toca, y antes de entrar me agarro un bicho del cuello con la mano mala, procediendo a comérmelo antes de entrar. Y una vez dentro, vaya si la señora tiene un gusto que te pasas para decorar, está todo tremendamente guapo y desde luego ella es un primor, y si puede leer esto en mi mente, desde luego que lo digo en serio, su Excelentísima señora. No como las tonterías que están pensando el resto, que son todo patrañas y ganas de jorobar.

Y entonces se dirige a mí con uno de los mejores apelativos para hablar de mí. Me inclino ligeramente, lo suficiente como para que sea un saludo discipliente pero no lo suficiente como para perderla de vista, o mucho menos a mis compañeros -nunca se sabe quién te va a lanzar un batacazo así a las malas y por la nuca- mientras escucho sus sabias e inteligentes dudas.

-Vereis, excelentísima Señora, experta de lo que causa temor, conocedora de lo malévolo, culmen universal de la belleza. Cuando nos encomendasteis la destrucción, o más bien el ataque contra la comunidad Umbría, marchamos raudos a cumplir con la misión. Sin embargo, aunque es cierto que sus miembros son tan catetos como una piedra ante los eventos sociales y el hablar fuera de sus cajas cuadradas con internet, siendo todos una panda de humanos llenos de taras mentales que no consiguen tener una pareja ni pagándola por internet desde un pais lejano, los muy infectos saben asaltar otros servicios humanos... y mientras nos acercábamos a su servidor para dejarlo más frito que unas patatas fritas, y así obligarles a ir al mundo exterior para poner reclamaciones a sus compañías de internet, que he de decir que fue un plan que se me ocurrió rápidamente y el resto no pusieron muchas pegas, porque no tienen conocimiento de época -¿un tipo de hace siglos, un vikingo y un goblin? Venga ya, a lo sumo el goblin, y porque alguien debió de azotarlo para que aprendiese-, en ese momento unos aviones de vigilancia nos descubrieron, y aunque yo pude ocultarme sagazmente en un árbol, no todos fueron lo suficientemente rápidos como para que no los descubrieran.

Dicho eso, hago otra reverencia y espero. A que la Señora responda, o a que alguno de los demás tenga la cabeza para decir que él también se escondió.

No iba a explicarles a estos esbirrillos que no tenía ni idea de que esos malditos umbrianos tuvieran aviones de ninguna clase. Estaba claro que " yo lo sabía todo " y eso era lo único que debían seguir creyendo.

De todas formas, el que ninguno de los compañeros de " Amedio " abriera la boca para decir absolutamente nada me hizo saber que estaban todos de acuerdo y que por tanto, había sucedido así. - Siempre he sido un hacha sacando conclusiones.

- Así que aviones de vigilancia ¿ no? Serían teledirigidos... - Estaba segura de que en aquel lugar no había nadie lo suficientemente competente como para pilotar nada, quitando Chemo, claro, que todo el mundo sabía que se había hecho Señor Oscuro de alguna manera y se había comprado un ferrari a costa de los umbrianos. Bueno, al parecer si ellos lo sabían les daba igual que les engañaran y les robaran a la cara.. - Esto me suena a algo...

- Quiero suponer que los esquivasteis...

Mis compañeros se callan como una niña mona, porque saben bien bien que tengo razón, y es que lo guapos que fueron mis actos no me lo puede quitar nadie. Mientras tanto, la Señora piensa y reflexiona sobre mis palabras, lo cual sin lugar a dudas es mucho mejor que agarrarme por la cola y prenderme todo el pelaje o meterme un virus informático en el brazo, que tengo entendido que es algo así como lo que le pasó a un conejo sucio el año pasado.

-Sí, mi Señora, teneis toda la razón. Eran drones, pero tampoco demasiado avanzados. Como os contaba, yo me subí a un árbol para esconderme, planteándome si usar el cañón que Vos me permitís recargar en vuestro tenebroso castillo, mientras veía cómo el humano Antigualla-Phor y el humano Historiavieja-Romanov procuraban imitarme con no mucho nivel. Sin embargo, Nerd(snever)win se tiró al suelo, levantando el culo al aire. Por suerte, los drones no lo captaron, debían de ser defectuosos como la informática de vuestros enemigos, pero eso viene luego en la historia. Sin embargo, el resto nos enfadamos, porque podía habernos reventado el sigilo... y entonces dijo que teniamos que ir a ver a un amigo suyo para conseguir mejor camuflaje.

