Partida Rol por web

Veo que Ruby se queda algo atrás con el chico aparentemente ciego debido a sus vacilantes pasos y sus gafas de sol. Miro al otro lado y veo a Eddie avanzando por el túnel o puerta con turbulencias. Por otro lado el chico callado decide irse, una nueva mujer aparece. Esto cada vez es más confuso. Demasiada gente, cada uno venido de un lugar, muchos adultos diciendo lo que tenemos que hacer incluso amenazando y un portal extraño que nos lleva a una batalla.

Casi empiezo a preferir la cárcel, al menos sabes que no te vas a enfrentar a criaturas extrañas venidas de no se donde. Si acaso conocería a un tipo negro llamado Jack y apodado Decker del que tendría que resguardar mis posaderas para no ser taladrado. Aquí los espíritus, los lobos, los animales salvajes... quién sabe.-Voy dentro-digo intentando dar seguridad, pero por dentro voy echo un flan. Me crujo los nudillos y me adentro en el puente.

A ver niño, te vienes conmigo digo mientras cruzo el claro guiño un ojo a los presentes y cojo a Patrick por el cuello empujandole dentro del puente lunar volvere en un par de dias con noticias y puede que con alguno de ellos si esta herido. Odio ser una maldita niñera

El puente esta frio, demasiado frio como si fuera el polo. Sentis algo a vuestro alrededor como si os abrazaran y os protegieran, a vuestros pies un animal, un buho posiblemente, no estais seguros. Cuando alzais la vista veis una serpiente enrollada que os atrapa en sus anillos y al cabo de un segundo estais en un entorno selvatico, humedo y sofocante.

El os mira y os hace un gesto mientras se quita la chaqueta del traje y la camina dirigiendoos en el viaje atraves de la espesura

-Ha sido lo más raro que he...- dejo la frase a medias. Ya no sabría asegurar si realmente es lo más extraño que me ha pasado nunca pero podría apostar a que vendrán más.
Acaricio mi vientre donde supuestamente la serpiente me agarró, pero ya no hay rastro ni marcas de eso. ¿Fue una especie de alucinación? Todo raro, muy raro.
-Esto es una especie de selva, vete a saber dónde estamos...- lo comento en voz alta para informar a Shiro, aunque supongo que por al humedad, el calor y los ruidos que nos envuelven se peude hacer la idea. Resoplo sonoramente y me quito la sudadera metiéndola en la bandolera con un chasquido de lengua.
La camiseta me va un poco pequeña. Bueno no, creo que es así, pero no me gusta enseñar el vientre, es algo a lo que no estoy acostumbrada. Intento estirarla pero no da más de sí y la dejo como estaba. Dudo que alguno de los presentes vaya a prestar atención y al fin y al cabo hace una calor de mil demonios.

Entrecierro los ojos y miro alrededor con mis ojos de miope.
-¿No dijo que debíamos buscar a otra manada...?- pregunto antes de dar un respingo y empezar a seguir al tipo corpulento deseando que no corra demasiado. Noto cómo me cuesta respirar aquí y en realidad se nota en el sonido que hago al inspirar también con la boca pero aún así no digo nada, al menos de momento.
-¿Cómo te llamas?, ¿nany?- pregunto riendo por lo bajo, aunque quizá no le haga mucha gracia...

vo y trato de defenderme , pero su presa es demasiado fuerte y acaba lanzandome al otro lado de esa especie de agujero.una vez en el otro lado se interna en la espesura sin decir nada. confuso y desorientado sigo al resto de personas para no quedarme solo.Poco a poco la realida del entorno empieza a golpearme , mil fragancias exoticas pelean por ocupar mi recientemente refinado sentido del olfato a la vez que un calor bochornoso hace que la ropa se me pegue al cuerpo , afortunadamente la camisa de seda es bastante fresca y no deja relucir la transpiracion. miro al resto y finalmente me decido a hablar . Hola me llamo Patrick , alguno de ustedes seria tan amable de explicarme que esta pasando y que hacemos aqui?

