Partida Rol por web

-No quiero la llave para nada, una vez mis amigos sean liberados iremos al exterior, nada nos retiene aquí, por lo que la llave será vuestra, ya que nosotros no la necesitaremos -Rorsa se acerca a vosotros seguidos de sus lobos, estos últimos preparados para atacar en caso de que intentéis algo. Rorsa se acerca al mecanismo de las llaves, señala el mecanismo azul en el que habéis perdido a Umber y Mercy-. Tened cuidado en este lugar, hay una gran bola de fuego -os indica, después señala el mecanismo de la izquierda de abajo, de color verde-. Con la llave verde podréis ir a donde están mis amigos, hay un lobo de piedra, esa criatura extraña me asusta, es por eso que no fui yo misma a rescatarlos

La criatura nos confirmó lo que ya sabíamos: que la bola de fuego sería un enemigo difícil de vencer. Probáblemente lo dejaríamos para el final. Por el momento me preocupaba ese lobo de piedra que mencionó.

¿Algún otro tipo de bestia mágica, quizas?

-¿Y ese lobo de piedra -pregunté, intrigado- es quien los tiene prisoneros?¿Debemos esperar resistencia de su parte?

Mas criaturas raras sueltas.

- No sabes nada de la gente que había aquí, parece que hacían cosas malas?

-No sé que hacían los antiguos dueños de este lugar, aunque llevan tiempo muertos -contesta a Khala. Ante la pregunta de Qualion asiente-. Es un enemigo formidable, no entiendo como puede tener nuestra apariencia y ser tan diferente, él custodia a mis amigos, no dejará que los liberéis tan fácilmente

-Tal vez deberíamos tomar un descanso antes de enfrentarnos a él -dije a mis camaradas, luego de escuchar la descripción del león- Así podremos enfrentarlo con todas nuestras fuerzas.

La petición de Qualion de descansar antes de continuar había quedado en el olvido, quizás porque dormir rodeados de lobos no era una buena idea, aunque parecieran amigables.

Rorsa activa el mecanismo y os lleva a donde se supone que están sus amigos prisioneros. Al bajar de la plataforma giratoria llegáis a otra, en esta ocasión había para meter cuatro llaves, la azul que es por donde veis, una verde, otro amarillo, y un último, naranja. Rorsa vuelve a meter con sus dientes la llave verde y el mecanismo vuelve a girar, cuando se para, Rorsa os comunica que os esperará allí.

Gracias a las linternas siempreardientes que hay en las paredes tenéis iluminación en la penumbra, pero Kyra lleva su cetro para poder ver mejor. 

Todos menos Qualion escuchan gruñidos al final del pasillo, con cuidado os internáis en él para ver once jaulas de acero que se alinean contra los muros de lo que parece ser una perrera; siete de ellas están cerradas y ocupadas por lobos de pelaje gris.

En ese momento veis la criatura de la que tan asustada esta Rorsa. Esta criatura tiene la forma de un lobo, pero en su carne se han fundido planchas de mármol negro. Además de la armadura pétrea que protege sus flancos, su hocico ha sido reemplazado por unas terribles fauces en las que se alinean hileras e hileras de colmillos de obsidiana

- En el nombre de todo lo sagrado... Archipaladín, mi señor, danos fuerzas para enfrentar a esta amenaza... - Murmuraba el paladín por lo bajo en cuanto vio la silueta de la bestia de la que tendrían que encargarse.

El bicho que tenían delante era los más extraño que había visto nunca, un mezcla de carne y metal aberrante, dichas criaturas debían ser erradicadas antes de que contaminaran más el mundo.

Con presteza preparó su arco y lanzo sendas flechas a la masa, aunque puede que no recibiera mucho daño.

Al ver a la criatura, comencé a realizar los movimientos rituales, pronucié las palabras mágicas y de mis dedos surgieron dos bolas de energía que se dirigieron a ella.

Sus camaradas, más rápidos de reflejos que el paladín, ya habían atacado a la bestia mecánica con sus flechas y sus poderes respectivos. El paladín se envalentó para cargar contra aquella bestia metálica antes de que hiciera lo propio contra el grupo. Enarboló su espada y cargó sosteniendo el escudo en la mano libre, tratando de herir a su adversario en el proceso.

