Partida Rol por web

Aquí comienzan vuestras correrías por Menzoberrazan.

Con mil ojos puestos no solo en el suelo, sino a los lados e incluso a las ventanas de los edificios, avanzamos tranquilamente, deteniéndonos en los puestos de empeño o cosas usadas, o incluso en aquellas tiendas de peor fama que no dudan en comprar y vender objetos robados.

Caminamos hasta ver alguna posada donde se permita la entrada a todos los habitantes, pues seguro que es más fácil que se le escape a un mierdecilla que a un drow.

Después de caminar por el bazar sin que nada de lo que veis os recuerde algo,  observáis como un orco y  un semidrow entran en una posada tallada en el interior de una estalagmita, su contorno está iluminado mediante unas luces que cambian de color lentamente, tras cruzar vuestras miradas tomáis la decisión de entrar, para hacerlo pasáis bajo un cartel que cuelga en la entrada con una ilustración un poco ajada por el tiempo de dos minotauros bailando abrazados.
Una vez dentro tenéis que esperar unos instantes para que vuestros sentidos se acomoden tanto al exceso de luz, como al exceso de humo de tabaco que flota en el ambiente.

El lugar está bastante concurrido por todo tipo de gente, podéis ver sentados en silencio y en una mesa apartada del resto a un grupo de drows, que beben a sorbos de sus copas de vino, pero el resto del local se encuentra lleno de gente de otras razas, goblins  orcos, duergars e incluso algún humano, pese al gentío todavía se puede ver alguna mesa libre, ya que  la mayoría de los parroquianos se apretujan contra la barra, donde no paran de pedir jarras de cerveza
Al instante vuestra atención es captada por el inmenso y cornudo camarero que se encuentra tras la barra, y no sólo por su tamaño, sino porque parece que por cada jarra de cerveza que sirve, él se bebe otra. Un enorme garrote preside la pared tras la barra, y la musculatura del minotauro os hace pensar que aún borracho es perfectamente capaz de blandirlo sin esfuerzo.

Tranquilamente me dirijo a una mesa y la señalo Sientate ahí Yizston, voy a pedir un par de vinos. digo mientras le miro significativamente mientras muevo la cabeza a derecha e izquierda muy levemente antes de alejarme hacia la barra.

Una vez allí, alzo la mano con dos dedos levantados ¡DOS VINOS!, acto seguido me doy la vuelta para mirar la sala mientras espero a que me sirvan. Aprovecho para intentar localizar al orco y semidrow.

Toruk, ya atiendo yo al joven, las palabras que acabas de escuchar las ha dicho una pequeña drow que sujeta una bandeja de acero bajo su brazo, acto seguido se dirige a tí  las mesas las atiendo yo, póngase cómodo junto a su amigo y enseguida le sirvo sus copas de vino.

Girándome hacia la pequeña drow Disculpe, ya me siento. mietnras me encamino a mi mesa, busco alguna otra que pudiera estar más o menos cerca del semidrow y los orcos.

Os acomodáis en una mesa junto al grupo de orcos, y enseguida Laetinia os trae el vino

Tocando el hombro de Yilmaz, le hago un gesto con la cabeza para que me siga hasta la siguiente mesa, más cerca de la barra Vayamos allí mejor, estaremos más cerca de la barra, jajajajaja

Con una sonrisa, tan poco habitual en las caras de los drow, la posadera deja las copas de vino en la mesa y os dice, mi nombre es Laetinia, soy la dueña de esta posada "Los alegres minotauos" o los "Los dos minos" como los conoce casi todo el mundo, cualquier cosa que deseen los señores no duden en pedirla a mi o a mi camarero Toruk, termina señalando hacia la barra.

Con semejante camarero no creo que haya muchas peleas ¿no? digo alzando las cejas con una sonrisa que hace que la cicatriz que cubre mi cara se estire haciendome más feo de lo ya soy.

Con un encogimiento de hombros   las peleas son inevitables, pero aquí siempre acaban igual, ¿no ves todas las muescas del garrote?, pues habitualmente no lo usa para despejar la taberna de parroquianos pendencieros   hace una pausa mientras mira con orgullo al minotauro   ha sido mi mejor inversión, no sólo da seguridad al negocio, sino que es un gran reclamo para los bebedores compulsivos   añade con una sonrisa.

Con una sonrisa, recojo la copa de vino y me voy a la otra mesa.

Tras retirar la silla, tomo asiento de espaldas al grupo mientras Yilmaz los mira de frente

Asi que otra vez estamos en la carretera. La verdad es que pensaba que lo de comerciar con madera era algo que ya no destilaba, pero me han dicho que aquí hay buenos comerciantes. le digo comenzando una conversación.

Al salir de la casa os dáis cuenta de que todos lo pasadizos se os aparecen iguales, no sois capaces de distinguir claramente puntos de referencia para orientaros, gracias a Lloth os preceden Yilmaz y Szordrin; el explorador se mueve con seguridad y os conduce a todos, incluído Assim que os sigue, a una serie de pasadizos cerca de la gran caverna y poco frecuentados por las patrullas.

Una vez en la enorme caverna os separáis según lo acordado y os dirigís al Bazar.

El estruendo de la barra no os deja oir nada de la conversación, el minotauro sirve cada cerveza con un estruendoso chocar de jarras, y las continuas bromas y peticiones de los clientes ahogan los sonidos de la conversación del grupo de orcos. 

Yilamz achina los ojos como si le ayudara a escuchar, pero poco después se rinde ante el jaleo y te contesta, aquí no creo que haga negocios ningun tipo serio, esto es un cachondeo  poco después añade  tú sabías el nombre del tipo con quien queremos hablar ¿por qué no le preguntas directamente a la pequeña lo que queremos saber?

Alzando las cejas y asintiendo, espero a que la joven pase por nuestro lado

Perdone, señora, ¿podría decirme si ha oído el nombre de un tal Manus? nos han hablado que es un cuidador de esclavos, y tal vez nos interesaría visitarle digo poniendo una moneda de oro en la mesa.