Hago una pausa, mirando a Nerd(snever)win con una ceja alzada, y luego hacia la Señora, y me encojo ligeramente de hombros.

-En ese momento, y visto que su habilidad de esconderse era nula, nos pareció que un poco de pintura para confundirlo con el entorno nos podría venir bien. Así que lo acompañamos, porque no podíamos dejar que la comunidad esa nos pillase solo por tener un compañero patizambo. Y entonces descubrimos... descubrimos que el goblin lo único que quería era pintar unos huevecillos, o sus huevecillos, o algo así. No quedó del todo claro, pero sí que ese pintor no sabía, en absoluto, camuflar a la gente para misiones de sigilo...

Vuelvo a inclinarme ante la señora, señalando con el dedo índice de mi mano con dedos hacia el goblin. Porque seguro que él puede contar esa parte mejor que yo... si es que se le ocurre algo que decir, claro.

De lo malo malo había que reconocer que no habían sido tan mantas como para dejar que los cogieran a la primera de cambio, aunque bueno, también podíamos tener en cuenta que habían sido lo suficientemente estúpido como para regresar aquí sin haber cumplido con lo que debían.

- Nerdwin, explícame eso de tu amigo el pintor de huevos...

Yo nunca había tenido claro si un goblin disponía de huevos en su anatomía, cosa que mirar, por cierto, tampoco era que me llamase demasiado la atención, pero de todas maneras, tuve que preguntar porque era incapaz de morderme la lengua.

- ¿ Quería pintar huevos o pintarte los huevos?

Era muy diferente un tema del otro.

Pues sí que empezábamos bien, acababan de llegar a mi siempre tenebroso salón del trono y uno ya se me acojonaba antes de decir absolutamente nada. Estaba claro que no había perdido mi toque maléfico ese que tanto imponía...

De todas maneras, aunque me gustara bastante eso de meter miedo, no me gustaba que los esbirros me ignoraran como si pudieran estar en mi presencia y hacer lo que les diera la gana, así que me dispuse a demostrarles a todos que aquello iba bien en serio y que o hacían las cosas como yo decía y hablaban cuando yo quería o los enterraría a todos en una fosa común de la que no podrían salir en mil años de torturar sus almas.

Murmuré unas palabras y momentos después alrededor del Nerdwin aparecieron un montón de cuchillos de barbero bien afilados, lo cual, teniendo en cuenta que los goblins no tienen pelo.. no es que fuera demasiado alentador. Antes de que nadie pudiera pensar más en ello, las cuchillas comenzaron a hacer su trabajo y mientras el gobo en cuestión comenzaba a gritar como un cerdo en el matadero, su sangre y cachitos de su piel, comenzaron a bañar a los demás esbirros y mi precioso suelo de piedra.

En cuestión de unos minutos terminaros su trabajo y ahora, el esbirro en cuestión, sólo era verde a manchas, pues en la mayoría de su cuerpo ya no tenía piel alguna.

- CUANDO PREGUNTO ALGO ME RESPONDÉIS O SINO... !! - No hacía falta decir nada más al respecto.

Miré a los esbirros y negué con la cabeza hasta que paré mis ojos en el que tenía pintas de haber salido de un libro de historia bastante polvoriento.

- Tú, el pomposo. Habla y explícame lo de los huevos o a ti te dejo a motitas blancas.

¿ Se había equivocado de esbirros y había encargado unos que eran demasiado tontos como para abrir la boca? ¿ Les había comido la lengua el gato? Hablando de gatos...

Me cabreaba mucho aquello. Muchísimo más que mucho si teníamos en cuenta que ya había " pedido amablemente " a dos de los esbirros que respondieran a mis preguntas y ninguno de los dos lo habían hecho...

- DESDE LUEGO, DESPUÉS DE VER LO QUE LE HA PASADO AL GOBLIN ESPERABA QUE FUERAIS MÁS INTELIGENTES!

