Partida Rol por web

SOMBRAS DE LA ÚLTIMA GUERRA

PRIMERA PARTE: SHARN

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14/09/2016, 13:27
Director

- Se que duele pequeña gnoma. ¿Pero el "hombre" que la golpeó hablaba estirando las palabras?.

La gnoma mira a Raith cuando este le pregunta.

-Hablaba así...- Se hecha su propia capucha por encima de la cabeza y la veis colocarse en una posición muy teatral. Suponéis que intenta parecer "terrible" pero su interpretación resulta ser más bien cómica-." ¿Dóndeee está el mensajeeee...? Conteeesta ahora... insignificanteee seeer..."- reproduce  intentando poner la voz lo más grave que puede, lo cual no es mucho. La pequeña gnoma parece dudar un instante-. Luego dijo algo del un tal "afilador". Pero eso no lo entendí muy bien. Aquí no necesitamos que afilen nada...  

Alhandra le pregunta si recuerda el mensaje y casi al mismo tiempo Shana le pregunta por el momento del ataque.

- Yo diría que fue durante el atardecer- contesta a la noble- ¿El mensaje? Bueno. En realidad se ha perdido pero...yo mismo lo había transcrito desde la piedra parlante.-Tras pensar durante unos segundos concluye-. En fin, sois vos la destinataria.

Se planta delante de la noble y empieza a recitar.

-" Querida Shana.

Necesito de tu servicio para que hagas llegar este mensaje urgentemente a sus destinatarios. Se trata de Alhandra de la Casa Cannith, Threkor y Raith. Podrás encontrarlos en esta misma estación de mensajería o hospedados en la posada de Norman. Cualquier aerocalesa podrá llevarte allí.

Necesito que les avises. Corren un serio peligro en Sharn...y yo también. No hay mucho tiempo. Acompáñales y reuníos conmigo en el mismo sitio donde me vieron por primera vez y donde aceptaron trabajar para mí hace tan sólo un mes. Ellos sabrán dónde llevarte. 

Por favor, actuad con presteza.

Elaydren d'Cannith."

Mientras la gnoma termina de recitar el mensaje Edirel registra lo que queda  de  la estación de mensajería. Se trata de un único nivel con dos dependencias más. Un pequeño baño y un almacén.Puede confirmar que no hay nadie más en este lugar.

 

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14/09/2016, 15:12
Threkor

El mensaje era claro. Corríamos peligro en Sharn. Posiblemente nuestro anterior misión ha debido atraer las iras del tal "Señor de los Filos".

Así que estamos en peligro. Debemos darnos prisa entonces. Hace un mes, antes de conocer a Elaydren, ya fuimos atacados aquí cerca, en el puente. Nuestro enemigo no está para muchas historias. - explico al nuevo grupo - Debmos ir cuanto antes al Yunque Roto. Allí fue donde conocimos a Elaydren.

Dicho esto me dirijo hacia la salida. Debemos buscar una aerocalesa para ir allí.
 

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14/09/2016, 15:17
Shanna-Alethia

Se tapó con una mano disimuladamente para que la gnoma no la viera sonreir ante tan adorable demostración teatral de la fiereza del (probablemente) jefe de los asaltantes. Hablaba estirando las palabras, tal y como Raith había aventurado, y Threkor no tardó en explicar que era así como hablaba un antiguo enemigo del grupo, por lo que era casi seguro de que se trataba de él. Les había atacado cerca de aquí, en un puente. "Raith, antes habéis mencionado que un Forjado para la Guerra os atacó al salir de una taberna cerca de aquí. ¿Entiendo que se trata de la misma criatura de la que Threkor hablaba?" ¿El enemigo del grupo, y de Elaydren, era un forjado? Shana trataba por todos los medios de ponerse al día con todo lo que no sabía, pero le resultaba difícil hacerlo entre tanta premura, y no quería parecer una molestia.

La ayuda de la pequeña gnoma había sido inestimable, y le sabía mal dejarla sin más. Sin embargo, si aquello había sido al atardecer, significaba que los enemigos les llevaban una gran ventaja. Se puso en pie y asintió. "Tenéis razón, Threkor. Vuestro enemigo nos lleva ya un tiempo de ventaja, y Lady Elaydren ciertamente corre peligro."

