Partida Rol por web

Sarah .... crees que podria caber alquien mas??? yo o incluso Kaidan ... u otro de nosotros? - le pregunto tras ver aquella abertura que podia ser el mejor ama para sorprender a la gente de primera ...

Sarah miro a Roland de arriba abajo y negó con la cabeza.

-No!-

Miró al resto y solo se detuvo su mirada en uno. Kaidan. Aunque su cara no mostrase precisamente una convicción demasiado clara.

-Puede que Kaidan. Pero... ¿Y si se atasca?-

Con que aquél era el famoso escondite secreto de Sarah, uno que ni siquiera Kaidan conocía, y eso que se sabía el vagón de tercera como la palma de su mano. Miró hacia un lado y al otro cuando la niña lo apuntó con el dedo, sorprendido. El agujero le parecía muy estrecho, y no es que lo perdieran las ganas de rebozarse entre todos los detritos del vagón, pero si aquello les daba una mayor oportunidad de éxito... - Está bien. Puedo intentarlo. Así Sarah no irá sola y estaremos todos más tranquilos - sentía que tenía que decir algo más, algunas palabras emotivas acorde a lo importante de la situación - Yo... si nos volvemos a encontrar... recordadme como era antes de meterme ahí dentro - joder, aquél olor le iba a acompañar toda la vida...

Roland: Aqui tienes ... señorita 

Recibo con un asentimiento de la cabeza la tubería oxidada que me tiende Roland.

-Gracias -murmuro.

- No voy a darle un arma a alguien que se puede volar un pie o disparar al culo de un compañero por un error o una jodida rabieta, así que andando y a quien no le guste que se joda.

Me abstengo de comentar que Jake parece sentirse igual de cómodo sosteniendo una pistola que cogiéndole un testículo a John, pero parece que según la jerarquía del guardia, los hombres van a ir por delante, así que que les den.

Arrugo la nariz en cuanto Sarah descubre su escondite secreto, y casi agradezco que la niña considere que mi culo es demasiado gordo para caber por ahí.

Yo... si nos volvemos a encontrar... recordadme como era antes de meterme ahí dentro 

-Tranquilo, no creo que empeore mucho tu esencia -comento, dándole un golpecito amistoso en el hombro- cuida de la peque, eh.

En cuanto las piernas de Sarah y Kaidan desaparecen de la vista, metiéndose por ahí dentro, me vuelvo al resto de hombres.

-Caballeros -doy una palmada enérgica, mientras frunzo el ceño- me parece que deberíamos ponernos en marcha a la voz de ya.

Megan arrugo la nariz ante el olor. No estaba acostumbrada a aquella peste pero su promesa de ayudar era firme. Se quito el abrigo que le habian prestado para pasar mejor y agradecio que su madre no le dejara comer muchos bombones o nunca habria podido pasar por ese tunel.

-Voy a cuidar muy bien de Sarah, lo prometo.- dijo Megan al padre de la pequeña antes de meterse detras de su pequeña amiga y perderse en esa tunel que olia a pis.... y lo otro....

¿El culo gordo?.- pensó John lanzando una mirada al trasero de la profesora, con su natural disimulo.-No le haga caso, pierdeniños, tiene el culito respingon muy bien puesto.- dijo John queriendo animar a la profesora.- Esta usted muy buena.-añadio sin mala intencion, como si fuera un simple piropo corriente pero se dio cuenta (Tarde) que estaba metiendose en "un jardin frondoso"... que no sabía lo que era exactamente aquella frase hecha pero si lo que significaba.

Las niñas se metieron por el agujero del viejo retrete y John no quiso recordar todo lo que había soltado sentado en aquel viejo trono antes de que cerrara. Aquellas crias podrian salvarse de los tiros pero una infeccion pillaban fijo....

No dijo nada al respecto.

Resoplo y asintio.- Vamos.

Tras sopesarlo después de ver lo lista que era mi niña al encontrar aquella falla en el tren, ví que no pude evitar que fuera por aquellas tuberias finalmente - Está bien, ten cuidado y haz siempre lo que te digan Megan y Kaidan. ¿Entendido? - Dije algo serio para después agitar el pelo de Sarah - Mi pequeña... al final también vas a ser mecanica como tu padre... Menuda sorpresa nos has dado a todos.

