Partida Rol por web

Ambientación

El tren tenía su propio depósito de agua autónomo y de purificación.

Una pasarela central bajo un "Rio" artificial, que era el depósito principal, era lo que mas llamaba la atención del lugar. Una serie de tuberías llegaban de todos los los mamparos de los dos vagones que ocupaba esta sección, vertiendo el agua hasta el rio. De ahí otras cañerías, junto con una bomba automática, llevaban el agua a un cilindro metálico de gran tamaño, que tenía la función de purificar el agua.

Tanto a un lado como a otro, numerosas válvulas, con sus artilugios de medida y presión, se dejaban ver. Debido al paso del tiempo, había muchas reparaciones en las cañerías. Algunas de una manera mas profesional que otras reparadas. Era deducible cuando el tren empezó a quedarse sin repuestos, haciendo uso de trapos y otros inventos para mantener la presión del agua.

Pese a todo, era un lugar húmedo, y de algunos sitios, juntas sobre todo, el agua caía gota a gota, de nuevo, hasta el rio bajo la diminuta pasarela.

Las luces se apagaron y eso no presagiaba nada bueno.

Pudísteis comprobar que, al igual que la primera vez, el tren disminuía su marcha. El silencio era sepulcral, y tras varios minutos así, una voz metálica, como de una grabación, sonó por los altavoces del tren.

-Atención. Error en módulo de energía. Iniciando chequéo de sistemas:

• Sistema de propulsión inercial:  67%
• Energía de reserva al 30%
• Soporte vital al 20%

Atención, fallo crítico en el sistema de energía principal. Sistema de emergencia auxiliar activado. Colapso inminente de todos los sistemas en 2 horas.

Sistema secundario necesita activación manual.
 

Tras esto, notásteis un pequeño zumbido, como de un interruptor y el tren volvió a acelerar su marcha, no a la misma velocidad pero manteniendo una constante.

Protocolo de Contención 017934: Cierre de las zonas del tren... Activado... Esperando confirmación Vocal.

Las puertas que teníais tanto delante como detrás en todos los vagones, hicieron un ruido metálico, como si se soltasen unos pernos de contención liberando los cierres magnéticos de las puertas. Una luz amarilla empezó a parpadear sobre cada una de las puertas, alertando de algo por venir. Y un pequeño altavoz, cercano a cada panel de las cerraduras electrónicas emitían un mensaje, casi como un susurro:

- Despeje la puerta...despeje la puerta... despeje la puerta...-

La voz de Rhazes sonó también por todos los altavoces:

- Confirmación vocal 017934. Crowell, Rhazes. Jefe de seguridad Código 03430. Cierre de puertas.-

Tras una inesperada risa, Rhazes continuó.

- Suerte, pasajeros. La vais a necesitar...jajajjaja-

Dicho esto, los cierres empezaron a activar el circuito de puertas, cerrándose lentamente cada una de ellas. Lenta pero sin pausa.

Lamentablemente para vosotras, las bombas del agua también dejaron de funcionar, por lo que la distribución del agua a otras zonas no era posible. Así que, sin nada que lo contuviera o drenara, el agua se iba acumulando mas y mas, haciendo subir el nivel del agua del Rio artificial, y pronto empezó a lamer vuestros pies, amenazando con inundarse toda al zona y ahogaros con ella.

Nunca había corrido tanto, pegando tirones a Sarah para que pudiera ir más rápido, incluso pensando en llevarla en brazos con tal de no perder más tiempo. Todo segundo era preciado, estaba lejos de mi amado y, lo que era peor, le ponía en el peor de los peligros. Tengo que salvarlo, por favor, que no llegue tarde.

Apretaba en mi mano diestra la llave que me había tendido, tan fuerte que notaba clavarse en mi piel y dejar la forma en mi palma sin llegar a comprender la importancia de algo tan grande comprendido en una llave tan pequeña.

Paré de correr, frenando en seco, cuando las luces se apagaron. Había vivido esto, en mi fiesta de cumpleaños, creyendo que sería otro apagón momentáneo, pero el silencio y la velocidad menguada del tren decía que no era el mismo proceso. Me acerqué a una de las ventanas para comprobar el exterior, igual de helado que ayer y posiblemente que mañana, escuchando el mensaje de megafonía.

- No.- No iba a llegar, el plan de Razhes saldría como quería y acabarían muertos. No me dio tiempo a preocuparme por 3º cuando noté agua bajo mis pies, comprobando que la zona se estaba inundando.- ¡Tenemos que salir de aquí! – Busqué la cerradura donde meter la llave, esperando que funcionara antes de morir ahogadas.

