Partida Rol por web

Footsteps observo el comienzo de la pelea, pero ni siquiera movió un músculo de su rostro, algunos pensarían que era para disimular, pero lo cierto es que este salvaje no sabía lo que era el disimulo, simplemente estaba ya preparado para este combate desde que habían tenido la última conversación con Senzer.

Sin darle demasiada importancia a la pelea que se avecinaba, se giró, como si la cosa no fuese con él, hacia las jaulas de las bestias encarándolas de nuevo. Tras proferir una mirada de intimidación hacia las bestias nuevamente seguido de un imperceptible gruñido para dejarles claro quien mandaba, posó sus manos sobre los garrotes de las jaulas doblándolas como si en vez de metal estuviesen hechas de bambú.

Si el plan no le salía mal, con esas dos bestias sería más que suficiente para inutilizar a los dos guardias de la entrada. -A fin de cuentas seamos francos, no son diferentes al resto de bestias sin corazón que rondaban por aquí cuando este antro estaba abarrotado, simples inútiles capaces de salir corriendo por unos cachorros, mmm...-. Pensó Footsteps con ligero desdén.

Tras pensar en deshacerse de los inútiles guardias con unos simples cachorros si la cosa le salía bien, comenzó a pensar en su verdadero propósito, hacer rodar la cabeza de Lura por el suelo y, ya de paso, también la de su ''pequeña'' acompañante.

Podía estar lleno de rabia hacía sus dos anfitrionas, pero si algo le habían enseñado sus años de experiencia en batallas y el recuerdo de ellas en forma de cicatrices era a no desperdiciar la ventaja que tenía y con todo el revuelo que se había armado en la sala, Footsteps no creía que se hubiese centrado en él la atención.

Después de liberar a las bestias, simplemente se limitó a agacharse usando a su favor las sombras que se generaban dada la vaga iluminación y el mobiliario desperdigado por toda la sala para acercarse con pasos furtivos hacia sus auténticas presa.

Ya que sus compañeros se había enzarzado en el combate y que Gaster había cegado a la gigante no le resultó muy difícil quedarse agazapado al lado de una mesa observando la pelea sin que nadie se percatasé de su presencia, esperando la oportunidad para poder bañar el filo de su espada en sangre.

En ese momento solo se podía observar en Footsteps, a pesar de todos los músculos contraidos esperando su momento, una gran sonrisa de oreja a oreja que no parecía tratar de disimular.

Tratar de disimular una sonrisa, que sinsentido podrían pensar algunos, eso era porque no veían la sonrisa de Footsteps en ese momento ni en ningún otro combate, ya que más que ganas de seguirle en su júbilo, como toda otra sonrisa, te darían ganas de salir corriendo en otra dirección.

No era una sonrisa normal, solo era la sonrisa de la muerte esperando cobrar su viaje con sangre.

El alboroto era inmenso. Tras la barra, el camarero deambula de aquí para allá con nerviosismo a no saber que hacer: Era la primera vez que un grupo de delincuentes a sus ojos atacaba el Círculo de Sangre. Lura tenía muchos enemigos, pero estos guardaban cierto respeto al lugar. Terminó por agazaparse tras el mostrador.

En el fondo de la sala se encontraba el mayor bullicio. Tras la ofensiva de Gaster e Ignus, el pequeño Faysal se lanzó con valor hacia Bellu, clavando su lanza en el mismo lugar en el que lo había hecho momentos antes a su maestra. La criatura parecía estar desbordada al darse cuenta de que Saladino se había unido al combate. 

Tanto Lura como su sirviente retrocedieron un paso y realizaron las mismas acciones: Un susurro seguido de dos golpes, esta vez al monje, que había errado su puñetazo unos segundos antes, los cuales fueron devastadores.

Por otro lado, Footsteps consiguió liberar a dos de los perros que se encontraban cautivos en la jaulas. Como si guardasen un recuerdo amargo de ellos, se abalanzaron contra los guardias atacando a primera vista.

Tras recibir de lleno los dos golpes Saladino empezó a expulsar sangre por su fuerza, pero aún así avanzó contra Lura. Se puso en guardia y con una velocidad sobrehumana lanzó tres puñetazos.