Me levanté para dirigirme a Megan y Kaidan - Por favor que no le pase nada. Confio en vosotros. - Mencioné a ambos que ya poco a poco iban introduciendose. Me quedé allí un momento estatico sin saber lo que pasaba generalmente con el resto del vagón, hasta que finalmente apenas se podían oir.

Olya y John tenian razón - Sí, hay que ponerse en marcha. Vamos todos - Dije para empezar a dirigirnos hacia la puerta de 3º, no sin antes retener a Olya un momento atrás para hablar con ella en privado

-¿Sabrias manejarla? - Es lo primero que le pregunto nada más retenerla mientras agito el arma - Dime la verdad por favor. Teniendo en cuenta lo que nos vayamos a encontrar allí alante, prefiero que vayas cubriendonos por detras y enfrentarme yo en primera linea a los que nos vengan. - Me relajé o al menos eso traté, respirando hondo. Con Sarah en aquellas tuberias y nosotros a punto de amotinarnos mi mente ya daba tumbos, hasta que finalmente me relajé.

Puse mi mano sobre su hombro mientras agachaba lentamente la cabeza - Perdona... creo que Sarah también esté actuando me está poniendo un poco histerico... Lo que quiero decir Olya es... - Poco a poco llevé la mano hasta su vientre - Que no quiero que te pase nada malo, por eso prefiero que lleves un arma mejor a algo con lo que te puedan herir más de seguro. No podría parar de culparme si te hicieran daño y no pudiera protegerte. - Casi lo decía con un tono más allá de la simple protección que quería darle. Hablandole de la misma forma que hablaba con Sarah o incluso más similar a como hablaba con la madre de Sarah

La ternura de Alan me pilla por sorpresa, y estoy a punto de responderle que no se preocupe, que a estas alturas estamos todos de mierda hasta el cuello, cuando él alarga una mano para llevarla a mi vientre. Es entonces cuando presiona algo que llevaba guardado allí, contra mi piel, y que ya había olvidado por completo.

Conteniendo una carcajada nerviosa, me levanto varias capas de ropa para mostrarle a Alan la pistola que robé de la taquilla de aquel guardia, metida en la cintura de mi pantalón.

-Joder, con todo el lío había olvidado que me escondí una aquí -murmuro, llevándome una mano a la frente.

Dibujando una sonrisa nerviosa, golpeo amistosamente el hombro del líder del grupo.

-No tienes que preocuparte por mí, de verdad. Ya tienes suficiente con Sarah. -Echo un vistazo al movimiento general del grupo, y me recojo el cabello tras la oreja, nerviosa- Venga, pongámonos en marcha.

-No digas que no debo preocuparme por ti. Eres de mi familia practicamente Olya. Si dices que con esa tienes suficiente... está bien - Asentí con conformidad - Pero por favor, no te expondas demasiado. Aunque no lo quieras también he de protegerte como a Sarah. - sonreí de medio lado al decir lo ultimo y le acaricié el pelo.

Venga vamos.

-¿Y bien? ¿A qué esperamos? - miro a todo el vagon ya preparados y con esperanzas de lograr algo con esto y tras ello miro al resto del grupo - ¿Por qué decidí ponerme al frente del grupo? No se me da bien hablar para tanta gente. - Froté varias veces el arma sin saber que decir. - Vamos a reclamar justicia... Vamos a reclamar libertad... - Miré a John para que fuera abriendo la puerta.

A pesar de haber dicho aquello, no eran palabras para el tipico discursito de lider que se daba antes de empezar la gran batalla final... Miré a todo el pequeño grupito que formabamos nosotros y paré en CJ. La agarré del brazo y la puse en medio de todos susurrandole palabras al oido - Todo el vagón espera palabras de aliento, palabras de esperanza... Yo no sé que decir y tu eras la que iba a tomar cargo del vagón de tercera... No veo nadie mejor para inspirar animo a todo el vagón. Son tuyos.

- Todo el vagón espera palabras de aliento, palabras de esperanza... Yo no sé que decir y tu eras la que iba a tomar cargo del vagón de tercera... No veo nadie mejor para inspirar animo a todo el vagón. Son tuyos.

Me recojo las greñas tras la oreja, impaciente.

-No es que no me guste escuchar a la doctora -dirijo mi mirada hacia CJ, alzando las cejas en un gesto de disculpa- pero creo que tenemos prisa. Ya tendremos tiempo para arengas cuando seamos libres. 

