Partida Rol por web

¡¿Hormigas?! supongo que no estaremos hablando de esos pequeños seres, que pueden resultar en ocasiones molestos pero que con un simple pisotón se soluciona el problema. Como supongo que será algo bastante más serio la ayudaremos si eso sirve para que los suministros vuelvan a fluir y podamos adquirir las mercancías que necesitamos para irnos cuanto antes de este pueblo, y si ya que nos ofrecemos a acabar con el problema espero que el precio por las mercancías que necesitamos sea de lo más razonable. Una vez dicho esto se acerca hacía la joven y coge la bolsa que les ofrece
Si es usted tan amable de indicarnos donde podemos encontrar a esos malditos insectos partiremos con gusto, por lo menos por mi parte

Mmm... Esto me huele a chamusquina. Pero bueno, un trabajo es un trabajo y parece que Sedrik está encantado con la situación.

Claro señorita. Como bien ha notado yo solo soy una vieja gloria, pero mi gente pordrá encargarse.

Já! No nos hará falta el polvo de magosto ese, soy un especialista en acabar con enjambres de bichos molestos!! Dice Ignus, hinchándose de orgullo - Llevenos al lugar, quiero largarme de esta ciudad cuanto antes.

Podríamos decir que sí, que su tamaño no acostumbra a ser normal... Pero sabía que podía contar con vosotros, tenéis pinta de no decir que no a una... chapuza. Susurró.

Entregó la caja a Gaster y haciendo unas señas indicó el lugar donde se encontraba la azucarera. 

Bueno. para asegurarme de que cumplís con el trato iré con vosotros hasta la entrada, pero no pienso entrar ahí, tengo mucho trabajo retrasado por culpa de esa gente y además... No me gustan los insectos. 

El edificio es similar al resto, de dos plantas y bastante deslucido, rodeado de baja vegetación y algo apartado, seguramente por eso fue tan propenso a ser invadido.

Novaria no sabe con exactitud donde se encuentra el hormiguero principal, pero lo más probable es que esté en el primer piso. Al acercaros a la entrada, observáis que la puerta está entreabierta y con signos de haber sido forzada torpemente.

Alguien que no forma parte de nuestra organización ha estado aquí. Toda persona autorizada a acceder a las instalaciones posee una llave... ¿Qué ha ocurrido?

Como si de apariciones se tratasen, inesperadamente os veis rodeados de guardias que visten un uniforme característico adornado con un emblema que representa una serpiente mordiéndose la cola imitando el símbolo del infinito. No cabe duda de que son del Consorcio de Aspis.

Permíteme que te responda, jovencita. Utilizando la espalda de uno de estos guardias como escondrijo, se deja ver una anciana bastante arrugada y maltrecha. Su piel, morena y llena de manchas, contrasta con un pelo de color ceniza y bastante alborotado. Con la voz quebrada añade. Nosotros nos hemos ocupado de esas hormigas, así que por favor, solicitamos esa recompensa de la que habías hablado. Han sido muchas y nos han dado muchos problemas, sí sí, así que me temo que el pago debería de ser acorde...

¡¿Cómo os habéis enterado de esto?!  ¡Es imposible que al Consorcio le llegue este tipo de información! Idos olvidando de ningún tipo de pago o recompensa, sé por qué lo habéis hecho y no lograréis poner vuestras zarpas sobre nuestro negocio, ¡malditas ratas! Contestó Novaria con una sorpresa que se tornó en rabia.

¡Muchacha, es no es forma de hablar a una anciana! ¡Sois unos desagradecidos! Nos exponemos a terminar malheridos con tal de ayudar a nuestros vecinos y así nos lo devolvéis... Estas nuevas generaciones no saben del respeto y la gratitud... Quizá si nos hacemos contigo, te apresamos unos días y alegamos que nosotros te hemos encontrado... Rió entre dientes.

Chasqueaba las uñas a medida que se iba acercando hacia el grupo.

Además sabemos quienes sois vosotros, Pathfinders. Lleváis un tiempo merodeando por la ciudad y eso no me gusta... No sé cuales son vuestras intenciones, pero me ocuparé personalmente de truncarlas.