- ¡A la carga! ¡Liberaremos a los lobos presos! - Gritó Pailys para alentar valor en los corazones de sus camaradas.

Kyra se acercó con espada y escudo en mano, atacó al lobo que Paylis hizo frente por eso que dicen que la unión hace la fuerza... 

Khala disparó dos flechas, pero ambas salieron muy desviadas del objetivo, más de lo que la exploradora estaba acostumbrada a fallar.

Qualion lanzó un proyectil mágico sobre aquel extraño lobo de piedra, pero el proyectil se desvaneció justo cuando estaba a punto de impactarle, algo extraño, ya que los proyectiles siempre daban en su objetivo.

Pailys se lanzó a la carga contra el lobo, pero éste consiguió esquivarlo con gran facilidad, se movía diestramente y no sería fácil herirlo, iban a tener que ideárselas para poder golpearle con éxito, ya que parecía que iba a ser un duro contrincante.

Kyra era de la opinión de que la unión hacía la fuerza, pero en aquella ocasión la unión no les había servido de nada, pues el lobo había conseguido esquivar todos los ataques que había recibido, ya fuese cuerpo a cuerpo, a distancia o mágico.

Aquel extraño lobo parecía murmurar algo, un suceso inédito para un lobo, pero Kyra comenzó a sentir que su cuerpo se sentía más pesado, más lento. Cuando dejó de murmurar lanzó un mordisco hacia Pailys, pero éste estaba preparado y consiguió esquivar el ataque

Khala se acercó un poco más y disparo de nuevo, parece que al menos uno de sus proyectiles si logró hacerle daño.

- ¡Rápido, antes de que nos hechice!

Me sorprendió mucho al ver que mi conjuro no había hecho efecto en él, pero luego vi que mis camaradas estaban teniendo la misma dificultad.

-¡Tengan cuidado! -comenté- Parece tener alguna clase de protección especial.

Decidí intentar con mi ballesta. Tal vez pudiera golpear un punto debil.

Aquel ser estaba murmurando algo, lo cual ya no le parecía tan raro al paladín pues ya habían conocido a un lobo parlante en la otra sala. Lo que realmente le preocupaba era que tanto sus camaradas como el mismo salieran indemnes de la lucha que se había desatado.

Ni corto ni perezoso, viendo que Kyra atacaba con su espada bastarda, Pailys dio un paso lateral para tratar de flanquear al ser y dar ventaja táctica a su camarada. En el proceso, trató de asestar un golpe con su espada larga sobre la férrea piel de su adversario, sin mucho éxito, al parecer.

Khala disparó dos flechas, una de ellas salió muy desviada, la otra consiguió herir a la loba de piedra pero su flecha apenas le hizo daño. Qualion se unió a Khala y disparó su ballesta, pero fue un disparo muy desviado, miró su carcaj, únicamente le quedaban cuatro virotes.

Pailys se movió para flanquear a la criatura pero no consiguió darle, pero gracias a ese flanqueo le dio la oportunidad a Kyra de golpear a la criatura, aunque se dio cuenta que la dura piel de la criatura hacía que su espada bastarda apenas traspasara la piel y le hiciera mucho menos daño del debido.

El lobo, aprovechando que Kyra está ralentizada la muerde, haciéndole una fea herida a la guerrera que no sabe si podrá resistir un nuevo mordisco como ese

- ¡Cuidado, Kyra! - Gritó el paladín al ver como la enorme bestia atacaba con éxito a su camarada.

El lobo pétreo era temible y parecía tener una gruesa piel que resistía todo el daño que trataban de ocasionarle los valientes guerreros del grupo. Viendo que su mejor opción era seguir acosando a la bestia, Pailys volvió a aprovechar el flanqueo para tratar de hundir el filo de su espada en un costado de su adversario.

Khala intentó lanzar otro par de flechas, pero la cuerda tembló en sus dedos sin llegar a lanzar un proyectil.