Lo primero que hago cuando todo termina es mirarme la punta de los dedos. He sentido un cosquilleo constante durante la corta travesía, que se va disipando progresivamente ahora que pisamos tierra firme. El paso por los mundos espirituales, aún siendo tan breve y fugaz como el recorrido de un Puente Lunar, es algo a lo que aún no me he habituado del todo. Todo llegará, el conocimiento llega con la experiencia, y ésta se logra dando más importancia al camino que al destino.

Una vez el cosquilleo desaparece, elevo la mirada a nuestro alrededor. Una selva. No tengo conocimientos suficientes para acreditar una zona geográfica tan solo basándome en el cima y la vegetación, pero yo diría que con esta humedad no se trata de África. Me atrevería a proponer que se trate de alguna región de sudamérica o centroamérica. Aunque quizás me equivoque. Siempre he oído historias acerca de los Garous que luchan por proteger el Pulmón de Gaia, la selva amazónica. Pero dudo que sea el escenario donde unos cachorros puedan afrontar su Rito de Iniciación. Demasiado riesgo.

La humedad y el calor son difíciles de asimilar, y tengo que concentrarme para controlar la respiración y no sufrir cierto mareo debido al brusco cambio. Mis ropas comienzan a sufrir los efectos del sudor que mi cuerpo comienza a segregar, de modo que me quito la parte de arriba y decido caminar con el torso al descubierto, aprovechando la ligera brisa que se cuela entre la frondosa vegetación para regular mi temperatura. Enrollo la camisola y me la ajusto a la cintura a modo de fajín.

Entonces echo una mirada para asegurarme que "mis cachorros" han llegado sin contratiempos. Busco a Melinda, quien al parecer prefiere que la llamen Ruby, y después a Ed. En el camino se cruza el fornido desconocido que tiene que ejercer de "cuidador" del grupo, y que nadie ha tenido la cortesía de presentarnos. A s espalda, Ruby ha decidido seguirle para no perder el ritmo. La chica tiene iniciativa, eso es bueno. Se adapta, y es el primer paso para un cambiante. Hay que adaptarse a los cambios.

Aún no veo a Ed. Es curioso, porque entró en el Puente antes que Ruby, pero esas cosas pasan. Tiempo y espacio poco valen en el mundo espiritual. Decido esperarle, bastante mal lleva todo esto como para que se encuentre solo al llegar a un lugar tan remoto como éste.

Comienzo a andar por el puente lunar y una extraña sensación me invade. Es algo que cabía esperar. De pronto un intenso frío me rodea y puedo notar como el vaho de mi respiración me nubla la vista. Cuando vuelvo a ver me encuentro con un animal en frente mía, es un búho.-que cosas más raras, ahora frío, ahora un búho, ahora... agagggaggg-noto como algo me agarra y tira de mí hacia arriba. Miro en esa dirección y veo que es-¡una serpiente!-me tiene atrapado y me levanta del suelo. Pestañeo y estoy en una selva. Calor sofocante, humedad extrema.-Me muero.

Miro a mi alrededor para ver qué hay mientras me remango la camiseta. Veo como Ruby se ha quitado la chaqueta y se adentra en el bosque junto con el tipo grande y Eddie está a mi lado. Parece como si estuviera esperándome. No veo al chico de las gafas de sol, pero al menos parece que he caído en el sitio correcto-jeje, hola Eddie-digo algo nervioso-¿pasamos otra vez?-digo bromeando.-Esto flipa más que la hierba de Jack.

Tras cruzar el puente lunar, se apoya en Ruby nuevamente, Soy ciego no sordo, dice a la muchacha tras haberle gritado. Respira hondamente escuchando las toscas palabras del guia que ha aparecido, un Barbaro en estas espesuras

Mas que una manada una Tribu, y creo que este individuo nos guiara,dice a Ruby pero creo que nos llevara por el camino largo y duro, ellos no suelen ser muy amigables y son algo borricosbajando la voz mas de lo normal susurra a Ruby casi al oido confundiendo casi su voz con el viento.