Aún así se sentía en parte responsable por los destrozos ocasionados. Sabía que si ella no hubiera estado involucrada, posiblemente el resultado hubiera sido el mismo, pero, estándolo... ¿podría realmente desentenderse de todo ello? Claro que no. Determinada, girándose a la gnoma, dijo entonces con solemnidad:

"Amiga gnoma de la Casa Sivis, vuestra ayuda ha sido inestimable. La emisora de esa carta, nuestra amiga, corre peligro, y debemos partir en su ayuda ahora mismo. No obstante, sabed que soy Shanna-Alethia Aitkem, la legítima Princesa heredera de Sharn, y que la Casa Real correrá con los gastos de la reparación de la estación. Es lo menos que puedo hacer por vos."

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14/09/2016, 20:22
Raith

La gnoma hace una triste imitación, pero ahí esta es lo que temía. Por un segundo cierro los ojos y recuerdo la batalla vivida en el inframundo bajo la ciudad, un cuerpo adamantino difícil de atravesar y que por el contrario no tenía dificultad para abrir tajos en nuestra piel. El maldito bicho había sobrevivido a la caída y como dijo vendría a vengarse.

Maldito sea...es Sable o algo parecido, todos los forjados me parecen iguales. Que yo sepa el del puente podría ser otro, pero como he dicho todos me parecen iguales.

Con eso y el mensaje que había para nosotros estaba claro que nuestra contratadora preferida quería vernos. Había dado un lugar y una hora a nuestro enemigo el cual si alguna vez nos había seguido sabría donde encontrar a Elaydren. Sigo a Threkor hacia el exterior, no había mucho mas que añadir y poco podíamos hacer mas para ayudar.

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14/09/2016, 20:33
Khala Senta

La gnoma no estaba tan mal como parecía, o al menos sus ganas de parloteo no estaban heridas, hemos podido oír el mensaje que era el objetivo.

Pero Threkor ha dejado claro que conoce esta amenaza y no nos vendría mal saber más.

- Si no es mucho problema alguien nos puede decir a que nos enfrentamos, ya sabéis estamos del mismo lado y eso?

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14/09/2016, 20:54
Threkor

Khala me detiene antes de salir y me pregunta por nuestro enemigo. Tiene razón, será mejor que los pongamos al día.

Para no alargar la explicación, nos enfrentamos a una especie de secta de forjados cuyo objetivo es subyugar y destruir a la raza humana. Su líder, el llamado el Señor de los Filos está reuniendo a cuantos forjados puede para intentar iniciar una revuelta. - respiro para continuar. - Hace un mes, conocimos a Elaydren a raíz del ataque que sufrimos en el puente, ya nos hemos referido a él, y nos encomendó una misión. Bajamos a las profundidades de Sharn hasta una forja, donde se encontraba oculta una reliquia. Tal reliquia debía ayudarnos para impedir dicha revuelta.

Descanso un momento para pensar. No había acabado aún. Pero eso no es todo. También hay otra persona tras la reliquia, aunque no se exactamente el motivo. Mi antiguo maestro, Jarem, el cual me traicionó y al que busco para matarlo, también anda detrás de él. Es una de las principales razones por las que me uní a esta búsqueda.

Miro fijamente a Khala - Creo que eso es todo - mw giro de nuevo hacia la puerta, pero antes de continuar me detengo y vuelvo a girarme levantando un dedo - ¡Ah, sí!, Otra cosa. Antes de regresar, nos enfrentamos a una criatura enorme, forjada, de nombre Sabre, o Sable o algo así. Antes de lograr destruirlo, huyó, así que creo que es posible que nos volvamos a encontrar.

Creo que eso es todo lo que sabemos. ¿Podemos irnos ya?

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14/09/2016, 21:16
Alhandra d'Cannith

Tras escuchar el mensaje de la gnoma mis dedos comienzan a tamborilear nerviosamente sobre el mango de la maza que pende de mi cinturón, mientras lanzo miradas de reojo a la puerta de entrada esperando ver al siniestro forjado irrumpir en la estancia de un momento a otro.

