Partida Rol por web

Parpadeó, soltando aire como molesta. Esos jóvenes de hoy en día con sus ideas locas...

-No vá a encontrá tu un hombre mejó que ese, híja. Que te quiera, te rehpete, te haga tu cosa y te haga sé felí. Piénsalo.

Negó con la cabeza.

-Ademá, ¿Que lo vá a dejá escapáse y que se lo yeve otra pelandrúca? Él te quiere, niña. Yo lo sé. Lo veo en sus ojo. No soy tonta. Muhere como nosotra solo tenemo una oportunidá de pescá al hombre ideá.

Tosió un poco.

Miró aún más raro a su yaya cuando decía que el Paco le quería, eso era nuevo. Mucha novedad desde que él no l'había dicho ná asín. Pos claro que el Paco estaba de toma pan y moja y que no quería que otra se lo llevara, vamos, antes d'eso las desmoñaba como a la Toñi, no te jode.

-Si sé que el Paco es la puta hostia, yaya... Pero de ahí a casáme...- miró dudosa a su yaya. -Yo eso no sé si lo veo... No lo voy a dejar que se lo lleve otra, tan tontisma no soy, pero... ya veremos...- se quedó pensativa, eso de la boda era mu serio, que quería decir que no iba a chuscar con otro nunca más... Aunque con el Paco, no estaba pa buscar a otro, menudo maromaco la había tocao. 

No podía evitarlo comía como un pajarito y si encima estaba bajo presión y con un disgusto… pues menos, a ver quién le deshacía el nudo del estómago, encima tenía al lado al cagaprisas, que los buenos modales de mesa no eran suyo y se comió el cochinillo con tal fruición que la puso a prueba. Como la reina se lanzó a la ensalada y de no ser por alguna mirada de Vílchez y un “acuérdate de lo que te dijo la doctora” no habría pinchado nada más, claro que con el brazo como lo tenía… tampoco podía hacer mucho.
Mucha lata de conserva veía ahí… mal asunto, estaban tirando de reservas.

“Purga de incompetentes… vaya a unos los degradan y a otros los mandan ejecutar, hasta en el apocalipsis hay clases” García se percató de como clavaba la mirada en el plato con una ceja arqueada cuando hablaban de ese asunto. Sí de ella hubiera dependido los habría tirado a todos por un balate, a excepción de García (fuera lo que fuese) eran todos unos putos incompetentes, responsables de la muerte de millones de personas. No tomar las decisiones adecuadas durante el estallido suponía que la población a rescatar era inversamente proporcional al esfuerzo y trabajo a realizar. Una catástrofe.
Mari Cruz era muy consciente de que su comportamiento, de no haberse ido el planeta por el wáter, habría supuesto un durísimo castigo, en España desde Franco la disciplina militar te convertía en un eterno expectante de órdenes pero nunca un generador de iniciativas (el problema del que adolecía el sargento Cazorla) y Ay de ti como se te ocurriera tomar decisiones al margen del mando…  En los presentes notaba ese resquemor al mirarla, el de quienes se habían quedado con el culo al aire frente a una simple cabo de la Guardia Civil, ni siquiera una “militar de verdad” que dirían ellos.
Sea como fuere no podían abandonar a los supervivientes a su suerte y mejor si era adaptando el plan Baños.

Pasó la comida con el radar puesto, haciendo como que estaba a sus cosas pero sin perder ripio de miradas, gestos y textos entre líneas. La familia real permanecía correcta asistiendo igualmente al espectáculo de lanzamiento de cuchillos entre superiores. Madre mía… ellos sí que daban vergüenza y no sus acompañantes.

Esperaba que le dieran pie para hacer la presentación, cuando al fin el general Rodríguez (un rancio de cojones que se choteaba de ellos pese a hablar tan correcto) la nombró
-Vílchez, por favor…- (en el trabajo seguía siendo Vílchez, Jorge solo de puertas para adentro, en familia) él recién nombrado cabo se encargó de preparar los aspectos técnicos, repartir los dossieres impresos y pinchar el pen con la presentación powerpoint y los vídeos.

