Partida Rol por web

Megan negó con la cabeza y susurro.-Liz los de tercera iban a salir ya cuando nosotras vinimos, al mismo tiempo. Ellos ya tienen que haber salido...creo... Antes el guardia grandote abrio la puerta y fue por armas y volvio... ahora estan saliendo y los van a pillar. Tenemos que hacer jaleo delante para que tengan que venir los guardias aqui... o algo asi.-dijo Megan queriendo pensar algo rapido.

-Habia un señor que descongelaron que dijo que ya se puede vivir fuera, asi que ya nadie quiere vivir pisoteado en tercera ¿Entiendes? Pero eso puede ser mentira... alomejor...-dijo la chica con un principio de dolor de cabeza importante.

La idea de buscar los códigos era lo único sostenible ahora.- Buscarlos o que me los digan…- El rostro de Razhes voló por mi mente durante unos segundos haciendo que me mordiera el labio inferior al saber que sería una tarea un tanto suicida al igual que cualquier otra.

Salgamos. Detrás de mí.- No tenía más que decir, tenía que encontrar al hombre que estaba detrás de todo, siempre había sido él. Razhes.

Briss hizo un aspavientos, mirando a Liz como preguntándola si no era cierto que Megan era una retrasado, pero prefirió dejarlo pasar.

- ¿Fea por dentro? Puñetera niña...- Susurró casi para si aunque quien si lo oyó claramente fue Sarh, que la dió un pisotón con mala uva para que se diera cuenta de que alguien si la escuchaba.- Hey!!- se quejó Briss.

Cabreada como estaba miró con cara de pocos amigos a todos y después se cruzó de brazos, para mirar fíjamente a Liz.

- Si lo que dicen es cierto se está preparando algo gordo, Liz. Los de 3 están saliendo de sus...- ¿camarotes? ¿Se podía llamar a eso camarotes?-... pero Rhazes por algún motivo lo sabe y les va a tender una trampa. No estoy tan segura que ayudarles sea lo mejor, Liz. Si nos pillan, se acabó. No se van a contentar con cortarnos solamente el pelo, ¿sabes? ¡Además, yo ya no tengo pelo que cortar!- Dijo airada abriendo los brazos como si fuera algo lógico lo que exponía.

Luego miro a lascaras de todas. Miró a su alrededor, viendo como todas os poníais en marcha, empezando a salir del camarote de Liz. Miró dentro de si misma, al parecer. Puede que fuera porque no quisiera quedarse sola, pero algo hizo click en su interior y chasqueo la lengua mientras se daba por vencida y ponía los ojos en blanco.

- Mierda...

Salió detrás vuestra poco convencida, pero lo hizo... desde luego.

El pasillo era estrecho.

Mucho mas que en los otros vagones. Esto era porque apenas cabían dos personas en paralelo entre la ventana y las entradas de los dormitorios privados. Había aprovechado el espacio al máximo, dejando un pasillo largo y estrecho para las idas y venidas del personal del tren y, el resto para las comodidades de los camarotes.

Para los de 3ª, desde luego era un lujo que en su vida habían visto. Ellos vivían en literas metálicas con el espacio justo. Allí, en 1ª en cada habitación podían vivir...a saber cuantos! Muchas habitaciones estaban cerradas a cal y canto. Posiblemente los inclinos de 1ª que no habían ido a la masacre estaban asustados y se habían encerrado dentro. Otros camarotes, por el contrario, estaban abiertos o abandonados, por lo que al pasar por el pasillo, podíais cotillear dentro y ver como vivían los pijos.

Un poco mas adelante, una puerta estaba entreabierta, con signos de haber sido forzada. Una mano ensangrentada salía de la habitación, como dando a entender que allí se había producido algo importante hacía muy poco.

Y según legásteis pudísteis ver que no todos iban a allegar igual al final de este viaje.

Con sus últimas fuerzas Robb había intentado llegar hasta la puerta, pero apenas llego hasta ella se dejó caer.

La primera bala le había perforado el pulmón y respiraba con dificultad. Las restantes el estómago y puede que hasta en el corazón. Rob escupía y tosía sangre que salpicaba a su alrededor mientras un charco se formaba a su alrededor. Pero en ningún momento la soltó. Jamás lo haría! Ni siquiera ahora que su vista se nublaba por momentos.

Su mano libre tiro de la de una inconsciente Elaine para poder acercarla hasta él lo máximo que pudo, llegando a poner la cabeza de ella sobre su regazo. Cuando vio que no podía mas con su alma, acarició su rostro dejando una marca carmesí allá por donde pasaban sus dedos, sobre las mejillas y labios de Elaine.

