Partida Rol por web

-¿Sean es tu padre?-dijo James mirando hacia Sophie-¿Y dices que murió? Mi padre también había muerto hace años Sophie, cuando lo encontré de nuevo en Bar Harbour. 

Sean Stark, el nombre no le decía nada. Pero el que Alessa supiese su nombre y les estuviesen esperando confirmaba que la presencia de Sophie en aquel lugar no era accidental.

-¿Y quién es Mischa?

James miró al resto de los presentes esperando que a alguien le resultase familiar este nombre. Pero no obtuvo respuesta.

Resultó que aquella niña no era Dahlia, si no su hija Alessa. Harry no sabía aún si podían confiar en ella, así que mientras amarraba el bote y ayudaba a bajar al resto, no le perdía de vista a la niña. Aunque su vigilancia, su mano cerca del revolver...todo se esfumó al oír el nombre de Sara. Hubo más nombres, pero en la cabeza de Harry solo se quedó uno.

-¿Y qué necesitas que hagamos?

El aspecto de aquella niño no hizo sino empeorar cuando nos acercamos, cubierta como estaba con cenizas y con parte de su ropa quemada, lo cual no pareció importar a James, quien se puso a hablar con ella como si nada mientras la tal Alessa dijo que teníamos que hacer algo por ella… y hubiese dejado de prestar atención a lo que decía si no fuese porque justo después dijo cierto nombre que borró de mi mente todo lo demás.

Sara

Con él, dijo también más nombres, pero lo cierto es que ni siquiera fui consciente de ellos, así como tampoco de todo lo que los demás empezaron a decir al respecto de dichos nombres, pues lo único que había en mi mente era el nombre de mi madre. ¿Qué quería decir con eso de "hacer algo por los que habíamos perdido"? Sin siquiera ser consciente de ello, avancé junto a Sophie hasta ponerme delante de la niña.

Mi madre acaba de morir por culpa de este sitio…- le dije, con rabia contenida y un tono que dejaba claro que al decir " este sitio " también estaba culpando a sus habitantes… a ella -¿¡Por qué has dicho su nombre!?- le exigí saber mientras aferraba con fuerza el mango del remo. En mi estado, por mucho que fuese una niña, no sabía lo que podía llegar a hacer en función de lo que me respondiese.

Cuando James se agachó para hablar con Alessa esta estiro su mano hasta quedar a la altura de la mejilla del empresario. Al mismo tiempo dijo:

- Deberían temer, temer por ustedes o por ellas porque mi madre tiene planes para ellas. ¿Y quien es Mischa? - pregunta jocosamente.

Entonces la niña tenebrosa toca el rostro de James y este cae hacia atrás por la visión que le es impuesta.

El recuerdo de la iglesia maldita y de Jules sacrificando su vida a cambio de sus bebes es un golpe que el empresario no puede enfrentar. De alguna forma entiende que la ultima gemela en morir esa tarde es Mischa, la “Jules” que él conoció y que hasta ahora no conocía su nombre autentico.

- Travis es otro tonto, como ustedes, que fue engatusado por las mentiras de mi madre. Ahora jamas podrá salir de aquí, y ustedes tampoco si no espabilan –

Y casualmente Steve, Harry y los demás recuerdan al extraño hombre que llegó poco después que ellos a la tienda de la estación gasolinera.

- Si, si. Todo es mentira, niégalo todo niña estúpida – responde Alessa a Sophie con su sonrisa desproporcionada.

Finalmente, retrocediendo sus pasos llega hasta la pared, donde las sombras ocultaban hasta ese momento una puerta de hierro que entreabierta brinda el paso seguro hacia el interior de la prisión.

- Solo quiero salirme con la mia – contesta a Harry mientras ella ingresa al pasillo y desaparece, envuelta por la oscuridad allí reinante.

- Una celda y una llave… - aclama en un susurro que muere en ecos dentro del pasillo.

El muelle comienza a agitarse a causa del fuerte oleaje, salpicando incluso a todos los que pisan el frio suelo de la isla. Pronto la oscuridad gana el sitio y la necesidad de iluminar el camino es necesaria.

¿Que harán los visitantes en la isla-prisión? La travesía aun no acaba...

Cuando James cae hacía atrás después de que la niña le toque, el detective corre hacía él y lo agarra antes de que este se vaya al suelo.

-¿Estas bien amigo?- Le pregunta.

La niña sigue hablando hasta que responde que solo quiere salirse con la suya. Entonces abre una pequeña puerta que lleva al interior de la prisión y desaparece en la oscuridad de la estancia.