La teniente se levantó –Majestades, altezas, señores… con su permiso- Vílchez le retiró la silla y ella pudo caminar hasta la cabecera junto a la pantalla portátil “Ay tito, dame tu labia” –El plan Baños puede resumirse en pocas palabras, trabajo, colaboración y constancia, pero la clave es: Funcionar.
En Baños solo quedamos 3 guardias civiles durante el estallido sin posibilidad de ayuda por parte de ninguna otra institución, así que tuvimos que afinar el ingenio. Establecimos una estrategia en 4 puntos a cumplir en un día máximo: 1-contener a la población 2-limpiar la zona 3-asegurar el perímetro y 4-aprovisionarnos- iban pasando pantallas de la presentación en la que se desglosaba cada punto mientras ella los explicaba aportando detalles de como la gente esperó en sus casas y esa noche la pasaron haciendo redada por el pueblo. Como al día siguiente se le unió Jose Luis y comenzaron la evacuación al castillo de personas y materiales básicos para alimentación y defensa – Con el colapso de las instituciones los campos de refugiados son poco menos que una sentencia de muerte, miles de civiles sometidos a un régimen militar, hacinados, aterrados, pasando privaciones, perdiendo la esperanza en que alguien vaya a ayudarles a cada día que pasa. Y cada día cuenta, como ya sabrán el virus ralentiza los procesos de putrefacción así que atrincherarse y esperar a que mueran no es una opción, pues los refugiados consumen pero no producen. Además los infectados conforme se les acaba el alimento se agrupan en hordas que superan con creces la capacidad de defensa militar o la resistencia de cualquier perímetro vallado.- dio un buchito a su vaso de agua -En Jaén somos afortunados de contar con la mayor concentración de castillos de Europa en buen estado de conservación, en general España posee un gran número de castillos, torreones, fortalezas y plazas fuertes preparadas para resistir un asedio- se vio la foto de un mapa en el que habían marcado con rotulador rojo dichas localizaciones -Estas estructuras con unas cuantas intervenciones sencillas pueden volver a ser autosuficientes y ahí es donde entra el “plan Baños”- el powerpint indicó un cambio de capítulo con un color diferente de fondo –concluida la fase de “Supervivencia” entramos en la fase de “Reconstrucción” donde personas como Ezequiel o Jose Luis son cruciales. Nadie conoce una zona ni la va a defender mejor que sus habitantes. Buen ejemplo de ello es el conflicto de Afganistán- Mari Cruz estaba siendo un poco-mucho cabrona tocando asuntos que sabía a los militares les iban a tocar los cojones, pero la intención era esa, evidenciar el fracaso del sistema tradicional y presentar el “plan Baños” como la solución. Apareció un nuevo desglose de puntos –al censar a la población también se hizo un perfil profesional de cada uno y en función de sus aptitudes se les asignó un grupo de trabajo. Le inmediatez que requerían las tareas de acondicionamiento del castillo impidió a la gente abandonarse al dolor, no fue fácil convencerles. Esta fase se llama reconstrucción porque se trata de reconstruir la sociedad y para ello es necesario cambiar la mentalidad de los supervivientes.  Hacerles entender que aunque el estado sigue existiendo, esto es importante, carece de la capacidad para hacerse cargo de ellos como antes y necesita de su colaboración. Como decía San Juan de Dios “Ayudate a ti mismo y Dios te ayudará”- cita que como granadina y devota del santo conocía bien, además sabía que la reina Sofía colaboraba amenudo con la orden hospitalaria, fue un momento emotivo en su corazón. Carraspeó y volvió a beber. Se extendió explicando como esto ayudó a prevenir problemas como el estres port-traumático o la depresión, de como el trabajo sirvió de elemento de cohesión social y realización personal –un individuo que se siente útil, valorado y estimado es un individuo potencialmente feliz- quedaba patente que con la aplicación de su plan cuestiones como supervivencia, seguridad o abastecimiento eran solventadas en tiempo record y pasaban a un segundo plano aunque no debían descuidarse –y por tanto un activo importante, que se implica en las tareas y aporta a la comunidad  - ahí es donde, conforme pasaban fotos en pantalla, enumeró (y presumió) de los logros estructurales y hazañas defensivas de Baños, con nombres y apellidos entre los que estaban el Zeki y el Cagaprisas, con fotos y videos flipantes del funicular, los huertos urbanos, el hospital, la granja...etc. Aprovechó para seguir metiendo cuña en cuanto al necesario cambio de mentalidad de la estrategia militar al ver funcionando los toriles, partes de la batalla o el somatén en acción. El powepoint había dado paso a un nuevo capítulo con otro cambio de color “Normalización”.
-Como decía antes insistimos en la idea de que el estado seguía existiendo, lo hicimos no por la fuerza si no con democracia. Mediante votación se eligió un alcalde, don Faustino, quien desde el primer momento trabajó en la concepción del plan y sirvió de nexo con la población civil. Mantener vivo el concepto de estado democrático ayuda a mantener el orden, es una cuestión psicológica , pues se asume que la ley también sigue vigente- prosiguió detallando como el coronel Airás y el General García habían contribuido a ello manteniéndose en permanente contacto, coordinandose y ayudando aportando material y personal –saber que hay más asentamientos, establecer una red de contacto y colaborando entre ellos es otro punto importante a tener en cuenta. No solo da esperanza si no que nos hace mas fuertes pues unos suplen las carencias de otros ya sea en capital humano, tecnológico o materias primas- se vio una imagen de como cada núcleo resistente se relacionaba con los de su alrededor, picaban en algunos puntos y aparecía un listado de aquello que compartía con el resto. Era un nuevo capítulo “Reconquista”. En el fondo estaban inmersos en un revival del sistema feudal. La pobre se estaba quedando seca de tanto hablar, se acabó el vaso, Vílchez se lo llenó al instante, bebió más.
-Ejem… perdón…  esta es la nueva fase en la que nos encontramos ahora mismo. Estamos planificando una serie de estrategias conjuntas entre asentamientos para hacer una limpieza quasi definitiva de nuestro territorio y ampliar el perímetro de seguridad de cada población mediante la construcción de murallas…- ahí entraban ya en el campo de los planes y las hipótesis, contemplando además otras variables hostiles aparte de los infectados, como eran las bandas de delincuentes fugados y los lobos solitarios. Fue un capítulo más breve.
Vílchez encendió la luz de nuevo
-Esto es en fin el plan Baños. Cierto es que nuestra población tiene una posición privilegiada que nos ha facilitado las cosas, pero como desgraciadamente hemos podido comprobar en Cuatro Vientos, de nada sirven la tecnología o las materias primas en abundancia si las personas no están preparadas para asumir y solventar la situación por si mismas. Baños de la encina… es un pueblo pequeño pero lleno de grandeza, me siento muy orgullosa de ellos y me honra representarles en este momento, sus gentes han pasado por encima de las dificultades y las tragedias personales y nos han devuelto a todos la fe en el futuro. Eso es el plan Baños, no es un parche, es un plan de futuro…-

Ale, se acabó. Ella emocionada con el corazón a mil y la plana mayor mayor del país con los ojos clavados en ella. Silencio. Infarto en 3… 2… 1…

Después de esa presentación se sintió obligado a aplaudir, provocando que los presentes le secundaran, con más o menos desgana. Había sido una exposición brillante, y ahora él puso los puntos sobre las íes, adelantándose a las típicas chorradas que hombres como aquellos solían preguntar. Chorradas que delataban que no iban a leerse los dossieres si no les obligaban. Lo típico.