-Todo pasara pronto, cielo... te lo prometo, mi amor- Susurraba Robb en el momento en el que llegábais a este camarote.

El final de Robb estaba claramente cerca. Elaine estaba inconsciente. Sus labios estaban amoratados y las mismas manchas negras de su madre Ellen empezaban a notarse sobre su piel, como pequeñas venas negras llenas de ponzoña.

Robb alzó la vista ligeramente, entornando los ojos, cuando notó vuestra presencia y sonrió irónicamente pese su estado.

-C-reía que llegaríais antes...coff-cofff. - Admitió tosiendo y sin prácticamente fuerzas.- Hice lo que pude. Nos escondimos en el armario, pero Rhazes... disparó...a través de la puerta cuando no nos encontró y...y... - Se excuso  el antiguo guardia pensando en como abrazó a Elaine con sus brazos para que las balas no la tocaran.- Elaine... el veneno de la comida... ¿ Doctora?- Pregunto sabiendo cual podría ser la respuesta de Cj sobre Elaine.

-Va a la cabeza del tren con Sarah. Si llega hasta la máquina...coff coff... pulsará el interruptor y... coff cofff.- Apenas podía pronunciar ninguna palabra mas.

La impresión de creerme envenenada se pasa rápidamente en cuanto escupo la comida, camino hacia el siguiente vagón. No puedo creer que Rhazes haya matado a su antigua amante, y a esa chica joven que decía que era su otra hija. Está claro que ese tío no sólo no tiene ningún tipo de escrúpulo, sino que además es capaz de llevársenos a todos por delante con tal de salirse con la suya.

Está contra las cuerdas, lo sabe y aún así prefiere matarse junto a nosotros antes que darnos la libertad que merecemos. Con aprensión, me limpio la boca con la manga del brazo bueno, mientras me apoyo contra las paredes para continuar. La chica de primera que parecía en peor estado se deja caer en una silla, exhausta. No faltará mucho para que yo llegue a ese estado, si tardamos demasiado. Y no me puedo permitir perder demasiada sangre, o...

En cuanto atravesamos la puerta hacia el siguiente compartimento, me aprieto el vendaje con los dientes, antes de abrir la boca con impresión. Esto... ¿esto son dormitorios? ¿Cuánta gente duerme aquí? Es imposible... tienen tanto, tantísimo espacio... ¿por qué no pudieron compartir todo este espacio con nosotros? ¿Por qué nos han tenido hacinados como animales, cuando podían habernos dejado algo de todo esto? Podríamos haber evitado tantas, tantísimas muertes...

Al fondo, un hombre muy herido acuna a una inconsciente Elaine entre sus brazos, y, con aprensión, dirijo una mirada a Roland.

Va a la cabeza del tren con Sarah. Si llega hasta la máquina...coff coff... pulsará el interruptor y... coff cofff

Me pongo las greñas detrás de la oreja, frunciendo el ceño. Lo siento mucho por Elaine, pero si no detenemos a Rhazes, salvarla a ella no servirá de nada, porque moriremos todos. Apretando los dientes, continúo hacia adelante, dejando atrás todas esas puertas, la mayoría cerradas, para avanzar hacia la cabeza del tren. Ya no debe quedar mucho... 

Cuando veo a Elaine, soy incapaz de contenerme, con gran velocidad considerando que estoy herido me situa a su lado , la cojo entre mis brazos y con los ojos llorando, miro las manchas de veneno ...

- NOOOOOOO , ELAINEEEEEEEE - sollozo al verla envenenada ... - doctora rapido ... debe haber alguna opcion para curarla .... por favor corre ... - la mira con desesperacion - debe haber alguna manera por dios ... Elaine resiste por favor ... te vamos a curar ok? - intento ver si respira o si me responde al cogerla entre mis brazos ...

Según avanzabamos seguí con cuidado los consejos de la chica de Jake de no probar la comida, al contrario que Olya. Solté una pequeña risa al ver como escupía todo - ¿Estas bien? Si que se apetece llevarte un monton de esta comida. Por suerte cuando acabe toda esta pesadilla podremos disfrutar de un festin así. - Sonreí para darle animos. Acto seguido vimos a Senia y Hellen, no podía creer lo que veian mis ojos. El cabrón de Rhazes tenía que pagar por mucho más de lo que sabiamos y más ahora cuando veiamos tanta muerte provocada a sangre fria y por puro egoismo.

No solo eso sino que ahora su rastro se veia y cada vez los nervios me atacaban más y más. - ¿Qué le impide matar a Sarah? - Avancé viendo a la chica de primera y siguiendo luego a los demás para llegar a lo que parecían las habitaciones de primera. Fue entonces cuando se me vino algo a la cabeza - Megan... ¿Crees que tus padres estarán por aquí? Buscalos anda. - Más vale sacar de aquí a todos los que podamos y sepamos que realmente merecen la pena vivir.