- Los salvaremos Liz,  ya veras que como sí. En los libros que me lee mi papá los buenos siempre lo pasan muy mal pero al final le pueden a los malos.-aseguro Megan, convencida de cada palabra. Ese hombre era horrible, mataba gente sin importarle, como si no valieran nada.

-Yo me ocupo de Shara, tu concentrate en abrir.-Le dijo asumiendo la responsabilidad de cuidar a la niña mientras Liz buscaba la dichosa cerradura.

El agua subía peligrosamente desde vuestros pies.

Al principio no lo notasteis, pero un ligero gemido de Sarah indicó que el agua estaba demasiado fría. No era de extrañar, ya que aquellos depósitos se recogía el agua procedente del hielo exterior, que se acumulaba e iba desplazando el tren en su avance. Y subía rápido.

- Megan...- Susurró Sarah tirando de la manga de su camisa, aferrándose con fuerza a uno de los brazos de su amiga.

Algo asustada, ya que a ella el agua, le estaba llegando por su cintura. Se puso de puntillas pero su cara demostraba algo de preocupación mientras Liz sacó la llave que le dio Robb, para abrir el mecanismo manual de las puertas.

La llavé entró perfectamente en la cerradura y Liz la giró para abrir una portecilla que dejaba ver los mecanismos interiores. En su interior había dos manivelas con un par de carteles.

Apertura manual de compuertas.

Válvula de purga auxiliar.

Un pequeño cartel con un triángulo de amarillo, como de alerta, se veía en el anverso de la portecilla.

Atención.

En caso de inundación la apertura de las puertas estará bloqueada para garantizar la estanqueidad de vagón.

1º-Cerrar válvula de entrada de liquido ( Señalizada con engranaje Rojo en el depósito de entrada)

2º- Accionar válvula de purgado auxiliar en el panel de acceso.

-No te preocupes Sarah, todo ira bien, agarrate a mi cuello ¿vale? Así no te hundiras si el agua sube.-dijo Megan mientras empezaba a buscar la dichosa valbula de las narices mientras se decia a si misma que las cosas en los libros siempre se ponian muy feas pero los buenos ganaban siempre.

Ver a Sarah asustada me descomponía, cogiéndola en brazos para que no tocara el agua, intentando protegerla de lo que fuera que se nos venía encima.

- No te preocupes, todo saldrá bien.- Acaricié el cabello de la joven mientras miraba a miraba el nuevo mensaje, avisando de que necesitábamos encontrar una válvula. Puede que fuera notar cómo el agua ascendía o la tensión, pero no veía nada más que cristalina agua y el miedo reflejado en los ojos de las niñas, paralizándome durante unos momentos.

El agua subió un poco, lo justo para que a Sarah le llegara por el pecho. Así que se agarró fuerte a Megan temiendo que ponerse de puntillas no fuera suficiente. 

Briss estaba dolorida, y con una mano se agarraba el hombro que sangraba, cayendo al agua, y formando  torbellinos diminutos a su alrededor, tiñendo levemente el agua de rojo. Con la otra se agarraba a una tubería evitando caer desvanecida o quedarse sin fuerzas.  Tosio un poco y un escalofrio recorrió su cuerpo.

-Quien iba a decirme que moriría... Junto a Luz Byrne... La rara de 1a...-mascullo en voz baja sin pensar realmente en lo que decía. No había veneno en esas palabras. Era una queja de su situación más que un insulto hacia alguien. 

Megan siguió con la mirada un tubo. Puede que sólo tuvieran que seguirlo.

Las palabras de Briss me hicieron reaccionar. Agité la cabeza un par de veces para calmarme, respirando hondo y fijándome en la dirección que miraba Megan, viendo los tubos.

- ¡Por aquí! - Me acerqué a ellos, siguiéndolos. Tal vez así encontraríamos la válvula.

Megan siguio a su compañera.-No seas tonta, nadie se va a morir, somos los buenos.-aseguro Megan aciendo todo lo posible por mantener el animo en alto mientras se esforzaba por que su palabras fueran ciertas.

Sarah sintió un  poco de miedo al ver que el agua subía ya y le llegaba por los hombros.

Afortunadamente las palabras de ánimo de ambas, y el hecho de moverse entre el agua, hizó que Sarah no se pusiera mas nerviosa. incluso empezó a seguir con al vista las tuberías que indicábais.