-Muchas gracias, teniente, por su exposición y resumen de lo contenido en el dossier. Y gracias una vez más por coordinar todos esos esfuerzos de los que nos ha hablado en la presentación. Puede sentarse, si lo desea. Ésto no es un interrogatorio, así que no es necesario que aguante las preguntas de pie, ni nada de eso.

Esperó a que lo hiciera, componiendo una breve sonrisa. Llevaba puestas sus gafas de leer de cerca, de esas del cordelillo por detrás de las orejas.

-Bueno, caballeros. Antes de que nos enzarcemos en discusiones estúpidas sobre yo hice tal y yo hice pascual, creo que es el momento de hacer dos cosas. En primer lugar, hacer acto de contricción y entonar el "mea culpa". Con todos los peros que queramos, pero mea culpa. Teníamos órdenes, manuales militares y procedimientos. Pero éste enemigo es nuevo, nos ha pillado totalmente por sorpresa. Los métodos convencionales no funcionan, y la situación es crítica.

Hubo murmullo, él levantó la mano reclamando silencio.

-Digan lo que digan, para la gran mayoría de supervivientes españoles, la situación es crítica. Y es por eso que el plan Baños, o como queramos llamarlo, es un método que, siendo todo lo poco ortodoxo que queramos que sea, funciona. Y a mi siempre me han gustado las cosas que funcionan, desde que mi padre compró aquel SEAT 600 y no se nos estropeó ni una puñetera vez.

Hubo sonrisas por la referencia que relajaba el ambiente.

-Bien, una vez hecho el acto de contricción, vamos a ser realistas. España es un país muy diverso. Tenemos grandes sistemas montañosos, llanuras, zonas de costa, riberas, etcétera. El problema de implementar éste plan a escala nacional es grande, pero yo lo interpreto como un desafío. Donde haya castillos, se usen. Donde no haya, orografía. Donde no haya nada, se construye. Debemos situar todas nuestras energías humanas, materiales y sociales en la consecución de éstos objetivos, brillántemente expuestos aquí. Estoy seguro que el señor Carmona podrá hablarles largo y tendido de lo que significa trabajar por los demás. De los peligros que éstas personas civiles, que los miembros de su milicia o somatén, han corrido haciendo acopio del material necesario. Antes del quince de agosto les diríamos, "lo han robado, deben ir a la cárcel". Pero... majestad -dijo, mirando al rey- Como ha hecho usted mismo, donando todos los bienes de su patrimonio, casas, castillos, incluso armas y colecciones de museo, todos esos recursos deben destinarse ahora a una única tarea. A nuestro objetivo, que como ya ve, es triple. Asegurar, afianzar y reconquistar. Reconquistar, no les quepa duda, a eso debemos aspirar.

El general Rodríguez iba a decir algo, y él no aguantaba a aquel tocapelotas, así que siguió hablando para cortarle.

-Se que me van a decir que ahora mismo no tenemos tropas ni estamos en disposición de desplegarlas en ningún sitio más. No se confundan, no pido eso. En éste mismo momento, mientras hablamos, el coronel Juan Airás de la Guardia Civil, al mando de 150 hombres armados, entre guardias y civiles movilizados, están enfrentándose a una horda de cientos de miles. Una horda formada por los infectados de Jaén capital, sur de la provincia y norte de Granada. Y gracias a una gestión de los recursos excelente, están venciendo. Y les recuerdo que en Baños de la Encina, no fueron necesarias ni las armas de fuego. Hombres como los aquí presentes, como el señor Carmona o el señor Patiño, acabaron con miles de esas cosas desde la seguridad de unos muros que ellos mismos, ojo, construyeron en quince días.

Hubo silencio por aquella declaración.

-Así que para mi está claro, majestad. Éste plan debe ser aprobado, con todas las modificaciones que ustedes quieran para adaptarlo genéricamente a las más variadas situaciones. Pero debe aprobarse. Y si no se aprueba, puede vuestra majestad disponer de mi cargo como crea conveniente, pues en menos de lo que éstos señores pueden tardar en parpadear, firmaré mi renuncia, que la traigo aquí en el bolsillo, por lo que pudiera pasar.

El general Fontenla asintió, complacido. Todo aquello extraía valiosísimas lecciones de la historia de España, que ahora usaban en lo inmaterial y en lo material. Hasta usaban castillos y armas medievales. ¡Lanzas! Jodidamente brillante. Como historiador militar que era, le parecía un plan cojonudo, excelente. Casi hasta le dió vergüenza de que no se le hubiera ocurrido a él.

-Una exposición genial, teniente Castaño. Mis felicidades, a usted y sus acompañantes, por lo que han hecho por su pueblo. Por cierto -hizo una pausa breve con una sonrisa- Leo en el dossier que muchas de éstas ideas han salido de la cabeza del señor Castaño, el alcalde. Me encantaría conocerle, pues parece una de esas personas con los que me pasaba horas y horas charlando sobre temas a cual más interesantes. Mis felicitaciones a él también, aunque no pueda estar presente.