Pues sí, ya que me había acordado de gatos decidí que cumpliría mis amenazas, pero alrededor del tipo antiguo que seguro que olía hasta a rancio ya, aparecieron muchísimos gatos esqueléticos. Tal y como le había sucedido al goblin mudo antes, lo que en su día fueron decenas de felinos, comenzaron a arranzarle trozos de piel, y no sólo de piel, sino de carne, por lo que ahora tenía un esbirro con motas verdes y uno con motas blancas.

- IDIOTAS!

Después de que los gatos soltaran bolas de pelo, aunque no fuera su pelo propio, miré al único de aquellos esbirros que no me había dirigido todavía. 

- ¿ TÚ SABES HABLAR? - Estaba gritando ya de la " mala hostia " pero vamos, lo normal en aquella situación.

Esperaba no tener que decir nada más para que siguiera contándome lo sucedido.

Tras ver como sus compañeros de aventura se cagaban de miedo y recibian tal castigo, cruel pero merecido, al no poder abrir la boca ante nuestra imponente ama, pense: "Que razon tiene mi señora, ¿como se puede ser tan idiota como para estar callados ante las preguntas de su excelentisima".

Yo era un vikingo, y como tal, a mi no me daba miedo la muerte (era a lo unico que no tenia miedo) pues sabia que si moria con honor, estaria con Odin en los salones de Valhalla. Pero realmente, aun no teniendo miedo a la muerte, estaba aterrado ante la idea de sufrir las torturas impuestas por mi señora. Por esa razon, conteste rapidamente, sin tituveos.

-Mi Excelentisima Señora Oscura, por supuesto que se hablar. No soy como estos dos aprendices de secuaces que ni siquiera son capaces de explicar lo sucedido. Pero hay un asunto que el mono a olvidado de explicarle o sin querer ser mal pensado, le ha escondido voluntariamente. El goblin nos llevo a un lago, segun él, el pintor estaba en una isla que estaba situada en el centro de este. Y cuando nos estabamos subiendo a la barca que nos llevaria a la dichosa isla, aparecio un tipo extraño que no nos dejo cruzarlo sin antes pintarle los huevos de una forma original. Y aqui llego una gran discusion para ver quien seria el encargado de dicha asquerosidad...

Pedro todavía estaba magullado por la torpeza de no haber sabido contestar a su señora debido a los torpes nervios que le habían invadido el cuerpo cuando su Excelencia le gritó. Aún así, se adelantó torpemente y con voz trémula interrumpió el relato de su compañero.

-Perdone, Excelencia, si se me permite... -Pedro miró de reojo al extraño vikingo antes de seguir hablando. -Lo que dice este salvaje nórdico no es cierto. O no al menos del todo. Cierto es que un tipo muy extraño nos pidió que le pintasemos los... los huevos... pero antes debe saber cierta parte que Phor ha escondido. Lo cierto aquel extraño personaje no vino solo. Vino acompañado... puede sonar raro, pero vino acompañado de un alien de vacaciones. Sí, lo sé, parece una locura, pero le juro por mi ascendencia real que es cierto. El alien parecía controlar a aquel desgraciado, no sé si de forma mental, no sé si lo tenía amenazado de alguna manera... y nos contó que estaba de vacaciones.

-Sí, ya ve, Excelencia... un alien de vacaciones, je. Bueno, quiero decir... lo importante de todo esto... el alien fue quien le ordenó al tipo extraño que exigiese... lo que no exigió. Es un poco extraño todo, lo sé. Y realmente no hubiese contado lo del alien sino fuese por un detalle que puede que no signifique nada... o puede que sí... pero cuando ese monstruo del espacio nos vio, se acercó a Phor y le dio un abrazo... no sé que puede significar realmente. Igual fueron compañeros hace un tiempo, igual lo que pasa es que estaban compinchados... pero fue el alien quien orquestó la obra de arte que tuvimos que hacer en los huevos, si se me permite la expresión que fue lo que nos conllevó el retraso del bote... y me atrevería a decir que por ello fracasamos.

¿Por qué apareció ese alien que resulta que conocía a Phor? No lo sé... Yo no soy tan inteligente como su Excelencia y no me corresponde a mi juzgarlo. Yo solo le informo como el humilde servidor que soy...

-Pedro se retiró hacia el lugar que ocupaba antes de su intervención sin parar de hacer reverencias, esperando que su explicación hubiese aplacado un poco las iras de su señora hacia su persona.