Soltó una risotada que helaría la sangre hasta al más valiente de los héroes.

¡Yo, Xeanja, por fin cumpliré mi cometido y seré recompensada a lo grande! Libraos de ellos y apresad a la chica.

Volvió a reír.

Las instrucciones de Xeanja han calado hondo en los guardias, que se abalanzan hacia vosotros como centellas.

Sus principales objetivos son Ignus y Faysal. Al primero no consiguen acertar, pero al segundo uno de ellos le roza con su cachiporra. Nada grave.

Saladino pone una pose de artes marciales, avanza hacia uno de los matones que atacaban a Ignus y empezó a atacarle con extrema ferocidad, pero con cuidado de no matarlos.

-¡Rendios inmediatamente, no teneís oportunidad contra nosotros!

Faysal adoptó rápidamente una postura ofensiva y logró hundir la lanza en su enemigo, al girar Anochecer no logró cerrar sus mandíbulas en el matón pero ya estaba preparado para continuar.

- Seguro que podéis hacerlo mejor.

Footsteps observando la posición de los enemigos, atisbó con su dominio del campo de batalla que a la única persona que podían herir estos garrulos sin que viese en ella a una luchadora (al menos que él supiese) era a Novaria Cartahegn, lo que le incitó a dar un paso al frente, colocándose hombro con hombro con el pequeño Faysal. Escudriñando al enemigo que tenía en frente, un pobre desgraciado que no sabía lo que se le venía encima, se propusó atacar. Tras dar un pequeño paso con velocidad felina, apretar la empuñadura de su arma y observar los puntos débiles de su enemigo se abalanzó sobre este, hundiéndole su mandoble como ya lo había hecho antes con otras personas en esta aventura. Al hundirse este, Footsteps con su oído medio animal, pudo intuir por el ruido que este causo al hundirse y traspasar a su adversario, el crujir de huesos, no sabría decir cuanto ya que no estaba del todo atento a un combate sin importancia para él, pero aún sin prestar demasiada atención, este sonido era uno de los favoritos de nuestro animal, esbozando en su cara una sonrisa macabra que solo pudo observar su enemigo, lo cual terminó de helar su sangre, si no lo había hecho ya la espada clavada de un lado a otro de este pobre infeliz. 

-Grrrrrr...- Emanó con su aliento un gruñido animal.-Con esto no vamos a tener ni para empezar.- Dijo mientras sonreía, pero más que palabras sonaba a una amenaza tan fría y afilada como su espada.

Al fin habéis aparecido, escoria serpentina! Os voy a explicar con 4 palabras lo que pasa cuando os metéis con los débiles!!

Infernus et eligam vobis!

No!! Nos han pillado! Maldición, ahora que hacemos!!

Presa del pánico, Gaster miró su alrededor buscando algo que lanzar a los señores que le rodeaban para distraerlos y que sus compañeros pudieran escapar.

Ajeno a la destrucción y regueros de sangre que estaban causando sus amigos, Gaster comenzo plantearse lanzar una piedra, arena, la caja de fertilizante... cuando de pronto sus ojos se pararon en Saladino. Con una sonrisa desquiciada, apuntó a saladino y poco después un rayo de luz proviniente del cielo envolvió al monje, que aún no sabía muy bien que estaba ocurriendo. Después, describiendo un abanico, movio la masa de luz hacia la anciana (que estaba muy de buen ver, por cierto) y volvió a gritar algo ininteligible.

Otro haz de luz cayó tras los matones del aspid, y tras ellos... se encontraba Saladino, preparado para repartir golpes a diestro y siniestro.

Sí! Eso seguro que les entretendrá! - Se gira en redondo y entrega la caja de fertilizante a su dueña original - No creo que esto nos sirva mucho, así que puedes tenerlo de vuelta. Preparate, en cuanto rompan filas te enviaré a ti a un lugar seguro!