Parpadeó y miró al monarca.

-Creo que le debo a todos aquellos buenos hombres que han muerto en Madrid, en Zaragoza y en Cuatro Vientos, por cumplir ciégamente nuestras órdenes, dar algunas que, para variar, supongan una posibilidad real de victoria frente a unas bajas mínimas. Si, apoyo el plan.

Miró a la teniente y sonrió brevemente.

-Solo tengo una pregunta. ¿Cuando empezamos?

Como no podía ser de otra manera, ahora le tocaba al turno a su retórica, labia y mierdas mentales. El estilo predilecto del general, siempre tan preocupado por todo.

-Gracias por la exposición que ha hecho, teniente. Muy interesante -él no usó adjetivos más halagadores- Aunque no deseo que el general García, aquí presente, renuncie a su cargo, por la gran labor que ha desempeñado en ésta primera fase del conflicto, debo poner peros a éste plan.

Hubo murmullos.

-En primer lugar...

Y entonces el príncipe de Asturias se levantó de la silla.

El príncipe siempre salía en la tele como un tipo super correcto, serio, con sonrisa afable, inmutable. Pero en ese momento estaba hecho un puto basilisco. A pesar de que era príncipe, pero en el ejército solo tenía el rango de teniente-coronel, le levantó la voz al general como si él, y no su padre, fuera el rey de España y capitán general.

-¡Estoy cansado de usted, Rodríguez, cansado! -le espetó- Cansado de sus objeciones, cansado de su falta de liderazgo. Ostenta usted el rango de jefe de proyectos del Estado Mayor, y han tenido que venir de un pueblo de Jaén a hablarle de proyectos que le dan cien vueltas a sus gilipolleces.

Su madre, la Sofi, le iba a poner una mano encima del brazo para tranquilizarle.

-No acepto que usted ponga ninguna pega a éstas personas. Personas que sin vestir tantas medallas en el uniforme, le han hechado cojones... -hizo énfasis con la mano- Cojones, general. Y han convertido un lugar que podría estar pidiéndonos ayuda humanitaria en lugar que ahora PRODUCE sus propios alimentos, su propia energía y es autosuficiente.

García le miraba con un gesto de aprobación.

-Me da usted vergüenza, general. Si alguien debería poner su cargo a disposición de mi padre en éste momento, ese es usted. Pero seguro que no tiene los cojones suficientes como para asumir la responsabilidad de sus actos.

El silencio en la sala se volvió ensordecedor.

El rey asistió a la conferencia con un gesto de sorpresa. A diferencia de otros, nadie le había contado aquello. Para él el método Baños era solo un nombre en los memorándums que le pasaban. Pero ahora comenzaba a ver que la salvación de ese país, su país, podía perfectamente depender de aquellas ideas. De lo que representaban. Así que cuando su hijo se cabreó con el general, esperó a que terminara de soltarle la reprimenda que merecía, antes de actuar.

-Felipe, siéntate por favor.

El tono sonaba casi a órden, y su hijo se fue sentando sin mirarle, pero con el cabreo intacto.

-Gracias, general García por sus apuntes. Pero puede guardarse ese papel, no lo va a necesitar. Teniente Castaño, no tengo palabras... España necesita gente como usted. Y estoy seguro de que hay más como usted ahí fuera, esperando aportarnos su genialidad, sus dotes de mando y capacidad de tomar las decisiones necesarias en los momentos necesarios. Por favor, transmita a su tío mi más profundo agradecimiento, e invítelo en la medida de lo posible a que venga aquí a hablar con nosotros. Su presencia será agradecida, bienvenida y valorada.

Dicho todo ésto, que sonaba casi al discurso de navidad, miró a los dos entrañables catetos allí presentes.

-Llevo semanas escuchando lo que me dicen generales, científicos y gente que se cree muy lista. Pero apenas he escuchado a la gente de a pie. A los españoles. Y ustedes parecen dos excelentes españoles, de los que muchos podrían aprender. Incluso muchos de los presentes -zapatazo en toda la boca a cierto general que deseaba morir en ese momento, al menos figuradamente- Es por eso que me dirijo a ustedes y les pregunto. ¿Que opinan de todo ésto? Del método Baños, de su experiencia. Si creen que puede suponer la diferencia entre la mera supervivencia o un futuro mejor a largo plazo. Hablen sin miedo.

Les invitó con un gesto de la mano.

Al Jose Luis le pusieron un dossier delante y se puso a ojearlo mientras la teniente hablabla, escuchando a ratos. Se divirtió con las fotos. Ahí estaba aquella que le hicieron con el Zeky posando hechos mierda pero sonrientes con una pila de apollardaos, como dos pescadores flipaos por pescar un pez espada de 500 kilos. ...acuérdate de pedile una copia que ehta afoto mola tenela en casa... Le pegó un codazo al Zeky pa que la viera.