Después de la ineptitud del goblin, que sigue ajeno a todo en su dolor propio -y mira que seguro que duele- y del humano de hace unos siglos -cuyas heridas deben de picar que da rabia- la Señora mira al tercer súbdito sobrante que no había hablado, lo cual me coloca como el único que sí que lo ha hecho. Por suerte, la lengua grande y estrafalaria de este parece funcionar, porque lo primero que hace es soltar una memez como una casa diciendo que yo, QUE YO, he hecho algo tan absurdo como olvidar o esconderle a la Señora -y lease con tono de memez y cara apropiada para lo mismo- una cosa tan absurda y estúpida como la presencia de un humanejo estúpido y su esfuerzo por que le hiciésemos algunas tareas para llevarnos en su barca. Sí, había un feo humano en el camino, pero centrarse en él con lo que ha contado el siervo de hace un par de siglos que ocurrió con el humano de hace muchos más siglos, es tontería.

-Mi Señora, excelsa belleza la Vuestra, me temo que mis dos compañeros, con sus atrasados conocimientos de siglos atrasados, no se dieron cuenta en absoluto sobre lo que estaba ocurriendo realmente en esa nave, que si bien no os he mencionado, fue exclusivamente porque pensaba que el goblin iba a hacerlo, explicando todo eso él. No porque os quisiese esconder nada, ni ninguna acción absurda y tonta como esa. -Trago saliva. ¿Mentir a la Señora? ¿Y que te pille? Ni en broma, por todas las actualizaciones para mi cañón de plasma. -Vereis, lo que realmente ocurrió es que el humano ese era el dueño de la barca, el encargado de remar o algo así, y se puso a hablar de que había que pagarle, que la barca necesitaba reparaciones, que había que repintar los bajos... y creo fue eso lo que confundió al neandertal de la porra. La visita del amigo ese extraño de Phor fue solo la gota que colma el vaso, y no sé qué se estuvieron contando o qué, pero entonces el vikingo decidió que él iba a arreglarle al otro humano la barba... y lo que hizo fue machacarla a astillas con su garrota. Así que con eso, nos quedamos sin poder cruzar el lago, ni saber qué diantres quería Nerdwin que viésemos al otro lado. -Vuelvo entonces a apartarme del plano principal, inclinándome ante la Señora y su poder.

- Voy a tener que comprarme un diccionario patán - Señora Oscura, Señora Oscura - patán... - eso o ponerme un traductor que lo pudiera hacer sería rellenar esos huecos inconexos que siempre dejaban de alguna manera.

Lo de necesitar una barca podía entenderlo y lo de que la barca fuera de alguien también.

- ¿ Un guardián en un lago?

Por como lo estaban describiendo desde luego distaba de ser la dama del lago y bueno, en plan en viejo tampoco es que quisiera imaginármelo demasiado. Los tíos cachas como mucho estarían en una tabla de surf y en un lago iba a ser que no...

Tras las palabras del " repeinao ", quien no parecía estar demasiado conforme con todo lo que decía el pelirrojo, fruncí un poco el ceño.

- ¿ Un alien? ¿ Un alien amigo de Phor?

Esperaba que no se le estuviera ocurriendo traicionarme ni nada por el estilo, porque le iba a prender fuego si así era y dejarle más pelado y churruscado que un pollo.

- ¿ Vamos, que dijo lo de hacer las chapuzas y os dejó a todos abajo? ¿No se os ocurrió robarle la barca o dejarle flotando en el lago?

Mientras hablaba con mi Excelentísima Ama, explicándole las cosas mas importantes de nuestra aventura para conseguir con éxito la misión a la que nos habíamos ofrecido voluntarios, me interrumpieron dos de mis tres acompañantes. Yo, espere a ver que memeces decían y escuche como no paraban de salir mentiras y excusas de sus bocas.

Durante la interrupción del señor que vestía con puñetas, ese que venía del siglo XIV o XV o yo que se y se peinaba con la pinta mas gay que había visto en mi vida, me quede perplejo. "¿Realmente se creyó que era un alíen? ¿Tan cazurro era que no se dio cuenta que era un hombre que preparaba su disfraz de Halloween?"