Al ver la colocación de los enemigos, Sedrik empieza a dar saltos y volteretas cruzando por entre los enemigos como si de un bosque de arboles inmóviles se tratase para colocarse justo a la espalda de uno de ellos y aprovechar la distracción que le ofrecen Faysal y Anochecer y así poder hacer un ataque certero. Con su espada como si de una prolongación de su propio brazo se tratase impacta en un costado de su atacante dejando una fea herida que tardaría en cicatrizar (si tuviese intención de dejarle con vida claro esta... que no es el caso)

Esto es todo lo que nos vamos a encontrar... creo que hubiese sido más interesante el combate con las hormigas 

Puede que los guardias del Aspis estuvieran errados en sus ataques, no así los Pathfinders. Pese a ello, volvieron a intentarlo. 

Saladino lanzó una ráfaga de puñetazos directamente a la cara de uno de ellos. Podría haberle dejado inconsciente, pero un presentimiento le dijo que algo no estaba bien. Y así era. Xeanja apuntaba hacia el monje con uno de sus dedos torcidos mientras mantenía la mirada completamente en blanco. Aquellos golpes se convirtieron en una ilusión.

Por otro lado, Faysal clavó su lanza en el que se había atrevido a herirle momentos antes. Sedrik se lanzó a por él del mismo modo, pero el Aspis evitó el ataque por los pelos. 

Footeps no tuvo piedad. De un tajo puso fin a la amenaza, reduciendo el número a tres. 

Invocando la ferocidad del fuego, Ignus lanzó una acometida de llamas que alcanzó a ambos objetivos. Uno de ellos estuvo algo más atento, recibiendo heridas tan solo en uno de sus brazos. 

Y Gaster, que quizá no era el más ducho en el combate, vio la oportunidad de poner fin a aquella pelea enviando a Saladino a que sus puñetazos acallasen a la bruja, demasiado emocionada en aquel momento. Posiblemente fuese hora de revisar sus lentes también...

Ronda 2.

Golpeando con tódo lo que tenía, Saladino continuó su asalto implacabla. Pensaba que había derribado a su rival del primer golpe, pero ahí continuaba de pié. Tras unos segundos se dió cuenta de que su rival había cambiado de tamaño, sus movimientos eran muy distintos y finalmente que era una señora anciana.

Tras darse cuenta, miró a su alrededor y se dió cuenta de que había cambiado de posición.

-¿Pero qué ha ...? Se sacudió la cabeza  y retomó su pose de combate -Como decía el maestro Saiid, primero golpea y luego piensa.

Ignus siguió calcinando a los Aspid que tenía delante

SIII ARDED MALDITAS CULEBRAAAAS

Faysal y Anochecer atacan con saña al enemigo rodeado. 

¿Como? no puede ser, estos bichos son más escurridizos de lo que parece

La acometida de los miembros del grupo contra sus enemigos es devastadora. Ya solo queda uno de los guardias y Xeanja, que se ha dado cuenta de que no va a ser tan fácil hacerlos retroceder.

¡Malditos mequetrefes! ¡¿Por qué me traería a semejantes ineptos?! No importa, si no puedo derrotaros saldremos de aquí con ello y sin perder a nadie más. ¡Omb, a por ella! 

Juntando ambas manos y realizando unos movimientos extraños, de estas salieron unas marañas que cayeron rodeando el lugar donde se encontraba el mayor número de Pathfinders. Pero su satisfacción duro poco, pues Saladino embistió tres veces contra la bruja dejándola malherida. El monje, pese a estar inmerso en el combate, notó como algo pequeño escalaba una de sus piernas en busca de algo. El intento de aquel reptil para robar la llave que les había dado el capitán Aram Zey había resultado un desastre. Como si la cosa no fuera con el, desplegó unas membranas y se fue volando evitando así una represalia por parte de su ama.

Ignus, Faysal y el resto consiguieron reducir a los Aspis. Solo quedaba uno que se atrevió a herir a Ifrit, como si esto fuera a detenerlo. 

Viéndose completamente superada tras su último intento de conseguir algo en este combate, ordena al guardia a detenerse y baja las manos. Derrumbándose de rodillas y con la cabeza gacha murmura.

Me... Me habéis derrotado. ¡Maldito lagarto inútil! Hasta tu me has fallado... Pasados unos instantes su expresión cambió, sonriendo y alzando el tono. Viajad sin prisa pero sin pausa, Pathfinders. No soy el único buitre en busca de algo de carnaza... 

Como una hiena, rió a los cuatro vientos.