-Parece ser que tendremos que continuar por la prisión... ¿no tenías un mapa de las celdas, chico?

Le pregunta a Steve.

- Si, si. Todo es mentira, niégalo todo niña estúpida – responde Alessa a Sophie con su sonrisa desproporcionada.

Sophie, cobarde hasta la médula cayó de espaldas al suelo cuando observó a la niña, ¿Cómo pretendía ella que fuera lista y que supiese de lo que iba todo aquello, si nunca había estado allí ni nadie le había hablado de aquel sitio? Lo único que era capaz de sacar en claro es que al parecer su familia si que estaba implicada en algo, sólo que no sabía el qué, ni entendía por qué tenía ella que pagar los platos rotos de nadie.

- ¿Y ahora que hacemos?- dijo al fin tocándose las sienes- ¿es mentira... es verdad?- dijo temblorosa para después dirigirse al grupo, a cualquiera que le diese una respuesta- ¿Es posible que mi padre esté aquí?- volver a ver a su padre sería algo maravilloso... pero no debía emocionarse, tenía asumido que había muerto la idea de volver a verlo, de estar con él era una esperanza que le llenaba de alegría... pero si mentía... si mentía, no... no podía caer, ¡iba a volverse loca! se sujetó la cabeza con un repentino mareo, tenía ganas de vomitar.

Esa niña termina siendo más tenebrosa que cualquier otra cosa, con sus misterios y esa necesidad de imponerse tan sutilmente, que da escalofríos. Pero Jules no dice nada, se mantiene en silencio mientras los experimentados en este lugar actúen en consecuencia. 

No obstante avanza hasta quedar junto a su Padre, no piensa separarse de él bajo ningún miramiento, aunque la duda le carcome cuando la niña habla de una tal Mischa mientra toca el rostro de James. No sabe si está viendo algo, si quiere hacerle daño o similar. Así que apretando los dientes con fuerza, se mantiene como un animal al acecho, observando todo pero sin miras de atacar de momento. 

El hecho de que no solo no me contestase, sino que incluso me ignorase mientras respondía al resto como si la mención de mi madre no tuviese la más mínima importancia para fue demasiado para mí, por lo que al ver como empieza a meterse por una puerta de hierro que no había visto hasta ese momento, salí a por ella con la intención de impedir que se marchase e ignorando a James, que había caído hacia atrás con un mero toque de aquella cría.

¡¿Dónde vas?!- le grité, abalanzándome hacia delante con el remo en alto para golpearla con él si era necesario, pero por desgracia, desapareció en la oscuridad que había tras la puerta antes de que pudiese alcanzarla como si la propia oscuridad se la hubiese tragado -¡¡¡Contéstame!!!- le grité a la oscuridad, ignorando a Harry, Sophie y a todos los demás -¿¡POR QUÉ HAS HABLADO DE MI MADRE!?- volví a preguntar.

Las respuestas quedaron en segundo plano con la desaparición de la niña bajo el manto de oscuridad. Entonces el pasillo fue atacado por la luz de la linterna de Jane, quien furibunda intentó atacar a Alessa con el remo. En cambio nada encontró allí. Solo un breve sendero que lleva a una escalera de hierro que desciende a las entrañas de la prisión.

Todo lo demás fue oscuridad.

A simple vista la escalera parece pender de la nada misma porque el pasillo incluso pierde forma para acabar en un espacio en apariencias abierto y sin limites aparentes. Solo una desvencijada escalera de hierro oxidado es lo único que permite el avance a los visitantes. Un cartel de “salida” cuelga en las vigas al comienzo de la escalera, prestando a confusión cuando la escalera representa un ingreso dudoso a la prisión.

Desde el fondo de la escalera, y el insondable vacío que la rodea, una briza congelada llega por sorpresa para golpear el rostro de aquellos que se atreven a ingresar.

Sophie no conseguía entender el motivo de su estancia en aquel sitio, lo único que quería era salir de allí y para conseguirlo debía permanecer al lado de los señores mayores, el muchacho rubio y las hermanas... así que tras dejar que la más agresiva, Jane se desfogara con su remo, pegando al aire... miró hacia las escaleras y después a la oscuridad, tratando de mantener la calma, para después dirigirse a James, que era sin duda el más sensato de todos y el único que tenía el detalle de tratar de responder a sus múltiples interrogantes.

- ¿Debemos bajar?