Por las torvas expresiones de mis amigos y por sus palabras, está claro que ellos comparten la misma inquietud que me aqueja. No hay duda de que se trata de Sable y, en esta ocasión, no está solo sino acompañado por un séquito de hombrecillos escamosos.

Al escuchar a Shanna autoproclamarse la legítima Princesa heredera de Sharn no puedo evitar pensar que es el mayor embuste que he escuchado nunca y, durante un instante, pienso que tal vez todo esto no sea más que un engaño cuidadosamente orquestado por el trío de desconocidos para hacer que les llevemos hasta Elaydren. Pero tanto si eso es así como si no lo es, Threkor se ocupa de revelarles el paradero de nuestra benefactora y relatarles nuestra historia antes de que tenga ocasión de sopesar si son de fiar.

En este punto sólo hay una cosa que hacer y es tirar para adelante.

―Nos vamos de aquí ahora. Todos ―añado mirando a la empleada de correos―. Sabían lo que buscaban y ahora saben también dónde encontrarnos. Habrán apostado centinelas en las inmediaciones y, a estas alturas, ya deben saber que estamos aquí. Este lugar no es seguro para nadie. Aprestad las armas, nos vamos al Yunque Roto en este momento.

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15/09/2016, 12:21
Edirél Bëlazar

Con su afilado oído había logrado seguir la conversación a pesar de haber estado inspeccionando las instalaciones.

-Pues entonces parece que todo esta terminado aquí. Hay que largarse deprisa. - Se gira hacia Threktor - Puede que no sepamos que son esas criaturas, pero guarda esas hojas con las marcas, puede que más tarde encontremos a alguien que pueda decirnos algo.

Enfundó el estoque y lo tapó con la capa. Tenso y alerta salió a la puerta. Era oscuro, y sabía que tenía que ver por el resto, pocos tenían su visión.

- Princesa, mejor que no vuelva a decir el origen de su cuna a nadie más... - Suelta en regañina - La envidia y la codicia son presentes en muchos, y no quiero tener que lidiar con buscafortunas de más que puedan poner en riesgo todo. La gente es mas malvada de lo que cree.

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15/09/2016, 14:26
Director

Cuando la gnoma termina de pasaros el mensaje corre a hacer una rápida comprobación del estado de la piedra parlante y de la caja de pago. Por suerte ambas se encuentran en perfecto estado.

Sin perder más tiempo, y siguiendo las indicaciones de una preocupada Alhandra, salís de la estación de mensajería. Fuera sigue lloviendo a mares. Os acercáis al embarcadero de aerocalesas más cercano. No hay ninguna esperando. Pero la luz siemprebrillante que hay junto a vosotros os ilumina lo suficiente como para que cualquier calesero os vea y sepa, al momento, que tiene clientela que le aguarda.

Mientras esperáis Threkor explica al resto brevemente que les ha llevado hasta aquí...Parece que fue ayer. No en vano era otra noche lluviosa como esta misma. Tras salir de una reunión en la que buscabais pistas sobre una misteriosa figura,un tal  Jarem, acordasteis una reunión con un profesor de la universidad de Morgrave: Bonal Geldem. Por desgracia lo encontrasteis muerto, asesinado por una forjada. Así fue como conocisteis a Elaydren y como ella os encargó recuperar de las profundidades de Sharn una antigua reliquia de la Casa Cannith. Se trataba de un antiguo esquema de creación. Por decirlo así los esquemas eran los "moldes" que la casa de inventores utilizaba para sus creaciones ( como por ejemplo los forjados). Para qué servía o que podía fabricarse con él...es algo que ni ella misma sabe.

Algo se dibuja frente a vosotros. Cualquiera diría que , tras esa cortina de agua que cae incesantemente frente a vosotros, hay centenares de metros de caída en el espacio que hay entre la torre que ocupáis y otras que no llegáis a ver. La sombra va tomando forma...Una aerocalesa y, sobre ella , una figura encorvada y encapuchada. Es una imagen fantasmal, pero real...La aerocalesa golpea suavemente la madera del embarcadero.