Tras esos pensamientos, se me escapo ligeramente la risa, apenas medio segundo después, tras imaginarme el castigo de mi ama si me reía delante de ella, me puse serio y escuche lo que decía ese mono pulgoso que no paraba de hablar con esa forma tan chillona que dolía a los oídos a cada palabra que salía de su morro.

Después de las necias palabras que soltaron esos dos cazurros, la Señora Oscura me miro, llegaba el turno de explicar realmente lo que ocurrió a las orillas del lago, puesto que, por lo visto, esos necios estaban tan absortos en sus historias de ciencia-ficción que no se enteraban de lo que pasaba realmente a su alrededor y con una gran reverencia y el tono de voz mas suave que podía salir de mi boca, dije:

- Mi Señora, no era un extraterrestre, era un amigo mío del poblado que hacia años que no veía.- Y mirando de reojo al Pelogay, añadí- Si que es verdad que es muy pervertido, pero es realmente inofensivo y en ningún momento puso en peligro nuestra grandísima misión. Por esa razón no le dije nada a su magnifica Señoría. Puede ser que fuese el que incito al vigilante de la barca para que le pintaran los huevos, pero estaba claro que lo haría el goblin puesto que en esa clase de trabajos tiene mucha experiencia.

Ahí mire al resto del grupo, estaban todos tranquilos excepto el goblin que seguía callado, encogido como una bola ya fuese por miedo o por dolor y continué mi historia.

-Pues como iba diciendo antes de que estos dos interrumpiesen las explicaciones que le daba, mi Señora- agacho la cabeza en señal de sumisión y sigo hablando- la discusión acabo con una votación en la que por unanimidad el goblin tenia que pintarle los huevos al amo de la barca. De hecho, cantaba de alegría mientras hacia el trabajo en la entrepierna del viejo. Si me lo permitís, mi Señora, incluso diría que lo estaba disfrutando más el que el viejo.
Pero tras hacer lo propio, el hombre siguió sin dejarnos subir a ella puesto que no le gustaba el dibujo que le había realizado el mequetrefe verde y por esa razón -miro al mono que fue el que soltó la noticia de que destruí la barca sin dar los motivos- todos nos enfadamos mucho.

Estaba avergonzado, puesto que yo fui el que mas ímpetu le puso a destruir la barca, aunque no el único, así que con un miedo atroz, mi dirigí a la señora para explicar lo sucedido.

-El goblin fue el primero que se enfado, después de todo lo que había sucedido nos engatuso a todos para destruir la barca como represalia al viejo por no dejarnos llegar a la isla. El mono fue el primero en estar de acuerdo y tras él, el pelogay se les unió. Al ver que ellos apenas eran capaces de hacer un daño insignificante, puesto que son unos debiluchos sin fuerza ni sangre en las venas, yo me uní. Pero... sin querer... la violencia me apodero... Y... bueno... Una vez empecé a sacar mi rabia, no pude parar, destruí la barca, maté al amo de la barca y hubiese matado también a mi ex-amigo si no hubiese salido corriendo como un cobarde.

Tras esto, me pongo de rodillas, y digo:

- La culpa fue del Goblin que nos llevo a ese lugar apartándonos de su misión, Mi Ilustrísima Señora Oscura- Señalo al goblin mientras digo esto último, y espero con terror el castigo de mi Señora.

No me podía creer que, independientemente de que mintiera o no lo hiciera, hubiera un esbirro al que entendiera todo lo que había dicho sin que me dieran ganas de incrustarle en la cabeza un diccionario y un par de cuadernillos rubio. Resultaba casi hasta increíble que ese esbirro fuera encima un vikingo.

Dejando esto de lado, puesto que sólo eran cosas que pensaba porque si sólo les escuchara todo el tiempo me aburriría y los terminaría matando a todos, miré de nuevo a aquel goblin que estaba a lo suyo, llorando después de la que ya le había tocado pasar, ahí medio temblando en su esquina.

- No voy a preguntar nada sobre qué dibujaste o qué hiciste porque la verdad es que no quiero saberlo, pero o me dices que buscasteis la forma de cruzar aquel lago con la barca destrozada o lo siguiente será quitarte las manchas que te han quedado en el cuerpo.. - Lo que venía a ser más o menos que se iba a quedar sin la poca piel verdusca que le quedaba si no daba una buena respuesta.