James abrió los ojos como platos, tendido aún en el suelo. En su rostro mostrata una expresión de horror y desasosiego. Apenas pudo reaccionar antes de que la niña...Alessa...desapareciese de su vista. Todo sucedía a sus ojos como a cámara lenta.

Mischa...

¿¡POR QUÉ HAS HABLADO DE MI MADRE!?-

Mischa...Jules...es...¿es el nombre verdadero de Jules?

De pronto pareció recuperar la compostura. Se incorporó hasta sentarse en el suelo. Respiró hondo y su pulso se fue normalizando.

-Reserva tus fuerzas-dijo en respuesta a los impulsos sin sentido de Jane-Te harán falta. Y claro que ha nombrado a tu madre. Ella era uno de nosotros. Y vosotras sois el fruto de su vientre. Si estáis aquí es porque sois hijas de...Mischa.

Frente a ellos se mostraba una pasadizo lúgubre. Unas escaleras que bajaban hasta las entrañas de la prisión. James pensaba acerca de lo sucedido. Aquella niña, Alessa, le recordaba a su madre, pero había algo perverso en ella. Sí, su madre les había ayudado tiempo atrás. Pero había pasado mucho tiempo y aquella niña no era su madre. Fue Sophie la que hizo en alto la pregunta que él mismo se estaba haciendo.

¿Debían entrar?

-No...no lo se. Si esto se parece en algo a Bar Harbour, ahí abajo solo nos podemos encontrar el horror. El único motivo por el que podría meterme ahí abajo, sería para llegar a la luz al otro lado del túnel. Pero no tenemos ninguna prueba de que exista esa luz. Supongo que deberíamos explorar otras opciones antes.

¿Mischa es mi madre? ¿Y por qué se la hacía llamar Jules? - pregunta mentalmente. 

Sin esbozar palabra alguna y con demasiadas dudas sobre su espalda, decide seguir los pasos de su padre como si fuera lo último para hacer en su vida. La cuestión es bastante simple, más ahora que la verdad se escurre entre tanta oscuridad. 

- Nada bueno puede sucedernos, eso creo que ya se sabe de antemano... Padre tu me has preparado para esto, así que llegaré hasta el final. Hasta donde la vida y la voluntad me alcance. - responde segura. 

Está de más decir algo que ya se comprende, al menos para Jules cada pesadilla vivida cobra color y no puede huir de su destino ya dictaminado. Es retomar un tóxico ciclo que puede causar la muerte. 

- Jane, gritando no llegarás a ningún lado. Es hora de que comiences a entender cómo es esto, cuanto más te dure ese estado, peor nos irá. 

-James tiene razón, antes de meternos ahí abajo tendríamos que ver que otros caminos posibles tenemos.

El detective se separó unos pasos para mirar por alrededor a ver si había otro camino, a parte de meterse por el túnel oscuro que les esperaba allí abajo.

¿Había alguna pista en el verdadero nombre de la madre de Jules y Jane? Harry no lo tenía claro, quizá sería una cuestión para investigar más tarde.

El detective se separó unos pasos para mirar por alrededor a ver si había otro camino, a parte de meterse por el túnel oscuro que les esperaba allí abajo.

Harry y James actuaron conjuntamente en otros senderos menos peligrosos que la escalera que desciende a las entrañas de la prisión.

En cambio hallaron una escalinata zigzagueante que peligrosamente trepa por los acantilados hasta perderse en la niebla. El nuevo camino no se encuentra libre de peligros porque un paso en falso supone una caída libre de varios metros hasta las rocas y el agua.

Al menos de esa forma la muerte llega en un instante.

Poco antes Steve le da el mapa a los dos hombres a cargo, con la finalidad de un mejor empleo del descubrimiento.

 El mapa de la prisión, aparte de los dos nombres apuntados, no revela nada significativo, quizás siendo la celda A5 la única pista que arroje algo de luz sobre el misterio de los jóvenes Mathews y Stark.

Además, si las palabras de la niña son ciertas, existe la posibilidad de encontrar algo de interés. Algo que más de un corazón ansia...

¿Desaparición?
¿Por que estaba ese nombre en esa selda?¿por que en aquella prisión?¿y si en verdad su padre no podía regresar por estar preso y si todo fue una mentira?
¿por que mamá, por que ella...?
Pensaba.
-necesito tu linterna- le dijo a Jane de frente y de un modo directo, casi como una orden.
Extendió su mano con la palma abierta esperando la linterna y mirándole a los ojos, rogándole con los ojos. Así como siempre había sido él con un caparazón duro pero un niño asustado por dentro, así actuaba, mezquino por fuera pero mostrando con sus ojos su temor a tener que seguir adelante.