Me giro con el rostro frio y serio hacia Ruby y hago una mueca, una medio sonrisa

Si me llamas nany te aseguro que no vuelves a comer solido en al menos un mes y el que te intente ayudar otro mes mas para el. ¿Entendido? luego miro al ciego TEned cuidado no sea que tropiece con algo y le tengais que llevar entre...bueno dudo que los hombres del grupo puedan aguantarle, sois nenitas

Vuelvo a mirar al frente y crujo el cuello antes de volver a comenzar el camino Ahora calladitos si no quereis recibir una visita de los hombres del saco... digo en tono burlon mientras aparto unas ramas y veis un campamento militar con gente moviendose Bienvenidos a la Base Uno. Mi hogar, yo soy Golgo Colmillos de Acero

Se me borra la sonrisa al escuchar al tipo como le habla a Ruby-¿Entendido? ¿otro que nos amenaza?-Esto ha sido la gota que colma el vaso. Me aseguro de que mis mangas están bien remangadas para que no me molesten. Miro a Eddie, puede que por última vez y echo a correr hacia delante.-¿nenitas? ¿hombres del saco?-Miro de reojo a Ruby por si la próxima vez que la tenga delante tengo que llevar las gafas que lleva el chino porque me hayan puesto los ojos del revés.

Sigo corriendo hacia delante hasta tenerle a un metro, momento en el cual salto y con el brazo derecho armado trato de ponerle la cara del revés de un puñetazo.-Me cago en tu puta madre-digo con toda la mala leche que puedo. Quizás sea lo último que mi boca sea capaz de pronunciar en la vida, pero la ira me domina, quizás Amanda tuviera razón. Tengo que canalizar mi rabia, en este caso, en su cara.

Las palabras del tal Golgo "Colmillos de Acero" no me sorprenden. Su aspecto ya me había recordado a los aguerridos guerreros del Túmulo de los Cinco Vientos. El mismo porte, el mismo modo de caminar, la misma mirada llena de ira y desprecio. Nada que no conozca ya, nada con lo que no haya tenido que lidiar demasiadas veces sin éxito. Con el tiempo aprendí que no era algo contra lo que se pudiera combatir, sino algo que se debe evitar e ignorar. Demasiados de los nuestros están dominados por el orgullo y la rabia, y son incapaces de ver mas allá de sus propios colmillos. Es su error, no el mío. Que se ocupe de sus asuntos, que yo haré lo mismo, y trataré de evitar que otros lleguen a ser como él. Por el bien de la Nación y el suyo propio.

- Me cago en tu puta madre

¿Co... como? ¡¡Ed!! No, no debes hacer eso... Veo al Cachorro dominado por la ira, lanzándose a un combate suicida. No puedo permitirlo. Veo cómo pasa a mi lado, y alargo los brazos para sujetarle. Me agarro a él, le sujeto con fuerza, mientras trato de calmarle.

- ¡¡No, Ed!! ¡¡Vamos, déjalo!! No te rebajes a su nivel. Él es así, no puede evitarlo. Tú no. Tú eres mejor que todo eso.

Pero el muchacho no deja de debatirse, de modo que me acerco más al sujetarle y, entre susurros, trato de usar una última estrategia desesperada.

- No dejes que Ruby te vea así...

-Espero que no sea tan largo porque el aguante no es lo mío...- susurro en respuesta a Shiro, que ha vuelto a apoyar su mano en mi hombro mientras intento evitar las zonas con más rocas o ramas para evitarle más dificultad de la que ya debe tener el terreno de por sí para él.
-¿No te han explicado nada? Yo no es que sea la más enterada pero bueno... Esto es un rito de iniciación, para ser aceptados cómo Hombres Lobo que somos- lo digo con tanta naturalidad que parece que haya estado en esto toda la vida pero ni siquiera estoy del todo segura de si se lo he dicho bien... En todo caso apuesto a que en tal caso alguno de los pacientes orientales me corregirá.