- Allí!- Dijo señalando hacia arriba.- Esa rueda roja!

Efectivamente, allí estaba la válvula. La habíais encontrado, pero aún teníais que llegar hasta ahí arriba y girarla para que el agua parase de entrar. Despues tendríais que volver hasta la Válvula de purga auxiliar. No parecía demasiado complicado. Excepto para Briss.

herida como estaba, sus fuerzas flaqueaban, y el frio del agua la estaban haciendo entrar en hipotermia. Sus piernas no la sostenían demasiado y si no fuera porque, prácticamente la sujetaba el agua y una cañería a la que se había agarrado, se habría hundido hasta el fondo.

- Vamos...- Gimoteó Briss.- A que...coff....coff.. esperáis-

A Briss el agua le llegaba por el cuello y se sentía desfallecer. A veces sus fuerzas no eran tantas y bajaba su peso hasta que el agua le entraba en la boca y ella la escupía con tos.

- Briss, si caes ahora no podrás vengarte de ese capullo.- Nunca creí que pensaría esto, pero estaba preocupada por la excéntrica pija, temiendo que el agua fría terminara de liquidar lo que ya había empezado Razhes.

Agarrada a las tuberías para intentar acelerar mi velocidad, anduve hasta la válvula roja, sosteniéndola con las manos antes de girarme para buscar a Megan con la mirada.- Ve directamente hacia la auxiliar, yo me encargo de ella.- No sabía si me daría tiempo a llegar, preferí encargarle la tarea a ella que estaba más cerca que yo. Ahora sí, sin demorarme demasiado y notando el frío en mi entumecido cuerpo, apreté los puños sobre la metálica rueda para girarla.

-Sarah, agarrate a mi.- Le dijo a la niña para que no se ahogara mientras sus manos trataban de llegar al auxiliar, tal como le había pedido Liz.

El agua os llegaba ya al cuello y Briss, jadeaba y tosía.

Las pocas fuerzas que le quedaban hacían que de cuando en cuando se sumergiera inconscientemente. Sarah se agarraba a Megan, asustada. En su vida había visto tanta agua y mucho menos el peligro de morir ahogada, pero se aferraba su amiga con fuerza, cerrando los ojos, con las esperanza que un milagro ocurriera.

Y ocurrió.

Liz accionó la válvula del cierre de líquido. Al principio le costó, pues hacía mucho tiempo que no se movía y las juntas estaban oxidadas. En un último esfuerzo la llave roja se movió y el agua dejó de subir. En ese momento en el panel de Megan se encendió un luz verde y ella tiró de la palanca,abriendo de esta manera el desagüe general.

El agua bajaba rápido y una vez que volvió a su nivel normal, la puerta que unía las dos zonas del tren se despresurizó abriéndose de par en par. Por lo menos no moriríais ahogadas.

Estábais cansadas, pero alegres. Sin embargo hubo algo que no esperábais.

Unas botas negras como el corazón del portador fue lo primero que vísteis de él cunado entró en el depósito de agua. Le seguía un olor a muerte y a fuego, mezclado con  humo y sangre. Como si allí dentro hubiera habido un gran incendio. Su sonrisa no daba lugar. Rhazes estaba vivo y frente a vosotras, como esperando a que le abriérais.

- Gracias- Dijo dirigiendo una sonrisa burlona a la que estaba mas cerca ( Megan)- Y ahora aparta, niña!- Dijo mientras empujaba a Megan a un lado para hacerse camino.

Estaba herido. Tenia una herida fea en el hombro que no pareaba de sangrar y estaba bastante cansado y dolido. En su mano tenía una pistola y parecía mas que dispuesto a usarla.

- No creía que llegaríais a tiempo.- dijo con asco a Liz. Los ruidos y las voces que venían de detrás suya, la sección abandonada, le alarmaron y le hicieron apretar el paso para irse hasta que , sus ojos, se fijaron en algo.

-Sarah...- Dijo apenas en un susurro, con la mirada del mismo demonio.

Apenas os dio tiempo a reaccionar. Rhazes cogió por el pelo a Sarah y la arrastró hacia él mientras la apuntaba con la pistola.

-Apártate o la vuelo la cabeza, señorita Liz. Eso es... Tengo cosas que hacer y esta mocosa, será mi salvoconducto.- Poco a poco reculaba en dirección a la puesta opuesta del depósito, apuntando a la pequeña.