Y al final del vagón... allí estaba Elaine junto con Robb. Roland se lanzó el primero a los brazos de Elaine y Robb nos advirtió a todos. Al contrario que Olya que actuó rápida yo di solo un par de pasos - Muchas gracias... Y siento que todo haya acabado así. No te rindas compañero - dije a Robb mientras desviaba mi mirada a CJ - ¿Crees que puedes hacer algo? John, si quieres quedate con ella. Estará más segura. Los demás... o al menos Kaidan, Olya y yo deberiamos seguir. Tenemos que evitar que Rhazes alcance al señor Lebedeva, o estaremos todos en peligro - Y con esa frase seguí tras Olya camino a la cabeza del tren

Rebuscaba con breves vistazos entre las habitaciones cualquier indicio que delatara donde se habían escondido, llegando incluso a murmurar su nombre una vez para que respondieran. Pero antes de que pudiera siquiera abrir la boca, la mano ensangrentada de Rob me hizo reaccionar, acortando la distancia que nos separaban.

- ¿Qué ha pasado? – Me arrodillé frente al chico, preocupada sin saber qué hacer. Le había visto pocas veces, altivo custodiando a Senia o a quien Rhazes le mandara, pero ahora le veía tan humano como el resto. Sentí una punzada de culpabilidad al pensar que se habían entretenido demasiado.- Estamos todos aquí, te dije que los traería.- Si no fuera por él posiblemente ninguno hubiera cruzado la puerta y ahora tendría el mismo destino que Hellen y Senia. Me giré a los de 3º para mirar a cada uno, gritando de forma muda que necesitaba urgentemente ayuda.- Tenéis que ayudarle, gracias a él pudisteis salir.- Quería añadir un “se lo debéis”, pero mantuve los labios cerrados en una fina línea mientras Robb seguía explicando lo sucedido.

Al nombrar que se dirigía a la cabeza del tren miré en esa dirección mientras tragaba saliva y respiraba hondo.

- Id a por él, tenéis que rescatar a Sarah y matar a ese monstruo.- Iba a quedarme ayudando a Robb, no iba a abandonarle después de darme la oportunidad de reencontrarme con Jake una vez más.

John no soportaba ver herida a Carol, se estaba esforzando demasiado y perdia mucha sangre. Tenía que hacer algo...

Entonces llegaron a los lujosos camarotes de primera y encontraron aquella escena de terror casi romantico donde un guardía estaba dando la vida por la mujer que amaba. Ya podía ser el tio más gilipollas del mundo sintio una gran empatia con su situación.

-¡Aqui no se va morir nadie, no os doy permiso!.- Gruño furioso. Cogio a Elaine en brazos y entro en el camarote dejandola sobre la cama. Despues hizo lo mismo con el agarrido soldado. Las camas tenían tamaño suficiente para tumbar a ambos.-Carol, quedate con ellos, cierra la puerta e intenta salvarles. Volvere a por ti dentro de un rato, no te preocupes, todo ira bien.-Aseguro John.

- Nadie va a estar a salvo hasta que terminemos con Rhazes, y nadie me impedira ver su cara escupiendo sangre.

John puso Elaine en la cama para que estuviera más cómoda mientras me acercaba a Robb.

Palpé su pecho y él, cansado se dejó hacer. Abrí la camisa, por donde salía mas sangre y descubrí las heridas. Quería ver si los agujeros de bala tenían salida pero en un pequeño intento por inclinarlo, éste se quejó y me apretó el brazo para que parara.

Su respiración se pausaba cada vez mas y veía como a duras penas le costaba mantener la consciencia. No tenía solución. Ni aunque hubiera llegado en el mismo instante, habría podido hacer nada. Liz insistía en salvarlo.

- L-lo siento-  Susurré apenada a Liz mientras el revuelo alrededor de la cama de Elaine era mas fuerte. ¿Que se le tenía que decir a una persona que iba a morir?- Gracias. - Sentencié con agradecimiento a su labor por ayudarnos. No sabía cual era, pero Liz, la querida de Jake si lo tenía claro.

Robb sonrió al oir esas palabras. Me pareció oir un de nada, pero fue demasiado flojo para poder escucharlo. Lo que si oi claramente, fue el sonido que hacía su corazón al dirigir su vista hacia la cama. Un sonido sordo, mudo y silencioso. Porque no era un sonido que pudiera escucharse con los oidos. Era el mismo sonido que oi yo cuando bese a John en mi interior. Miré en la misma dirección de sus ojos y entendí lo que su corazón decía.