Jose Luis asentia cada poco poniendo morritos según la Maricrú iba contando cosas, intentando parecer convincente y reforzar el discurso. Que una cosa es pensar que era una gilipollez tener que contar aquello y otra ser desleal. ...con la teniente hastal fondo, Selui... ya te digo, tal fondo... no, pero séntrate, que tamo aquí por el buen nombre de Baño... aro Selui, eso... pero ¿tal fondo o no?... que sí Selui, pero tú ponte serio... Tenía unas ganas terribles de encenderse uno de sus puritos, que las sobremesas con copazo entre caballeros son para disfrutarlas como un señor. Pero en ese momento la Maricrú decía no se sabe qué mierdas de que la ley y el orden seguían vigentes y por eso tenía dudas. ...puta ley antitabaco del cabrón del Sapatero... al ioputa se le ocurre prohibí el tabaco ante del apocalisi... hahta pa eso cagándola... Lo que no le podían negar era otro copazo, y además por otra cosa: entraba y salía de la sala una camarera que estaba pa darle toa la noche ...tiene máh de 40 taco, Selui, eso ta claro... pero no vea la iaputa peaso cuerpo que tiene... la reventaba, Selui... No tuvo miramientos de lanzarle miraditas. Cuando pasó cerca de él le hizo una señal y le habló en voz baja y la sujetó suavemente de la mano.

-Preciosa... ¿me puéh ponéh un güihqui? El mejó que tengái por aquí, doble, con hielo. Quehtoy cansao de coñá -sonrisita y guiño cómplice-. Y tu teléfono... noooo quesbroma, guapa. Que ya no hay teléfono.

Broma, sí, los cojones.

La teniente seguía hablando y el Cagaprisas seguía asintiendo, pero no podía evitar girarse a veces para mirar al Zeky con cara de incredulidad, intentando confirmar que había alguien normal en la sala aparte de él mismo. La teniente diciendo putas obviedades y esa gente toa su vida viviendo como aristócratas con sueldo público tomándoselo como la novedad del siglo. Toy flipando, tío. También le sorprendió la intervención del príncipe, que tan modosito parecía. Zeky... atiende, aquí se pué decí "cojone", anota.

Estaba intentando sacar un paluego de entre los dientes con la lengua, estudiando la mesa sin encontrar un puto palillero. ...cojone, qué pasa que loh reyeh no usan palillodienteh?... Entonces va el rey y les pregunta.

...hostia Selui, que va tené que hablá... cagontólosmuerto...

Carraspeó. No tenía nada preparado. NADA. Nadie le había dicho que tenía que hacer nada allí. Si lo hubiera sabido se hubiera preparado una redacción.

...échale huevo, Jose, pero cuidao questáh aquí con el mihmico rey don Juan Carloh... Recordó algo que siempre repetía su profesor de historia de 1º de BUP, que repetía cada 2x3 y según parecía había que repetirlo en todos los discursos del senado.

-Ehtoooo... bien... "De venta en Caprabo, decía el cabrón". De venta en Caprabo... eso era ante del apocalisi, Majestáh, dama y caballero. En el Caprabo ya no hay ná en venta. Hay lo que se puéh cogé. Y pa cogelo hay que tené ánimo de levantarse de la cama. Y tamién hay que tené hambre. ¿Qué quiero desí con ehto? Lo que quiero desí éh que el mundo tá a to echao a perdé y millone de persona han muerto. Familiare y amigo de toh nosotro. Hente buena y hente mala, hente que se lo merese y hente que no. Pero digo yo, de loh que quedamo en pie ¿alguno merese acabá en el hoyo? Y yo digo que sí: se lo merese el que ehpera que loh demáh lo tengan mimao. Ehto son tiempo asiago, tiempo difísile, y lo fási éh rendirse y ehperá que lo den to hecho como comunihta. Aquí sobrevive el que sale a ganarse el pan. Pero hay una cosa importante que tengo que desí: el pan se acaba. Y ha mueto tanta hente que lah fábrica no funsionan. No hay ná de ná y lo que hay lo vamo a gastáh. Polo tanto, no se pué estar saqueando y ehperando que vengan a rehcatate porque llegará el día que no haiga ná pa saqueá. La única salida éh organisación, organisación y organisación y pensá en el futuro. La guerra ya no éh ehperá en la frontera a que vengan loh moro o loh francese o loh catalane. El nemigo sale de debaho lahpiedra, y abarrota tó lo que hay. Ya no vale lo de hacé campo refugiao con unah vallica de alambre y gahtá siene o mile de tonelada de comía pa darle a gente llorando, y tol mundo esperando que pase la marea, porque ehta marea cuando pasa éh un sunami. Ehte nemigo no se quea fuera del cerco ehperando un tiro, no siente doló, no se cansa, y lah bala solo valen si leh dá en lalmendra. Na de eso. El que no tiene való de ganarse el pan, pa fuera. El que sequivoca una y otra vé y no aprende de loh erroreh, pa fuera tamién. El que tiene való pa salvar su culico y el culico de loh demá, paentro. En Bañoh hemo hecho asín dehdel prinsipio y ya no somo vítimah. No tardaremo en gahtá lo que haiga pa saqueá en la comarca, pero pa ese momento podremo hacé otras cosa como cultivá y levantá máh muro.

Tomó aire y coñac.

-Utede quieren sabé qué éh el "plan Bañoh". Yo les digo que la teniente Castaño ha dao lah clave, que pa mí son purico sentío común, cosah lógica, pero son na má clave ténica. Ca pueblo tendrá que sabé suh limitasioneh y posebilidadeh y lo que vale pa Bañoh de la Ensina a lo mejón no vale pa otro lao, y al revé. Por eso yo creo que lo que dise la teniente éh importante, pero eso no éh el método Bañoh. Les voy a desí qué el método Bañoh. El plan Baño éh ehto -levanta las grandes manos callúas y las enseña a todos-. El plan Baño tiene solo treh punto a tené en cuenta: Manoh, Cabesa y Cojone.