- ¿ Mala noche verdad, caballeros?- os pregunta el calesero retirándose la capucha. Os alegráis de ver que tras la capucha hay el rostro normal de un humano empapado por la lluvia y cansado por el trabajo-. Tengan cuidado y no se caigan. Los días de lluvia son los peores;un mal paso, un resbalón...¡y todo para abajo! Por aquí señorita...

Le dais la dirección. El Yunque Roto. " El Yunque Roto, en la Torre del Constructor. No está lejos aunque tendremos que bajar unos cuantos niveles." Os dice mientras, tras ayudaros a subir, ocupa de nuevos su puesto junto al timón.

La aerocalesa comienza a moverse cada vez con mayor velocidad. Para los que nunca habéis montado en una de estas maravillas de Sharn os da la sensación que es lo mismo que navegar por un lago en calma. Hasta que empieza a descender...Un cosquilleo os revolotea en la boca del estómago cuando notáis como la aerocalesa desciende varias decenas de metros en poco recorrido. Os tranquiliza escuchar al calesero canturrear una canción mientras dirige con maestría la embarcación.

De vez en cuando os cruzáis con la luz de otra aerocalesa o os acercáis a el imponente muro de una de las torres. Y de repente...

-¡Hemos llegado, damas y caballeros! La torre del Constructor. Ahí enfrente tienen el Yunque Roto. Serán dos monedas de plata.

Tras pagarle al calesero abandonáis con cuidado la embarcación. Con alivio pisáis suelo firme.Al salir del embarcadero atravesáis un arco y entráis en el interior de la torre. Frente a vosotros la torre sigue creciendo hacia el cielo hasta perderse en el velo de lluvia. Pero rodeando el muro existe una gran cornisa sobre la que se han edificado muros del tamaño de casas. De hecho esos muros tienen edificadas casa en su interior. Y donde el "muro" forma una esquina veis un cartel de madera sobre una puerta: EL YUNQUE ROTO.  

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15/09/2016, 16:15
Shanna-Alethia

Mi antiguo maestro, Jarem, el cual me traicionó y al que busco para matarlo, también anda detrás de él. Es una de las principales razones por las que me uní a esta búsqueda.

Con los ojos muy abiertos escuchó esas palabras. ¡Jarem! ¡El elfo que había conocido aquella noche! Ahora no le cabía duda de que de alguna manera estaba involucrado con todo esto. Pero... pero... ¿¡hasta el punto de matarlo!? Desconocía qué asuntos tuvieron él y Threkor, ni a qué se refería este último con que le traicionó, pero juzgó oportuno no mencionar al elfo por el momento. Le pareció que Threkor hablaba totalmente en serio cuando decía que pretendía matarlo. ¡Matarlo! ¡Así, sin más! Tampoco es que ella conociera demasiado al elfo, a ella le pareció un tipo encantador, pero, como él mismo le había dicho, las apariencias engañan... Aún así... ¿Tanto odio podía tenerle Threkor, hasta el punto de desear su muerte? ¿Qué mal podría haberle hecho Jarem para hacerle desear su muerte? Además, ella no había oído tampoco el lado de Jarem de la historia... ...Bueno, ni el de Threkor, en realidad... Y desde luego que no era el momento oportuno para preguntar sobre ello. Mejor mantenerse callada.

En fin, se preparó para salir cuando Edirél la detuvo un momento para regañarla por revelar su identidad sin cuidado alguno. Shanna se cruzó de brazos, frunció el ceño e infló los mofletes. "¡Huumffnnggh! ¡Pero, pero...! ¡Pero si la Casa Sivis siempre ha hecho gala de una reputación intachable y neutral! ¡Durante casi trescientos años!" protestó, mirando a otro lado, y aún con los brazos cruzados.

Escuchó con atención la explicación de Threkor. Así que un esquema de la última guerra... Ya para empezar los Forjados para la Guerra se habían convertido en un problema cuando esta terminó, asi que no podía ni imaginar cuántos problemas habría de caer semejante reliquia en manos de mercenarios o comerciantes de pocos escrúpulos... O peor aún, en manos de enemigos de Sharn. Era un tesoro muy, pero que muy peligroso. Prácticamente era un asunto de Estado. ¿Debería informar a su padre, el Rey? No... no  antes de hablar con Elaydren d'Cannith. Tenía muchas preguntas que hacerle.