Emito un resoplido mientras las gotas de sudor empiezan a poblar mi frente y el gorila calvo responde. Camino por detrás de él haciéndole muecas y gestos de burla, para mi gusto sólo dice estupideces... ¿se cree Rambo?
-¿Tu hogar? Esto lo explica todo...- comento inevitablemente ante la visión del campo militar. Es el sitio menos acogedor que se puede tener por "casa", a mí no me ocurriría llamarlo así.
Y entonces todo se precipita cómo un castillo de naipes mal montado. A Edward se le ocurre la estupenda idea de intentar golpear al gigantón idiota e insultarle. Vale, ¡supongo que en verdad es precisamente porque no lo ha pensado!

No puedo evitar sobresaltarme y alarme ante la inmediata posibilidad de que acaben peleándose, todos sabemos cuál sería el resultado en tal caso. Por suerte Eddie consigue sujetarle así que yo también me acerco.
-No hagas el tonto Ed, que si él es estúpido tú no debes serlo... ¿a quién le importa las gilipolleces que diga? Si hasta el nombre es cutre...- digo entre murmullos para intentar calmar el ambiente y quitarle importancia al asunto, aprovechando que Eddie le ha retenido para sujetarme a su brazo. Dudo que vaya a ningún sitio ahora, me agarro cómo una lapa si hace falta.

Con Ed sujeto entre mis brazos, y al ver a Ruby acercarse para ayudarme a contenerle, me doy cuenta del otro peligro en estos momentos. Aún si Ed no le ataca físicamente, hay un daño que ya está hecho: le ha insultado. Hay Garous que no reaccionan al insulto, pero temo que Golgo no sea uno de ellos. Los hay que no reaccionarían en respuesta a una ofensa perpetraa por un Garou tan inferior, pero dudo que Golgo sea de esos. Los hay que detendrían su reacción al ver a su ofensor retenido por otros Garous, y lo que me preocupa es que Golgo no sea de esos.

De modo que hago lo único que creo que puedo hacer.

Le lanzo la más dura mirada que soy capaz. No es una mirada de amenaza, no pretendo que me tema pues sería imposible. No, es una mirada de súplica y advertencia, la súplica de que lo deje estar, y la advertencia de que emplearé todos y cada uno de los mínimos recursos de que dispongo para impedir que haga lo que temo que podría hacer contra Ed. Se que no puede temerme, pero también se que puede replantearse las ganas de hacerlo. Después de todo, no somos nadie para él ¿no? ¿Por qué mancharse las manos?

Oyes los pasos apresurados de Edward hacia vuestro interlocutor mientras grita algo con voz amenazante, notas la rabia en el ambiente, en sus palabras y en sus movimientos, perturbadores.

Al oir los pasos apresurados de Edward pongo mi baston por delante para que tropiece con el y no llegue a su enemigo.
Si eres paciente en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza digo mientras espero a que continuemos el camino. Y otra cosa digo mientras levanto el dedo Si te caes siete veces, levántate ocho.

Golgo se queda extrañado pero la mirada de Eddie no la pasa por alto y sonrie mientras con un gesto lo dice todo, nos veremos pronto a solas y veremos si eres capaz de sostener tus palabras con echos. Se gira dejandoos y vuelve al campamento donde es recibido por todos con vitores.

Me doy cuenta de que mis pulsaciones están completamente aceleradas, siento un gran ardor en el rostro y la mirada se me nubla por momentos. De repente, lo que acabo de hacerme parece una soberana estupidez. Y sin embargo, hace apenas escasos segundos me parecía mi desesperada última salida.

¿Por qué? ¿Por qué exponerme de tal manera, para proteger a otro? ¿Por qué sobrepasar los límites de lo sensato, enfrentando un adversario infinitamente superior? No por orgullo, eso no. Aunque es habitual entre los miembros de la Nación, no es lo habitual en mi caso. ¿Compañerismo? ¿Amistad? ¿Instinto de protección? No terminan de convencerme...

Responsabilidad.