-¡Será mejor que te rindas!

Faysal ve como Saladino recibe un castigo terrible, pero de alguna manera sigue en pie luchando, Faysal no podía ser menos, pero no logra impactar sobre el grandullón, por suerte Anochecer consigue morder la pierna y aferrarse.

Temiendo por la vida de Saladino, Gaster se coloca junto a el y le lanza un hechizo de curación

Ignus trata de quemar a la mujer antes de que su gran amigo acabe con sus compañeros. Una onda de calor le llega hasta el tras el estallido y sonríe con satisfacción. Luego ve que lo que está ardiendo son sus pantalones, así que se da prisa para apagar el fuego

Bajo la atenta mirada de Footsteps observando como sus compañeros luchaban en igualdad de condiciones ante las 2 criaturas regentes de este antro y que poco a poco se iban debilitando, pese a o encontrar el momento oportuno para intervenir y decantar la balanza para su lado, decidió actuar aunque eso significase perder su condición furtiva (ya que varios de sus compañeros, sobre todo Saladino habían sufrido daños que no podían interpretarse como ''leves'').

Footsteps se incorporó, esbozó en su rostro una sonrisa de puro frenesí y se lanzó al ataque con todas sus fuerzas.

Footsteps se había olvidado por completo de su ventaja al pasar desapercibido hasta ahora, pero no hay que olvidarse de que su naturaleza no es la naturaleza de cualquier ser humano, ya que ha vivido durante largos años (la mayor parte de su vida) en zonas alejadas de las manos del hombre, por lo tanto la falta de bullicio de sus zonas de confort siempre han supuesto una ventaja para él, y aunque no prestase la más mínima atención a este hecho, su entrenamiento e instinto habían calado hondo en su subconsciente haciendo que sus músculos recordasen que siempre viene bien atacar en silencio, pasando a través del entorno y al lado de Saladino rápida y imperceptiblemente.

Se plantó por uno de los flancos al lado de Lura mientras esquivaba inconscientemente una silla y atacó con dos espadazos lo más rápido que pudo.

En su precipitada incorporación a esta divertida refriega no pudo concentrar toda su fuerza en su mandoble, dejando mucho que desear (a su entender) en la fuerza de su ataque, profiriendo un leve gruñido de desaprobación para él mismo, pero ahora Footsteps no tenía tiempo de pensar en lo que podría haber hecho, estaba en primera línea de la primera batalla interesante y esa sensación que sentía en su interior no dejaba que esa sonrisa maligna desapareciese de su divertido rostro.

¡¿Qué está pasando?! ¿Por... Por qué estáis aquí..?

La sangre brotaba a borbotones de la herida que le había provocado Footsteps, al que no vio venir, en el hombro derecho de Lura, lo que le dificultaba incluso el articular palabra. Renqueante, se separó unos metros de la contienda esperando que Bellu se librara de aquellos que intentaban derrocarla de su posición. Pero el viento no estaba a su favor. 

Gaster, apresurado, trató de acercarse a Saladino para sanar los cardenales que había recibido por parte del eidolon y que le habían dejado bastante malherido. Esto no evitó que Lura recibiese dos puñetazos, uno en la mejilla y otro en el costado izquierdo. Ante el descuido del Chamán, Bellu dirigió uno de sus golpes hacia éste, no obstante, Anochecer, haciendo alarde de una gran precisión, logró desgarrar los músculos de una de sus piernas, provocando que la criatura perdiese el equilibrio y cayera abruptamente. Ya que su misión era mantener a su maestra a salvo, trató de levantarse quedando completamente indefensa ante los ataques, y desquitándose lanzando dos nuevos manotazos a su nuevo objetivo. 

Entretanto, los perros liberados por el salvaje caían a manos de los matones, que no tenían piedad a la hora de encargarse de aquellos animales. Uno de ellos, sin embargo, aún tenía fuerzas para un mordisco profundo antes de derrumbarse. 

Saladino le dió un codazo a la mole cuando se intentó levantar, pero escuchando a Lura dar ordenes a la Mole, decidió seguir a por ella.