La situación cada vez me dejaba cada vez con el culo más torcio. Veía todo desde mi asiento, como si estuviera viendo en el cine el último estreno. Este se llamaría "Miedo y asco en la casa real" "Lo quel sombi se llevó" "Orgullo y prejuisio en tiempoh de sombí"...El cagaprisas intercambió miradas y codacos conmigo. Parece que él estaba igual de patidifuso que yo. Era pa cagarse. Vi algunas fotos donde salía yo con el cagaprisas y tuve que esbozar media sonrisa, como si estuviera viendo las fotos de las últimas vacaciones en Marbella. Cómo cambian los tiempos, cómo cambian los tiempos.

Aprieto el culo cuando el rey nos da paso al Cagaprisas y a mi. La vírgen ¿pero que iba a decir yo? Por suerte, Seluí toma l aniciativa y dice cuatro cosas bien dichas. Eso me da animos. Tengo que acabar aplaudendo semejante intervención.

- Chapó por lo dicho aqui por mi amigo Seluí - esta vez no trato ni de hablar fino - Miren úhtede, llevaba tol rato preguntándome que hasía yo aquín. Qúe pintaba yo. Y ahora lo se, ahora mihmico lo se...Aqui con el Seluí hemoh vihto mucha mierda y muncho doló, señoreh. Pero de serca, de serca...Yo perdí a mih papah. A la máma le arrancaron un braso, y mi pápa se murió solo en una habitasión d`hotel a tomar por culo, porque mi tía Paqui le mordio y se convirtió en un apollardao. Solo pudimoh hablá por telefono. Mih pápah, esoh con lo que había dihcutio er mihmico día. Er míhmico día...Dehpué hemo tenio que enfrentahno a presoh, desoh que soltaron, violadoreh, engendroh, que forsaban a unah muchacha de la forma mah inhumana...Hemoh tenío que matáh por nuehtra vida, pohque era o elloh o nosotroh...Hemoh tenío que reventá la cabesa apollardao que háta hase poco eran nuehtro vesino, amigoh, gente con la que vivíamoh cada día...Er churrero, Jasinto er de la ferretería, la Nerea que fue una follamiga ¿mehplico? Muncha mierda. Muncha mierda de frente y a menoh de doh metroh...Y cuando eso pasa se te quitan lah gana de polleseh y planpinah...Er mundo sa ido a la mierda y hay que adaptahse...- hago una pausa para respirar- Mih companero saben mu bien que háta anteh del apocalisi yo era un bala perdía, un mal ejemplo, er tipo de chavá que naide quiere pa su hija, un porrero, un vago, desecho sociá, parasito...Llamenlo como os parehca...Pero el doloh, la situasión, manecho véh que hay que cambiáh. Que er orden de lah cosa no pué seguih como anteh. Lo metodo de anteh ya no valen. Hay qeu evolusionah y mirá a la mierda a la cara, y asehtala y desí "Por mih cojone!". Por eso soy consiente de lo bueno que noh han hecho lah idea de Fauhti, idea de putisima madre, y lah apoyo. Pohque he vihto como la mierda en que se convirtió er mundo, de a mijitah se convertía en argo bonito. Argo que meresia la pena, como anteh...Tenemoh comía, bebía, yo crio polloh, otroh curtivan...Y si el plan Bañoh se adapta a otro sitio hata se podria hasé un sihtema de comersio de trueque deseh entre comunidadeh...Pero toh juntoh, en pelota. Toh apoquitando, y apechugando. No hay otra fohma de salí dehto.

Y acabao el discurso, en el que me vine arriba, me alivio la garganta seca con un trago al lico que bebía. A tomar por culo.

Con la intervención de los bañuscos, el general había pasado de estar acojonado con las posibles represalias del rey a ponerse gallito. Era un tipo de contrastes, una culebra que sabía serpentear por los despachos y los estados mayores, enroscándose para pasar por el agujero que hiciera falta para conseguir su objetivo, aunque ese agujero fuera la taza de un váter.

-Ésto es ridículo. Ésta gente apenas sabe hablar -dijo, con ese puntillo de racismo que tiene la gente de los nortes- ¡Éste plan es inviable en su aplicación a gran escala!

El rey escuchó las palabras del Cagaprisas y el Zeky se convenció de que el plan presentado no era solo una maniobra de maquillaje. Era algo que funcionaba. La gente normal lo apoyaba. La gente que había formado parte de su éxito. Así que cuando el general habló, él parpadeó y se dió cuenta de lo que estaba diciendo, como cuando descubres que un murciélago vampiro brasileño te está chupando la sangre del ojete mientras duermes en tu hamaca en Manaos. Y como aquella sensación, era francamente molesta.

-Guardias -dijo a los de la puerta- Sean tan amables de escoltar al general Rodríguez fuera de éstas instalaciones y sitúenlo bajo arresto.

Los dos mastuerzos de la puerta le pusieron la mano encima al hombre que se levantó por si mismo, abrochándose la chaqueta con un gesto de rabia y desprecio.

-El general será fusilado al amanecer por el cargo de alta traición, al negarse a cumplir una órden destinada a salvar la patria que él juró defender.

Aquello daría más de un ejemplo y más de dos. El plan Baños se iba a implantar, se quisiera o no. E iba a funcionar, se quisiera o no. Los generales, politicastros y demás entes tendrían que ponerse las pilas. Sacaron al general de allí mientras gritaba incoherencias y chorradas. La sala quedó silenciosa como una tumba.