Me vuelvo hacia el resto, inquieta.

-Sólo tenemos que tener eso en mente: la libertad. Que no se os olvide por qué luchamos, y para quién: para que nuestros hijos, las generaciones futuras, ¡los futuros seres humanos de la tierra! Para que ellos no sufran lo que hemos sufrido nosotros. Y vamos a salir de este vagón de mierda en pos de ese objetivo. Ni más, ni menos.

El último vagón estaba expectante.

Sarah, Megan y Kaidan entraron por el hueco y desaparecieron con algunos ruidos y chasquidos metálicos de los conductos. Kaidan iba en última posición y le costó bastante mas acceder el hueco que a las chicas. Finalmente, Cj cerró de nuevo la chapa y puso el inodoro en su sitio. Como si nada hubiera pasado. Volvía a ser un mugriento y oxidado meadero de cucarachas.

Pero eso solo era desviarse del tema central.

Todo el mundo estaba envuelto de armas. Armado hasta los dientes, como solía decirse. Y Cj asintió a las palabras de la profesora. Había quedarse prisa, pero ¿hasta dónde llegarían? Cj se acerco hasta Roger. Miró a John y lanzó una directa pregunta al guarda de 1a camuflado, mientras alguna gente la seguía hasta el frente.

- ¿Puedes abrir las puestas entonces? ¿Tienes los códigos?- Sin esperar a que respondiera señaló la puerta del fondo, la que separaba al fondo los camarotes delos guardas de la siguiente sección.- Abrela. Ya hemos pasado aquí bastante tiempo.

La rebelión había comenzado

Roger se giró para encontrarse con una multitud enfadad.

Eso no era bueno y sintió algo por dentro, como miedo, quizá. Era como aquella vez, en la estación en la que dejó que Ha-Neul siguiera a delante. La gente se saltó los controles de seguridad y la gente empezó a caer al suelo por los disparos. Pero no fue suficiente. La gente se subió sobre la gente, y alcanzó a los guardias. Los sobrepasaron y entonces, el tren cerró las puertas.

Con esa, marabunta de gente, que no pudo subir al tren, las personas mostraron su último atisbo de humanidad. Y solo unos pocos serían los vestigios de lo que quedó. ¿Merecería la pena conservar algo del viejo mundo?

Aquella gente le recordaba a esa gente en la estación. Buscó con la mirada a su amada Ha pero se encontró de frente con el rostro de Cj. Los Códigos. Si claro. Por un momento se acordó de que había pasado infiltrado entre los guardas y que tenía los códigos.

- Si - Dijo de forma seca. - Espero que sepáis lo que hacéis.... murmuró por lo bajo.

Roger se dirigió en cabeza hasta la puerta que separaba la jaula de tercera con el resto del tren. Cada sección que pasase tendía que volver a repetir ese condigo. Rezó por que no hubieran reseteado los códigos.

- Et... vooila- Dijo apartándose a un lado.

La puerta se abrió y pudísteis ver como el siguiente vagón, la enfermería, estaba abierta frente a vosotros. Sin embargo no estaba vacía. Tres guardias os miraban, apuntándoos con las armas.

- Al primero que se acerque lo dejo frito!!- Gritó uno.

Al fin nos movíamos! Megan, Sarah y Kaidan se habían esfumado por el retrete y el resto ya estábamos listos para la acción, cojí aire y lo exhalé en silencio intentando relajarme y matenerme concentrado, tras atravesar esa puerta, desconocía totalmente que ocurriría a partir de ahora. Podríamos tener éxito o palmarla como unas ratas, pero no podíamos seguir así y yo debía de encontrarla...

Roger abrió la puerta y comenzamos a avanzar, sabía que el siguiente vagón era la enfermería y debería de estar vacío en ese momento, pero todos frenamos en seco y un silencio sepulcral se propagó entre nosotros cuando vimos lo que teníamos en frente, había tres guardias ante nosotros armados y apuntándonos-Mierda-mascullé, al escuchar la amenaza del guardia.

Estaba claro que no era un farol y tirarían a matar sin dudar, así que mantuve el arma quieta y sin moverla, me liquidarían antes de que ni siquiera pudiese apuntar-Estamos jodidos Alan-dije mirándole de reojo. Y era cierto, cualquier movimiento en falso y todos terminaríamos muertos, así que me mantuve en mi sitio sin moverme y esperando a que los guardia movieran ficha.