Hablaba de Elaine.

Inconscientemente cogí la mano de Liz. Pensaba en John, en qué pasaría si le perdía. Mi vista paso por el gigante y suspiré al verlo agitado, dolido por las heridas, pero aún así cargando con el cuerpo de Elaine.

Cuando volví la vista hacia el guardia, su ojos seguían abiertos mirando en la misma dirección. Pero su respiración hacía unos segundos ya se había parado. Al igual que su corazón. Pero en su rostro quedó impresa una sonrisa de felicidad, pese a todo.

- "Hasta que volvamos a vernos, Robb"- Susurré ese mantra que recitábamos cuando alguien moría en 3ª, mientras le cerraba los ojos.

Con la muerte de Robb, mi trabajo era ahora salvar a Elaine. Solté la mano de Liz, avergonzada por haberlo hecho sin apenas conocerla y esbocé un ténue "perdón". - Jake te necesitará mas que Robb.- Susurré a la muchacha de 1º, animándola a que fuera con él por si el destino decidía separarlos allí mismo.

Como pude, me incorporé para poder llegar hasta la cama de Elaine. Y la verdad, la cosa tampoco pintaba bien. Excepto un par, el resto se iba marchando pues no había tiempo que perder. Había que matar a Rhazes como fuera, y el tiempo corría en nuestra contra. Ademas, ese maldito maníaco estaba ahora acorralado.

No tenía donde ir.

-John.- Llamé al gigante antes que desaparecer vagón adentro. -Ten cuidado, ¿vale?- Miré al resto y después le volví a mirar a él. - Protégelos.

Elaine estaba muy mal.

Apenas estaba consciente y sufría algunos espasmos. La empecé a mover la ropa, para descubrir esas manchas, casi venas negruzcas como las que tenía Senia en el vagón restaurante.

Estaba muy avanzado y temía que no pudiera hacer nada mas. De mi bolsa saqué una inyección y le inyecté su contenido. Adrenalina. El corazón de Elaine se aceleró lo suficiente para hacerla toser e indicarme que aún no moriría.

- Elaine! Vamos, vamos!!- Animé a mi amiga.

Rebusqué en mi bolsa mas cosas. Sacaba cosas, botes, pastillas, unguentos... nada. Nada, valía! Mierda. Entonces se me ocurrió una pequeña idea. La mezcla de antisépticos con coagulantes daría como resultado...Si! Eso! MEzclé varias cosas en una jeringuilla y la dejé a un lado de la cama.

-Comió algo, ¿no?- Pregunté si esperar contestación.

Abrí la chaqueta de Elaine y subí su sucia camisa, dejando su estómago al descubierto. Las manchas negras y las venas negruzcas recorrían su cuerpo, pero seguí el entramado, como quien sigue las raíces de un árbol, hasta un punto donde todo estaba negro: Su estómago.

Recogí la jeringuilla preparada y clavé la aguja allí mismo. Un estremecimiento de dolor, o un espasmo incontrolable sacudió a Elaine.

- Sujetadla!!- Ordené al resto.

Momentos después el fluido que había preparado entró dentro de su cuerpo, relentizando el efecto del veneno. Por poco tiempo. Pero puede que más que suficiente. Elaine se relajó, a juzgar por sus extremidades y sus ojos parece que cobraron algo de lucidez, pero... ¿por cuento tiempo?

Miré a Roland. El estaba mas que preocupado por ella. Lo sentía por él.

- Roland, está muy mal.- Dije tocando su brazo herido.- C-creo que la única manera de salvarla es inducirla al coma. Puede que si la criogenizamos hasta que.. extraigamos el veneno de su cuerpo... pero eso será un proceso muy largo...- Me acerqué hasta el y le apreté el brazo para que entendiera lo que le iba a decir.

-Puede que sea la última vez que veas a Elaine. Si tienes algo que decirla... creo que es el momento... Aún está consciente pero no se si te responderá...-

Dejar allí a Liz me resultaba tremendamente duro. Tras todo lo que habíamos sufrido y pasado apartarme de ella tan pronto...me costaba, pero como ella decía aquel hombre había arriesgado su vida por nosotros, gracial al él habíamos llegado allí. Sin decir palabra me pegué a Liz y le dí un intenso beso. El hombre por desgracía había fallecido, pero ella decidía quedarse allí para intentar ayudar en lo que pudiera.

-Volveré, te lo prometo-dije acariciando su mejilla-Ten mucho cuidado ¿vale? tenemos que dar caza a ese cerdo y eliminarlo antes de que haga más daño-terminé dándole otro beso. Aquella mujer me hab´´ia salvado la vida, en más de un sentido y no iba a fallarla.