Entre sus cavilaciones, la aerocalesa llegó. Le pegó un buen susto la tétrica aparición del calesero, que a la luz siemprebrillante parecía la mismísima estampa de la Muerte en persona. "¡Iiih!" con un grito pequeño se agarró a sus dos escoltas con gran fuerza, pero se relajó cuando éste se quitó la capucha y desveló que no había esqueleto viviente alguno bajo sus túnicas. Nunca se cansaría de los viajes en aerocalesa, la emoción de estar volando, el viento acariciando su rostro... Bueno, y la lluvia incesante, también. Pero era una estampa bonita aquella que tenían desde la aerocalesa, con las luces de la ciudad, las innumerables torres puntiagudas, la luz de la luna y las gotas de lluvia al caer. Una estampa además amenizada por la tranquila voz del calesero mientras cantaba.

"Gracias por el viaje, calesieri." dijo entonces una vez se hubo apeado. Pagó ella misma las dos monedas de plata al calesero, dejandole además una extra en propina. "Y por la bonita canción." sonrió, con una inclinación de cabeza.

Notas de juego

¡Jajaja! Una no se lo cree y el otro le regaña. Normal, por otra parte. XDDDD

Me resto yo las tres monedas de plata :)

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15/09/2016, 16:38
Threkor

La lluvia caía a raudales mientras esperábamos la llegada de la aerocalesa. Cuando apareció, la que decía ser la heredera del trono de Sharn, soltó un gritito al ver aparecer al carruaje. Extraño. Debería estar acostumbrada a este tipo de vehículos. El conductor hizo una inclinación de la cabeza y nos invitó a subir.

Creo que nunca llegaré a acostumbrarme a los viajes en aerocalesa. Los elfos no vuelan, aquello no era normal. A pesar de todo, había que reconocer que era un medio de transporte rápido, aunque no me daba la impresión que fuera demasiado seguro.

Llegamos a la taberna en un momento y no perdí tiempo en bajarme. El Yunque Roto. Habíamos vuelto al inicio de todo, otra vez. Me acerqué a las puertas y abrí para entrar. Como si fuera un animal, me expulsé el agua de la capa con un grácil movimiento, mojando un poco las mesas de la entrada.

Ups, siento el agua, pero fuera está lloviendo a mares. - En seguida busqué con la vista a Elaydren.

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15/09/2016, 19:45
Raith

De no ser por la carta y ver que esta gente tenía que reunirse con nosotros aun seguiría pensando en terminar a palos con ellos, pero por lo que se veía tendría que trabajar con ellos...un poco mas. Una vez en el exterior bajo una lluvia incesante llegamos hasta el embarcadero de aero calesas, a esta altura Threkor ya había contado nuestras andanzas con los forjados y la casa d´Cannith. No solo contamos eso nosotros por lo que parece una de los nuevos integrantes de la compañía es una noble y aunque su guardia es rápido en reprenderla no esta de más ayudar en este tema que podría llegar a ponerme en peligro.

- Niña como dice Edirél mucha gente puede atentar contra "su alteza", incluso hace algún tiempo por unas monedas de saberlo me hubiese arriesgado a secuestrarla. Niego con la cabeza. - Según a que sitios nos lleve esta situación, sería bueno que lo recordara.

Es una espera momentánea, una rápida calesa llega hasta nosotros y tras indicar la dirección al calesero nos lleva con presteza hacia nuestro destino. Ahora ante las puertas de nuestro destino, puede que nos encontráramos una taberna sin mas donde calentar nuestros cuerpos , llenar nuestros estómagos y con mala suerte tener una riña o encontrar otro establecimiento destrozado como la estación de mensajería.

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15/09/2016, 20:47
Alhandra d'Cannith

Salgo de la estación de correos con la certeza de un ataque inminente, ya sea por parte de los secuaces del Señor de los Filos o por parte de nuestros supuestos camaradas. Mis sospechas parecen materializarse con la llegada de una aerocalesa tripulada por una figura embozada que finalmente resulta no ser más que un honrado trabajador.