-Aza, tome note. Para garantizar la aplicación de éste plan a escala nacional y prevenir cualquier resistencia, modificación o intromisión del aparato ejecutivo mediante la figura de la presidencia del gobierno y sus ministerios asociados, se suspende temporalmente el poder ejecutivo de dicha presidencia de gobierno y dichos ministros, normalizando la situación que ha venido aplicándose "de facto" en cuanto a la gobernación de sectores militares propia del estado de sitio. Las tropas situadas en Canarias se movilizarán a mi órden y cuando sea necesaria su intervención. Abriremos un canal diplomático con Portugal y aceptaremos su oferta de unificación. Se respetarán las elecciones democráticas llevadas a cabo en plazas fuertes y núcleos de resistencia para la elección de alcaldes y gobernadores, bajo el título de alcaides, para regir la vida civil según las necesidades de cada plaza fuerte y núcleo de resistencia...

Y siguió dictando. El futuro estaba allí. Y el futuro era el pasado. El reino de España había resucitado. La reconquista comenzaba. La Segunda Reconquista.

Jose Luis se movió incómodo en su asiento al ver que se llevaban al general Rodríguez.

...¡la víhen!... ¡que lo van a fusilá!...

Él mismo podría haberle partío la cara con gusto si hacía falta. ...que tabía insultao el mu gilipolla... "No saben ni hablá!" Foh! Doh hostiah bien dáh no se las quitaba nandie... pero matalo... qué tío el Juancar!

Metió un trago.

...échale güevo, Selui...

Otro trago.

...¿tiene o no tiene cojone, Selui?...

Se levantó.

-Majestá, si me permite... A lo mejó yo soy un inorante pa uhtede, y no sé lo cahecho el generáh ese... pero amo, le ruego que lo repacasite. Que Ehpaña no ehtá precisamente sobrá de gente ahorica y ese tío seguro que po lo meno sabe dihpará y tié doh deo frente. Y si no sabe, mándelo a Bañoh o a otro pueblo que quiera a plantá papah y asín que vea que lo quemo hecho sí vale pa algo y hay futuro. O a un tallé a apretá tuerca, o a criá puerco. Entonce, si dentro dun tiempo, ademá de no valé pa generá no vale ni pa recogé la oliva ni pa enterrá fiambre ni ná de ná, tonse sí, que le den por culo. ¿No? Con tóh loh rehpeto Su Majestá, sin ánimo de ofendele a Su Señoría ni a loh caballero aquí presente.

Se quedó de pie mirando al suelo como un niño pequeño que acababa de hacer una trastada.

...Jose, ¿de verdá merese la pena arriesgate a que te fusilen por ese capullo?...

La reina se había mantenido callada hasta aquel momento. Pero entonces, como solía, pontificó y zanjó.

-Carmona tiene razón. La gente viva es más útil viva que muerta. Así aprenderá una lección.

Blandico como una almohada, el rey dió finalmente su brazo a torcer.

-Muy bien. Que críe unos cuantos cerdos. Y eso es todo.

Y se encendió un cigarreten.

El resto de la tarde fue tranquila. También es verdad que el rey les había dedicado todo el tiempo que podía. Allí comenzaron a currar como locos, preparando el comunicado oficial del plan baños, pensando en la redacción final del texto, teniendo en cuenta los problemas de cada zona y sector militar. La radio ardía con mensajes y se solicitaban informes a todos lados. Los generales y coroneles examinaban las guías CAMPSA y otros textos en busca de lugares donde tal o cual asentamiento pudiera tomar los suministros necesarios para salir hacia adelante y armarse para matar a miles de criaturas.

Ellos, por su parte, fueron libres de deambular por allí o volver al hotel, cosa que hicieron Mari Cruz, Vílchez y El Zeky. El Cagaprisas tuvo una cita de acoso y derribo con la camarera, la señora cuarentona que tenía buen cuerpo por que hacía yoga y pilates. Y como ella estaba hasta los cojones de convivir con la misma gente todo el rato, y a nadie le amarga comerse un buen yogurín, se follaron con energías en el antiguo oratorio de Isabel la Católica. Casi na. La misma energía con la que Vílchez le comió a su jefa todo el asunto para luego montarse encima, correrse ambos y quedarse fritos por los nervios y demás. Siestaza.

Por la noche bebieron en el bar del hotel, charlaron de sus cosas, animados. La visita había salido mejor de lo que habían pensado en un primer momento. Se fueron tarde a la cama, y al día siguiente se levantaron sobre las diez. Para las once y media ya estaban de vuelta en el zeppelin, con el general, que tenía nuevas órdenes y todo eso. Con ellos venía Rodríguez y familia, que eran un buen puñao. Se los llevaban a Ronda, a que curraran. Iban vestidos de civiles, y los de operaciones especiales no les quitaban el ojo. Por si las gilipolleces.

Iniciaron el retorno a Baños, ahora contando con viento a favor durante la mitad del trayecto. Eso recortó el viaje a tres horitas y media. Llegaban para la hora de comer.

El resto del día pasó como solía. Aburrido. La yaya dormía a ratos, y no se la veía mal. Le sacaron sangre a la Kimber, y se mareó un poquillo. Luego se comió un bocata que no se lo saltaba un galgo y se sintió mejor. Mañana le sacarían más sangre.