Ya había escuchado eso de que había huido, pero quería imaginar que había sido para cruzar por otra parte, porque sino la que le iba a caer..

Miro a la señora oscura y le digo. Su excelentísima malevosidad, encarnación de toda la maldad, ser superior entre los seres superiores...yo solo seguí las enseñanzas del caos y la destrucción, ellos querían hacer las cosas bien, intercambios y demás,cuando vamos en ordenes de LA GRAN SEÑORA OSCURA,ese hombre debió agradecernos no matarlo tras coger la barca, y mis compañeros solo se dedicaron a hablar...-tras unos segundos miro a mis compañeros y añado diciéndole a la jefa.-Su malevosidad, si ha de castigarme,por fomentar el caos contra un aldeano, entonces hágalo, pero castigue también,porfavor, a los ineptos de mis compañeros, que han echo algo peor que yo...HAN INTENTADO SER BUENAS PERSONAS,señora oscura.-tras decir esto, añado. -El caso es, yo propuse destruir la barca en venganza, por que iba a utilizar la basura mágica, para tirar la balsa dentro, y conseguir una lancha,para poder ir mas rápido.

Cuando el goblin despierta de su mundo de dolor y panico, no me puedo creer lo que oigo. ¿Esposible que diga lo que estoy escuchando?¿Como puede haber olvidado que la ultima vez que uso la bolsa de basura magica el tomate la destrozo? Sin dudarlo un instante, me dirijo a mi señora y con mucho cuidado de no hacerla enfadar mucho mas de lo que ya esta digo lentamente: -Mi Excelencia... esto... no entiendo una cosa- una vez tengo toda la atencion de la Señora Oscura continuo- El dia anterior a la partida para cumplir su grandisimo deseo, el bicho ese verde- señalo a Nerdwin sin ni siquiera mirarlo- vi como metia un tomate podrido en esa misma bolsa, y cuando al pillarlo infraganti le pregunte que estaba haciendo, me contesto que queria meter el tomate podrido para convertirlo en un tomate verde y sabroso, ya que tenia mucha hambre. Lo increible, llegó despues, ya que el asqueroso y negrecido tomat, cobro vida convirtiendose en el tomate mas malvado del mundo y su primera maldad fue, como no, comerse la bolsa donde estaba metido. Por esa razon, mi gloriosa ama, no llego a comprender, ¿como queria ese bichejo usar algo que ya estaba roto antes de nuestra partida? Tras esa pregunta, me inclino ante mi Señora y espero la respuesta del goblin.

La historia del tomate era como tiernecilla y todo. Un tomate podrido, destinado a la muerte y convertido en un ser maligno que seguramente sería inmortal... Sería un gran argumento para un libro o una película y no las ñoñerías de vampiros que brillan al sol y patrañas varias que no paran de hacer continuamente.

- La papelera del terror!! - Era un título con mucho gancho.

De todas formas no era momento para ponerse tierna y " amorosa " sino que era el momento de decirle a ese gobo sarnoso que a ver qué era lo que pretendía.

- ¿ Qué era lo que querías hacer precisamente con esa papelera? Y vamos, ya que estás explícame al menos lo de ese tomate pocho - y tierno - que ha contado el tipo grande y feo ese.

Aquel mequetrefe aún no había aprendido que lo de quedarse callado cuando se le preguntaba era lo peor que podía hacer y ya era la segunda vez que teníamos la misma función, así que en aquella ocasión, sin floritura ni pomposidad alguna, un rayaco enorme apareció de la nada y lo frió hasta convertirlo en algo así como una masa verde con ojos:

Lo que no quería decir que no le fuera a estar doliendo todo el tiempo y que si salía de allí, por sus propios medios no sería, porque como poco se lo llevaban con un recogedor o dentro de una botella. Eso sí, aún podría volver a hablar cuando se le preguntara o podría morir ya directamente, ambas opciones servían.

Me volvían a quedar el mono y el repeinado, porque al vikingo acababa de escucharle hablar demasiado así que miré al repeinado, pero porque me hacía gracia.

- ¿ Quieres continuar o... ? - Casi estaba gruñendo con aquella pregunta más que otra cosa.