Sin embargo, mis temores no remiten durante el viaje y para cuando volvemos a tomar tierra, mis nervios están a flor de piel.

Empuño mi maza esperando una emboscada de un momento a otro y quedo horrorizada al ver que Threkor entra en la posada con la misma despreocupación con la que ha relatado nuestras desventuras a cualquiera que haya querido escucharle.

―Estad preparados ―advierto a los demás―. Gracias al mensaje que han interceptado saben que Elaydren está aquí y que nosotros también acabaríamos viniendo en cuanto supiéramos del ataque a la estación de correos. Es posible incluso que estén dentro ya.

- Tiradas (2)
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15/09/2016, 21:03
Khala Senta

Así que nos enfrentamos a un montón de forjados cabreados, es un asunto serio, los forjados ni comen ni duermen y son enemigos implacables, aun no me acostumbro a verlos por la calle tan tranquilos...

Disfrute del breve vuelo de la aerocalesa, volar es algo magnifico, una sensación de libertad sin limites.

El llamado Raith se puso paternal con Shanna.

- Tranquilo Raith, lo lamento por el que sea lo bastante estúpido como para atacar a Shanna.

Llegamos a la taberna del Yunque Roto y veamos que nos espera.

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17/09/2016, 12:52
Director

Alhandra prepara su maza mientras Threkor la adelanta en dirección a la puerta del Yunque Roto. Raith intercambia algunas palabras con Khala y Shana, después de pagarle al calesero, se mantiene sumida en sus propios pensamientos y recuerdos.

Threkor sube unas pequeñas escaleras y empuja la puerta del Yunque. Sacude sus botas una vez dentro...

Ups, siento el agua, pero fuera está lloviendo a mares- se disculpa Threkor. 
 

En el interior linternas siemprebrillantes a cada lado de la sala comunal ofrecen una iluminación titilante. Hay una gran mesa redonda a cada lado de la puerta y se han situado otras tres mesas alargadas para cubrir el resto de la sala.

Hoy el Yunque Roto sólo tiene un cliente, una mujer con una gastada capa marrón. Se sienta en la mesa más alejada. Cuando entra Threkor alza sus manos repentinamente como si fuese a lanzarle un conjuro. Pero se detiene y retira su capucha. A pesar de su cabello desordenado y la suciedad que cubre su rostro el pícaro la reconoce...Se trata de Elaydren d'Cannith.

-¡Threkor!- exclama Elaydren-. ¿¡ Dónde está el resto !?- pregunta con manifiesta preocupación.

El día que la conocisteis vestía joyas caras y un hermoso vestido de hilo ilusorio. Hoy viste ropas de viajero salpicada de barro. Pero el cambio que más llama vuestra atención es la ansiedad y el estado de nervios que se refleja en su forma de hablar y en sus gestos... 

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17/09/2016, 14:30
Raith

Aun bajo la fría lluvia, el calor que emanaba de la puerta abierta de la posada me llamaba mas que nada en este mundo. Pero ante una amenaza importante lo mejor era hacer un trabajo profesional.

Pasad todos, entraré el último. Id tomando posiciones en el interior....no creería que esa criatura se atreviese a atacarnos aquí pero nunca se sabe.

Con Threkor dentro pudimos escuchar las preguntas realizadas por nuestra contratadora, al menos por ahora estaba viva y en peligro por lo que nosotros sabíamos. En cuanto empezara la entrevista podríamos saber en que demonios estábamos apunto de meternos.

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17/09/2016, 20:19
Threkor

¡¡Elaydren!! - exclamó sobresaltado. Había estado a punto de lanzarme un conjuro. ¿Qué te ha pasado? Somos nosotros. Estamos todos. Algunos aún están fuera. Explícame qué sucede
Algo no había ido bien. Elaydren estaba muy nerviosa y parecía que temiera que en cualquier momento apareciera alguien para intentar matarla.

Notas de juego

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17/09/2016, 20:53
Alhandra d'Cannith

El lugar está vacío y desangelado, apenas un triste reflejo del ambiente que siempre ha reinado aquí. También mi prima parece un espectro de sí misma, hasta el punto de que me cuesta reconocerla.