Le daba vueltas al bolo sobre lo de Paco, sobre lo de la abuela. Se fue a dormir a su cama, pues la abuela dijo que ni hablar del peluquín de quedarse allí con ella, que para eso ya estaban las enfermeras de guardia. Estaba cansada y le dolía el pinchazo del brazo como si se lo hubieran pegado hace un rato, así que no chistó. Se metió en el sobre y al poco rato ya estaba roncando.

Al día siguiente, visita de rigor a la abuela, que seguía bien. De la brecha mejor, del hígado, obviamente, no hasta que no la operaran. La doctora comía una manzana y leía sus libros de cirugía sobre trasplantes de hígado, y don Faustino estaba ingresado también para ver como evolucionaba. Le habían hecho un lavado de estómago y le estaban tratando para borrar los efectos del matarratas. Se le veía mejor.

Le sacaron otra poca mucha sangre antes de comer, y luego repitió plato. Garbanzos con arroz. Ella comió como si fuera un bicho bocúo de esos. Un críter.

Después de comer, sobre las tres y media, se armó gran revuelo. Volvía el zeppelin a Baños y todos sabían que había que darle la noticia a Jose Luis. El cadáver de la Toñi, parcialmente devorado, estaba todavía sin enterrar, con el tiro que le habían pegado en la cabeza por si acaso se levantaba convertida en otra cosa. No pudo evitarlo y tuvo curiosidad, así que se acercó a mirar que pasaba con aquel comité de recepción.

Que bonito era Baños desde el aire, cago en diez. Se sintieron bien al regresar, tenían ganas. De volver a ocuparse de sus asuntos cotidianos, de seguir a lo suyo, como hormiguitas laboriosas, disfrutando de lo conseguido, consolidando y ampliando su bienestar.

El zeppelin aterrizó en el mismo prado que hace tres días, pero ésta vez no se bajó el general. Se iba directamente para Ronda, llevándose al figura de Rodríguez y su familia. El ex-general estaba un poco mosca, pero al menos estaba vivo, por que ya se veía difunto y su mujer viuda. Se despidieron de García con apretón de manos, y bajaron al prado arrastrando sus maletas hacia el castillo. Les recibieron como escoltas Merino y Restrepo, que vigilaron que no se les acercara ninguno de los apollardados sueltos que comenzaban a pulular por allí. Algo se desgranaba de las hordas del norte, y como estaban cerca de la autovía, eso iba a ser típico en adelante.

El dirigible volvió a emprender el vuelo y se alejaba, mientras los toriles se abrían para ellos. Entraron en el castillo, y el recibimiento fue extraño. Había gente allí, algunos les saludaron y estrecharon sus manos. Yaiza, que ya podía caminar, se tiró a los brazos de su amado. No estaba don Faustino, cosa rara, y tampoco la Toñi. Si estaba la Naty, y asomada por detrás, la Kimberly. Carrillo y el Tatu se acercaron a ellos, mientras las puertas del castillo volvían a cerrarse.

Is good to be home.

Basti se acercó a la jefa y le estrechó la mano, pero ésta vez con una pequeña sonrisa. Aquello apestaba a que había sucedido algo en su ausencia. También se fijó que en el cinto llevaba un inmovilizador eléctrico.

-Bienvenidos. Ha sido rápido, creíamos que estaríais más días. ¿Todo bien? Imagino que si, por que veo que ahora eres teniente.

Le puso una mano en el hombro.

-Felicidades.

Por mis muertos que yo si hubiera dejao que el Juancar fusilara a aquel anormal. Que no sabemos hablar dice...Putos norteños, que por hablar con cuatro eses se cren la crem de la crem. Pos yo no sabré hablar, pero tengo dos manos que de momento ha demostrao ser mas útiles que las suyas de señoritongo de corte y finura. La madre que lo parió. Pero bueno, me acabé calmando. Ya suponía que el Cagaprisas se iba a quedar con la gachí cuarentona, por las miraditas que fluyeron allí, asín que me volví solo con la Mari Crú y su señor al hotel. Como yo no tenía plan idilico de pareja en Segovia, al llegar a la habitación de hotel miré y requeté miré el premio ese que el Juancar me habá dao. La virgen, aún no me lo creía. Tras el extasiamiento inicial, donde me flipé yo solo ya en mi intimidad, me llené la bañera del aquel sitio como un señor, y sustituí la mandanga de la tarde con un buen pajote acuático y triscarme el minibar. Fieshta. Lo que sobró del minibar me lo eché al macuto igual que el jabón que olía de puta madre, y a tomar por culo. Era muy español eso de coger prestadas cosas en los hoteles.

Yo también pensaba que ibamos estar allí más días, pero oye, de puta madre volver tan pronto. El viaje de vuelta lo pasé jiñao otra vez. Que los aviones estos me daban miedo, cojones. Pero por suerte duró menos tiempo, y el apretón de culo duró menos también. Además que iba un poco resacoso, asín con ese mal cuerpo. Que bien me hubiera venio un puto eferalgan desos efervescentes que me preparaba la mama después de las fiestacas. Asín a escondías del papa.

Al llegar se respiraba una atmosfera rara. La Yaisa se me lazó al cuello, lo cual eso si fue de puta madre, pero era raro no ver alli al Fausti y a la Toñi, que esa asomaba el morro a to lo que podía y mas. Estreché las manos que hubiera que estrechar, pero le acabé preguntando algo a la Yaiza con discreción. Asín como al oido:

- ¿Capasao, illa? - tono intimo y personal entre nosotros.