Poniendo una pose extraña y con un paso rápido como una sombra se puso al lado de Lura y lanzó una ráfaga de puñetazos contra ella.

Faysal siguió pegando al grandullón intentando evitar que se levantara, apoyado por Anochecer, aguantaría mucho más o caería al fin.

Gaster retrocedió y trato de serenar su cabeza, que en estos momentos daba vueltas. El impacto de Bellu le habíá dejado conmocionado y no pensaba con claridad...

Basura infecta... Disfruta de tu futil existencia pues pronto apagaré tu luz y entregaré tu alma al Susurrante...

Ya a una distancia prudente de la bestia, coge su varita del cinto y nota como varias de sus costillas vuelven a unirse. Poco a poco la expresión de su cara muestra de nuevo al anciano y amable pathfinder...
 

Mierda! No te vas a escapar! Ignus corre hacia Lura y le lanza otro fogonazo, esta vez con mejor punteria
 

Sedrik aprovecha la distracción que provocan con sus compañeros para acercarse por la espalda a uno de los guardias y asestarle un tramendo golpe con su espada elfica capaz de partir a un hombre por la mitad...
Asi aprendrereis a no perder a ningun enemigo de vista... jejejeeee

Después de que Footsteps observase los últimos acontecimientos, decidió intentar ponerle fin al combate de una vez.

Lura había retrocedido asustada como la humana que era ante el ataque de este pequeño animal, en ese momento Footsteps tenía toda la ventaja que sus compañeros ante su desastroso comienzo de combate no le habían dejado adquirir.

Ya que Saladino se había vuelto a adelantar cubriendo su figura delante de Lura, este decidió aprovecharlo, para poder observar donde atacaría antes de lanzarse tratando de acabar con la última escoria que había hecho hervir su sangre.

Footsteps se volvió a agachar y a tensar de nuevo todos los músculos de su cuerpo, si aún cabía la posibilidad de tensarlos más. En un fracción de segundo, saltó con el silencio que caracterizaba a un animal salvaje y hendió su espada en lo más profundo de Lura. Sin hacer gestos en vano, congelado con la frialdad de la muerte en sus pensamientos, simplemente se limitó a sujetar la ínfima porción de espada que sobresalía del cuerpo de esa criatura y, por supuesto, mientras contemplaba sus ojos con la mirada de un depredador observando a su presa tras haberla mordido de manera letal, o eso era lo que él esperaba.

Pese a los intentos de retroceder, Lura no puedo evitar que los ataques por parte del grupo de Pathfinders pusieran fin a aquella refriega.

Ignus con su fuego carbonizó su lado izquierdo. El olor era notable, pero no impidió a Saladino descargar una ráfaga de golpes sobre ella, que, pese a ir dirigidos a puntos no letales, el dolor era inevitable. A punto estuvo de caer inconsciente, no obstante Footsteps, colmado por la rabia que le había provocado visitar este lugar, hendió su espada en el vientre de la invocadora. Prácticamente nada era perceptible de la hoja, que a medida que iba descubriéndose para recuperarla parecía que succionaba la vida de Lura. Finalmente se derrumbó, apagándose la gema que portaba en la frente.

En ese mismo instante, Bellu se volteaba hacia el cuerpo de su maestra con una expresión de sorpresa que nunca nadie había sido capaz de admirar. Solo se le permitió dar una paso, pues acto seguido se desvaneció cual castillo de arena que es alcanzado por una fuerte ola a la orilla del mar. Restos de sus ropajes se esparcieron por el suelo de tablas del Cículo de Sangre, entre ellos, un manojo de llaves.

Uno de los desafortunados guardias que se atrevió a entrar recibió su escarmiento a manos de Sedrik, mientras que  el otro, observando la situación, decidió bajar las armas y suplicar por su vida antes de acabar aún más desgraciado. 

Un silencio extraño para aquel local reinaba severo ahora que todo había acabado.

¡Hala bestias, que la habéis matado!

Saladino comprueba el pulso para ver si está muerta muerta o si se la puede estabilizar.