―¿Ely? ¿De verdad eres tú? Dioses, no te ofendas pero tienen un aspecto horrible. ¿Cuándo fue la última vez que dormiste un rato? Tranquila, ya estamos aquí y ahora estás a salvo. ¿Verdad Raith? Por supuesto que sí. Así que siéntate, querida, y cuéntanoslo todo.

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17/09/2016, 23:09
Shanna-Alethia

Cuando el imponente Raith, que parecía un soldado curtido que bien podría recordarle alguno de los generales de su padre (o a su propio padre), se unió a la regañina, Shanna cerró los ojos y bajó la cabeza con sumisión. "Nnggghh... es-está bien... no iré anunciando por ahí que soy la princesa..." contestó, y se mantuvo callada el resto del trayecto y con el ceño fruncido. No había nada más molesto para alguien con linaje real que tener que hacerse pasar por un común. Al menos, al menos esperaba no tener que ocultar que era noble (porque su ropa, su diadema y sus joyas eran caras de narices)... ¡Y, y, y además, Alhandra exhibía la Marca de la Creación con orgullo! ¿¡Por qué ella no podía exhibir su linaje real con igual o mayor orgullo!? ¡Aaaaaaagh!

Poco tiempo después llegaron a la Posada del Yunque Roto. No queriendo importunar más a sus acompañantes, siguió con obediencia el paternal consejo de Raith de que todos entrasen, que él vigilaría por si les habían seguido. Entró poco después de Threkor y Alhandra, y vio con sus propios ojos el lamentable estado en que se encontraba Lady Elaydren. No pudo evitar sentirse culpable, terriblemente culpable. Tal vez la conocía desde hacía pocos días, pero creía que había entablado una amistad con ella, o sembrado las semillas de una. Tal vez hasta hacia pocos momentos se había temido lo peor y pensado que la había tendido una trampa, pero en cuanto la vio así, con el pelo emarañado y lleno de barro, con la faz pálida y aterrorizada, y vistiendo esas ropas baratas para ocultarse... Todo sentimiento de sospechas fue sustituido por pena, culpabilidad y congoja.

Se bajó la capucha y llevó la mano al rostro para intentar ocultar, sin éxito, su sorpresa.Le-lei...!" estuvo a punto de decir Lady, pero recordó la anterior charla de sus compañeros y se mordió los labios. "¡Elaydren!" corrió hasta ella y la abrazó. En aquel momento le dieron igual todos los protocolos, y que tal vez ni siquiera tuvieran todavía la confianza para semejante contacto. De verdad le pareció que Elaydren necesitaba un abrazo, o tal vez era ella misma la que lo necesitaba. "¡¿Qué os ha pasado?! ¡¿Estáis bien?!" se separó y le tomó una de las manos nerviosas, sin importarle que estuviera manchada de barro. "¡Oh, lo siento tanto, es todo culpa mía! Si me hubiera pasado antes por la estación, por la mañana en vez de a la noche, tal vez...!"

Notas de juego

El llamado Raith se puso paternal con Shanna.

"Se puso paternal" XDDD <3

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18/09/2016, 01:28
Edirél Bëlazar

Todos parecían conocerse entre sí. Eso dejaba a Edirel un poco a parte.

"Parece que el mundo es un pañuelo..."

Con la capucha todavía tapando completamente la cara, se mantuvo detrás de la princesa, como su sombra.

-Lady Shana, debería dejar a Lady Elaydren algo de espacio, ya parece al borde de un infarto como para que encima le agobien - Pese a ser seco, Edirel lo decía sin ánimo de ofender.

Se apoyó en la pared y sin alejar la mano de la empuñadura de su espada, intentó tranquilizarse y pensar sobre estos últimos acontecimientos.

"Bien, estoy con un grupo de desconocidos haciendo Dios sabe que... Bueno al menos sigo teniendo a la princesa a salvo... Creo..."

Sus iris amarillos se movían por toda la sala en busca de cualquier amenaza.

"Pensar que tendría que ser la voz de la conciencia de una princesa un par de años más joven que el... Es que los nobles tienen todos pájaros en la cabeza?"