Por desgracia, mis gritos exigiendo una respuesta no obtuvieron nada más que su propio eco resonando en aquella oscuridad en la que una desvencijada e inquietante escalera de metal se adentraba. Entonces, a mi espalda escuché una respuesta… aunque no una que tuviese sentido, no para mí al menos.

¿Mischa? ¿De qué narices hablas?- le pregunté a James, confundida por lo que había dicho. Al fin y al cabo, cuando aquella extraña cría había mencionado a Sara, había borrado de mi mente todo lo demás -No sé de qué estás hablando, y me da igual, mi única madre es Sara- le espeté, pues aunque sabía que realmente no compartíamos sangre, para mí, eso era lo de menos. Mi madre era Sara, nadie más, y si volvía a encontrar a la niña esa, le sacaría a golpes las respuestas.

Por otro lado, cuando Jules me dijo que debería dejar de gritar, la única respuesta que recibió de mí fue una mirada asesina, que, de no haber sido por el hecho que lo último que mi madre me había dicho era que dejase de pelearme con ella, habría ido acompañada de una buena ración de insultos. Al fin y al cabo… ¿quién era ella para decirme nada cuando hasta el momento no había hecho nada de utilidad? Por ello me quedé observándola con odio y en silencio mientras Harry y James buscaban otro camino que no fuese adentrarse en aquella oscuridad… al menos hasta que el otro tipo, en quien apenas si había reparado hasta ese momento, me habló.

¿Mi linterna?- repetí, desconfiada por el tono con el que me había hablado y confusa al no saber a qué se refería… después de todo, tras el accidente y lo que pasó después, ni siquiera era consciente de que llevaba aún conmigo de todo lo que habíamos cogido de la casa y la gasolinera*.

La opción que encontraron tampoco parecía la más segura del mundo. Además, el chico que les acompañaba parecía ansioso por entrar en la cárcel.

-Chico, ¿Buscas a alguien allí abajo?

Además, la chica había entrado por ahí y les había hablado de Sara... quizá era la mejor opción entrar.

Johan, es mi padre, vine hasta aquí a buscarlo. Tengo que ir a la prisión, el mapa marca su nombre- le contestó a Harry
Al parecer todos estamos aquí por algo o alguien, y me refiero a "aqui" no por el lugar en si, me refiero a esta pesadilla, esto es muy extraño pero al parecer ustedes ya han estado aqui, y tal vez sepan más el por que estamos aquí- le dijo tropezando sus ideas y palabras.

Sophie agradeció en el alma que en vez de bajar por las escaleras James y Harry hubieran encontrado una alternativa, no sabía por qué pero tuvo la sensación de que se hubieran adentrado en la boca del infierno de haber optado por las escaleras... aún así el lugar elegido para el descenso tampoco era un camino de rosas, pues tuvieron que hacer frente a un camino peligroso donde el vértigo le jugó varias malas pasadas a la pelirroja, que tuvo que aferrarse con todas sus fuerzas a la pared o todo lo que estuviera disponible para no caerse.

Al parecer todos estamos aquí por algo o alguien, y me refiero a "aqui" no por el lugar en si, me refiero a esta pesadilla, esto es muy extraño pero al parecer ustedes ya han estado aqui, y tal vez sepan más el por que estamos aquí

- Yo ignoro por qué estoy aquí... no vine buscando nada, en realidad no se como he venido... pues nunca he estado aquí, ni conocía nada de toda esta pesadilla, como bien la has llamado... pero parece ser que mi familia está relacionada con este sitio... así que supongo que podré encontrar respuestas en la prisión, aunque ahora mismo preferiría salir, antes que saber nada...- confesó la joven Stark ante las palabras del rubio.

- Jane, comprende... Sara es la persona que te crió y Mischa es la que te dio a luz, no molestes con tus dudas. -  responde tajante Jules. 

Es que al ver como su hermana permanece negada a todo, simplemente considera hacerle una lobotomía o ahogarla en el mar debido a su necedad que sorprende de sobremanera. No obstante, la rubia es un ser que no pierde la calma y por más que su melliza esté muy lejos de comprender todo lo que en verdad sucede, prefiere reservarse todo el arsenal de cosas que debe decirle. 

- Padre. ¿Te encuentras bien? -  pregunta sincera y luego observa a Steve. - Creo que tu padre y nuestra madre tuvieron algo. ¿Es así Harry, James?