Ahora las palabras de Jubei resuenan ahora inexplicablemente en mi mente: "Creo que se ha planteado al verte y oírte que tu seas el elegido para hacerlo"... "Pronto veras si estas capacitado"... "Míralos, están ahí perdidos, a veces el Philodox no solo es juez, también es alguien que debe ver mas allá"... Todo eso comienza a cobrar sentido ahora. Sin pensar en mí he saltado a proteger a uno de los míos. Nunca he sentido que nadie hiciera lo mismo por mí, pero si alguien lo hiciera le seguiría hasta el final. Eso debe ser el liderazgo.

Hasta el final... ¿Realmente estoy dispuesto a asumir tamaña responsabilidad? ¿No expondría a aquellos que me preocupan a riesgos innecesarios como los que acabo de correr yo mismo? Supongo que, en el fondo, no está en mi mano tal decisión. El tiempo dirá. El tiempo... y Gaia.

Ayudo a Ed a levantarse y, sin mediar palabra, emprendo camino hacia el campamento.

-Creo que esa ya la habías dicho...- comento ante la primera frase de Shiro a la cuál no presto demasiada atención, ya que todo mi cuerpo está algo tenso y mis brazos agarrotándose alrededor del de Edward para que no intente ningún movimiento o ataque extraño hacia el gorila calvo. El tío le hace un gesto raro a Eddie, amenazante, para variar un poco, y mi ceño se frunce mientras el resto se relaja un poco.
-Yo también sé proverbios de esos: "La inocencia de un ratón puede mover un elefante", hehe...- sonrío ante mi ocurrencia aunque no recuerdo del todo dónde lo leí. Supongo que en alguno de los muchos foros en los que suelo postear... Joder cuando llegue a casa tendré que leer mucho para ponerme al día.

Chasqueo la lengua y entorno los ojos con un hondo suspiro al oír de fondo los vítores en el campamento.
-¿Si le aclaman qué tipo de tribu será? Creo que no vamos a encajar demasiado bien...- aún así empiezo a andar con cierta desgana, siguiendo a mi propio maestro Kung Fu. Esto es surrealista... y lo peor es que en parte me gusta.

Agacho la cabeza apesadumbrado y notoriamente deprimido , cabizbajo y pensativo , que sigue a rubi y a Shiro por inercia , sin mirar. No no fue un sueño , cambie de verdad , y voy a tener que vivr con ese sabor en la boca por siempre ,Conflicto , es lo unico que parecen entender estas gentes , han humanizado un increible forma de sentir la naturaleza con guerras y odios , por muy fieras que seamos , la parte humana prevalece. Lo que tenga que ser sera , vamos Patrick , puedes pasar por ello y sin cambiar tu manera de ser , si esta tiene que ser mi nueva gente , si tenemos que formar "manada" , sera mejor que me espabile y aprenda lo que pueda para sorevivir en este mundo de locos.
Pronto uno vitores me sacan de mi pozo de ensimismamiento. Hemos lelgado a una especie de poblado en el que se vitorea a Gogol . ya esamos , otro lugar del mundo donde solo se valora la fuerza, va a ser duro adaptarse.

Mi intento suicida de patearle el culo al tal Golgol o como se llame queda frustrado tanto por Eddie como por Ruby, por no hablar del leñazo que me da el "ciego" en la espinilla que me hace tropezar a mitad del salto. Forcejeo en el suelo mientras Eddie y Ruby me dicen que me tranquilice y no le siga el juego. Solo tengo ganas de partirle la cara, pero será mejor que por ahora no insista más, esta claro que intentan salvarme la vida.

-Vale vale, ya se pasó. Estoy tranquilo-digo levantando las manos y dejando mi cuerpo lacio para que vean que no opongo resistencia. Cuando al fin me sueltan me levanto del suelo y me sacudo la ropa, tengo polvo hasta en el pelo tras el porrazo, pero nada que una buena sacudida no elimine. Es entonces cuando desde el campamento se escuchan risas y alegría generalizada al ver al bastardo que nos guía.

Ya nos veremos las caras-pienso mientras Ruby me sujeta del brazo y caminamos tras él.-Tranquila Ruby, que me vas a cortar la circulación-digo sonriéndole y relajando el ambiente.